Ciertamente, el trabajar trae bendición, sobre todo cuando
se hace con amor y completa armonía, pero no debemos
olvidar de quien proviene nuestro sustento para que nuestro corazón sea guardado de la altivez y la arrogancia. Por lo tanto, entendamos que como cristianos todo lo que hagamos lo tenemos que hacer como para Dios, para su honra, pues solo con dignidad y esmero obtendremos beneficios de parte del Señor, gracias a los consejos que están en su palabra. «Pon en manos del Señor todas tus obras, y tus proyectos se cumplirán». Proverbios 16:3
La bendición de Jehová es la que enriquece,
Y no añade tristeza con ella.
Proverbios 10:22
Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el
nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.
Colosenses 3:17
Haré que ellas y los alrededores de mi colina sean una fuente de
bendición. Haré caer lluvias de bendición en el tiempo oportuno.