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Colección
Bachiller
Colegio de Bachilleres del Estado de Sinaloa josemanuel.frias@upes.edu.mx
José Manuel Frías
Sarmiento
Coordinador
El valor
de aprender
Consejo Editorial
MC. Sergio Mario Arredondo Salas
Dr. Juan Ramón Manjarrez Peñuelas
Dr. Francisco Padilla Beltrán
Dr. Ernesto Sánchez Sánchez
Dra. Rosa María Estrada
Mc. Teodoso Navidad Salazar
Dra. Lydia María López Barraza
M. Ed. Yahaira Shantal López Álvarez
El valor de aprender
Coordinador José Manuel Frías Sarmiento
ISBN en trámite
5
lo poco para hacer posible esta realidad.
Agradecimiento a Cobaes
El Colectivo de Escritores Académicos reconoce al MC.
Sergio Mario Arredondo Salas, Director General de Colegio
de Bachilleres del Estado de Sinaloa, por el valioso gesto
cultural de apoyar a los académicos que investigan y
trabajan en pro de la educación de Sinaloa, al imprimir
y publicar bajo el sello editorial de Cobaes el libro El valor
de aprender. Es una actitud que lo enaltece, al hermanar
con esta edición a los autores de diversas instituciones
educativas y fomentar en los hechos una cultura de
colaboración y de trabajo editorial en colectivo. ¡Muchas
gracias!
6
Prólogo
E
l valor de aprender es un conjunto de reflexiones,
ensayos, remembranzas, artículos, relatos testimo-
niales y un cuento sobre la importancia que conlleva
el acto de aprender. El valor de aprender, decimos, porque
no sólo es que sea valioso y útil desarrollar aprendizajes
en el área del conocimiento que nos interese, o en la que
tengamos la necesidad de trabajar para vivir; sino que la
decisión de aprender implica un acto de intenso valor,
cuando, como ahora, a muchos jóvenes y a no pocos
adultos, parece no interesarles ni hallarle sentido y placer
a la tarea de aprender; aunque aprender sea, ya de por sí,
una espiral divertida que nos permite conocer y aprehender
lo que el mundo nos ofrece para hacer buen uso de él. Y,
entonces, la advertencia implícita en cada texto es la de
que no abdiquemos del gusto por aprender, porque la
desidia nos puede llevar a la inoperancia académica y a la
inopia intelectual. Y eso propiciaría que, como profesores,
fomentáramos un aprendizaje inútil que no ayudaría para
la construcción de una sociedad participativa que conviva
7
y comparta su saber en armonía con los demás y con el
mundo que le rodea.
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El Colectivo de Escritores Académicos, autores de El valor
de aprender, nos hablan con el corazón en la mano y con
el pensamiento crítico de quienes se afanan por hacer
más agradables los espacios escolares y más armoniosas
las relaciones humanas en la educación; por ello es que
aparecen, en este libro, narraciones, análisis, experiencias
y cuentos reales y disfrazados, pero todos auténticos
de verdad, pues la literatura será siempre la mejor
herramienta pedagógica para transmitir, compartir y
propiciar el saber que mueve y da sentido al mundo que
moldeamos con nuestras acciones.
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Nosotros, no queremos dejar de preguntar. El Colectivo de
Escritores Académicos quiere, con los textos que integran
El valor de aprender, propiciar un mundo de preguntas
internas y externas hasta llegar al diálogo general que
vuele por los pasillos y se asiente en las aulas y en los
escritorios y cubículos de los intelectuales y pedagogos
que conviven en los espacios educativos de Sinaloa.
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¿Por qué aprender?
Sara Eduviges Alcaraz Barreras
L
os sujetos aprenden en todas partes: en la casa, en la
escuela, en la interacción con los otros.
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respetar la diversidad; a ser tolerante, paciente,
empático.
12
• Se aprende a vivir, a no morir, a mantenerse firme y
leal a las convicciones.
13
La valentía de aprender
Ary Yazaanya Martínez Gutiérrez
¿
Aprender es un valor? Analicémoslo juntos. En lo
personal, me parece que es una virtud o una capacidad
para estar abierto a conocer, para comprender y aplicar
nuevos conocimientos a la vida diaria. ¿Pero, saben cuál
valor resalta al aprender?, pues la valentía. Valentía para
equivocarse y aprender. Para tolerar la frustración y
aceptar los errores que convierten al verbo Aprender en un
Valor.
• Aprender permite:
• Conocer más de la vida.
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• Incrementa nuestro IQ.
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familia, de la comunidad, de la entidad, de nuestro estado,
aprendamos de lo más sencillo hacia lo más complejo,
aprendamos la inmensa necesidad de respetar a los demás
para vivir en una cultura de la legalidad. Conozcamos las
riquezas que provee la naturaleza a los habitantes y la
ingratitud con la que pagamos.
17
Aprender duele
María Luisa Álvarez Piña
R
esulta complejo describir la dimensión del Valor de
Aprender. Nada más de pensarlo me envuelve un
silencio reflexivo. Tras la pregunta generadora del
Coordinador del libro El valor de aprender: ¿En qué consiste
el valor de aprender?, intenté conectar algunos factores
que influyen en el aprendizaje de las personas, como
los cuestionamientos y las dudas planteadas desde el
quehacer educativo. Traté de darme a entender en ese
momento. Quizás ni yo misma me entendí. Pero, luego,
la inquietud se trasladó a lo personal, la idea me pareció
interesante porque me concierne de manera directa. Y es
relevante, porque pudiera llevar un mensaje existencial.
19
Escuela, familia, religiones, cultura, literatura… en la
calle. Se conocen acciones, decisiones adecuadas, pero
también, quizás, muchas equivocadas. Un aprender
que no se quiere, que pasa sin poderlo controlar y duele
observar, ver o escuchar. Valorar un aprender que no
gusta, porque la guerra pareciera no tener fin, donde las
naciones están divididas, los dogmas... Entonces, desde
esta perspectiva, el “valor” de “aprender” no es bueno, es
malo. Observar el deseo, el poder con ego, conlleva a un
pensamiento o deseo irracional. El valor de aprender ¿qué
tiene que ver con el mal? La conciencia ya no es conciencia,
pasa a la inconsciencia, a raíz de un conflicto interno que
pasan a decisiones externas. La disposición de darse la
oportunidad de desarrollarse conscientemente en cada
despertar puede ser escasa, complicada, difícil porque el
deseo, el poder, cual fuere, y el ego enferman la mente.
20
abanico de posibilidades para desarrollarse y aprender
conscientemente, pero el camino es espinoso. El valor de
aprender es una verdad. Mirándose desde adentro para
afuera. Existencial.
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El valor de aprender
Alma Gabriela Báez Bartolini
S
i entendemos la etimología de la palabra aprender
como ‘perseguir el conocimiento’, ir tras él, podemos
pensar que aprender es un acto sencillo, sólo una
acción; la diferencia estriba en la necesidad, en el propósito,
en el sentido. En eso radica el hecho de aprender. Dejemos
atrás lo valioso del aprendizaje. Está por demás decirlo
todos los días a los niños, a los jóvenes y a los adultos, es
una verdad ya bien sabida; es como la cantaleta del valor
de “comer sano”; todos lo decimos en las escuelas y, sin
embargo, la comida basura o fast food sigue coronando
la tabla de los alimentos más consumidos a nivel país. La
raíz del pleito de los estudiantes no es con la educación,
sino con el sistema educativo, representado por las formas
autoritarias y por la arbitrariedad con las que se impone a
los alumnos y profesores en las escuelas.
23
premisa de enfatizar el proceso. Aunque la realidad habla
en otro idioma.
24
misma se manifiesta en la vida cotidiana y en el contacto
con el otro y su actuar en determinadas situaciones.
25
relativamente flexible; porque sucede que, al momento
de ver la realidad, los practicantes suelen expresar su
desagrado por la profesión y expresan su inconformidad
con la elección docente, pues la eligieron influenciadas por
factores externos. No saben en lo que se metieron hasta
que entran al trabajo duro, o cuando piensan a la docencia
como un escalón más para lograr sus objetivos políticos. Y
no ven el trabajo en el aula como una verdadera vocación
y fin último.
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El valor de
aprender…a ser
María Madrid Zazueta
A
un cuando el título puede sugerir el cuarto pilar de la
educación, según Jacques Delors, este texto lo único
que intenta es compartir cómo he ido aprendiendo
a ser, con todo y lo que eso implica. ¡Ay, pero qué cosa tan
difícil es definir el significado de ser sin recurrir a un erudito,
aun considerando que los expertos también pueden
especular usando mejores argumentos que los míos! Por
eso, prefiero usar mis propias ideas, con la seguridad que
pueden modificarse. Y, en estas ideas que parecen un caos,
algo parecido a un mar revuelto por una tempestad que
lo azota y lo hace desbordar, sin acertar en la definición
busco describir cómo me he ido constituyendo en este ser,
aludiendo que en la mocedad de mi vida una de las cosas
que ambicionaba era ser una excelente barredora de la
calle, la mejor de todas.
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que siempre tenía una observación de su parte que me
hacía sentir que nunca sería lo suficiente buena en lo
que fuera, y una de esas cosas era barrer la calle como
él consideraba que debería hacerlo. Quizá esa es una
de las razones que me ha llevado a ser una rebelde muy
contradictoria con las figuras de autoridad, a quienes por
un lado quisiera demostrarles mi capacidad para lograr
algo asombroso sin su ayuda, y al mismo tiempo anhelo
ganarme su reconocimiento.
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Hay momentos que pienso si esta necesidad de ser
auténtica se debe a los constantes momentos en los que me
compararon con niñas más hacendosas, fuertes, bonitas,
apacibles o moldeable. Crecí con la necesidad de llenar las
expectativas de los demás, y de pronto sentí hambre de ser
genuina. Sobre todo, empecé a valorar ser distinta cuando
tuve oportunidad de relacionarme con niños, jóvenes y
adultos con síndrome de asperger, a quienes considero las
personas más transparentes y genuinas que he conocido.
De ellos aprendí a hacer contacto conmigo para saber lo
que realmente siento y pienso de algo.
29
aunque en mucha menos cantidad. También sé proveer
como administrar una casa. Mi padre nos dejó físicamente
hace algunos años, pero durante mi infancia y adolescencia
mi presencia de hija mayor estaba en su lugar durante
sus lapsos de alcoholismo. Nunca dejó de proveer, pero
emocional y afectivamente siempre nos faltó. Así que
yo era la fiscalizadora de las entradas y salidas de mis
hermanos, saber con quién iban o venían, o de “echarles
un ojo” cuando mi madre iba tras las pistas de mi padre.
30
en este difícil arte de aprender a ganarme la vida con la
profesión que decidí estudiar por voluntad propia y contra
la costumbre familiar.
31
eso te levantas, te sobas y vuelves a comenzar como lo
hacemos de chiquitos.
Por eso, para mí aprender a ser tiene que ver con algo
mucho más allá de los límites de los programas escolares,
implica más que las buenas intenciones del aprendizaje
cotidiano del hogar. Aprender incluye las interacciones
con las cosas, con los lugares, con las personas con las
que te relacionas, incluso con uno mismo, y con cómo vas
asimilando y procesando todos esos aprendizajes para
actuar con más conciencia o asumir el costo de no hacerlo.
Voy cambiando mi ser de acuerdo a cada etapa de vida y de
El valor de aprender
32
porque también he encontrado lugares y personas con los
que no necesito estar a la defensiva. Aunque me ha costado
confiar voy aprendiendo a estar en paz. Sé que mientras
esté viva muchas cosas me pueden seguir marcando de
forma inevitable, pero ninguna necesariamente define mi
ser porque siempre puedo evolucionar, crecer, cambiar.
33
Aprender es transformarse
Norma Patricia Campos Esquerra
Oscar Wilde
E
n el camino del desarrollo, el ser humano vive diversas
tareas que pueden considerarse obligatorias; algunas,
desde una perspectiva biológica o psicológica,
otras desde una perspectiva social. El niño, por ejemplo,
necesita desde el momento de nacer establecer un
vínculo con su madre. En la construcción de este vínculo
se forma la estructura donde se sustentará lo que será la
personalidad del niño, de tal manera que, en la medida
en que las bases sean firmes, dicho edificio será fuerte y
sólido. Esta construcción del vínculo es una tarea biológica
y psicosocial de gran importancia, que aun cuando
todavía esté expuesto a su vulnerabilidad, y sin plena
consciencia, el niño la realiza y a través de ello aprende.
Es éste, quizás, uno de los más valiosos aprendizajes que
un ser humano adquiere en su vida, siendo el fundamento
de su personalidad; y este proceso de aprendizaje, que es
inconsciente, no requiere de la enseñanza de otra persona,
sino de la experiencia con ella.
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Es así que resulta de gran interés considerar que el
aprendizaje no necesariamente ocurre en el contexto
de una dualidad humana, donde uno es el que enseña y
otro el que aprende. Una experiencia de vida puede ser,
en este caso, el maestro para quien la vive, que a su vez
es el aprendiz. ¿Qué función, entonces, tiene la escuela
en lo que se refiere a los aprendizajes de los estudiantes?
Definitivamente, la escuela juega un papel de importancia
mayor, pero no por la calidad del contenido del curriculum,
sino más bien por la pedagogía y el contexto social
en el que ocurre. Si bien es cierto que los maestros de
una institución educativa se mantienen en continua
formación y desarrollo profesional, conviene mirar con
lupa y darse cuenta que el aprendizaje de los alumnos
no es necesariamente proporcional a dicha formación y
desarrollo, ni al grado de conocimiento que aquél tenga
de su materia, sino a la calidad de las experiencias que
favorecen para los alumnos y al grado de conexión que se
logre con su dimensión emocional y a que provoquen el
sentido que dan a lo aprendido.
36
en el contexto de vida del estudiante. Sólo cuando el
aprendizaje conlleva significado o sentido, logra instalarse
de manera permanente en la memoria; y aún mejor, logra
transformar al sujeto que aprende.
persona.
37
Repensar el pensamiento
educativo
Manuel de Jesús Álvarez Juárez
H
e pensado y repensado el tema educativo como
para hacer algunas conjeturas al respecto. Éstas
han surgido en la reflexión de la práctica pedagógica
cotidiana, en la confrontación diaria que se hace entre
la teoría y la práctica educativa. Es inevitable que surja
la duda cuando vemos y vivimos en carne propia que no
encaja lo que se dice del cómo enseñar y las maneras en
que aprenden los niños. A partir de la duda empiezan los
cuestionamientos, no para quitar el valor o la importancia
que tiene la teoría, sino para analizar mejor la situación.
39
La mayoría responde a estas preguntas: “Claro que
sirve”. “A la escuela se va a aprender”.
40
Entonces, supongo que no hay pedagogía o didáctica
constructivista, más bien es un conductismo elegante,
disfrazado de constructivismo. Me atrevo a afirmar esto
porque no se ha dejado de usar la misma lógica para
llevar a cabo los aprendizajes dentro de las aulas; se
sigue apostando por el método, por el logro de objetivos,
disfrazados como aprendizajes esperados. Es decir, se
lleva a cabo una planeación previamente estructurada,
diseñada especialmente para el alumno sin que éste tome
parte activa en su elaboración. El maestro hace todo desde
casa o en horario extra clase, ya sea de manera individual o
en equipo, con otros compañeros maestros.
Y la novedad, ahora es que Aprender a aprender es el reto José Manuel Frías Sarmiento • Coordinador
más importante que plantea el Nuevo Modelo Educativo
2016. Ese “aprender a aprender” del que se habla por
todos lados es la noticia del día, como si fuera algo de lo
que nunca antes se había hablado. Pero ese aprender a
aprender no es nada nuevo para el maestro del grupo
escolar, ese aprender a aprender es el pan de cada día para
el maestro que está inmerso en las aulas a diario, desde
antes de las 8:00 de la mañana y que muchas veces deja
su aula o la escuela donde labora ya pasadas las 6:00 de
la tarde.
41
cuando no comprendemos a cabalidad cómo aprende
el niño; o, mejor dicho, cuando no sabemos con certeza
cómo aprendo yo ni bajo cuales perspectivas teóricas-
metodológicas concibo el aprendizaje, el mío y el de mis
pequeños aprendices.
El valor de aprender
42
Del valor de enseñar,
al valor de aprender
Oscar Isaac Corral Arias
Presentación
N
uestras escuelas viven la transición pedagógica
más importante en lo que va del siglo XXI: pasar de
los modelos centrados en la enseñanza a aquellos
donde se privilegia el aprendizaje. No obstante, sería
equivocado pensar que esto es una novedad.
43
algunos acercándose más a esta meta que otros. El
tema de la cobertura educativa empezó a dar paso a la
preocupación por la calidad de los servicios.
El valor cambiante
El valor de aprender
44
mismo modo, aunque de forma implícita, se abordarán
también los valores profesionales relacionados con la
función docente. Es así como se presenta esta amalgama
de reflexiones sobre la transición del valor de enseñar al
valor de aprender y lo que subyace a este cambio.
45
Ante tal disyuntiva, es fundamental preguntarse si el
aprendizaje y la enseñanza, como procesos intangibles,
pueden dar cabida a la existencia de valores. La cuestión
es fundamental y problemática. Sin embargo podemos
apoyarnos en el ejercicio que la UNESCO lleva a cabo para
determinar el Patrimonio Inmaterial.
La enseñanza y el aprendizaje:
los depositarios
El valor de aprender
46
La enseñanza corresponde al docente, es acción
intencionada por buscar transmitir o dar algo a otro.
(Basabe & Cols, 2007:138). Es una tarea que asume cuando
plantea actividades, ejercicios o problemas a los alumnos,
independientemente del éxito o el fracaso que éstos
tengan.
Gráfico 1
47
Enseñanza y aprendizaje, tarea y proceso. Nociones
diferentes (gráfico 1) que, para dar significado al ejercicio
docente, encuentran relación. No obstante, que la
existencia del primero depende del segundo (Altet,
2005:5), no ocurre de la misma forma en el sentido inverso;
es decir, el aprendizaje existe independientemente de
la enseñanza. Queda ejemplificado cuando Basabe y
Cols precisan el concepto del aprendizaje incidental.
Las autoras señalan que en estos casos hay aprendizaje,
pero no, enseñanza. Aunque en el lenguaje cotidiano
puedan utilizarse expresiones del tipo «La vida enseña»,
la enseñanza implica siempre un intento deliberado y
relativamente sistemático de trasmitir un conocimiento
(2007:130).
48
cada vez más devaluados. Este respeto, que fue más
significativo durante el siglo pasado, hoy en día se
encuentra en decadencia.
Todo ello, generó una alta estima social por el profesor, por
su enseñanza. Se les tenía por una especie de “apóstoles
de la educación”. El respeto era profundo hacía su figura
y su labor. Encarnaban la aspiración social del cambio y el
progreso nacional (Gonzales, s.f.).
49
escuela de “antes”, recoge algunas valoraciones sobre lo
que para él representaba
50
comunidad rural de la posrevolución, al contrario, ahora
se desenvuelve principalmente en entornos urbanos. La
sociedad con la que interactúa tiene mayor contacto con
tecnologías que posibilitan el consumo de cantidades
considerables de información. El fenómeno no es privativo
de las ciudades, por ejemplo, el uso de dispositivos móviles
ha facilitado el acceso al servicio de Internet en zonas
rurales. El docente, como fuente de conocimiento, es
sustituido por el auge de las TIC.
51
El auge del aprendizaje y los valores implicados, se inscriben
dentro de los cambios en educación, mismos que, a su vez,
son dictados por los adelantos científicos. La enseñanza y
la figura del docente ya no se entienden sin la comprensión
del desarrollo cognitivo del alumno, sin las teorías que
explican cómo el sujeto aprende. Una enseñanza ajena
a estos principios genera rechazo, primero, en el círculo
profesional docente; y segundo, en las sociedades con
mayor grado de escolaridad e instrucción.
52
saldo una creciente preocupación por aprender pero,
al mismo tiempo, propician una necesidad progresiva
de independencia del maestro. Es decir, el aprender a
aprender, de acudir primero al otro que al maestro, el
aprendizaje entre pares o lo que es parecido: trabajo
colaborativo.
Hacia un equilibrio
53
tareas diferentes pero que tienen un punto de encuentro,
la valorización mutua. Porque una enseñanza sin valores
es incompleta, y un aprendizaje sin ellos, es educar en el
vacío.
Bibliografía
https://www.latarea.com.mx/articu/articu16/gonza16.
htm
54
M. Sarmiento, Escuela, educación y valores (págs. 205-210).
Culiacán: Universidad Pedagógica del Estado de Sinaloa.
55
Aprender a aprender, para
aprender a vivir juntos
Jesús Vidal Ponce
Ayudar a transformar una interdependencia de hecho en
solidaridad deseada es una de las tareas esenciales de la
educación. Este efecto, debe lograrse que cada persona
pueda comprenderse a sí misma y a los demás mediante un
mejor conocimiento del mundo.
Jacques Delors
D
esde siempre, los sistemas educativos se han
planteado visiones respecto al tipo de individuos
que desean formar; sin embargo, esas expectativas
e ideales no siempre se han concretado, a veces sólo
permanecen en el imaginario.
57
planteamiento de Delors, qué de ello recupera y debe
recuperar el nuevo modelo educativo? En el presente
trabajo se establecen algunas reflexiones al respecto.
Referente inicial
58
participar solidariamente, situación que hoy, después de
dos décadas sigue vigente.
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necesarios para crear un futuro sostenible. Esto implica
que deban forjarse hábitos y actitudes; formar personas
responsables, reflexivas, críticas y conscientes de las
responsabilidades que se tienen en este mundo cambiante.
60
y roles que contribuyan a la construcción de un mundo más
solidario, libre de violencia donde valores como el respeto,
la tolerancia, justicia y equidad prevalezcan. Todos ellos,
elementos tan necesarios en el escenario social actual.
61
la profesionalización docente, la formación crítica de los
alumnos, la gestión escolar y las mejoras laborales y de
infraestructura, dentro de lo más destacable.
63
Hoy, el sistema educativo nacional continúa apostando
al impulso de una educación que forme a sus estudiantes
en la convicción y capacidades necesarias para contribuir
a la construcción de una sociedad más justa e incluyente,
respetuosa de la diversidad, atenta y responsable; formar
para que aprendan a aprender, por tanto; para que
aprendan a convivir. Quizás hay elementos muy puntuales
que atender, como el desarrollo de herramientas y
habilidades socioafectivas para negociar en el conflicto,
avanzar con los procesos autorregulatorios, aprender a
reconocer al medio como un ente rico, global, cambiante
del cual formamos parte. Necesitamos fomentar el
diálogo, desarrollar el espíritu crítico y creador, forjar
personas capaces de construir nuevos escenarios, una
sociedad más humana donde la práctica de los valores es
una acción compartida.
A manera de cierre
64
debe suscitar en el hombre la reflexión profunda de su
participación en el mundo actual. Ello coadyuvará a forjar
personas más humanas, en el sentido estricto, seres
impregnados de valores éticos universales, que estén en
condiciones de buscar el equilibrio en este mundo de caos.
Bibliografía
65
educativa. En: www.gob.mx/sep/artículos/conoce -las- 7
-prioridades-de-la #reforma educativa
http://www.unesco.org/new/es/our-priorities/
sustainable-development Recuperado 29 de enero de
2016.
El valor de aprender
66
Aprendizaje y socialización:
más que formar, menos que
reproducir
Erick Zorobabel Vargas Castro
Individuo y sociedad
U
n hombre que se pasa una luz roja, un niño que
toma un dulce del mostrador sin pagarlo, una niña
que hace una rabieta a sus padres por no comprarle
una muñeca, un joven que no cumple la “visita” a la novia,
una mujer que le miente a su amiga sobre su edad o sobre
su peso, niños escuchando narco-corridos, un policía que
recibe “mordida”, un político corrupto, el asesinato de
una persona; todas éstas son escenas cotidianas que se
asoman ante nuestros ojos como parte de una “realidad”
de la que nosotros mismos somos parte y que llegaremos
a interpretar o significar como buenas o malas, honestas o
deshonestas, según nuestro particular punto de vista.
68
multiplicidad de fenómenos físicos y sociales que les
sumergen en una permanente necesidad de encontrarles
sentido con la emergencia de dilemas cognitivos
observados durante toda su vida; ya que, aun cuando no
se les explique a los niños, por ejemplo, en qué consiste
el efecto de los crímenes de alto impacto en la vida de
las personas, por creer que no están preparados para
entenderlo, la codificación de los eventos resultantes están
mediados por los estímulos e influencias contextuales,
desde los cuales se moldean sus procesos mentales de
manera individual, según la percepción de los mismos.
Más aún, si los referentes contextuales que asimilan José Manuel Frías Sarmiento • Coordinador
tanto niños como adolescentes o adultos en la actualidad
son modificados de manera constante, como resultado
del permanente “bombardeo” de información que pone
el mundo al alcance de nuestra mano con la facilidad
de navegar en internet u observar la televisión, cabe la
posibilidad de que dicha “realidad” percibida implique
varias socializaciones en los sujetos, según la etapa o
momento en los que transiten, al acceder a nuestra mente
en “estado líquido” hasta su “solidificación”, cuando forme
parte de nuestro aprendizaje.
Aprendizaje en movimiento
69
comprender que la vida en grupo le brindaba una amplia
gama de posibilidades para facilitar las tareas a realizar,
mediante la asignación de obligaciones específicas a sus
integrantes, comprendió que el segundo paso en este
proceso de supervivencia residía en la necesidad de enseñar
a los más jóvenes el aprendizaje de dichas actividades para
la preservación de ellos mismos.
70
sociedad conviven e interactúan permanentemente en
todos los ámbitos de la vida diaria reglamentados por
lineamientos, prerrogativas y obligaciones que no pueden
ser ignorados, los cuales son la base de su organización
articulándose dentro del seno familiar, en los grupos
sociales o en las escuelas de una manera formal.
71
adultos quienes tratan de que los niños se conviertan
en miembros completos de esa sociedad, inculcando
normas, valores, actitudes y formas de comportamiento,
mediante la socialización en sentido estricto del término
(Delval, 2007); dado que lo que el individuo aprende de los
otros es mucho más de lo que construye por sí mismo de
manera aislada, por ello el aprendizaje del mundo físico,
el mundo biológico, las estructuras lógico-matemáticas
o el lenguaje, todo es social en su origen, en tanto que se
genera en la actividad social.
72
se incrementa al paso del tiempo, o si es una tabula
rasa que se pervierte al contacto con los demás, puede
puntualizarse que los niños al nacer no cuentan con
esas ideas que los adultos han obtenido y madurado
en su trayectoria personal, como resultado de distintas
construcciones sociales (Delval, 2007), por lo que hay que
suponer que todas ellas las van formando o adquiriendo de
alguna manera a lo largo de su desarrollo físico, cognitivo,
emocional, etcétera, durante el resto de su vida.
73
que el niño va elaborando sobre el mundo social (Delval,
1989); asimismo, es sustantivo tener clara la diferencia
entre información y la organización de esa información
para la construcción de la representación del mundo
social; es decir, si bien es cierto que los adultos, los medios
de comunicación y la propia experiencia del sujeto le
suministran continua información, ésta resulta en datos
sueltos que necesitan ser organizados por el propio sujeto;
en todo caso, se requerirá siempre de un trabajo personal,
cuya elaboración será original de facto.
74
de situaciones donde se exponga la diferencia entre una
buena obra ayudando a los demás y las malas actitudes
de un personaje malvado, su cumplimiento puede que no
rebase los muros de las aulas y la formación de ciudadanos
responsables, solidarios, respetuosos de la ley y quede sólo
en buenas intenciones de programas educativos; lo cual
tampoco se debe responsabilizar a los docentes, a causa
de la convivencia e interacción con otros actores sociales.
75
fotografía en lugar de auxiliar a las personas, sin que esta
actitud distinga edad.
Conclusión
76
considerar en todo momento que esa misma interacción
entre personas ha sido permeada por múltiples fuentes de
información, algunas con mayor peso que las enseñanzas
proveídas por la escuela y los profesores, de modo que
los contenidos curriculares, si bien abonan en el proceso
de conformación de un sistema de referencias o escala
de valores, queda en la decisión personal del alumno si
los incorpora para su futuro actuar, siendo en ocasiones
relegados a segundo o tercer término por considerarlos
inaplicables o lejos de la realidad en la que vive; así es que
la tarea de enseñanza requiere, hoy más que nunca, un
esfuerzo a contracorriente para educar con la ayuda, sin
la ayuda o a pesar de la ayuda de los agentes externos de
socialización.
Bibliografía
S. A., pp.438-528
Delval, J. (2007). Aspectos de la construcción del conocimiento
sobre la sociedad, Revista IIPSI Facultad de Psicología
UNMSM. Vol. 10, No. 1-2007, pp9-48
77
Morín, E. (2002). Epistemología de la complejidad en
FRIEDS S. Dora (comp.) en Nuevos Paradigmas, cultura y
subjetividad, Buenos Aires, Argentina Ed. Paidós, pp. 181-252
78
El aprendizaje:
fortaleza y necesidad
Jesús Lamberto Martínez Aldana
P
ara entender el significado del Valor de Aprender,
primero vamos a partir de referentes conceptuales
como el que plantea El Diccionario de la Real
Academia Española, al decir que el aprendizaje significa
acción y efecto de aprender algún arte, oficio u otra cosa.
El Diccionario de la Lengua Española se refiere al tiempo
durante el cual se aprende un arte u oficio. Con estas
acepciones podemos situar el significado del aprendizaje
como un punto del que parten varios caminos y el que el
hombre, a través de su libertad, elige qué quiere aprender.
79
instrumentos rústicos como la piedra, el palo o el hueso;
además de otros descubrimientos como el fuego, que
hasta la fecha los sigue utilizando, aunque de manera más
sofisticada. Gracias a esos aprendizajes el hombre dio un
salto gigantesco que lo llevaría al nivel donde se encuentra
hoy, y del cual somos testigos participantes.
80
podemos inventar y elegir en parte nuestra forma de vida.
Podemos optar por lo que nos parece bueno o conveniente
frente a lo que nos parece malo o inconveniente”. (Savater,
F. 2002: 31). Para esta cita vale la respuesta de Aristóteles
de Estagira (384-322 a. C), cuando se le cuestionó, hace
más de 23 siglos, acerca del valor del cuchillo ¿si era bueno
o malo? Él, como el mejor filósofo de su época, contestó
que todas las cosas que nos rodean no son buenas ni
malas, sino que dependen del uso que hagamos de ellas;
si el cuchillo lo utilizamos para cortar los alimentos, será
muy bueno, pero si lo utilizamos para hacer daño a otras
personas, será muy malo. Y así sucede con los aprendizajes,
que en una amplia visión pueden ser buenos o malos.
Aprender lo que son los valores es muy importante porque José Manuel Frías Sarmiento • Coordinador
deben servir para algo, son inherentes a la persona,
comenta Calvo, J. M. (2006: 61) que “deben ayudarnos
a formarnos como personas, para vivir felices y mejorar
la sociedad, y que nosotros debemos ser capaces de
conocerlos, de aprenderlos y de saber distinguir lo que
vale y lo que no vale”. Algunos de estos valores como la
democracia, la dignidad humana, la tolerancia, la justicia,
la equidad, la igualdad, la diversidad y la obligatoriedad,
entre otros, son la piedra angular sobre la que gira el
desarrollo social, científico y tecnológico de los pueblos
y sus regiones, y están fundamentados en el Artículo 3°
Constitucional.
81
constante hasta convertirlas en hábito y, después,
desarrollar esa actitud. Los valores se tienen que vivir
e interiorizarse con gran compromiso y conciencia. Es
importante aprender el significado de la convivencia diaria
de nuestro entorno, gracias a ello es posible compartir
nuestras relaciones que vivimos en situaciones en la
diversidad, con temas tan complicados como son el sexo,
la religión o la política.
82
La sociedad actual se desboca en el consumismo, impulsado
desde los primeros años de formación del educando,
tanto en el hogar como en las escuelas, a través de la
mercadotecnia tecnológica que hace creer a las nuevas
generaciones que todo lo que se transmite por los medios
de comunicación es cierto. Esto ha tenido tanto impacto
en la formación de la niñez mexicana que la ha colocado
en una tesitura en la que se aprende desde pequeños que
todo es comprar y consumir. Ante esta situación, debemos
de preguntarnos qué es lo que debemos hacer con nuestra
vida para saber cómo resolverla, sin perder la libertad y
sin ponerla al servicio de otros que nos manipulan y nos
enajenan. Al respecto, Savater comenta que:
83
para desarrollar las actitudes con las que tenemos que
vivir, para no chocar contra el orden establecido, para
privilegiar la convivencia y la armonía en la sociedad y no
caer en las conductas reprobables prohibidas o antisociales
que agobian al ser humano, que chocan contra el orden
establecido, como, por ejemplo: la privación de la vida,
el secuestro, el aborto, la acumulación de fortunas
ilícitas de dudoso origen y la violencia generalizada que
vivimos actualmente. Es de observarse lo que ocurre con
estas últimas generaciones que, en su mayoría, viven
enajenados y absorbidos por el dinero y la magia de la
comodidad y la tecnología; la mercadotecnia los aleja de
la esencia y el respeto de la vida y, por consecuencia, les
atrae una pronta muerte.
84
Es primordial tomar en cuenta la cultura del contexto o la
clase social del aprendiz, es necesaria su nobleza, porque
si nos encontramos con estudiantes que muestren gran
rebeldía a todo, no se podrá lograr tal disposición. En todo
esto tiene mucho que ver que el aprendizaje de manera
universal, se logra por imitación ya que ésta llevará al
practicante a realizar lo que está haciendo su maestro,
y al hacer de manera consciente lo que hace el maestro,
aumenta y extiende sus posibilidades de hacerlo, esto lo
da la experiencia. Comenta Schon que “la experiencia debe
ser variada, excitante, secuencial, intensa, útil para otros
propósitos, tener sorpresas y no revelarse de golpe”. (1992:
118)
85
personales y sociales. Los maestros comparten con los
padres el compromiso de educarlos, y ese hecho reclama
el ineludible conocimiento mutuo de padres y maestros;
posteriormente, lo retoma y lo sistematiza la escuela, por
lo que se hace necesario que todos los implicados en su
construcción participemos en forma efectiva y coherente.
Esta coherencia la necesitamos tanto los profesores como
los padres de familia para enseñar, educar y guiar a la
construcción de una personalidad humana sólida porque,
como lo dice Gómez, M. (2006: 21), “es imposible educar
sin principios educativos y sin valores. Es impensable la
existencia de una escuela de educación si no se basa en
principios, si no se respetan los valores que den sentido a
la idea del hombre, del mundo, de la vida y del sentido de la
historia. Ante estas aseveraciones vale recordar una frase
de Confucio (551-479 a. C.) que reza: “dímelo y lo olvido,
enséñamelo y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo”;
aunque se la han adjudicado otros pensadores a través de
la historia, es muy ad hoc para todos los espacios donde
se educa, sea en la familia, en el contexto social o en la
escuela. De los seis verbos que componen la citada frase,
solamente los últimos dos van dirigidos al aprendizaje
a través de la práctica; o sea, del involucramiento del
que aprende en el proceso de enseñanza-aprendizaje; y
ésa es la forma más efectiva y superior de aprender. La
percepción de autoeficacia, las creencias personales de
los alumnos sobre su capacidad para aprender o alcanzar
ciertos niveles de realización escolar, son unas de las
variables más significativas en esta fase previa, ya que
condiciona el nivel de implicación y, habitualmente, los
resultados escolares de los alumnos (Bandura, 1993). La
El valor de aprender
86
anterior; dice Astolfi (2003: 43), que “se limitan al máximo
los conocimientos que supuestamente comparten el
autor del texto y el alumno lector”. Este fenómeno se
vive de manera común en casi todas las instituciones de
nivel básico y en distintos niveles escolares. También
dice Imbernón (1998: 40) que “un factor importante en el
desarrollo profesional será la actitud de los profesores al
diseñar su tarea docente, no únicamente como técnicos
infalibles, sino como facilitadores de aprendizaje, capaces
de provocar la cooperación y participación del alumnado”.
Esto generará cierta motivación para desarrollar una
planificación estratégica que consiste en la selección,
por parte del alumno, de un abanico de estrategias de
aprendizaje o de métodos que le permitan alcanzar los
objetivos diseñados (Zimmerman y Martínez-Pons, 1992)
87
Rosales. A pesar de esto, nunca me traumé, sino estoy
muy agradecido. No teníamos las complacencias de
esta pedagogía fallida que ha adoptado nuestro sistema
educativo, que lejos de ayudar al educando lo inutiliza
para que no le haga frente a la vida, sino que educa al
sujeto en su máximo capricho y lo desgracia, lo pone en el
precipicio de su fracaso, porque cuando llega a cualquier
nivel, no sabe hacer en lo general nada, eso sí, todo lo
compra. ¿Pero por qué eran importantes los aprendizajes?
Porque ahí no tenía nada de lo que he mencionado, ahí
me faltaba todo. Y gracias a ello, aprendí cómo hacer
bolsas, hamacas, mecates, guaraches, mesas etcétera.
Sobre todo, aprendí a cuidar de manera racional todos
mis satisfactores de necesidades personales y los de mi
familia, como son el uso del agua, la luz, uso del teléfono
para comunicar solamente, no desperdiciar la comida y a
evitar el dispendio y el derroche.
Bibliografía
88
Savater, Fernando (2002). Ética para amador. Barcelona:
Editorial Ariel.
89
Aprender en el siglo XXI
Omar Contreras Juárez
L
a vida cada vez se torna más complicada conforme
transcurre el tiempo; es decir, existen cada vez más
exigencias para los individuos, entre los cuales se
encuentra el aprendizaje; si bien, hace no mucho tiempo,
se tenía la creencia que aquella persona que aprendía a leer
y escribir estaba preparada para la vida, hoy eso ya no es
suficiente para enfrentar los diversos retos demandados
en la actual sociedad.
91
de las nuevas tecnologías han traído consigo una nueva
era dentro de los entornos para el aprendizaje y han
revolucionado las formas para aprender.
92
a conocer, aprender a hacer, aprender a ser y aprender a
vivir juntos.
93
desempeñan los medios de comunicación en la sociedad y
fortalece las competencias fundamentales de indagación
y autoexpresión. La alfabetización digital no se limita sólo
a la interpretación, sino que también abarca la habilidad
de crear mensajes para la autoexpresión y de influir e
informar a otras personas (Wan and Gut; 2011, 164).
94
¿Para qué y con qué
se aprende?
Mara Guadalupe Valdez Osuna
A
lo largo de la historia, la humanidad ha venido
aprendiendo, conociendo y desarrollando
habilidades para sobrevivir. Los primeros seres
humanos eran nómadas, y aprendieron a elaborar
herramientas para su trabajo, aprendieron a trabajar en
equipo, a construir refugios, descubrieron el fuego por
accidente pero le empezaron a dar un uso que aún en
estos días se sigue aplicando. Aprender no viene de ayer
ni de ahora, el hombre aprende día con día, desde lo más
pequeño hasta lo más importante, el detalle de aprender
lo pequeño es que quizá nadie lo distingue, en muchos
casos es tan invisible ese aprendizaje que ni la persona
que se hace acreedor de éste nota que ha aprendido algo
nuevo.
95
las agujetas de los zapatos, a tener prudencia ante algún
comentario, a seleccionar música distinta a la que se
escucha; el aprendizaje lo vamos a encontrar en todo
momento y en todas las personas: de la que está al lado,
la de enfrente y, quizá, hasta del chofer del camión que
nos lleva a la escuela; esto no quiere decir que todos
los aprendizajes sean agradables, algunos pueden ser
producto de un error y sirven para entender situaciones y
aprender de ellas.
96
para poder aprovechar las posibilidades que ofrece la
educación a lo largo de la vida”. Lo que hará que el niño
pueda aprender a conocer el mundo que lo rodea, a
interpretar lo que en él hay, a discernir lo que le sirve y lo
que no, con la finalidad de hacer más descubrimientos que
le permitan seguir conociendo más.
97
encuentra en el centro de este modelo educativo. Estas
prioridades son
• Equidad e inclusión
• Planes y programas de estudio
• Desarrollo profesional docente (capacitación
gratuita)
• Infraestructura, equipamiento y materiales
educativos (escuelas al cien)
• Reforma administrativa
• Educación y mercado laboral
Nuestro Secretario de Educación Pública habla de 500
cursos de capacitación gratuita para el magisterio en
instituciones públicas y privadas, sin ningún costo para
los maestros de nuestro país, con la finalidad de lograr una
mejor calidad educativa; porque es bien cierto que todo
docente debe contar con una capacitación adecuada, ya
que son ellos los que ponen los primeros cimientos de los
niños de ahora y el futuro del mañana.
La autonomía de gestión para las escuelas de educación
Básica, es otro paso importante en este documento, ya
que permitirá a la escuela gestionar sobre sus necesidades
y hacer la selección en el currículo, y todo esto puede
realizarse en los Consejos Técnicos Escolares (CTE).
98
que actualmente nos rigen sólo 2, así como los diferentes
ambientes de aprendizaje que el docente puede generar.
99
La inclusión no se queda ahí, dentro de nuestros planteles
encontramos una gran diversidad de niños, con necesidades
especiales o necesidades de aprendizaje, quienes merecen
ser incluidos no sólo aceptados en las escuelas regulares y
poder llevar a cabo su educación, contando con el apoyo
de los maestros, con aptitudes necesarias y capacitaciones
para poder atender las necesidades que la escuela y los
niños de este siglo requieren. Es verdad que el actual
currículo 2011 habla de inclusión, de educación de calidad,
pero la interrogante aquí es ¿qué se está haciendo o qué
se hizo para lograrlo? Es triste enfrentarse a la realidad, de
que los docentes de hoy cuentan con poca capacitación
y, quizá, hasta poco interés por conocer más allá de los
que en las instituciones formadoras de docentes se les
enseña. La nueva propuesta incita a la capacitación y a la
actualización de los docentes, a brindarles infraestructura
adecuada para el desarrollo de los aprendizajes y para la
recepción de alumnos con capacidades diferentes.
100
¿Cuál maestro quieres ser?
María Fernanda Leal Salazar
C
on el paso del tiempo, el ser humano ha creado
infinidad de maravillas que son dignas de admirar,
pero alguna vez nos hemos puesto a pensar en ¿quién
le enseñó o cómo aprendió a hacerlas? Para empezar,
echemos un vistazo al pasado. Desde sus inicios, el hombre
de las cavernas no por nada construía sus instrumentos,
pues sabía que si no contaba con armas para defenderse su
vida no sería muy segura. De esa necesidad por sobrevivir
y con el nacimiento del conocimiento empírico, empezó el
hombre a darle importancia al valor de aprender. Si bien es
cierto que el ser humano es pensante por naturaleza, no lo
es tanto que siempre es el más listo el que primeramente
razona antes de llevar a cabo sus acciones. Y analizar es
un acto que, muchas veces, el individuo ha forjado de
mala manera, ya lo dice el dicho que “echando a perder
se aprende”, y eso es algo a lo cual muchos le hemos sido
claramente fieles.
101
para intentarlo, una y otra vez, puliendo cada detalle hasta
obtener el resultado deseado; el éxito, en cambio, aunque
trae consigo la satisfacción también atrae el conformismo,
pues es tal la mentalidad de ver que algo salió bien que,
a veces, no se siente curiosidad de ver cómo podemos
mejorarlo, o revisar si es que no pasamos por alto algún
pequeño detalle.
102
aprender; los antiguos maestros se van y otros nuevos
llegan, vacíos, sin ideas, contaminados por el mundo
moderno e incapaces de pensar en cosas innovadoras;
creen que el ver el mundo a través de una pantalla es
suficiente para que el alumno adquiera un conocimiento
significativo, pero muchos sabemos que no es así.
103
distinto, mundos que comienzan en blanco y negro y con
cada nuevo saber se pintaba con un distinto y significativo
color.
104
El ponernos en el lugar de los alumnos y pensar qué
es lo que realmente quieren no es algo que nos pueda
afectar; muchos maestros, de manera errónea, temen
ser criticados y ridiculizados si actúan de una manera no
conforme a su edad y a su profesión, pero como siempre
digo: para todo hay niveles; y es que si analizamos la
situación ¿qué tipo de maestro fue nuestro favorito y qué
tipo de maestro prefieren los niños? puedo apostar que
nadie eligió al típico estereotipo de maestro regañón con
un chaleco de tela y cuero; en cambio, todos elegimos a
la maestra dulce y cariñosa, a la que organizaba bailes y
juegos, a la que no nos molestaba en lo más mínimo ver
todas las mañanas.
Con esto quiero decir que hay que perder el miedo a ser
señalados, más bien deberíamos aspirar a ser reconocidos
tanto por nuestros iguales como por nuestros alumnos.
Debemos lograr ser ese maestro favorito que los
estudiantes recuerden con gran aprecio y orgullo. Ése que,
al momento de encontrarnos años después, sean capaces
de decir “Ése fue mi maestro, un gran maestro, no sé lo que
hubiera hecho sin él (o sin ella)”.
105
Aprender con
frenesí
José Antonio Chávez Espinoza
Q
uienes tenemos la oportunidad de participar
al interior de las aulas, sea colaborando como
profesor, o la contraparte, como estudiante,
nos debatimos en descifrar la mejor manera de lograr
los objetivos que nos hemos trazado. A sabiendas que el
enseñar – aprender es un proceso complejo y con múltiples
aristas, es evidente que cada vez es más abordado, en
debates e investigaciones, para descifrar el mejor método
para salir avante, unos aplicando la estrategia didáctica
adecuada y otros lograr desarrollar las competencias
necesarias para estar preparados para la vida. Durante
mi trayecto como profesor universitario, encontrar el
desencanto por aprender al interior de las aulas es cosa del
día a día, quizás en el nivel educativo que menos debería
presentar problema para despertar el valor de aprender.
107
experiencia de aprender. A la vez, es preciso reconocer que
nos ha tocado vivir en una época de invasión tecnológica, a
la cual gran parte de las personas sataniza como una de las
causas en los comportamientos robotizados de los seres
humanos en la actualidad. Sin embargo, considero que son
los hábitos que desarrollamos en el uso de los dispositivos
electrónicos los cuales pudieran perjudicar de diversas
maneras, y donde el copia y pega es una constante.
108
Situación 1 - ¿Dónde será el congreso?
109
Los días previos al mismo podríamos analizar el programa
completo del evento académico, tomar notas de lo más
relevante para la asignatura que se imparte, y llevar a cabo
alguna planeación de lo que deseamos lograr. Se pudieran
hacer equipos de trabajo entre los estudiantes, donde cada
quien, dependiendo de su interés en los temas, redacte
algunos objetivos por cumplir, preguntas que realizar a
los ponentes, notas sobre organizaciones relevantes, en
fin, un plan de trabajo pormenorizado donde todos los
asistentes tomen nota y logren cristalizar aprendizajes.
110
Considero que éste es un mal arraigado en los niveles de
secundaria, preparatoria, pero sin descartar en el nivel
superior. Si eres estudiante debes comprender que no
todos tienen la oportunidad de estar ahí, en las aulas,
que muchos otros no cuentan con el apoyo o recursos
requeridos para continuar aprendiendo. Es importante
que valores tu tiempo, tu esfuerzo, tu oportunidad, pero
también, es fundamental que valores el esfuerzo de
quienes hacen posible que estés ahí, con un block de notas
y una pluma con la oportunidad de vivir la experiencia de
aprender. No te confundas, todo tiene su momento, su por
qué, y no te dejes llevar por quienes desean verte fuera del
aula. Tu profesor desea compartir contigo la experiencia
que trae para ti, por los que se desveló o invirtió su tiempo
el fin de semana o la noche anterior. Cada momento es
importante, y si hoy es tu oportunidad adquiere el valor
de aprender, hazlo con frenesí, disfrútalo y aprovéchalo al
máximo.
111
necesario escucharlos, saber qué piensan no sólo de la
materia, sino de la propia vida, de sus intereses, aficiones,
gustos, lograr la empatía y poco a poco ganar terreno en
lo emocional. Si mostramos interés en sus problemas, en
sus deseos y aficiones, esto podrá servir de conducto para
lograr encauzar sus intereses por los temas, por aprender
junto a todos los demás.
112
dinámicas, con competencias para trabajar en equipo, con
habilidades sociales, de organización, de comunicación,
las mismas que podrás desarrollar si participas, si tomas
la iniciativa para colaborar y aportar en lo posible hacia el
cumplimiento del objetivo grupal.
113
• Desde el nicho escolar, la función docente ha sido
delegada para despertar en los estudiantes el valor
de aprender. Hoy día, el docente se ve atribuido
con multiplicidad de funciones, contando a la
vez con poco reconocimiento a su labor. En este
sentido, es necesario desempeñarse en algún
momento como psicólogo, tutor, orientador,
doctor, guardia, animador, escritor, y mucho más.
Sin embargo, debe continuar esforzándose por
lograr los aprendizajes en sus estudiantes.
• Gran parte de los estudiantes no muestran el
valor de aprender, de hacer significativa cada
experiencia de aprendizaje. Quizás no sean sólo
ellos los culpables, sino otros factores, como
el ambiente educativo que generamos para el
proceso enseñanza aprendizaje. Es fundamental
que como docentes le demos sentido significativo
a cada tema, a cada actividad, a cada estrategia.
El estudiante desea seamos prácticos, concretos,
donde lo que aprenda pueda aplicarlo en la vida
misma.
• Es necesario que directivos y docentes seamos
más empáticos con los estudiantes. Esto viene a
colación en el sentido que directivos, por un lado,
se ocupan por el óptimo desarrollo institucional,
principalmente desde el aspecto organizacional y
operativo. Y por el lado docente, nos enfrascamos
en la cantidad de actividades que debemos realizar,
planeaciones, contenidos, diseño de materiales,
en fin, descartando casi por completo acercarse
El valor de aprender
115
Del aprendizaje de la
vida, como se aprende
José Rodolfo Real Audeves
C
omo hijos de familia de campesinos u obreros de los
Mochis, Sinaloa que estábamos a punto de culminar
la educación primaria, nos invadió la incógnita ¿y
ahora qué sigue?
117
barcos como velador y a descargar taras con pescado;
con la paga que obteníamos ayudábamos a la economía
familiar y, también, aprendimos a ganar dinero.
118
Por fin terminamos nuestra educación secundaria. Y
agradezco a nuestros maestros por sus enseñanzas, y a
la escuela por los amigos que hicimos. Después de haber
disfrutado de su amistad, de las posadas de fin de año, del
Día del Maestro y del Estudiante, ya nada nos detendría
para continuar aprendiendo; dimos un gran paso y le
demostramos a la gente incrédula que sí se podía. Así que,
luego luego, a la preparatoria que, en ese entonces, era de
dos años y nocturna también, y, así, seguimos trabajando
en el día, para completar el gasto de la casa.
119
esas palabras “chidas”, para tener yo una mejor relación
con las personas y poder expresarme”. Su actitud era
digna de admirarse y por algunas circunstancias de la vida,
Braulio no terminó la secundaria porque constantemente
se trasladaba a los Estados Unidos de mojado.
120
día por ser mejor; la inteligencia brota si uno se esfuerza,
todos tenemos un potencial aunque la naturaleza no nos
haya dotado de la misma en un aspecto, algunos seremos
más destacados en otra área y si no debemos aprovechar al
máximo cada situación que nos brinde el medio donde nos
desenvolvemos, en la habilidad de sacar fuerza y trabajo
para continuar ante cualquier adversidad. Su servidor, no
se lo dejó todo al destino. Finalmente, a los estudiantes les
digo que en la vida siempre nos encontraremos obstáculos,
mismos que debemos asumirlos como un reto más a
vencer y que nadie nos puede parar si nos empeñamos a
luchar día a día.
121
¡A echarle ganas!
Hugo Marx Cortés Moreno
E
n mi educación formal, todavía recuerdo que me
fascinaba ir a la escuela, aunque mi deseo era ir para
jugar con mis amigos de grupo. En realidad, nunca
fui bueno para el estudio escolarizado, para lo que sí era
bueno era para aprender en la calle. Desde pequeño,
escuchaba los consejos de mis padres, aún resuenan a lo
lejos: “Tienes que estudiar, si quieres ser alguien de bien”.
Siempre se me dijo que los que estudiaban triunfaban, pero
yo miraba gente que no fue a la escuela y vivía mejor que
nosotros; eso me hacía dudar y contradecir a mis padres.
Sin embargo, seguí estudiando y, al llegar a preparatoria,
mis expectativas de vida se fueron diluyendo, ya no quería
estudiar y me enfocaba más en trabajar para ganar dinero
y llevar a pasear a mi novia. Por eso no terminé el primer
grado de prepa.
123
desgracias; entonces un día, seis años más tarde, regresé
a Culiacán, mi ciudad.
124
prometido a mis padres, y me inscribí en la Licenciatura
en Educación Primaria, en la Universidad Pedagógica
Nacional, que luego se convertiría en la UPES. Cuando
cursaba el segundo semestre, descubrí la importancia
de aprender de verdad. Tuve excelentes maestros que
me ayudaron a ser crítico, analítico y reflexivo acerca de
lo que me rodeaba. Yo me sentía, literalmente, en las
nubes, al escucharlos y aprender de sus disertaciones
académicas. Con el contacto con ellos aprendí a descubrir
las habilidades intelectuales que poseía, sobre todo en
el Taller de Redacción Libre y Creativa del maestro José
Manuel Frías Sarmiento, el cual fue un pilar en mi forma de
pensar y de escribir las ideas que por mi mente pasaban.
125
ahora soy el orgullo de ellos, les he pedido disculpas por
no haberles creído que en el estudio estaba el triunfo, que
en el saber están las oportunidades; pero, con todo esto,
aprendí que la perseverancia es la madre de los resultados
positivos. Aprendí que nunca es tarde para aprender
lecciones de la vida. Aprendí que siempre hay que tener el
valor de aprender.
El valor de aprender
126
El imperio de
Joaquín Isidro
Lázaro Armenta Armenta
¡
Sálganse, ya no los quiero ver aquí! Ésa fue la expresión
de la profesora para el joven Imperial y su compañero
Javier luego de un pleito al interior del grupo. ¡Ya no
tiene caso que permanezcan en el grupo, no hay futuro
con ustedes…! continuó diciendo, sin importar que una
profesora, el subdirector y su servidor estuviesen allí.
127
se fue con su pareja a otro estado de la república; por
lo que Imperial al amparo y a ser educado o, más bien,
maleducado por su abuela y abuelo, quienes desde hace
tiempo ya se venían haciendo cargo de él.
128
direccionar nuestra vida. No obstante, desde el ámbito
educativo, la enseñanza aún carga una fuerte consigna
para los docentes, que hasta ahora serían sólo creencias:
todos los alumnos deben estar aprendiendo formalmente
los contenidos del currículo, con fundamento en los planes
y programas de estudio correspondientes al grado escolar
que cursan.
130
que muchos nos cobijamos, no nos permiten abrir los ojos
y ejercer acciones colectivas y colaborativas en favor de
una atención educativa que fortalezca los rasgos de los
jóvenes que permitan movilizarles sus aprendizajes.
131
primer colaborador con la escuela, también ha limitado
que los jóvenes del imperio logren mejores desempeños
académicos.
132
¿Qué significa aprender?
Jesús Joshio Lerwin Navejas Rodríguez
C
on el simple hecho de enseñar, se originan
cosquillas en el estómago y no precisamente de
enamoramiento. Resulta y resalta que ser docente
no es un tarea en la que sólo tengas que pararte a dar una
simple charla mareadora y, como por arte de magia, las
personas aprenderán y todos vivimos felices y contentos.
133
Mariscal. A simple vista, veía a un niño nervioso pero
decidido a hacer las cosas bien, y esto me hizo recordar
cómo me ponía yo a la hora de aprenderme algún escrito
para decirlo en público; entonces me pregunté: ¿Qué sentí
en ese momento? ¿Qué aprendizaje obtuve al aprenderme
el escrito? Y empecé a comprender que todo aquello
que desconocía, y hoy conozco, es el aprendizaje. De
momento, seguí al margen de la situación y sólo veía cómo
repetía y repetía, una y otra vez, las partes donde su voz
tenía que ser adecuada a los momentos del texto, además
de darle sentido a la expresión corporal. Después volví
para ver el desempeño del jovencito en su participación,
en la cual puso toda su actitud para generar y recuperar las
experiencias positivas que vivió en el proceso, junto a su
maestra formadora; experiencias que lo acompañarán a lo
largo de su vida.
135
Autodidactismo y
aprendizaje
Juan Lizárraga Tisnado
L
eer ha sido y es una gran herramienta gracias a la cual
el hombre ha avanzado, ayer y hoy, en la adquisición
y conservación del conocimiento... Durante muchos
siglos el ser humano no tuvo un código desarrollado
de escritura y lectura. Muy pocos tenían acceso a los
jeroglíficos y menos eran quienes podían descifrarlos.
137
El acceso a la lectura ha sido siempre restringido,
limitado a pocas personas y, a la fecha, existen millones
de analfabetas de origen en el mundo con todo y su
multimedia —hay otros muchos que leen sin comprender
a fondo la lectura—, a quienes podría considerarse como
analfabetas funcionales.
138
Familia Burrón —o a revistas como Siempre y Selecciones—,
me permitían mejorar mi lectura escolar.
139
"taquigrafía", ya que escribía garabatos que solamente yo
podía descifrar.
140
La primera congestión conceptual vino con el
acercamiento a la literatura marxista, ortodoxa,
dogmática, acompañada de una militancia, que pasó
del marxismo leninismo a la simpatía por Trostsky y
Gramsci, sin dejar de lado el estalinismo y el maoísmo.
Esta ideología y el movimiento estudiantil me acercaron
a la filosofía y a la música de protesta, lo cual es hablar de
la canción latinoamericana, cantos de lucha, o canción
nueva. Música popular latinoamericana, para ser más
precisos.
141
cursadas y otras irregularidades, terminé mis estudios y
me consideraba comunicólogo.
142
de las fuentes portuarias, estaban oficinas del gobierno
del estado: Tránsito y Transporte, Policía Judicial del
Estado, etcétera. En este enorme abanico generador de
conocimientos, estuve en varios periódicos, como La
Voz de Mazatlán (aunque aquí regresé por poco tiempo al
linotipo), Nuevo Diario, Noroeste, alternando con programas
en radio y en televisión.
Para mí, significó una gran proeza salir avante. Cuando nos
daban los resultados de los exámenes, constaté que entre
los estudiantes había un gran problema en el dominio
del idioma inglés, pues era alto el número de repitentes o
reprobados.
143
Inmediatamente, después de aprobadas todas las
materias y aún sin certificado de bachillerato, me inscribí
en el nocturno de la Escuela de Derecho de Mazatlán de
la Universidad Autónoma de Sinaloa. Una experiencia
agradable. Aunque ya era mayor de edad, nunca sentí
discriminación alguna por los jóvenes universitarios, a
quienes sí molestaba que yo me opusiera a esa obsesión
por hacer “puentes” y porque no hubiera clases los viernes,
en varios casos con el consentimiento abierto e hipócrita
de los docentes afines a los “viernes sociales”.
jurídicos.
144
Mi ingreso a la Maestría en Educación con Campo en
Formación Docente significó un fuerte golpe en la imagen
que tenía sobre mí mismo como persona preocupada por la
adquisición de conocimientos. Me explico: tenía la idea de
que era poco lo que podía aprender en la maestría por los
aprendizajes obtenidos en la vida, de forma autodidacta y
en la escuela luego de estudiar dos veces la preparatoria y
dos carreras, aunque sólo en una obtuve mi título.
145
salón de clases, de transmitir conocimientos, o de enseñar
a aprender a los estudiantes para que sean críticos y
reflexivos, algo que considero no está peleado entre sí.
institución educativa.
146
Por algunos años me retiré del ambiente educativo y de
manera casual retorné a las aulas de Conalep, pero ahora
en el Plantel número 1. En la Sala de Prensa del Gobierno
del Estado, en Mazatlán, el reportero televisivo Juan
Manuel Ochoa comunicaba vía telefónica que no podría
impartir las materias que le tenían asignadas, por lo
tanto solicitaba lo suplieran... Le hice la señal de que me
propusiera. Se me aceptó y en 1994 reinicié como maestro.
147
clases en el Colegio El Pacífico del cual era director. Sería
1985.
148
con voz destemplada y terminó tirándoles con la caja de
los gises… Todo fue inútil.
149
Se trabajaba con un programa con el que se pretendía
“humanizar” las carreras, de ahí que impartí materias
como filosofía, historia económica y desarrollo social,
etcétera, algo que se salía del programa general y de las
actividades de los estudiantes.
150
posgrado. Recuerdo gratamente a la Unidep, que se
manejaba con cuatrimestres y excelentes programas
en licenciaturas. Aquí aprendí a trabajar la educación a
distancia en plataforma, pues fui capacitado para ello,
incluso en cursos ofrecidos por la institución para el diseño
de curricular en esta modalidad.
151
Al momento de poner estas experiencias en la balanza, debo
reconocer que ha habido momentos desagradables, sobre
todo en el aspecto burocrático, el bajo ingreso económico
por no contar con una base laboral, el mercantilismo de las
instituciones particulares, con los alumnos que le apuestan
al mayor bien con el mínimo esfuerzo. Pero, por encima de
todas estas arideces, debo reconocer que muchos son los
estudiantes que se esmeran, se sacrifican, dedican desde
su juventud todas sus energías al estudio para aprender,
a la superación para convertirse en docentes con temple,
prudentes, honestos y justos.
152
Aprendizajes en
contexto
Arturo Gutiérrez Olvera
C
on base en sus gustos e inquietudes literarias, y
también en sus preocupaciones como educador, el
maestro y amigo José Manuel Frías Sarmiento me
giró una invitación a participar, con una colaboración, en
la publicación de un libro que recogiera el pensamiento
de los académicos en torno al tema “El valor de aprender”.
El motivo del interés por este tópico radica —creo yo,
derivado de los argumentos esgrimidos por el maestro
Frías— en las actitudes displicentes de los alumnos frente
a los conocimientos que impone la institución escolar, es
decir, a las resistencias que oponen a los aprendizajes.
Inicialmente me negué a colaborar aduciendo con
sinceridad que, debido a estar más de una década retirado
del ámbito educativo y académico, no tendría mucho
que aportar en esta reflexión colectiva sobre el tema
mencionado. Sin embargo, el maestro Frías, apelando a mi
ego (“…la visión, el vibrato personal de un trabajador de la
educación en sus roles de alumno, profesor, investigador,
administrador y asesor educativo, sería un lujo con el
cual engalanaríamos este libro…”) me convenció para
153
colaborar con el presente texto. No creo que estas notan
vayan a “engalanar este libro”, como dice el maestro
Frías, simplemente las considero mi modesto aporte a la
reflexión propuesta.
154
pequeño poblado, distante unos 15 ó 20 kilómetros del
lugar donde se ubicaba la Escuela Normal de la que era
alumno. Las realizaba, como se estilaba en ese entonces
con los estudiantes que estaban a punto de egresar como
maestros, en un grupo de primer grado de educación
primaria. La asignatura en la que se inscribían las
prácticas referidas era una que se titulaba “Técnicas de la
Enseñanza”, en cuyos contenidos se revisaba un conjunto
de técnicas, metodologías y estrategias didácticas de las
que el docente podría echar mano en el ejercicio de su
profesión. Los profesores titulares de dicha asignatura
eran, pues, los encargados de supervisar y evaluar, in situ,
el trabajo de los practicantes.
155
felicitando al estudiante por “lo bien” que estaba llevando
a cabo su práctica escolar. Al final, también el practicante
felicitó a sus alumnos por su “colaboración” para ayudarlo
a salir de su trance evaluatorio.
156
Al preguntar a la supuesta profesora qué hacía ella en la
escuela, contestó que en efecto, el profesor era su esposo
y que ella —de manera económica— atendía a los alumnos
aún sin tener la formación ni la licencia, requeridas para
ello. Les dijo, además, que su esposo, el profesor oficial, en
esos momentos se encontraba jugando a la baraja con un
grupo de amigos del poblado. Resultó que quien les había
indicado dónde estaba la escuela era el susodicho profesor.
Después los visitantes se enteraron por otras fuentes que
el docente ya tenía varios años “laborando” en ese lugar
—se había logrado el milagro de su arraigo—, y que se
dedicaba a la misma actividad que realizaba la mayoría de
los lugareños, razón por la que andaba armado, vestía y se
comportaba como ellos.
157
a su nuevo ambiente. Con el paso del tiempo, como era
de esperarse, Chonito fue experimentando cambios en
su personalidad. Lo primero que hizo en su proceso de
adaptación a la cultura hegemónica, fue abandonar los
tradicionales cotón y calzón blancos de manta bordada
—indumentaria característica de su grupo étnico— y
sustituirlos por la típica vestimenta de los destinatarios
legítimos, tal como designa Pierre Bourdieu a quienes
pertenecen o están más cerca de la cultura que impone la
escuela. No obstante sus rasgos físicos —éstos sí difíciles
de cambiar— la figura de Chonito paulatinamente se fue
diluyendo en el paisaje escolar.
158
del turno vespertino, había decidido cambiar su otra plaza
—que desempeñaba en otra delegación sindical— para
tener ambas en el mismo plantel y así disponer de mejores
condiciones para ejercer el control político-sindical al
servicio del SNTE. En vista de que ya iba avanzado el
ciclo escolar —era a principios del mes de diciembre—, la
estrategia que para ello siguieron los directores compadres
fue dividir el único grupo de 5° grado en dos para crearle el
suyo al director del turno matutino. Sin embargo, había
un pequeño problema, el 5° grado era poco numeroso —
menos de 40 alumnos— y al partirlo quedarían dos grupos
demasiado reducidos, razón por la cual el compadre
vespertino decidió “completar” con alumnos de 4° año.
159
y de las formas y modalidades que asumen los procesos
de aprendizaje que intrínsecamente se generan. Por
ejemplo, en la primera, es de destacarse la inexperiencia
didáctica del practicante en formación para conducir de
manera adecuada el proceso de enseñanza-aprendizaje,
por lo que se ve obligado a recurrir a una estratagema
poco ortodoxa para salir más o menos bien librado de la
visita de supervisión. En la segunda, es claramente notorio
cómo los aprendizajes escolares están fuertemente
determinados por el contexto en que se desarrollan; es
decir, ante la lejanía y el abandono en que se encuentran
muchísimas comunidades en nuestro estado y en el país,
los niños aprenden “lo que sea y como sea”. La tercera
nos muestra un fenómeno un tanto raro de aprendizaje
“transculturizador”, en el sentido que el sujeto en cuestión
se adapta por la vía de la educación a un nuevo entorno
cultural, negándose a regresar a su ambiente originario.
Y, finalmente, en la cuarta, el rasgo sobresaliente es
cómo el aprendizaje escolar se supedita a los intereses
de dominancia y control políticos que las organizaciones
sindicales —en este caso el SNTE— han ejercido sobre
los trabajadores de la educación, minusvaluando la
formación académica de los alumnos. En fin, como ya
se ha señalado, el fenómeno de los aprendizajes es muy
complejo y se puede abordar desde diferentes miradas y
perspectivas; sin embargo, considero que para acercarse
a él es necesario siempre considerar el contexto específico
en que se genera; y, en la actualidad, no debe perderse de
vista la irrupción y la poderosa influencia que ejercen las
nuevas tecnologías en todas las formas de aprendizaje.
El valor de aprender
160
Aprendizajes
informales en la
docencia primaria
Alfredo Zañudo Mariscal
A
penas frisaba los 20 años cuando me inicié, de
manera oficial, en las filas del magisterio. Ésta me
pareció una excelente opción, debido a que personas
conocidas me comentaban que salían con un trabajo
seguro, que los maestros tenían muchas vacaciones y
varias prestaciones que les permitían, si bien no vivir como
ricos, al menos sí de manera holgada para mantener una
familia.
161
aulas de primaria, y poco podían aportar de su experiencia
para resolver los problemas a los que me iba a enfrentar en
otros contextos, por ejemplo, los rurales.
162
Al ir avanzando buscaba la carretera como la tenía
contextualizada en el interior de mi mente. Pero pronto
me di cuenta y llegué a reflexionar, (o bien no sé si a
desaprender lo que ya había aprendido sobre los términos
carretera y raite), que la carretera a la que se refería doña
Verónica era un camino de terracería por el que a veces
solamente podía pasar un carro.
163
sus familias en las partes altas de los cerros: ordeñando
el ganado y elaborando quesos y cuajadas que servían
para el consumo familiar o, bien, para obtener un precario
ingreso económico.
164
Fue de esta manera que, en los siguientes meses restantes
del ciclo escolar, abandoné el Método Global de Análisis
Estructural y me cobijé bajo una especie de eclecticismo,
donde los alumnos identificaron vocales y consonantes;
después leyeron todo tipo de sílabas y empezaron a leer,
algunos silabeando, pero logré salir adelante, en mi primer
año de servicio, gracias al famoso Libro Mágico.
165
no lejano, les permitan solucionar diversos problemas que
se les presenten en su vida diaria.
166
Acepté este compromiso porque pensé que sería todo
un reto el estar frente a grupo con otro tipo de alumnos,
ya que en los cursos anteriores de UPN nada más me
había tocado dar clases a jóvenes recién egresados del
bachillerato.
Y, ya estando en la altura,
Respiremos a placer
167
Por fin llegamos a Surutato. Cuando empecé a brindar la
asesoría en el CEJUS me brindó confianza el que todos los
alumnos sin excepción, me saludaran de mano y otros de
abrazo, aún sin conocerme. También me llamó la atención
que era un grupo muy heterogéneo, en cuanto a edades y,
obviamente, a experiencia de trabajo docente.
168
Comentaron que los alumnos diseñaban su propio camino
de aprendizaje, y en relación con los libros de texto, cada
quien planeaba la manera de avanzar de manera libre,
semanal y mensual. Que las evidencias de estos avances
se presentaban al docente responsable del grupo, ante sus
compañeros y ante los padres de familia en asamblea.
169
un programa de estudios formal, analizan problemas
específicos de la región y les buscan solución de manera
conjunta.
170
Barriga, Laura Frade, Pablo Latapí y Fernando Savater,
entre otros.
171
El valor de aprender
Martín Galaviz
El primer día
L
a sorpresa, la angustia y el desconcierto que sintió el
primer día que asistió a la escuela primaria, fue una
experiencia poco común, al igual que la decisión que
tomó ante tal situación.
173
Corrieron como nunca lo habían hecho, pero ¡oh sorpresa!
cuando llegaron a la puerta de entrada de la escuela sólo
alcanzaron ver las filas de alumnos que, como hormiguitas,
entraban a sus agujeritos; quienes, entre empujones y
gritos, se introducían ya a sus respectivos salones.
174
Esa mañana, el niño de seis años abandonado por sus
primas y sin ningún otro apoyo, tomó la decisión de que
ese monte sería su escondite.
¿Cuál es el costo más alto que has tenido que pagar por
una impuntualidad?
El regreso a casa
175
La visita de mi vecinita
El valor de aprender
176
El valor de aprender
y otros dislates
complejos
Antonio Kitaoka Vizcarra
Presentación
E
n congruencia con el Modelo Educativo de la
Universidad Pedagógica del Estado de Sinaloa
(UPES), surge mi preocupación por comprender
la grave crisis estructural y mundial de la sociedad del
conocimiento que se nos ha venido encima. Este escenario
internacional nos sube al proscenio del gran teatro
del mundo, donde los personajes “la complejidad y el
aprendizaje” están en un riesgo muy grande de convertirse
en productos estandarizados debido a la influencia
globalizadora de los organismos internacionales dirigidos
por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económicos (OCDE), cuyo libreto rígido y único, mece la
cuna del mercado mundial con el fin de condicionar una
conducta institucionalizada y tecnologizada de un sujeto
hiperplástico que se amolde multifuncionalmente a las
necesidades del modelo neoliberal imperante.
177
social se encuentran en crisis, aunque varios de ellos
continúan guardando importante pertinencia racional,
ética y política” (UPES, 2015, p.7), por lo tanto, es urgente
la revisión y análisis de todos éstos, con el fin de rescatar
los que nutren nuestros valores universales, y propiciar la
eclosión innovadora de proyectos sociales emergentes que
reorienten el punto de venta del mercado neoliberal hacia
el punto de vista del pensamiento complejo y humanístico.
2015, p.87).
178
escrito, bajo el influjo del actual momento de cambio, mis
emociones, afectos y cogniciones con una función estética
y catártica, sólo eso me movió; eso creo...
179
no puede cometer equivocaciones. Estos yerros mentales
ciegan y obstaculizan el desarrollo social y humano de
quien los sufre; ergo, urge que se haga conciencia de esta
ceguera con el fin de que aflore el ser sensible, abierto,
inclusivo, plural y humano que tenemos muy escondido
por la condición inhumana que estamos viviendo y nos
condiciona individual y socialmente. Este individualismo
egomaníaco se convierte en uno de los grandes obstáculos
para aprender de los otros y de uno mismo.
180
un recetario teórico-metodológico del homo academicus,
provocando una perversa mutilación del motor
motivacional del alumno cuya curiosidad y tendencia al
descubrimiento y la innovación se quedan encerradas en
la cajita negra skinneriana en donde nadie sabe ni nadie
supo lo que sucedió con los enigmáticos misterios de la
mente creativa.
181
sistematizando el pensamiento filosófico hasta parcelarlo
en las ciencias; así, de la perspectiva unidisciplinar se pasó
a la multidisciplinar, luego, a la interdisciplinar para arribar
a la transdisciplinar. De la masa rica, amorfa y compleja
del mundo, se fue cientificando esa realidad que le dio
una mejor comprensión del mundo; pero que nos regresó
una fragmentarización de los saberes que imposibilitó el
conocerlos en su esencia, en su eidética.
182
la macro información. La acomodación de las estructuras
cognitivas a la nueva cultura cibernética, demanda una
formación autodidacta basada en el aprender a aprender,
la metacognición y la educación a lo largo de la vida, con
el fin de adaptarse al sujeto hipermoderno que ha surgido
en este siglo XXI.
183
lo creí. Sepulté al aguado de Bauman, al rizomado Morin, al
pensierodebole de Vattimoy, al crítico de Habermas; a todos
ellos, los mandé al pantéon utópico y distópico de los libros
ilustres. Éste último, Jürgen Habermas, me “golpeó” con su
propuesta de una comunicación ilimitada, consensual e
intersubejtiva que detonaría la libre elección y la apertura
al mundo, rompiendo los candados que aprisionan el
cuerpo y la mente de nosotros. No quiero aburrirles con
las insomnes discusiones conmigo mismo que me llevaron
a la reflexión de increparme autocríticamente sobre mi
postura ideológica de ver el mundo en el que vivo. Así,
me cuestioné a mí mismo, cómo es que puedo abrirme al
mundo si el mundo sólo se abre si mi mente es consciente
de las ataduras socioculturales e históricas que no me
dejan pensar, actuar y sentir por mí mismo. Yo no veo por
mis ojos, ni hablo por mi boca, ni escucho por mis oídos.
También mi tacto, mi olfato y mi gusto, están socialmente
condicionados. Entonces, cómo puedo saber que yo soy
yo si dentro de mí están los demonios que Edgar Morin
de igual manera siente en su cabeza bien puesta. Cómo
puedo estar en posibilidades de acoger la multidiversidad
compleja del entorno global y local si se me impone
un pensamiento único, una verdad o un modelo que
institucionaliza mi forma de actuar y pensar. Por lo tanto,
cómo sé si mi elección es libre o subliminalmente dirigida,
amedrentada y controlada por la violencia simbólica de
los que mecen la cuna mundial. Con una mente cerrada
la apertura al mundo y la consolidación de los valores
universales es una ilusión. No obstante mi pesimismo
schopenhaueriano, vislumbro en las cenizas de los ojos
de la humanidad una chispa que incendie al mundo con la
El valor de aprender
Bibliografía
184
--------.(2002). La mente bien ordenada. Barcelona: Seix
Barral.
185
Diálogos lúdico-filosóficos
del pensamiento
complejo
Antonio Kitaoka Vizcarra
G
iuseppe Angelo Pescatore: El 94.05% de la gente sabe que
en el Génesis, la tierra era un caos informe y vacío, las
tinieblas cubrían el abismo y el soplo de Dios dispersó
esa bruma; a partir de ahí, empezó a ordenarse ese caos
del principio de nuestros tiempos: ¡Hágase la luz! Y la luz se
hizo. ¡Que haya un firmamento en medio de las aguas para
que establezca una separación entre ellas!; y así se hizo…
¿Qué quiero decir con todo esto? Que desde hace miles de
años el hombre le ha dado un orden al mundo en el cual
vive con la finalidad de conocerlo y gobernarlo. Ante una
enorme masa de datos informes y vacíos, cubiertos por
las tinieblas de la ignorancia, la ciencia ordena: ¡Háganse
las hipótesis, las leyes, los conceptos, las categorías, las
teorías, los paradigmas! Y la luz epistemológica se hizo e
iluminó la faz de la tierra.
187
convertirse en doctrinas e ideologías cerradas y arbitrarias.
Nuestros sistemas de ideas no son infalibles, no obstante,
se erigen como una verdad incuestionable y única que
no acepta críticas de nada ni de nadie. Se tiene la fuerte
creencia en que las teorías o los paradigmas sustentados
por determinados grupos de científicos, deberán ser
defendidos ilusamente ante cualquier teoría o paradigma
que diga lo contrario, si es así, se le considera como
enemigo a muerte, metafóricamente hablando. De esta
manera, se presentan los contrincantes que enarbolan
la bandera piagetiana contra los fanáticos vygotskianos;
los modernos vs posmodernos; los skinnerianos vs los
brunerianos, los ordenados y los caóticos; los normales y
los anormales; los técnico-instrumentales vs los crítico-
emancipatorios, los homo sapiens vs los homo demens…
etc. El mundo se nos presenta de diferentes maneras,
según el cristal cultural o epistémico desde el cual se
lo mire. La realidad no es una sola, se hace múltiple,
conforme las miradas que la interpretan. Es el hombre
quien crea a su imagen y semejanza o, mejor dicho,
de acuerdo a sus intereses ideológicos y de grupo, las
teorías que devienen doctrinas. De aquí que Edgar Morin
(2003), metafóricamente nos mencione que “los dioses
son diferentes; la historia nos muestra que el mismo dios
monoteísta se ha vuelto diferente y enemigo de sí mismo,
según le hable a los rabinos, a los imanes, a los curas y a los
pastores (64).
188
Siento que están haciendo mucho ruido y veo pocas
nueces. Giuseppe, tu obsesión por el dato estadístico hace
que hasta el génesis bíblico lo metas en tus disertaciones
de orden y progreso. Se nota tu formación institucional a
través del tiempo pedagógico de inculcación prolongada
del habitus del funcionario. Sin embargo, debo de
reconocer que tienes razón en que la ciencia vino a dar
luz o iluminar las conciencias de los individuos; pero estoy
de acuerdo con Michelangelo en que lo que te ilumina
también te puede mandar a otras sombras o brumas
intelectuales. Las teorías y paradigmas científicos no están
ajenos a los enroques ideológicos, y a la ceguera mental
e intelectual de la que nos habla un nonagenario francés.
Compañera Tedesco, me asombra la prodigiosa manera
en la que manejas la intrincada y complicada terminología
moriniana; sin embargo, me quitaré el sombrero, aunque
se vea mi brillante e inteligente calva, si me muestra en el
contexto concreto del aula, la aplicación del texto teórico
de la complejidad. No es lo mismo explicarla que aplicarla.
189
El reino iletrado
Julio César Soto Moreno
S
e cuenta que hubo una vez una tierra olvidada en el
tiempo, donde los mitos, las leyendas y los cuentos
se entrelazaban entre la realidad y la fantasía
de sus habitantes, los cuales compartían una misma
particularidad: todos eran analfabetas.
191
difícil y complicada, sin metas claras y definidas, lo cual
hacía que las expectativas de una vida mejor fueran, si no
imposible, sí muy distante para todos.
192
instruía en los valores y en dónde estaban las escuelas
para mejorar sus conocimientos; y les pedía que, por favor,
disculparan sus preguntas, pero que las formulaba porque
no veía ningún recinto escolar dedicado a la enseñanza y
el aprendizaje. Y fue así que al ganar la confianza de los
súbditos del rey, éstos le contaron que en ese reino nunca
se les había enseñado el valor de aprender, y que ni el rey ni
sus colaboradores hacían nada por remediar su condición
de analfabetas, puesto que tampoco ellos sabían del valor
del conocimiento y de la cultura; le dijeron que toda su
vida era regida por la palabra del rey, orientado por sus
despreciables colaboradores.
El mago sabio se dio cuenta que todos los oficios del reino
eran heredados de padres a hijos, sin la esperanza de que
nadie pudiera aspirar a un trabajo mejor, sin importar sus
ilusiones o lo mucho y bien que desempeñara su labor;
todos los súbditos eran forzados a trabajar para pagar
los tributos requeridos; entonces comprendió porque en
todas las aldeas de las tres comarcas del reino se percibía la
incertidumbre, la desesperación, la impotencia y el pesar
de sus habitantes, destinados todos a jamás conocer, de
verdad, el valor de aprender, supeditados nada más que a
los caprichos del rey y a las maldades de sus tres consejeros.
José Manuel Frías Sarmiento • Coordinador
Esa triste realidad motivó al gran mago para imaginar una
estrategia que le permitiera cambiar la vida, no solo de los
habitantes sino del reino en general. El sabio sabía que no
sería una tarea fácil, así que primero se dio a la tarea de
convencer a los consejeros del rey para que le permitieran
verlo; y, después, hacerle saber al monarca el gran daño
que estaban haciéndole a su pueblo y, de paso, a ellos
mismos por negarles y negarse a sí mismos la oportunidad
de aprender. Pero los consejeros, llenos de soberbia y de
ignorancia, no le permitieron ver al rey, alegando que se
encontraba muy ocupado con sus deberes y que debería
de explicarles primero a ellos cuáles eran sus planes para
enseñar a toda la población ese valor del cual hablaba y que
ellos jamás habían escuchado en ninguna parte del reino.
El mago les explicó la importancia y la forma en la que
193
haría que los habitantes aprendieran el valor de aprender
(pero no les dijo que esto lo iba a realizar apoyado por su
gran magia, la cual provenía del libro que siempre cargaba
consigo).
194
comenzaron a mirar con interés; les asombraba que de un
pequeño objeto el mago extrajera toda una gama de relatos
que les cautivaban, captaban su interés y despertaban su
emoción. Empezaron a sentir que algo debía de tener ese
libro del cual aquel sencillo mago sacaba y les leía relatos
tan emocionantes y con una cantidad y calidad asombrosa
de detalles. Ellos no lo sabían, pero aquí es donde entraba
la magia del libro, matizada con la elocuente lectura del
mago, quien logró que todos ellos se sintieran personajes
de sus historias, que se sintieran los personajes narrados y,
al vivir la ficción de lo contado, empezaran a comprender
lo que aprendían con gusto y con placer.
195
y urdieron un plan para asustar al rey y decirle que, por
culpa del mago, los súbditos se iban a rebelar en su contra,
y que lo mejor era traer al mago al palacio y castigarlo por
su osadía de rescatar para el pueblo el valor de aprender.
196
Así que, con todo y rabia, no tuvieron de otra más que
escuchar la historia. Abrió el mago su gran libro y comenzó
con su mágico relato. Después de algunos páginas leídas,
la magia empezó a hacer su efecto en todos los presentes,
quienes maravillados no daban crédito a lo que sucedía,
todos y cada uno de ellos se sentían parte de la historia;
la descripción de los paisajes era tan nítida y que casi
escuchaban de los sonidos narrados en la lectura del mago.
Su ser y su ilusión se llenaban con cada palabra y cada
párrafo leído por el mago aquel, venido de algún lejano
confín para despertarlos con su ejemplo y su sabiduría.
Extasiados por el mágico relato, todos lo escucharon, lo
vivieron y lo gozaron de principio a fin, y al igual que la
gente del reino, también el rey sintió el impulso de conocer
el valor de aprender.
197
como él, capaz de cambiar la vida de cualquier individuo
que le escuche y practique los saberes y los valores que la
lectura le descubrirá.
198
El caso del pedagogo
en coma profundo y
locuax
Luis Enrique Alcántar Valenzuela
La pedagogía…
…
aquel 9 de mayo de 2010 entró en crisis. La pedagogía
como ciencia y como filosofar profundo de las
acciones prácticas de enseñanza, fue ninguneada
por decir poco, sin exagerar la nota. Borrada en un
instante, de la faz de las ciencias por manos malignas,
cobardes y asesinas. ¡Qué cosas del destino humano!
Su objeto central: la misma formación del ser humano,
se abalanzó como búmeran quemante y paradójico en
contra de la vetusta ciencia durkhemiana. Así como el
león domado ataca/asesina al domador confiado. Puede
decirse con todas las letras, como aparece en los diarios a
ocho columnas: Se le Asesinó a la Pedagogía.
199
centro de la conversación. En menos de un pestañeo de
mujer bonita, recuperó de inmediato el primer turno
del habla: --Ya viste chava--l, mira que verso tan lindo
de este escritor/poeta chino. El siempre poeta reflexivo
de Casimiro expresaba lo anterior, con voz mimada. En
simultáneo, frunciendo sus delgados labios, sonreía y
a la vez metía su cabeza entre sus hombros, como una
tortuga lenta y arrugada. Según él, en un intento de ser
o para ser más enfático al momento de hablar. Mientras
tanto, en correspondencia con esa su danza. Con su mano
derecha, con pausado movimiento (que al parecer su
mano dominaba a la perfección) juntaba sus cinco dedos,
los abalanzaba con fuerza y rítmico movimiento para dar
más énfasis a lo que me quería decir.
200
de “guat”. Cargaba en esos instantes con una ingenuidad
poco característica en Casimiro. De inmediato preguntó
—¿Cómo anda la Pedagogía posmoderna, cabrón?, para
saber cómo chingados anda la Normal Superior—. En
menos que canta un gallo macho petacón le respondí: —La
Pedagogía posmoderna anda a la deriva, pinche Casimiro,
¿Qué no te das cuenta recabrón?, aún no te cae el veinte.
201
por las principales calles en el vil acelere. Sus ciudadanos
habían entrado en la crisis del dinero ausente. De ese negro
dinero, que tantos problemas ocasiona en el vivir diario. No
se diga cuando todo el marketing posmoderno se alínea
para presentarte, exigirte, emocionarte y venderte algo.
Bueno, pues esas crisis existenciales deprimentes que a
todo momento genera el marketing posmoderno, previo
a un festejo de esos típicos de los sinaloenses mexicanos.
Estaba ya presente en el ambiente físico y metafísico de
la ciudad. Esa crisis se traducía como, “… que quizás los
objetos/regalo ofrecidos por el mercado se terminarían…”,
como un trago gordo de algo light. Sí, así como cuando
uno se toma un raspado de vainilla con leche quemada, a
una temperatura a la sombra de 38 grados centígrados, se
va, se termina como la historia entre los dedos. Menciono
los 38 grados centígrados, ahí no más, para que vean lo que
es estar cerca del infierno. Más o menos por ahí iba la crisis
emocional/dineral que se asomaba esa tarde horneante
en Culiacán.
La pedagogía y la academia…
202
desnudada y acribillada a balazos, simbólicamente
hablando, en la persona de un académico de alto prestigio
entre la comunidad científica y los pedagogos de muchos
países. El hecho violento se concretó en contra del Dr. en
Educación Valerio Valen Ochiya. Al acribillar a balazos al
Dr. Valerio se le acribilló a la misma pedagogía, no hay
vuelta de hoja.
203
Arropó también a los muebles del aula, a los cables, a
los fierros, incluso a los monitores de plasma touch del
recinto escolar. El académico se concentró, sin mucha
prisa, en compilar sus triques. Sobre todo, ordenó sus
libros de literatura, poética de Borges, epistemología de
las Ciencias Cognitivas (¡ándele pues!) y Paradigmas de
Investigación Transdisciplinaria. En fin, esos materiales
bibliográficos que eran la perdición del Dr. Valerio, y con
los cuales intentaba enyerbar/seducir a sus discípulos para
que hicieran lo mismo con esta excelsa bibliografía. Los
jóvenes, al modo de ellos. Casi siempre lo tiraban a Lucas.
No se prendían, como los prende un chat en su móvil
con una piedrita (tradúzcase como sinónimo de: plebita,
morrita, chavita, entre otras acepciones populares). Las
cosas pues, así de claras con los estudiantes, qué le vamos
hacer. El Dr. Valerio, no quitaba el dedo de su pluma Parker.
Seguía taladrando con sus herramientas pedagógicas.
Era pues un estoico de la pedagogía y ciencias afines. No
cualquier soplido apestoso o problema lo paralizaba o
ponía a temblar.
El valor de aprender…
204
Pedagogía y violencia…
Los peritos en criminalística de la AFI/PGR, reportaron José Manuel Frías Sarmiento • Coordinador
que una bala ardiente entró por la parte frontal de la
cabeza del Dr. Valerio, con salida en la sien derecha. En
ese trayecto de arriba abajo, oblicuo recto, el plomo veloz
de paso le voló la verruga café ubicada encima de la ceja
derecha, misma que había heredado de su santa madre.
La segunda bala mortífera le hizo pedazos la punta de
su nariz griegaaguileña (la del pegue le decía su abuelo
Sabino, que en paz descanse). Su fuerza veloz alcanzó a
penetrar también los huesos frontales de su cabeza. Fue
algo increíble, algo milagroso, que todavía en esas horas
segundos siguiese con vida. Al ser auxiliado el Dr. Valerio,
por el Maik, atleta/intendente/veladuermes de la Normal
Superior y ya cuando los paramédicos de la Cruz Roja lo
trasladaron en la ambulancia a toda prisa: aún seguía
con vida. Eran evidentes sus movimientos oculares, su
205
nervioso pestañeo y los juegos rápidos de contracciones
de los músculos posteriores de sus muslos.
206
del norte de USA). El caso es que estuve presente (como
mosca parada en la pared –técnica etnográfica de primer
nivel) en esos momentos en que el Dr. Valerio, de forma
inverosímil, rompía con el coma profundo. Al fracturar el
Coma Profundo, el Dr. Valerio giraba con la rapidez de la
luz, en casi 180 grados su cabeza a ambos lados. En esos
giros demoniacos de su cabeza, es cuando empezaba a
fluir su habla lúcida y fragmentada. Armado con el móvil
smartphone Nokia de última generación, capturé audios
valiosos e imágenes nítidas de su cuerpo semidestrozado.
Ésa era mi tarea como médico etnógrafo, inscribir el
discurso del Dr. Valerio, para después, en esfuerzos
sostenidos de reconstrucción, revisión y autocorrección,
armar un texto más o menos lógico y claro ante los ojos
de los demás. Y ya, con ese texto coherente, intentar
activar el viejo Círculo Hermenéutico de la Comprensión
de los significados enterrados (o enredados) en esa madeja
discursiva. Me apena decirlo. Tengo que reconocerlo.
A pesar de mi alto entrenamiento en la metodología
etnográfica con el Dr. C. Geertz, aplicada a la medicina
clínica, no pude reconstruir un texto decente. Sólo
conseguí armar una especie de rompecabezas textual.
Pésimo documento, un tanto parecido a los documentos
que Monsiváis elaboraba cuando era escritor novel. José Manuel Frías Sarmiento • Coordinador
207
consideren desde un punto de vista cuerdo, que es o son
contradictorios. Déjense de cosas, les diría. Sitúense y
entiendan a la voz de un científico casi transitando al
mundo de los espíritus que aún desconocemos y que, por
costumbre, denominamos como muerte.
208
a este tema. Es lo que hay en nuestros cuerpos: Vida
y Aprendizaje. Aunque uno no lo quiera –mientras no
me suicide, eso es lo que hay. Para que buscarle más sal
al mar sabiendo que tiene un chingo. Son las vetustas
tesis biológico constructivistas defendidas por el viejo
sabio suizo Jean Piaget “…cuando dejan de activarse las
invariantes funcionales, que promueven la substancia de
nuestro ser biológico: Asimilación y Acomodación, el ser
humano deja de aprender/conocer. Entonces ha muerto”.
209
Napoleón—, sino Cándida) le acababa de arrimar una
pela/chinga de perro bailarín al Perico. No al pájaro, no
me malinterpreten. Mucho menos se vayan a confundir
con el llegue/pase de cocaína, que la vox populi culichi
ha bautizado como “perico”. Tranquilos en su lectura y
comprensión rápida. No, miren. Ubíquense bien. Ahí les
va.
210
que puede impulsarla como signo de la moda global), vista
como instrumento amenazador/disciplinador le metió
como 10 pajuelazos al pobre Perico, que lo dejó tirado en
el suelo de la ramada de tule seco. Ahí tirado en el piso
natural de tierra roja, el Perico lloraba y jalaba el moco
verdoso a más no poder. Al observarlo llorando y con
una marcas tipo cebra de color violáceo, generaba cierta
lástima y compasión. Ante la mirada asustadiza de sus
primos, la abuela Canucha todavía le dijo a su nieto: “esto
es, cabrón, para que aprendas a no agarrar lo ajeno, lo
que no es tuyo”. Aclaro, para que ustedes lo sepan, que el
pobre Perico, le había robado a la Güila Ibarra unos panes
cortadillos suculentos, de los cuales varios niños y sus
primos se beneficiaron. Pero dejémonos de digresiones.
No agarren monte pues.
211
rivereñas que compiten en productividad con el bledo y los
quelites. Porque se dan, hay Dios mío, a lo pendejo. Para
donde voltees te encuentras con esa flora peligrosa. Que
crecían al por mayor en las riveras y crecientes de los ríos
de Sinaloa.
Por poner las cosas tensas con su Amá, las doñas del pueblo
sostenían que se la pasaba de iguana vaqueta (de webón/
güebón pues), tras las sombras de aquel pequeño mango
manila que empezaba a dar los frutos veraniegos. Doña
Failo les decía a la pinches viejas mitoteras, “…no mujeres,
el niño está estudiando, eso me dice mijo, que sólo así se
El valor de aprender
212
Una tarde, de esos largos y calurosos veranos del pueblo,
con las últimas ciruelas jalapeñas y yoyomas cayendo
de los ciruelos, el niño/adolescente se quedó dormido
sobre su libro, forrado cuidadosamente con papel lustre
azul añil. Un libro de quinientas hojas que leía con tanto
esmero. Llegó su prima Rosy a su espacio privado (sombra
del mango manila y butaca de cartera dura mohosa,
rescatada del basurón del río), lo despertó y le dijo “…
Monito estás leyendo el libro de Mao Tse Tung, sobre la
guerra de guerrillas, ¿por qué no lees otra cosa más de
acuerdo a tu edad?...” El Monito se despertó en friega y
medio dormido, con mucho respeto le dijo a su prima —…
Rosy, mira lo importante, primero, es aprender a leer bien,
acostumbrarte a la lectura. Que los ojos sientan la carrilla,
el esfuerzo de dedicarle tiempo, eso es aprender ¿no? Y leo
a Mao, porque no tengo más que leer”.
213
y social de las familias (especialmente mamá y papá)
y en torno desafiante para los pequeños y jóvenes, es lo
realmente crucial para el aprendizaje durante toda la vida.
(www.eduardoandere.net, consulta en línea mayo 2017)…
214
Los mensajes perdidos
en el ciberespacio.
Posibilidades para la
creación
Luis Enrique Alcántar Valenzuela
C
uando de verdad me posé en uno de los tantos textos
y mensajes extraviados en el espacio virtual, me
sorprendí yo mismo. Fue cierto día, de tantos que
transcurren, medio insípidos e incoloros. En uno de esos
días me topé con un diálogo muy interesante.
muchas maneras.
216
"pendejadas", la comparto plenamente como ejercicio de
escritura y motivación para el texto literario. No sé si a veces
pienso, o más bien lo siento. Es claro que sin esas uniones
entre Sentir/Pensar/Sentir, no pudiese escribir nada. Unas
psicólogas (malas por cierto) dicen que son proyecciones
mías. Me digo "...que pinche descubrimiento...", son
proyecciones mías y a la vez no. Ese es el enredo. El
asunto de la escritura es mucho más intrincado de lo que
se piensa. O como también dice Z. Bauman, es mi mejor
forma de expresión/comunicación. No tengo otra.
217
Aprender a querer a
los alumnos
José Manuel Frías Sarmiento
H
ay tres quereres que nos marcan a los maestros,
aunque a los dos primeros no les den mucha
importancia los hacedores de los currículos
escolares, o si les importan de todas maneras no los
incorporan a los contenidos en los programas. El primero,
es querer a los padres; el segundo, a los hijos. Y el tercero,
al que en el discurso emergente se le intenta reivindicar,
es querer a los alumnos. Aquí, seguramente, habrá un
maestro de verdad que pensará: “cómo no vamos a
querer a los que forman nuestra familia más cercana”,
incluyendo, agregaría yo, a los alumnos, que, para un
verdadero maestro, vienen siendo como nuestros hijos.
Eso dirían los que son educadores y asumen a la educación
como un compromiso integral, en el que no caben los
dobleces ni las máscaras pedagógicas de las que nos habló
Eduardo Remedi, cuando decía que todos los profesores
inventaban una leyenda y se ponían una máscara al hablar
de la educación que ellos impartían.
219
preocupaban por el desarrollo de sus alumnos y por
sus problemas en los hogares. Eran profesionistas con
vergüenza profesional que sentían, además, el orgullo
de ser profesor. Es decir, les daba gusto que sus alumnos
aprendieran a leer y a escribir, a sumar y a multiplicar, a
repetir el nombre de los estados de la República Mexicana
y a cantar con alegría las estrofas del Himno Nacional. Les
alegraba enseñarles a bailar, a declamar y hacer piezas
de oratoria pueblerina. Pero también les apenaba que
sus alumnos fueran groseros y escribieran con faltas de
ortografía, pues sentían que su trabajo desmerecía con
la evidencia de un mal comportamiento social o una falla
en los saberes enseñados por él. Eran otros profesores, es
verdad, pero ¡qué lástima que los de hoy no se parezcan a
los de entonces, verdad! ¡Qué lástima, como lo dice León
Felipe, que no tengamos muchos maestros de tal porte
y calidad magisterial! ¡Qué lástima, sí, qué lástima, de
verdad!
220
conceda tres deseos: hacerte millonario, ser exitoso en lo
que hagas y que te quieran todos.
221
hoy se obliga a ejercer su labor educativa a los profesores.
Aprender a querer, implica pensar que los alumnos son lo
más importante en las escuelas. Sí, de verdad, tenemos
que convencernos de que ellos son lo más importante;
por encima de los directores, rectores o secretarios de
educación, porque sin alumnos los demás no tenemos
ningún sentido ni nada que hacer en las escuelas y, mucho
menos, en las amplias, cómodas y acondicionadas oficinas
de quienes mandan en la escala educativa de Sinaloa.
222
los otros con los cuales convivimos por ligas de parentesco
sanguíneo o familiar.
223
una página porque les da flojera leer más de lo, para
ellos, necesario. Tampoco son animadores culturales, ni
descubridores de los talentos estudiantiles. No hay cariño
y atención por lo que a sus alumnos les interesa y, por ello,
no les pueden ayudar a desarrollar esa inteligencia oculta
que espera el chispazo magisterial para eclosionar con
fuerza y creatividad. No pueden hacerlo, ni se esfuerzan
por intentarlo. Y no lo hacen porque no sienten cariño por
sus alumnos. Otra cosa fuera si aprendieran a quererlos.
Porque esa capacitación es la que nos hace falta: la que
nos ayude a querer a los que son motivo y razón de que
nosotros seamos y cobremos como profesores. Y otros,
con mayor sueldo, como administradores de la educación
que tampoco muchos de ellos parecen comprender ni
aquilatar en su justa y humana dimensión.
224
de reprobación, de indiferencia y desdén educativo que
asuelan hoy al sistema escolar del terruño en que vivimos.
Estadísticas que desaparecerían si aprendiéramos a querer
a los alumnos. Y a ese aprendizaje - enseñanza hay que
dedicarle tiempo y cariño, hasta construir las Situaciones
de Aprendizaje que nos permitan querer a los niños, que
son la esencia y el basamento de los hogares y de las
escuelas, y con ello, de la sociedad en la que cual vivimos.
225
Índice
Agradecimientos 5
Prólogo 7
La valentía de aprender 15
Ary Yazaanya Martínez Gutiérrez
Aprender duele 19
María Luisa Álvarez Piña
El valor de aprender 23
Alma Gabriela Báez Bartolini
227
Aprender es transformarse 35
Norma Patricia Campos Esquerra
Aprender a aprender,
para aprender a vivir juntos 57
Jesús Vidal Ponce
Aprendizaje y socialización:
más que formar, menos que reproducir 67
Erick Zorobabel Vargas Castro
Aprendizajes informales
en la docencia de primaria 161
Alfredo Zañudo Mariscal
El valor de aprender y
otros dislates complejos 177
Antonio Kitaoka Vizcarra
Diálogos lúdico-filosóficos
del pensamiento complejo 187
José Manuel Frías Sarmiento • Coordinador