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™ sD rclerandS- 2 Laura Briggs parentdik INTERAS. NORTE/SUR ristine Kovick Patty. Kelly ‘Yolanda Martinez-San Miguel y Frances Negrén-Muntaner Tras pasar buena parte del semestre sefialéndoles a los estudiantes la im- Portancia de analizar el titulo de un texto literario para desentrafar la com- Plejidad de sus significados, Frances tuvo que admitir que no sabia quién era Ana Veldford, ni si el titulo se referia al nombre de una persona real. Apropiadamente, la clase terminé con la promesa de que Frances averigua- ria la informacién solicitada, y ese mismo dfa se comunicé con Yolanda. Para huestro asombro, a pesar de haber lefdo docenas de articulos sobre la obra de Casal, e incluso tras haber escrito sobre el poema, ninguna de las dos sabia la respuesta. La falta de comentarios sobre el titulo de este texto contrasta significati- vamente con la ubictidad de este poema en una amplia gama de contextos. culturales, Desde Cuba, el escritor y director de cine Jestis Diaz incluy6 el Poema en una de las escenas més intensas de su pelicula Lejanta (1985). Se no est aqui el rincén de mi primera cafda, trata del momento en que los dos primos —Rey, quien permanecié en Cuba, nil silbido lacerante que marcaba las noches, y Ana, que se fue con su familia a vivir a los Estados Unidos— conversan Por eso siempre permaneceré al margen, | sobre sus destinos divergentes. Ana le recita a Rey las estrofas finales del una extrafa entre las piedras, poema mientras los dos miran el perfil de La Habana desde el techo del atin bajo el sol amable de este dia de verano, hogar familiar. En 1994, Ruth Behar y Juan Leon editaron dos voliimenes de como ya para siempre permaneceré extranjera, larevista Michigan Quarterly Review en los que se incluyé el poema de Casal, atin cuando regrese a la ciudad de mi infancia, ylaedicién de Behar en forma de libro —titulada Bridges to Cuba— comien- cargo esta marginalidad inmune a todos fos ae za con una traduccién del poema al inglés. Més recientemente, la escritora ee ee eee eee fra Lucia Portela utilizé uno de los versos como titulo de su coleccién de demasiado eae pie {cuentos Una extrafia entre las piedras (1999). : Gualquier otra cos f La historia impresa de “Para Ana Veldford” comenzé en 1976 con su LOURDES CASAL, Ppublicacién en Areito, revista editada en Estados Unidos por un grupo de “Para Ana Veldford” (1981)}4 b)ovenes cubanos. Se incluyé luego en la coleccién Palabras juntan revolucién, _ fi! primer libro de una cubana tesidente en Estados Unidos en recibir el pmo Casa de Las Américas bajo la categoria de poesia. Aunquese trata de relatos de misterio, todo empezé con una pregunta qug lin poema breve, del texto se recuerdan particularmente sus tiltimos cinco ene tenfa respuesta. Era el otofio del 2003. Nos 508, que conmovieron a muchos lectores por su critica a las construccio. = eaao erate “Para Ana Veldford”, un poem: de identidad basadas en oposiciones binarias: am 4 il cea de la literatura cubana, cubanoamericana eee oa por la activista exiliada Lourdes Casal. Durante lo que ae cusién comiin y corriente en clase, una de las estudiantes So eared : Diaz, hizo una pregunta engafiosamente simple: “ZQuién Bi reel er ecto endef dl pro én del poemta publicado en Areito en 1976 (reproducido aqui en la p. xx) y e! texto 961. Su estudio, en el futuro, seria interesante para analizar si resultan significa, Bien la reinterpretacisn de este poema En busca de la “Ana Veldford” de Lourde: , sexualidad y cubania ext Yolanda Martinez-San Miguel y Frances Negron-Muntaner A treinta aftas de la publicacién de este texto clave de la literatura cubana y cubsnoamericana. Pero Nueva York no fue la ciudad de mi infancia, no fue aqui que adquiti las primeras certidumbres, yoema que se publicé en Palabras juntan revolucién, porgy ea eae icaly i nde cada del poema, Es tambign To version que popu ésta es la version oficial y la mé: 187 168, Yolanda Morinx-San Miu yFances Neg Atntaner centre-cruzamientos. dake £82 marginalidad inmune a todos los retornos, a demasiado habanera para ser neoyorkina, demasiado neoyorkine pare cer Para Ana Veltfort aun volver a ger Pe ‘cualquier otra cosa (61) a rt—“—O—OOOO—_OsSCsSs ee iga cubana de ambas, siempreera fy escuchar a Anna Veltfort por “esta lato como cube. yes que era “esta gringa hablando cor Ha”. En més de un sentido, Veltfort er oe , fa el reverso de Casal, la ci a e , 1a cubana que mbién podfa hablar como gringa. No obstante, lahibridez de Veltfort a La musa y la poeta Tan pronto como la estudiante hizo su pregunta, formulamos la hipotesi de que Veltfort y Casal tendrian que haber sido amigas intimas, qui amantes, y que por eso el poema tenia un titulo en forma de dedicatot Finds alld de la lengua, para incluir sus multiples d i aa sobre la que muy pocos querian comentar. Ambas teorfas fueron desechay filesde su Alemania nativa hasta la ciudad de Rea a das répidamente después de hablar con la misma Veltfort y con otros alld} Einente su regreso y prolongada estancia en Manhattan. ee gados. En su lugar se reveld la fascinante historia de quién es la verdader: et . Las datos biogréficos basicos ins 5 intian contrastes sustanciales. Casal ‘Anna y qué fue lo que compartieron la musa y la poeta —asi como lo qu klscié en La Habana en 1938 y se exilié en los E: idoe en 1962, no comparifan. istados Unidos en 1962; eltfort nacié en 1945, é ; , poco después de la Segund: : ‘Aprendimos poco a poco que si bien de primera instancia parecia q 'gunda Guerra Mundial y emi- 6a Cubaen 1962. Tanto la madre de V E _ ‘eltfort comosi 6 Veltfort y Casal no podfan haber sido mas distintas, el texto de Casal ¥ Plemanes. Después de que se acabs la guerra, Anna Picea ee 471 12 Interstcios y entre-cruzamientos, Unidos con su madre, quien se casé con un estadounidense, Ted Veltfort. Su padre adoptivo habja sido soldado de las Brigadas Internacionales Abraham Lincoln en la guerra civil espaftola, por lo que Veltfort crecié tomo una “red diaper baby" (literalmente “bebé de pafiales rojos”, lo cual quiere decir que era hija de padres comunistas) cuya vida estuvo intimamente vinculida con larevoluci6n. ‘Aunque al principio se opuso a la revoltjcién, Casal se convirtié luego en una fuerza crucial en la reconciliacién de los cubanos residentes en la isla con los que radicaban en el exterior. Ademas de la publicaci6n de Areito (1974), Casal participé del “didlogo”, movimiento que incluys grupos como el Instituto de Estudios Cubanos, publicaciones como la Revista Nueva Gene- racién (década de los sesenta), asi como la legendaria Brigada Antonio Maceo, que organizé grupos de jévenes exiliados cubanos interesados en visitar Iaisla para formular su propia opini6n acerca de la revoluci6n. El objetivo de estos proyectos era que los jévenes exiliados cubanos lograran “reinjer- tarse de alguna forma en el proceso histérico de la revolucién” (Grupo Areito 1978: 10). Este interés estaba mediado por una resistencia a asimilar- sea lasociedad estadounidense, el rechazo de los valores mas conservadares de la comunidad cubana y por una identificacién con el discurso radical de la izquierda americana y de la revolucién cubana. Ted Veltfort sintié la misma identificacién politica que lo llevé a participar, momento, Anna sélo tenia dieciséis aftos. A pesar de las muchas diferenc en cuanto a sus trasfondos raciales, de clase y culturales, el cuerpo dg Lourdes, como el de Veltfort, narraba historias de miiltiples migraciones.’ Casal era de piel morena, pelo rizado y “ojos achinados”, lo que llev6, Jestis Diaz a decir que ”La mano de Lourdes es china, es negra, es blanca, ¢§ decir, es cubana” ("Homenaje a Lourdes Casal” 1981:7). El escritor Migugy Barnet también aludié a las diversas culturas que constitufan a Casal cus do la describié como “limpia y humilde, comosi los oréculos del J Ching yg Ifé hubieran preservado para ella las f6rmulas mas preciadas” ("Home je...”: 16). Como la misma Casal sugiere en su cuento “Los fundadorg ‘Alfonso’, donde alude al tréfico de trabajadores desde China al continents americano durante el siglo diecinueve, su cuerpo —como el de Veltfor era transcultural y transocednico.Al dedicarle este poema a Anna Veltf Casal reconocia la afinidad en medio de la diferencia, sugiriendo que ciel Veltfort, por su parle, tuvo poco que ver con su decisién de convertirse en revolucionaria. Con el estallido de la revolucién cubana, su padrastro 4 en la guerra civil espafola, y se mudé con su familia a La Habana. En aquel4 ‘Yolanda Martinez-San Miguel y Frances Negrén-Muntaner _ : , pe de estar ‘fuera de lugar Puede forjarse a través de experiencias S mae fazamiento muy distintas. En sus versos, esa dislocaci6n del exilio sa of 2 eee lugar “donde no existe casa alguna/en la que haya- lo nifios” (Casal 1981: 31). En este sentid i ‘ ; lo, pareciera que Casal titulé elpoema conel nombrede Anna porque aun cuandono eran amigas cerca- en las instancias en que compartieran, hablaron con frecuencia de cond én afi ae Senttse extranjeras vittualmente en cualquier lugar No el hecho de que Casal decidiera dedicarles ; : su texto a Vell de dedicarselo a tantos atros. cubanoamericanos ee ., _ con qui dislocacién similar, erga cs a padi interpretarse de varias rhaneras. A lo mejor, Ca- tendirle tributo a su fructifero dial < ere ana ee Veltfort o recono- 10 de identificacién ilustradi i cerlacompljdad es 7 lustrado por sus vivencias. quiso también consignar aquello i > jue habia silenciad consistentemente en sus escritos vis a idea ; ' y en su activismo politico: su sexuali lesbiana. Y si, segiin dijera su amigo Ricardo Diez, mae lectas de comenzar una orac menaj una de sus formas predi- aes mn era con la frase “Tengo una fantasia” (“Ho- mena" 25) une Puede fantasear también que esta dedicatoria a Veltfort méscara que involuntariamente ie \ evela la experiencia pata sufrida por Anna como lesbiana joven en La Habana, fe que, de acuerdo con algunos, la convirtié en una “leyenda lésbica” Una leyenda lésbica en La Habana pl cboervat las fotografias de Anna Veltfort durante las décadas de los sermla Y setenta, uno podria concluir que su reclamo de la condicion de esendaria reside oa cultivo peculiar de un estilo lésbico 0 en la rareza i ‘a gringa cubana en La Habana. Pero, pe se un ! - Pero, poco a poco, descubrimo: neaplcn a completamente inesperada, Ocurrié en 1967.Una Veltfort ide veintidés afios caminzba por el malecén c: iga de ic ‘on una amiga de la universi- : i cuando unos hombtes las invitaron a salir y pasar “un buen rato” a eltfort y su amiga rechazaron la oferta, ios hombres las sometie- Preunaserie de insultos homofébicos y luego las agredieron fisicamente. f Pol a intervino en el conflicto y los llevé a todos a un retén. Més tarde, pease foc a juicio, aunque nunca se tesolvi6, Después de varios aiios de ir con miedo, de descubrir quiénes eran i sus aliados y enemi : qui y enemigos, y tras [Palizar sus estudios universitarios en la Universidad de Le Habane fort finalmente obtuvo permiso para salir de Cuba y en el olofo de 197; btuvo permis. ‘ablecié en Nueva York. ° 73 474 interaticos y entre-cruzamientos, La experiencia de Veltfort fue a la vez nica y comiin. Comtin, pues a pesar de que fueron muchos los hombres y mujeres homosexuales que apo- yaron abiertamente la revolucién, el estado identified la homosexualidad como una de las “condiciones” que la revolucién trataria dé “purgar” del nuevo orden social, comenzando con las redadas masivas de 1961 en los vecindarios de La Habana, en busca de “pederastas, prostitutas y chulos”” (Bejel 2001: 97-99). Segiin se ha comentado ampliamehte, la culminacién de esta politica fue la organizacién de las UMAP o las Unidades Militares de Ayuda a la Produccién en 1965, que funcionaron como campos de trabajo forzado. En estos campamentos, las autoridgdes internaron a aquellos que consideraban “indeseables” o “antisociales”, incluyendo en estos rubros a los catélicos militantes, a los testigos de Jehové —cuyas creencias religiosas les impedian participar en el servicio militar— y a los homosexuales, a quienes se consideraba ineptos. De acuerdo con los funcionarios de estado, elobjetivo era transformar a estos grupos dispares en miembros “ producti- vos” de la sociedad, en linea con las ideologias patriarcales y revoluciona- rias, y con las expectativas laborales del estado. ‘Las razones que llevaron a que estas practicas estatales de coercién J contra los hombres homosexuales se institucionalizaran, remiten a 6rdenes q simbélicos, politicos y econémicos. Por un lado, el estado revolucionario represent6 "la Cuba burguesa” como un espacio de “penetracién” del capi tal estadounidense, que inclufa actividades econémicas “ilfcitas” como los juegos de azar, la droga y la prostitucién, y se adujo que estas actividades hacifan a la isla vulnerable a la manipulaci6n extranjera. Como se alegaba que algunos hombres recibfan “trato preferencial” en la contratacién de estas industrias, y como de hecho muchos turistas americanos vefan La Habana como un “parque de recreo sexual”, para algunos sectores los ho; mosexuales llegaron a encarnar literalmente la afemiriacién, los excesos yl corrupci6n del viejo régimen (Argitelles y Rich 1990: 449; Epps 1995: 238 Young, 1972: 210). ‘Asimismo, como los hombres gays (en referencia a los homosexualegg “pasivos”) eran considerados inherentemente afeminados y vinculados cay Jos Estados Unidos, se les percibia como incapaces de resistir la agresiGgg estadounidense, e incompatibles con la creacién del “hombre nuevo" se lo concibiera el Che Guevara. Por tanto, la atenci6n excesiva dirigida a log hombres homosexuales se relacionaba con una economia simbolica tant nacional como transnacional, en la que el estado cubano intent6 suprimit visibilidad gay en el extranjeroa fin de promover “una imagen agresivady f contra los homosexuales dismint definir, excluir, purgar, humillar E Este poder se utilizé no sdl Piiblica “gay”, enescuelas, universidades y or; g tucionalizada en Cuba se ha re flono estuvo completamente aislada a hs lena Martinez-Sen Miguel y Frances Negrén-Muntaner la masculini —— oa Para ppder combatir el imperialismo eficazmen. i : 211). Por otro lado, Ia transformaci ; a P , ‘acién de los mi fee ae politica estatal contra los homosexuales mani ia de los discursos estadounide: def nse, cubano éti i nan esa prefrencia sexual como una enfermedad un pecadoy wave MN, Tes in id ii ior ; ao ®-respertivarente La adopcién por parte del liderato revolucion cio tn ag otiones estalinistas sobre la homosexualidad transfortné la mis a ae dela masculinidad y el estado” (Epps 1995: 238), A anaes facilidad con que muchos cubanos apoyaron estas politi Coa rantuviton indiferentes— sugiere cémo las opiniones hegemé- sae exvalitad todavia se fundamentaban en discursos catelices ee aaa homof6bicos que no fueron problematizados por el proc: 7 aoe ma I contrario, el nuevo liderato aprovechd estos Prejuiciosya comune aes los reclamos de sujetos subalternos —como ies aoa nosexuales Y los jdvenes— al mismo tiempo que se controla- baa nce grupos een anti-revolucionarios. Al final, las pternacional y las dise i ‘ Protest | y msiones internas lo, ae i de trabajo forzado se cerraran en 1967. Elestado. mses ‘on e50 gradual de “rectificacin” fas eso grad jue catal “error” — més drasticas del gobierno y la omar ee iin embargo, : 80, a pesar de que las persecuciones mas drésticas y visibles tuyeron, el estado atin conservé el poder de hillary marginar alos gays no conforinistas. nila no ah tae ‘onteolae Ja formacin de una esfera én para limitar el empleo de ali Igunas personas ‘ganizaciones culturales, La represi6n insti- ;presentado tradicionalm Fest rente como wt criminaliza an le de la del resto del conti i rans prod, por lo ie epi erie un cone sin ra ieBara entender la experiencia de Veltfort, uso desputed el periodade McCarthy, en los Estados Unidos la homo- ene ida como una “conducta desordenada” y como ame- al, al punto de que se ha observado que la “ansiedad politica 478 176 Intersticios y entre-cruzamientos x ‘Slanda Martinez-San Miguel y Frances Ne norteamericana se expresa en los mismos términos sociosexuales que la cubana” (Epps 1995: 240). En el contexto de Latinoamérica y el Caribe, du- rante la década de 1970, Cuba utiliz6 las mismas practicas de ctiminaliza- cién o medicalizaci6n de la homosexualidad que encontramos en paises como Chile, Puerto Rico y Brasil (Bejel 2001: 106; Lumsden 1996:80;Crespo- 4 los exiliados que se identifical Kebler 2003: 208). Estos puntos de contacto en cuanto a las practicas oficia- les nos permiten abordar la represiGn legal, gubernamental e institucional concebida en un sistema més amplio que usa la alteridad sexual como un pretexto para privilegiar la nacionalidad heteronormhativa por encima de otras categorias de sujeto (Quiroga 2000: 118). Si bien la experiencia de Veltfort con las autoridades cubanas fue la experiencia de muchos, ésta representa 4 la vez una instancia poco comtin, pues involucra a mujeres lesbianas y no a hombres homosexuales. A pesar de que las lesbianas tam- bién sufrieron actos de persecucién en Cuba —como loevidencia, por ejem- plo, el caso de la dramaturga Ana Maria Sim6— y de que el lesbianismo fle “considerado como una afrenta tan seria ala llamada moralidad revolucio- naria como la homosexualidad masculina” (Young 1981: 72), las politicas homofébicas afectaron a muchos mas hombres que mujeres. Como han apuntado Argiielles y Rich, “los homosexuales varones fue~ ron reclutados para los campamentos, mientras que las lesbianas, por su relativa invisibilidad y el sexismo que impone un trato diferente alas muje- res, no fueron afectadas” (448). En esta coyuntura més espectfica, la dedica~ 4 toria de Casal a Veltfort suscita preguntas atin més urgentes. Pues, por qué Lourdes Casal, una mujer comprometida incondicionalmente con la evolu} ciép cuband, aludié a Veltfort, quien, a pesar de ser revolucionaria pertene? 4 cfa.aun grupo que habia sido objeto de persecucién estatal? {Por qué Casal) 3 cuyo lesbianismo era aparentemente de conocimiento general, pero quiet g nunca reclamé esa identidad como parte de su agenda politica, dedicé sifg poema mas importante a una mujer que se hizo famosa precisamente por lesbiana? Algunos estudiosos han planteado al menos dos razones princi pales por las que Casal nunca revel6 puiblicamente su identificacién sexual ni criticé la persecucién estatal de las lesbianas y homosexuales en Cubs Primero, porque no queria darles més municiones a los que se oponianald revolucién “para atacar a Cuba”, En este respecto, Casal compartia’ opinién de otros homosexuales y lesbianas de izquierda radicados fuel de Cuba, quienes planteaban que “los gays cubanos y los amigos de Cub fueta de la isla que quieran criticar a Cuba deben hacerlo ‘dentro de'f ' revolucién’ para no ayudar al enemigo, el imperialismo estadounidenséj] 0 ciendo y publi Eneste ‘sentido, nose wal” en Cuba o ent Muchos fueron perseguidos, sin duda, por “tere &sa Ro se alegaba como la raz6n principal) mientras que otros tu bastante directas de que a nadie se le permitio 4 un grupo privilegiado se le mo tiempo, la invisibilidad del ral ientos que era maricéi Permiti6 serlo sin problema” (2003). Al mies Laausencia de una dis ‘ ina discusi6n abiert i py? elocuente de la indiferencia, aye i ianismo, o lo que Vict Bel discurso nacional y \d de Casal es ejem- Mencia, ignorancia y/u hostilidad oficial hacia ‘owler ha descrito como la omnipresencia viril politico cubano (1998a: 5-6).Como es de sup viril oner, 17 478 Interstkios y envecruzamienton ‘Yolanda Mertinez-San Miguel y Fronces Negrén-Muntaner cubano influyente Y uno de los fundador: a » y tes de Casa de las Améri — ewe Fidel Castro envié la corona que orld su eee be ne ae de su muerte el 3 de febrero de 1981, Cait ra = finitivamente, tal como ella lo habia querido.La atin‘. : eltfort cifrada en su dislo ' . = I caci6n cultural y su hibri Pre una “extrafta entre las piedras’— contrasta signi ee - ente a genes oo lerbanas en la revolucién cubana. Sihaber testo nunca, aunque viviendo un secreto por todos Seo Sesame ua pbin pet etnana = 5, la consideraba “1 _ inquietda residenie en Nueva York. Por su vee lesbiana por el estado e incay las narrativas de la década del noventa estén todavia lidigndo con esta marginalidad ambivalente de la experiencia lesbiana en los imaginarios cubano, latinoamericano y latino. Por ejemplo, la novela de la gubanoameri- cana Achy Obejas, Memory Mambo, explora la relacién antagénica entre la identidad nacional y la sexual como uno de los elementos catalizadbres en la crisis de la relaci6n entre sus personajes Juani y Gina. Victor Fowler también afirma que en “Cinco ventanas del mismo lado”, Sonia Rivera- Valdés representa simbdlicamente la relacién politica entre Cuba y los Esta- dos Unidos por medio de la relacién familiar /romédntica entre Mayté y Laura. Fowler alude implicitamente al silenciamiento de la homosexualidad cuba- na al representar a Laura como una cubana de la isla que se niega a verbalizar su relacién sexual 0 alectiva con Mayté, su prima tesidente en Nueva York (2004). Por tanto, puede decirse que si la homosexualidad es una identidad reprimida en el discurso revolucionario, el lesbianismo es una identidad invisible o desplazada que atin no funda su propia condi- tuna vida relativamente anénima, excepto por su carrera como disefiadora \ «i cc Brafica e ilustradora de libros. Pero fue precisamente esa ‘gringa cubana’ . cul ue opt6 pot permanecer en silencio y no regresar a vivir alaCuba queatin cign de posibilidad. La obra literaria de Casal también carga con este silencio. Aunque no ama, laque lego asimnifinn wn) era un secreto entre sus amigos y colaboradores que Casal era “tortillera”, | Pooma a Anna Veltfort fae el rconecia ny cisel Ash dedicarleeste en sit literatura el momento més cercano a una sensibilidad lésbica es su fuera voluntario— que Casal les lopoane nyo —aunque ro slectores para revelarlessusexua- personaje Leonor, a quien describe como “marimacho y rebelde” enel relate I lidad, “Los fundadores: Alonso”. Y aun en ese caso, el texto sdlo le permite a Leonor expresar su inconformidad incorporandola a la lucha de la guerra de independencia, en donde alcanza el rango de teniente y se la representa bebiendo con el mismo abandono atribuido a los hombres. Lo que nohay en: ese relato es una representacién textual explicita de deseo Iésbico; en sit lugar se alude al deseo de ser revolucionaria, el cual se codifica en términos: transgenéricos. Otro posible obstéculo para la creaci6n de una Casal gaye la esfera piiblica y literaria puede haber sido el catolicismo. Sin embargs) esta evasién, por parte de una mujer que enfrenté tanta hostilidad que lleg a recibir amenazas de muerte como resultado de sus posturas politicas que, a menudo, fue descrita como audaz —“atrevida” en la apreciacion 4&4 Dolores Prida—sugiere que la supresiGn de su sexualidad fueel precio quay tuvo que pagar para poder reconectarse con Cuba. Solo asf logr6 Casal se reconocida como una “persona” por el gobierno cubano y ser considerad como una intelectual ptiblica revolucionaria. En este sentido, el triunfo pas Iitico de Casal en los términos en que ella se lo plantes fue rotundo. Privilts giada como pocos, Lourdes fue enterrada en el Pantedn de los Emigradg Revolucionarios de La Habana; Roberto Fernandez Retamar, intelectii Entrevista con Anna Veltfort? Frances Negrén-Muntaner: Hay naciste? . — ae comes He ie madre, Leonore Valeton, Fever ios 30 kidmetros de Frankfurt Donel gue enlcsps ura cera toe Da lasted sc ana ree mcs un poco de confusién acerca de tworigen. ¢Dénde PTranscripcion de Hanscripcién de Kairos Lloberas y traduccién del i inglés de Katerina Seligmann, 179 Inlerstcios y entre-cruzamientos se qued6 por seis semanas... y yo nacf como esultado de esa estadia. Yolanda Martinez-San Miguel: ¢Cémo terminaste viviendo en los Estados Unidos? AV: Yo vivia en Darmstadt con mi madre y visitaba mucho a mi abuela paterna, y de vez en cuando vefa a mi padre desde lejos. Cando yo tenia cinco afas, mi madre trabajaba de maestra de primaria, y después entréen un programa que patrocinaba la Unién Americana de Libertades Civiles (ACLU). Ellos querfan traer maestros alemanes jSvenes a los Estados Unidos para educarlos en cuanto a la democracia. Como mi madre siempre habia sido una criatura poco convencional, se sentia reprimida en Europa y que- rfa dejar atras la miseria de la Alemania de la posguerra, el caos y el hambre. ‘Asf que vino a los Estados Unidos en este viaje organizado por la ACLU Y descubrié América mientras yo vivia con mi abuela en su castillo por el verano. Leonore ansiaba regresar a los EUA para quedarse. Le tomé dos afios resolverlo todo, y entonces emigramos. Yo tenia siete afios cuando Tegué a Nueva York de la manera clésica, en un barco. YMS: :Asf que tt madre vino a Nueva York a través de la ACLU? . AV: Sélo cuando vino en 1950. Ella regresé a Alemania y me dijo: ”{Sa- bes qué? Nos vamos a los Estados Unidos”. Yo estaba horrorizada. “ ;Qué? {Me llevas ala tierra de los soldados americanos?” Porque para una nifiade ‘Alemania occidental eso eran los americanos. Ellos eran lds soldados ex- tranjeros que vefamos en las calles. Pero lo hicimos, ella y yo. 4 Después de un corto tiempo en Nueva York, nos quedamos con familias de amigos emigrantes, y luego con otros en Washington D.C. y en West Virginia. Poco después ella me mand6 a Chicagoa vivir con su mejor amiga de Alemania, una judia que habfa escapado con su familia antes de la gues rra. Mientras tanto, mi madre intent6 reorganizar su vida, y al final deli verano me fue a buscar y nos fuimos a California con un novio que habiat “adquirido” por el camino, un americano. aa FNM: ,Quién era el “americano”? 4 AV: Un hombre odioso. Cuando llegamos a California, ella se deshizg de ese novio, afortunadamente, y més tarde conocié a otra persona, Tes Veltfort. Eso fue en 1954. De alli viene mi apellido. Ted Veltfort me adop! y nos llevé por un rumbo muy diferente. Lenore pensaba que veniaa Amég rica para dejar atrés la guerra y quizds vivir una vida suburbana tranqui Ia, con hijos y con un jardin, Pues tuvo hijos y un jardin por un tiemp pero sucedié que Ted era un americano que se habia radicalizado en’ universidad. El era un comunista que fuc parte de la Brigada Abrahafij tar. E: ici : aa Hevaba a que se hicieran inspecciones de se, , acualquier persona identificada como “1 guitas de su primer matrimonio. Ellas viv f las ideas politicas de Ted y por la guerra frfa, vida del suefio americano que ella esperaba. E p evolucion cubana y para Ted esto fue el renaci bia sobrevivido a la guerra en Espatia cuando Bi ¢n Espafia cuan: fos sean pequefios. Nos mudamos a Cuba.” Mi m Bios en La Habana en esa época: : petopa occidental. Era ura escena tinica, Hab ‘Yolpnda Marines-Gan Miguel y Frances Negrén-Muntaner Lincoln, organi Ff ae greznizadp pare combatir a Franco y el fascismo en el 38. No Da puerra carga sine que manejaba una ambulancia. Cuando regres6 de eee © ave Para su familia anglosajona, blanca y protestante VArntes se hae ote un Pecado imperdonable: se cas6 con una judia Ee casado con una judia y ahora se habfa convertido en co. remote Dan Oveia negra de su familia y por eso lo aislaron permanent ae es oe 7 afios de McCarthy. A Ted lo pusieron en después por ser un “rojo” en ies re a) a FNM: Ya qué sededicaba 61? AV: El habia estudiado in; lo conocié, vivia de arre podfa encontrar trabajo. Phillips, en Espafia, y igenierfa electronica. Pero cuando mi madre glar los radios a la gente en su garaje, Se Cuando sfencontraba uno, : Proyecto grande que casi siempre Porque no como por ejemplo en era un contrato mili- ae guridad, y despedian io”. FNM: Cuando ellos sz ‘conocieron, jél estaba casado? AV: No, él se habfa divorciado cinco afios antes. Tenfa dos hijas chi fe fan con su madre. En fin, que por Leonore no pudo tener la enero de 1959, triunfé la ‘imiento de sus suefios. Ha- fantos otros fueron asesit para él, esto era la continuacié; i a hora, e mn del mi FNM: ;Cudlldirias tiique era ese sueito? ae AV: La biisqueda dela \edia hermana era diez los més joven que yo; edio hermar e afios y medio més jov. joven que yo; mi medio hermano, doce afi 1edio més jo en, . ENM: ;Cudndo liegaste a Cuba? AV:EI28 de febrero de 1962. Habfa una comunidad pequefta de expat ria norteamericanos, sudamericanos, gente de la : fa todo tipo de personas pecu- Trotsky, tipo obrero-socialistas, personas como Ted de Sto inclufa alguna gente muy rara que vivia en una seguidores de Trotsky, rigada Lincoln. 481 Intersticos y entre-cruzamientos 7 landa Martinez-San Miguel y Frances Negrén-Muntaner met/en problemas desde el nebulosa, y que pensaba que la aventura revoluicionaria curarfa sus males y atencién a I le traeria emoci6n a sus vidas. Y habia muchos idealistas y softadores. FNM: ;Cémo se adapts tu familia a este nuevo lugar? AV: Al principio nos alojaron en el Hotel Vedado, no muy lejos del Habana Libre, mientras esperébamos que nos asignaran un apartamento. Pasamos unos meses alli. A Ted lo contrataron para trabajar en JUCEPLAN, la “Junta Central de Planificacién”, en ese momento bajo la direccién del Che Guevara. FNM: En qué consistia exactamente su trabajo? AV: Ted estudi6 fisica y economia, y era licenciado en ingenierfa elec- trénica. Yo tengo que confesar que no sé muy bien lo que hacia, pero asistia a muchas reuniones. Esto duré comoun afio, yo creo. Después consigui6 un trabajo ensefiando fisica en la Universidad de La Habana, que también te- nia su racion de politicas de oficina... YMS: {Cémo te sentias vioiendo en Cuba? ‘AV: Bueno, yo tenia dieciséis aftos cuando llegamos. Era una adoles- cente ingenua... Una semana después de llegar, mi madre me informé que era hora de encontrarme una escuela. Me llevé al Instituto Pre-Universitario del Vedado y me matricul6. Yo estaba muy emocionada coh la revoluci6r: Pero también estaba muy atemorizada por ser la nifia nueva, otra vez, dé a AV: Sti, me identific: , aba mucho. Px . forma organi: ero no estaba invol an ra ae es hice miembro ni fui invitada. oe wade Politica fuera de recibir la ‘ar anin- FEU, la Federacién di i ibir la membresfa automatic estar le Estudiantes de La Escuela de Letras, ae FNM: {Te acuerdas de lealguna experienci i ‘un momento epifiinico en el que. as becca donde te sentistediferen- laste algo i tet pt algo importante sobre tu identidad? L uno de oe ma nee un momento cuando no me sntiera diferente a en que vivia. Yo era una extranjera permanente apes e fente. Pero uerdo primero, al pensar en Cuba en Primer afio allf que me sentfa atraida tantas formas. ENM: gHablabas algo de espaiiol? AV: En California yo habia tomado clases de espafiol mientras asistfa laescuela intermedia. Podfa conjugar bastantes verbos mas o menos bien... I nota més alta que sacaba en la escuela era B+. Pero yo habia tenido qu der inglés a los siete afios, entonces habia experimentado esto antes vir de alguna fo muy dificil. Ad@ ibros. Este era’ ae