Isaías es el profeta que habla más que cualquier otro autor del Antiguo Testamento

sobre la primera y la segunda venida de Jesucristo. Su manera de enseñar es única e

inspirada y muchas de sus profecías se aplican no sólo a su época sino también a la de
Jesucristo, a nuestros días y a tiempos futuros.

2 Crónicas 26:16 dice, Más cuando ya era fuerte, su corazón se enalteció para su
ruina; porque se rebeló contra Jehová su Dios, entrando en el templo de Jehová para
quemar incienso en el altar del incienso. En respuesta, Dios golpeó a Uzías con lepra y fue
un leproso aislado hasta su muerte.

Isaías profetizó que la casa del Señor sería establecida en los últimos días sobre
los montes y que los orgullosos serían humillados en la segunda venida del Salvador.
También profetizó sobre las consecuencias que las personas de Judá y Jerusalén sufrirían
a causa de su corrupción.