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idealismo aleméan (1796-1797) para un esta- do futuro de la humanidad, que la poesia vuel- va a ser “lo que era en un principio: maestra de la humanidad, ya que no existe més filosofia, més historia, sdlo la poesia sobrevivird al resto de las ciencias y artes”. La filosofia con la que se deben superar tanto el dualismo kantiano de cosa en sf y del obje- to conocedor, asi como el “idealismo subjeti- vo" de Fichte, es designada el “sistema de identidad” por Schelling, quien declara que este es el “punto de indiferencia” de la filoso- fla transcendental y natural practicada por él. La filosoffa trascendental de Schelling funda- menta la posibilidad de la experiencia y del conocimiento, la relacion sujeto-objeto, des- de el propio sujeto. El objeto de la experien- cia, 0 lo que es lo mismo lo “real”, la naturale- za, se entiende como el producto producido inconscientemente por la misma raz6n abso- luta, que como produccién consciente gene- ray es al mismo tiempo lo “ideal”, el espiritu, el pensamiento. La filosoffa de la naturaleza acentua, bajo las mismas presuposiciones, el polo objetivo y ve en la historia de la naturaleza una cadena de desarrollos que se dirige hacia lo ideal y que produce conciencia. El sistema de identidad debe finalmente resolver la contradiccion que consiste en que algo poducido produce al productor. “La naturaleza debe ser el espiritu visible; el espiritu, la naturaleza invisible. Aqui, en la identidad absoluta del espiritu en noso- tros y de la naturaleza fuera de nosotros, de- be resolverse el problema de como es posi- ble una naturaleza fuera de nosotros.” Georg Wilhelm Friedrich Hegel Realidad racional Como Schelling, Hegel opina que todo lo real, en su referencialidad ilimitadamente variada a otras cosas y en su condicionamiento por otras cosas, es la manifestacién de un incon- dicionado, y que el conjunto de las cosas, pa- ra nosotros cognoscible en lo esencial, es ex- presi de la unidad puramente espiritual e infinita en si de lo “absoluto”. Pero Schelling, segtin Hegel, entendié lo absoluto excesiva- mente como “sustancia” inanimada y no de modo suficientemente convincente como “sujeto” activo. Lo “verdadero” no debe ser tunicamente anclado en el “ser” idéntico con- sigo mismo, sino que debe verse también en el devenir. De este modo, con Hegel el idealismo pasa a ser histérico, al adquirir lo absoluto 0 la “idea” la totalidad de todas las determinaciones ra- cionales del pensamiento, algo as{ como una historia, para pasar a ser proceso 0 dejarse por lo menos representar como proceso. La realidad ideal, el espiritu, pasa del ser simple dentro de si o ser “en si" a un “ser otro” 0 ser conocido para otros o también ser para sl ¥ deviene al fin ser “en y para si", El espiritu es. entonces, “objeto para si en si mismo refle- xionado. El espiritu que una vez adoptado es- te desarrollo se sabe a si mismo como tal es- piritu es la ‘ciencia”. La ciencia, que aqui no significa otra cosa que la filosofia, se parece al autodespliegue del espiritu absoluto, que siempre es lo que es, pero sélo se encuentra al atravesar las fa- ses de separacién, contraposicién y alteridad. por oso Ia ciencia describe la experiencia de jon dol esplritu absoluto on ol espiri- Ja aparicl tw individual (de este modo se podtla oxplici- ‘el titulo del primer gran libro de Hegel Fe- rr nomenologla de! espiritu (1807), una serie de estadios en los que los conocimientos se niegan “dialscticamonte” y se olevan hacia jores. “Lo verdadoro es la tota- unidades supe lidad, Pero la totalidad es solo ol saber que se consuma mediante su desarrollo.” Esto no significa que los estadios concretos del pro- ceso de desarrollo, tomados en sly en rela- cidn con otros estadios previos, puedan ser considerados sin mas como “no verdaderos* 0 ‘iracionales”. Esto también es valido por lo que se refiere a la naturaleza y a la historia de la humanidad, que son en cualquier caso for- mas de aparicién de lo absoluto en su cami- no hacia la autotransparencia y que expresan la razén en su devenir, Por esto Hegel puede decir enfatica y bastante lapidariamente: “Lo racional es Io real, lo real es lo racional”. Para los coetaneos de Hegel no era dificil interpre- tar esta frase como justificacién y afirmacion de las condiciones reales y existentes, !o cual les conducia a criticarlo. Hegel explica esto como un malentendido: muchas cosas posi- bles en la naturaleza y en la historia han al- canzado su forma especifica en la existencia de modo arbitrario, en concreto se podrian haber desarrollado de otro modo, y es del to- do indiscutible que esta forma realizada sin Necesidad esté permeada de carencias irra- Cionales. “Quien serfa tan tonto que no viera £N su entorno muchas cosas que de hecho nO son del modo como debertan ser?” Pero Para Hegel “una existencia arbitraria no pue- de merecer el nombre de real’, la “realidad de 'o racional” es mas bien la realidad de “las 'deas y de los ideales*. “La ciencia filoséfica del conocimiento y lo podemos nombrar por- que lo podemos distinguir de otras cosas que no son, Esta es una afirmacién absolutamente cotidiana, estamos acostumbrados a determi- nar y explicar las cosas y las palabras median- te diferencias y comparaciones, que no son equivalencias y que por lo tanto dejan ver las diferencias. Pero vivimos siempre en una es- tructura infinitamente diferenciada de determi: naciones, a las cuales nos podemos referir, pa- ra introducir otras diferencias. Pero, écémo sur- ge una estructura as? Podria haber dos respuestas a esta pregunta: Ya que ningun objeto o concepto puede ser determinado a partir tan sdlo de si mismo, si- no sdlo negativamente mediante su valor en la estructura, su relacién de diferencia con respecto al resto de las cosas singulares (que ‘en todo caso sdlo esta determinada negativa- mente), todo lo concreto sélo puede resultar como diferenciacién interna de una totalidad. Entonces la totalidad, como la “sustancia” de Spinoza, es en cierto modo previa a cada co- sa concreta. O, también, una cosa concreta que se refiere a la naturaleza y a la historia de Ja humanidad, que son en cualquier caso for- mas de aparicién de lo absoluto en su cami- no hacia la autotransparencia y que expresan la razon en su devenir. Por esto Hegel puede decir enfatica y bastante lapidariamente: “Lo racional es lo real, lo real es lo racional”. Para los coeténeos de Hegel no era dificil interpre- tar esta frase como justificacién y afirmacion de las condiciones reales y existentes, lo cual les conducia a criticarlo. Hegel explica esto como un malentendido: muchas cosas posi- bles en la naturaleza y en la historia han al- canzado su forma especifica en la existencia de modo arbitrario, en concreto se podrian haber desarrollado de otro modo, y es del to- do indiscutible que esta forma realizada sin necesidad est4 permeada de carencias irra- cionales. “2Quien seria tan tonto que no viera en su entorno muchas cosas que de hecho no son del modo como deberian ser?" Pero para Hegel “una existencia arbitraria no pue- de merecer el nombre de real’, la “realidad de lo racional” es mas bien la realidad de “las ideas y de los ideales”. “La ciencia filosofica s6lo se las tiene que ver con la idea y, por lo tanto, con una realidad en la que esos esta- dos (que no son como deberian ser) sélo son su cara externa superficial.” De este modo no se cuestiona la posible racionalidad de la Modificacién de estados existentes, sino que el caso es mas bien lo contrario, ya que “la Cara exterior superficial” de lo “real” puede justamente ser irracional. Dialéctica “Determinatio negatio est’: esta frase enuncia- da por Spinoza afirma que todo lo que cono- Cemos lo determinamos como objeto unitario del conocimiento y lo podemos nombrar por- que lo podemos distinguir de otras cosas que No son. Esta es una afirmacién absolutamente Cotidiana, estamos acostumbrados a determi- nar y explicar las cosas y las palabras median- te diferencias y comparaciones, que no son equivalencias y que por lo tanto dejan ver las diferencias. Pero vivimos siempre en una es- tructura infinitamente diferenciada de determi- naciones, a las cuales nos podemos referir, pa- ra introducir otras diferencias. Pero, éc6mo sur- ge una estructura asi? Podria haber dos respuestas a esta pregunta: Ya que ningun objeto o concepto puede ser determinado a partir tan sdlo de si mismo, si- no sélo negativamente mediante su valor en la estructura, su relacién de diferencia con respecto al resto de las cosas singulares (que en todo caso sélo esta determinada negativa- mente), todo lo concreto sélo puede resultar como diferenciacién interna de una totalidad. Entonces la totalidad, como la “sustancia” de Spinoza, es en cierto modo previa a cada co- sa concreta. O, también, una cosa concreta originaria no es indivisiblemente simple en el sentido usual, sino que en cierto modo posee en sf su “otro” o “negativo’, del que es distin- to. En este caso la cadena de la variedad dife- renciada se deberia desarrollar genéticamen- te a partir de una primera “doble-unidad’, cuya relacién interna ya es un tercero, del mismo modo que para Fichte todos los conceptos del pensamiento, y con ellos todos los obje- tos del saber, surgen del “yo” absoluto. Las dos alternativas se contienen mutuamen- te. Lo sencillo del segundo caso es ya com- plejo en potencia, mientras que la totalidad del primer caso no seria diferenciada si no tu- viese un “negativo’, si no tuviera una diferen- cia “en” la unidad. La dialéctica idealista parte de que toda tesis 0 todo concepto (aqui, lo concreto) Ileva a la inclusién reciproca (que conduce a la inver- sién mutua) de una tesis contraria o un con- cepto opuesto (aqui, la totalidad). De esto se sigue una nueva tesis (sintesis) 0 un nuevo concepto. Este serfa en este caso el concepto de la totalidad en el sentido de la “idea” hege- liana, que no es hasta que no se ha desplega- do en una serie de conceptos desarrollados de modo mutuamente dialéctico, que enton- ces se elevan hasta esta idea. En correspon- dencia con esto, en la filosofia de Hegel no se puede entender ningun detalle, si no se ha entendido la teoria en su totalidad, lo cual s6- lo es posible si se han entendido en primer lu- gar los detalles. El movimiento dialéctico se da, para Hegel, en todo intento de contemplar conceptualmente una cosa, a partir de la cosa misma. La cosa misma, segun la concepcién idealista de la identidad ultima de sujeto y ob- jeto, no es otra cosa que el concepto. Los primeros capitulos de la Fenomenologia del espiritu, presentados brevemente a conti- nuacidn, facilitan una aproximacion del pro- cedimiento dialéctico de Hegel. Fenomenologia del espiritu El primer capitulo de la Fenomenologia trata, bajo el titulo, “La certeza sensible o el ‘esto’ y el ‘pensamiento”, el saber inmediato, “saber” de lo *inmediato” o de los “entes’. El “esto” 0 “este” @s la designacién de cualquier cosa que se da aqul y ahora, cuya existencia para nosotros posee una certeza indudable, se trate de una cosa o del instante presente de la existencia del “mundo externo” en general. “El contenido concreto de la “certeza sensible” la deja apare- cer como el conocimiento “mas rico”, como un conocimiento de una riqueza infinita.” Pero ya se mostrar que es el conocimiento mas “pobre” y que no se puede decir nada determi- nado de su objeto, sino sdlo que “es”. El ‘esto’ es, siguiendo el ejemplo de Hegel, la noche. Decimos “ahora es de noche’ y esta- mos seguros de esta verdad, la podemos es- cribir. Si, en cambio, vemos otra vez “ahora, este mediodfa’, la verdad que hemos escrito, tenemos que reconocer que suena a hueco. La expresion “este” (0 “ahora’) no parece refle- jar en modo alguno los objetos de la certeza inmediata, ni tampoco referirse a una certeza relativa a un “yo’, por lo que el “esto” no da nunca con lo que quiere decir ya que en cada instante significa una cosa distinta. El ejemplo pretende mostrar que lo que se presenta a los sentidos en su plenitud concreta, todo lo que “tomamos” como “cosas reales, absolute- mente concretas, por completo personales ¢ individuales, que no tienen igual’, todo eso en cuanto tal no lo podemos expresar. “Esto es imposible, ya que el ‘esto’ sensible al que S® hace referencia, el lenguaje que es propio de lo universal, es ‘inalcanzable’. Entre los inten” tos reales de decirlo se corromperia.” Después de que la plenitud sensible de lo ap" rentemente concreto en tanto que “esto” S® haya convertido en algo “vacio", se desplaze °! acento, por lo que se refiere a la certeza del ser ‘objetivo’, hacia la certeza, el saber. La verdad esta en el objeto en tanto que es ‘mi objeto o enel pensamiento’; existe porque yo s6 de Pero la plenitud concreta de su pensamiento no puede ser atribuida a su voz a este yo, que en primera instancia es universal, es decir, s6lo diferente del yo de otros, cuyo “pensamiento" del “esto” es distinto, canza mediante elaislamiento del objeto o del yo. En el siguien: Lo que se quiere decir no s te paso hay que “postular el ‘todo’ de la certeza sensible como su ‘esencia”, es “contemplacidn pura’, en la que un yo tiene su objeto. En este estadio de la conciencia se puede concebir conscientemente la ya mencionada universal dad de la referencia a lo inmediato aparento: mente individual. Hegel presenta esto como un triple paso dialéctico: 1. se muestra el ahora, este ahora" que “yo pienso”. Pero al mostrarlo deja de ser y deviene otro; 2. que el ahora “fue” €s, sin embargo, verdadero. Ha sido “superadio” como algo que ha sido, “es” en tanto que (yal *no* es; 3. esto es absurdo, la negacién debe ser negada de nuevo, de este modo so supera la segunda verdad y se vuelve a afirmar que ol “ahora” es La “superacién" significa de una par te “conservar’y de la otra, “finalizar’ Pero, de este modo, no se repite simplomanto Ia primera afirmacién, ahora es “una rofiexion en si" y concibe el ahora como un “complejo” © una “pluralidad simple" que “en la owoidad no deja de ser lo que es, que contiene on s! muchos ahoras, a saber, ahoras que a Su VOr ic. | hecho de mos- quo alirma lo Posen muchos ahoras, et trar es el mismo movimiento que el ahora es en realidad, a saber, un rosul lado o una pluralidad resumida de ahoras: ¥ el mostrar es exporimentar que ol ahora 6 Universal’. El movimiento de la rofloxidn Pro Semtado es, pues, uno con su objoto: muliplr cidad simple, Para Hegel esta claro ave "I dialéctica de Ia certezo sonsiblo no os o1ra co 8a que la simple historia de su movimiento o Su experiencia y la certeza sens! Loria’. ible misma no 28 otra cosa que sélo asta his! Jo su madstro, dafendid on UNA Por fa muerto lémica contra las objeciones de uno de nu ol miame Feuer rlticos. Un tiempo donpu bach publicé una critica bastante aguda Crit! ca do la filosolta hogoliana (1830), Dodo or toncos, sobre todo desde la publiencion do su obra fundamental La asenela del eriatia: nismo (1841), ¢ fos ya por acjuol antoncas denominados “}6 ,golianos” o *hogallanos do laqulor considernde como une de vonos he das’, Eran di Hogol quo cosarrollaban algunas «a au ile como por ojomplo ta ipulos dlracton o indirocton do as y rochazaban otra convicelon hogeliana clo ta uniclad idr covolnda ciatlana ya Hono, que lon hogllanos antiquon’ 0 “de lo ta roll onfrontaba 8 10% dorochas Loa hagallanos jévanos y fon aniqion asta an do acuorco on cine fnitacton © tarnblon ba protonsionon do! nite une ma Idoaliata do pom ollar, an una compacta aratl azo total de la aninlomto, que Hable In tontado dos roctura do prinaipios yentadion dol nor y dol todo lo oxistonte como AULO ol onpliter Lon hagelianos ant 1 importante trabajo en el ponsamionto, progontacion ¢ izaron tH alg toe

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