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LAS ZORRAS QUÉ NO SABIAN RESPETAR Y APRENDIERON A RESPETAR

AUTOR : HUGO LEOPOLDO ALBA PALOMINO

Objetivo del cuento

Orientar al lector como se da el respeto , que es la justicia y la educacion desde casa desde el punto de vista del valor
etico familiar

Había una vez un zorro que se llamaba, Nicolas . Él vivía en lo más alto de una montaña con sus nietas Josefina y
Margarita Nicolas. era un zorro excelente vecino y muy respetuoso con todos los animales de la montaña y por ello lo
apreciaban mucho. Pero sus nietas eran diferentes: no sabían lo que era el respeto hacia a los demás.

Nicolas siempre pedía disculpas por lo que ellas hacían. Cada vez que ellas salían a pasear, Josefina se burlaba de su
vecina y compañrera de salon Patricia la oveja cuando la veia le gritaba : 'Pero mira abuelo qué fea está esa oveja. Sí,
mira qué fea es', respondía Margarita delante de los otros animalitos. Y así se la pasaban molestando a los demás, todos
los días.

Un día, cansado el abuelo de la mala conducta de sus nietas (que por más que les enseñaba, no se corregían), se le
ocurrió algo para hacerlas entender y les dijo: 'Vamos a practicar un juego en el que cada una tendrá un cuaderno. En él
escribiréis la palabra disculpas, cada vez que le faltéis el respeto a alguien y se lo has pedir . Ganará la que escriba menos
esa palabra'.

'Está bien abuelo, juguemos', respondieron al mismo tiempo. Cuando Margarita le faltaba el respeto a alguien, Josefina
le recordaba el juego y hacía que escribiera en su cuaderno la palabra disculpas (porque así Margarita tendría más
palabras y perdería el juego).

De igual forma Margarita le recordaba a Josefina cuando le faltaba el respeto a alguien, Pasaron los días y

hartas de escribir y pedir disculpas , las dos se pusieron a conversar: '¿No sería mejor que ya no le faltemos

el respeto a la gente? Así ya no sería necesario pedir disculpas'.

Llegó el momento en que  Nicolas el zorro felicito a sus nietas ,sin gritarles , ni pegarles , solo con el

dialogo aprendieron a respetar a los demás, porque ya no tenían quejas de los vecinos

Ellas aprendieron una lección y recibieron su merecido, los vecinos obtuvieron justicia por que ellas ya no

molestaban a nadie, es mejor hablar a tiempo que lamentarse después.

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