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CaPttuto Ix CODIFICACION pr NAL ,xsscSDENTES: Fl Derecho penal a de reunir of el soe ‘We otras ramas, sintié la wesida lerpo de un cédigo la totali gus normas; no sdlo por la dispersién de ellas totalidad pign por 1a abundancia de leyes caidas en desuso,” =— El clima intelectual que se vivié en Buenos A; ge 1820, = la — de las ideas ilustrad. es reformistas trazados por las autorid: i de Rivadavia y de Manuel José Garcia, cacti epiecie asayos de codificacién, aunque ninguno llegase a cristalizar. Seguin testimonios de esos afios (1822), Guret Bellemare, ex magistrado francés de ideas liberales, presenté en piiblico un proyecto, cuyo texto se desconoce, que puede suponerse inspirado en el Cédigo Penal napoleénico. Otro antecedente que, sin tratarse de un cédigo, merece una menci6n por su relativa organicidad, fue el proyecto de ley sobre robos y hurtos (1825), elaborado por la Camara de Apelaciones, presidida por Manuel Antonio de Castro. Lo hizo, en vista de que no consideraba posible reformar aun “todo el cédigo criminal”. . En 1852, el director provisorio Urquiza designé las comi- siones encargadas de redactar los cédigos, entre ellos el penal. Dije en los extensos considerandos del decreto respectivo, que nuestro sistema juridico adolecia de leyes absolutamente inaplicables, como son casi todas las penales, las cuales con frecuencia sancionan pasieion’! de tal modo crueles o extravagantes, que los magistrados, para no incurrir en la infamia 0 en Ja ridiculez de ejecu- tarlas, legislan por si mismos, para cada caso; y lo arbi- 8 Aires a partir jas y liberales, y DERECHO PENAL NACIONAL 3a7 ha hecho, desde los remotos siglos en que tuvo origen, es sin duda la que se refiere a la materia criminal. La clasi- ficacion de los delitos, es hoy distinta y no pocas veces contraria, como son distintas y contrarias las necesidades y costumbres de épocas tan apartadas, no tanto por el tiempo, como por sus aspiraciones y tendencias., El mejo- ramiento en las costumbres, ha derogado en su mayor parte las penas que s6lo reyistran nuestros eédigos, como un testimonio de la dureza de los tiempos en que fueron dictados; y aun diversos medios de represién han cam- biado el mismo sistema de publicidad. La eleccién de Tejedor fue acertada. Miembro de la Aso- ciacién de Mayo, director de la biblioteca ptiblica de Buenos Aires, legislador, catedratico de Derecho criminal y mercantil de la Universidad de Buenos Aires, autor del Curso de Dere- cho criminal, dejé la cétedra para dedicarse de lleno a la redac- cién del proyecto, que acabé cuatro aiios después. La Parte Primera (general) comprende un titulo preli- minar y dos libros. El titulo preliminar divide las infraccio- nes a la ley penal, siguiendo al Cédigo francés, en tres clases: las mas graves, llamadas crimenes, y las mas leves, los delitos y contravenciones. Se reputan crimenes los que la ley castiga con penas aflictivas; delitos, los castigados con penas correc- cionales, y contravenciones, con penas de policia. El libro I abarea siete titulos, que tratan de la voluntad criminal y la consumacién del crimen: de la tentativa; de la culpa o imprudencia; de los autores principales; de los cém- plices; de los auxiliares o factores y de las personas civil- mente responsables. E] principio general que sirve de base para el castigo es —de acuerdo con la doctrina clasica— la intencién del sujeto; sdlo se castiga cuando hay intencién ° culpa. A no ser que resulte lo contrario de las circunstancias particulares de Ja causa, la voluntad criminal se presume. El libro II se ocupa del castigo en general. Consta de iete titulos que versan sobre las penas, cireunstancias exi- a tenuantes Y agravantes, y sobre la prescripcién. meee ‘ enas en corporales, privativas del honor y humi- Divide las eraniatia’, y mantiene entre las primeras a la de aaa 1 PN ces Jes fija Nmites maximo y minimo. El juez mt . Ni 4p Historia PEL Denecuo Ancentino 1 pe His MANUA! nararse de la pena legal vi racién. jongar 0 abe enperial) eaté dividida en dos libros. La gris erimenes y delitos privados y sus penas, , el primer “ye lox crimenes y delitos ptiblicos y sus penag a otra privados a los erimenes y delitos contra la vida, Ja, Ce iri; contra la honestidad, los matrimonios jje. ery contra el estado civil de las personas, contra las garan. tias individuales, las injurias y calumnias, y contra la pro. piedad. Son publicos los erfimenes y delitos contra la seguridad orden ptiblico, los peculiares a los empleados interior y el ia publicos, las falsedades, contra la religién y contra la salud M8 no puede seP 1, cambiar su clase, nj bre. pablica. Todo el articulado va acompafiado de extensas notas, en las que Tejedor sefiala su concordancia con antecedentes roma- nos, castellanos y patrios, y con los textos del Derecho cienti- fico de la época. Entre estos textos sobresale, como principal fuente, el Cédigo Penal de Baviera de 1813, redactado por Pablo Juan Anselmo von Feuerbach, Meses después de presentado el proyecto, el Congreso auto- rizé al poder ejecutivo a nombrar una comisién de abogados encargada de examinarlo “prolijamente”. La integraron —tras varios cambios— Sixto Villegas, Andrés Ugarriza y Juan Agustin Garcia (padre). Mientras la comisién desarrollaba sus tareas, sin esperar el resultado, una provincia tras otra sancionaron el proyecto de Tejedor como ley local, en uso de la facultad que les otorgaba el art. 108 de la Constitucién. La primera provincia en adop- tarlo fue La Rioja (1876). Le siguieron Buenos Aires, Entre Rios, San Juan, Corrientes, San Luis, Catamarca, Mendoza, Sante Fe, Salta y Tucumdan, en este orden. Jujuy y Santiago ee, pea pect’ aed el Derecho anterior. Fede- etend e | uenos Aires (1880), el Cédigo siguid giendo en ella por disposicién legal. tra tuvo la edicién del proyecto, que se lo con- gentino, y por i cae pricticamente por todo el foro ar- Hasta fue invocado anto susceptible de aplicacién inmediata. €n Juicio como principio de Derecho. . DERECHO PENAL NACIONAL pot DE VILLEGAS, Ucarriza y Garcia. 318. Tras doce afios de labor, la comisi¢ . ' . misién fo ilegas, Ugarriza y Garcia elevs sug conclusiones a ro uel D. Pizarro. al ministro El proyecto se caracteriza por: a) desechar la division de log delitos en ads 5 teat} b) suprimir la divisién en crimenes, deli . » del - cones, considerando a todos como delitos; ey entrees c) dividir las penas en generales nat i especial delitos, como los politicos; asset ae teste d) fijar un maximum y un minimum para d dejar su determinacién al juez, pean eee Cérdoba fue la tnica provincia que sancioné, con modifi- caciones, este proyecto, Publicos y pri- PRIMER CODIGO PENAL. 319. En 1881, el poder ejecutivo remitié al Congreso el proyecto para su sanci6n. +7, 7 Fue girado a la comisién de cédigos de la Camara de Diputados, que sdlo emitié su despacho en_1885, con la firma de Isafas Gil, Filemén Posse, Mariano Demaria, Bernardo Solveyra y Félix M. Gémez. El criterio_seguido por la comi- sién fue tomar como base el texto de Tejedor, “vigente en toda la repfblica por sancidn de las legislaturas provinciales” (afir- macién sélo parcialmente ee y hacorle las mo mane i jorarlo, tenient eset aa Pare penal de la capital, que la comisién wa tT sin ain: a) suprimié ja division tripartita de crimenes, delitos y S Hs ‘i ai tractacién_y reemplazé_la de —— a pena de ret cin_y_ree elimaing J penas_mas_severas de prisién_y peniten- en! vs 6 de las disposiciones sobre la responsabilidad latins rescind pe HistortA DEL Derecno ARGENTINO Manvab PE EN 350 f plecidé. penas maximas. aT cuando las cir, : id uez; ——- a) esta trmitian su graduacién por eee, Let mputo de Ia prisién_preventiva a los eter, ist , “a uso el col ¢) dispu tos . s Po ibro cerrado y aprobado por las cémaras de 1 yaar ‘Senadores en 1886, entré_en vigor a partir de] 1 Diputados y Sen’ de mara de rola hizo un exhaustivo andlisis del Cédig, ee es de su Exposicién y critica del Cédigg s tres voltimen osicl con Resumié la critica en los siguientes puntos: 19) que este Cédigo Penal no ha realizado el precepto de la Constitucién, de ser un cédigo nacional : fue cones. pido con el vicio originario del proyecto de Tejedor ; hecho como un cédigo para ser aplicado en la Jurisdiccisn ordinaria de la capital, y en las jurisdicciones Provincia. les, Ha dejado asi, subsistente otra legislacién penal, flotante, de origen inconstitucional si procede de las legis- laturas provinciales; de origen constitucional, pero oca- sionada a dudas y chocantes contradicciones, si procede del Congreso; 2%) la ausencia de concepcién metdédica en la distribucién de sus partes, y de correccién en sus deta- Iles; 3°) el mantenimiento de un sistema penal, de impo- sible cumplimiento, en la parte de las penas privativas de la libertad; 4°) el atraso respecto de instituciones nuevas, ya ensayadas, en otras partes, y que podrian experimen- tarse en nuestro pafs, como las leyes sobre reincidencia. libertad condicional, condena condicional, ete. ; 5°) el silen- cio del cédigo respecto de muchos hechos que deben pasar a la categoria de delitos, y que no tienen esta declaracién ni sancién alguna en otras leyes; 6°) el silencio respecto ri cuestiones de tanto interés juridico como las de Ja ‘uerza obligatoria de la ley penal con relacién al territorio. PROYECTOS DE REFORMA DE 1891 y 1906, 320. Las eriticas recibidas por el Cédigo determinaron que Pronto se iniciase e] , Proceso de 90, un decreto del presidente J; udrez C ai reforad, oni 14 tfo Amatilo Aisseeo elman, refrendado por el minis : cio Alcorta, nomb una comision formada por tres Derecuo PENAL NACIONAL tajados penalistas, alistado, oe para proyectar las modificaconsas eae Escuela Pos aa Golfo Rivarola-+-José-Nicolas Mationgg nnn Pete Roe ~ Los considerandos del decreto g ‘ falencias del Cédigo como de los ny por el Derecho penal, En_vez de simples Yeformas, In comisid nuevo codigo, que elev6 al poder ejecutivo en 1891, concord: do, articulo por articulo, con el proyecto de Tejedor, el Ciadigo vigente_y_las fuentes -extranjeras, y acompaiiads por a extensa exposicién de motiyos, . - —~ Distinguen al proyecto: e hacian eco, tanto de las ‘Uevos rumbos emprendidos —— % w_método més moderno que los seguidos hasta en- tonces ; Pp . vb) Presume la intencién_ criminal salvo circunstancias contrarias ; - _——¢) exime de responsabilidad por_enajenacién mental _y- embriaguez no culpable; ~~ d) regula minuciosamente la graduacién de la pena; e) computa la prisién preventiva a los efectos de la con- dena ; —_—. f) contempla la libertad condicional de los condenados a presidio y penitenciaria. . ~~El poder ejecutivo recomendé su sancién al Congreso. Pre-_ valecié en la comisién de cédigos de la Camara de Diputados la idea, no del dictado de un cédigo nuevo.sino de la_reforma del texto vigente. Asi se legs a Ja sancién de la ley 4189 (1903), que fue, como se dijo, “poner algo del vino nuevo en odres "WED OB Jes tropezaron con la dificultad de armonizar ta le sie reforma parcial, con un cidigo viejo, cuya parte —— + tia casi toda. general subsistia casi 100m sente el presidente Manuel Quin- Para spa) ja necesidad de unificar y modificar la tana declaré ag . procesal, mediante un decreto refrendado legislacién penal Pain V por el ministro misién compuesta por cinco jurisconsultos Nombré una So jiego Saavedra, Cornelio Moyano Gacitiia, (Rodolfo Rivarol, “Te nciseo Beazley) y un médico (José Norberto Pifiero ¥ of rsTonté pet DeRECHO ARGENTINO. AL Mant gn 1906 presents el nuevo proyeeto 4, 352 Maria Re cba In ex Libre empeiados : el pais cesidades 40 Tinado este tral mos Mejia): motivos aclaré: spiritu de prejuicios de escuela, nn te 7 que el proyecto consulte lag np. a las aspiraciones generales, herp, jciado y ¢ bajo, oa dies norma inic es siguientes: %) la unificacién, 4, ins Sn aoe fel decreto de 19 de diciembyr. second i Jas multiples leyes penales existentes en |, de 1004, aia adopeién de algunas instituciones mu aaroal cuya eficiencia para el castigo ola correccién est, abonada por la experiencia de las naciones que las han implantado, y la mejora de otras ya incorporadas a nues. tra legislacion ; 3°) la simplificacion del sistema penal, ds modo que pueda ser facilmente aplicado en la repiblica, dados sus elementos actuales; 4°) la insercion de algunas disposiciones tendien' posicion de tes a suplir vacios y deficiencias que se notan en el Cédigo tanto en la parte general como en la relativa a los delitos y sus penas; y 5°) la ordenacién en forma mas légica de las distintas materias que com- prenden dicho Cédigo. El proyecto, inspirado en el de 1891, fue bien recibido por la opinion publica, Los magistrados judiciales, los_profesores “universitarios, los autores de fama, la prensa, se manifestaron favorables a su inmediata sancién. Pero Juan P. Ran silfado por Ia comisién de legislacién penal de a CA Diputados, lo eritied por ecléctico y anacrénico, El Congress no se expidid. SEGUNDO C6DIGO PENAL, 821. — . Tras varios afios de inaccién codificadora, durante lo ACEI 2 aa cuales se dictaron leyes penales aisladas (7099, sobre **¥ ridad social; 90’ blancas), en 77, sobre cheques dolosos; y 9143, sobre trata adoptar somo Cog butado Rodolfo Moreno (hijo) propuse : digo Penal el elaborado en 1906, co ‘erie de modificaciones, edactado el pro Antonio de Tomaso vecto por Moreno, lo examnind prime“, y luego con los demas miembros DERECHO PENAL NACIONAL 353 comisin especial (Jerénimo del Barco, Delfor del Valle y Car- Jos Pradére), ademas de penalistas como Juli - vio Gonzilez Roura y Tomas Jofré. "0 Herrera, Oct Los criterios que sigue el proyecto estén indicados en su exposicién de motivo’ y son los siguientes: Senado Je introdujo algunas modifi mu) que el | ntimero de penas debe reducirse, porque es innecesario colocar en la ley enunciados que no seran cumplidos ; ——— + 2°) que debe tenderse a la individualizacién de la pena, en vista de que cada caso es diferente, debiendo estudiarse el hecho, sus circunstancias y el sujeto, para apreciar el peligro social que representa el delincuente; -8°) que conviene consignar penas eldsticas y dar a los jueces amplias facultades para que puedan aplicarlas_ 4°) que debe variarse el criterio de la responsabili- dad, sin engolfarse en los criterios tradicionales del libre albedrio ; 5°) que debe autorizarse la reclusién de los indivi- duos absueltos por razones personales cuando sean peli- grosos y hasta que cese la situacién de peligro; 6°) que la imputabilidad de los menores debe sujetar- se a reglas especiales, teniendo en cuenta e] porvenir de los mismos; 72) que la reincidencia debe ser motivo de especial -preocupacién, a fin de impedir en cuanto sea posible, la repeticién del delito por el mismo sujeto; 8°) que la gracia otorgada_a los penados, irrevocable- mente, después que cumplieron con buena conducta_una = a libertad _con- parte de la pena, debe reemplazarse ci dicional revocable; - oe ~—=99) que la_condena condicional es una institucién de todo punto necesaria; | a0) que la tentativa y la participacién criminal deben legislarse con _espiritu_nuevo, abandonando conceptos ve- fustos que dificultan la aplicacién de la ley. La Camara de Diputados lo aprobé a libro cerrado. El __ nes, entre ellas el res- fablecimiento de la pena de_muerte, que no compartié la_cé- a i nuevo Cédigo entré en vigencia el 29 de mara iniciadora. Eln OEIRO SF g jsronta DEL Denecno ARGENTINO Manual ps Hi 3A sy 1923 debid dictarse una ley. ete de errata, rit de 192° Fv. eres gramaticales. y_oscuridades, aor corres us SF jiggo marco e} punto culminante del pry. ws : Ee ne normas penales en un cuerpo org4. \ omplementarias y de reforma e leven ¢ rias leyes €0" nentariad ron en los anos aucesivos colocaron nueva } en un estado de dispersién normatiya, etaron nuevos proy cctos de eéidi- duardo Coll y E\ sebio Gore, 941); Isidoro as Lear ¥ Carlos ae + Sebastiin Soler 60); Jesiis BE Vietorica Sones (1951) 5 ne ve Ce, Conta te Porto. Rou vere (h.) y Alfredo Masi (1974), y Sebastian vel Ricard? y Eduardo Aguirre Obarrio (1979), Soler. Luis Carlos Cabral y ot a ico nic 4 reial que S¢ dicta co } Derecho penal nn 7 los de Jorge E BIBLIOGRAFIA. 322, La historia del Derecho penal nacional no fue inves- tigada en toda su extension. Faltan estudios generales. La pibliografia especial existente es, a su vez, escasa. Aspectos aislados trata R. LEVENE en la Historia (§ 235), IV, V, V1. Vill, IX y X. ‘Ademas se publicaron los siguientes estudios: JUAN P. Ramos, La evolucién de las ideas penales en la Argentina, Buenos Aires, 1929; FRANCISCO P. LAPLAZA, Las ideas penales de Alberdi en el “Fragmento preliminar al estudio del Dere- cho”, Buenos Aires, 1954; Los estudios penales en la Argen- tina (BSCJS, 67-68, 1938), y Derecho penal y criminologia CULE SNS EINA DE AMIGOS DE LA UNIvERsIDAD HE- —en Ba tren Balance de la Bibliografia Juridica Ar- NARIO, La vated in Aires, 1958); ALFREDO J. MOL yo de historia i m en los delitos contra el honor. Un enst- JUAN StLva me en Derecho penal, Buenos Aires, 1919: penal en la Univevatd Evolucién de la ensetanza del Derech? ysu continuacién. ar de Buenos Aires, Buenos Aires. 1943, 1957) ; A. Levacen ao ensefhanza del Derecho penal (RIHD, 8. Precodificado. Un capitulo de muerte en el Derecho argentt"? (RTHDRL, 23, 1972), de la historia de las ideas penal e la cuestig . . S08 trabajos, 7 creel se ocupa, en una serie de valior 8 GaRcfa Basato, entre ellos: Es" .

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