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Derecho Procesal
Derecho Procesal
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El derecho procesal es el conjunto de normas que regulan el proceso judicial, es
decir, que regula los requisitos, el desarrollo y los efectos del proceso.
El derecho procesal es una rama del derecho público que incluye al conjunto de
actos mediante los que se constituye, desarrolla y determina la relación jurídica que
se establece entre el juzgador, las partes y las demás personas intervinientes. Dicha
relación jurídica tiene como finalidad dar solución al litigio planteado por las partes,
a través de una decisión del juzgador basada en los hechos afirmados y probados, y
en el derecho aplicable.
Concepto[editar]
El objeto del derecho procesal es el proceso judicial. El proceso judicial es a su vez
una de las soluciones posibles para dirimir conflictos con relevancia jurídica.
Cuando se produce una violación de los preceptos establecidos por la ley (cuando
hay una insatisfacción jurídica, una discordancia entre la ley y lo que sucede), debe
buscarse un medio para solucionar y cesar el conflicto. Son posibles al menos tres
soluciones: la autotutela, la autocomposición y el proceso mismo.1
“El derecho procesal puede definirse como la rama del derecho público que
estudia el conjunto de normas y principios que regulan la función jurisdiccional
del Estado en todos sus aspectos y que por tanto fijan el procedimiento que se ha
de seguir para obtener la actuación del derecho positivo en los casos concretos, y
que determinan las personas que deben someterse a la jurisdicción del Estado y
los funcionarios encargados de ejercerla”.2
El Derecho Procesal es una rama de la ciencia del derecho que estudia las
atribuciones, competencia, funcionamiento y organización de los tribunales de
justicia, además de las normas de procedimiento que deben ser utilizadas por las
personas en el planteamiento de sus pretensiones y contra pretensiones ante los
órganos jurisdiccionales.5
Denominaciones[editar]
A lo largo de la historia del derecho, el derecho procesal —aun siendo una rama del
derecho «joven»— ha recibido distintas denominaciones e incluso ha variado su
contenido. Hasta el siglo XVIII en la mayoría de los países de derecho continental
europeo (principalmente los latinos), su contenido era el de la mera práctica
jurisdiccional. Se la denominó práctica judicial, práctica civil o practis iudicium.6 En el
siglo XIX se sustituye el término “práctica” por procedimiento, y el método de la
materia describe al proceso y examina el alcance de sus disposiciones. Ya en esta
época Chiovenda la llamó derecho procesal.6
Luego surgen otras formas de denominarlo. Por ejemplo, en la doctrina francesa —
respecto del derecho procesal civil— era común la denominación droit judiciaire
prive, mientras que en la doctrina española lo era el vocablo derecho jurisdiccional.
Pero estos términos no son coincidentes en cuanto al contenido que abarcan. La
primera se refiere a la concepción tradicional que se refería al derecho judicial,
mientras que la segunda es más amplia que la primera, abarcando además del
derecho procesal propiamente dicho, la organización de los tribunales.6
La doctrina alemana prefirió el término prozess frente a procedur. La escuela italiana,
desde el siglo XII al XVIII se refirió a la materia con el término iudizio, y en el siglo XIX
—por influencia francesa— lo sustituyó por procedura, y finalmente en el siglo XX —
por influencia alemana— fue sustituido por diritto procesuale.6
Conceptos implicados[editar]
El derecho procesal se estructura en torno a tres conceptos básicos:
Auto de radicación
Declaración preparatoria
Auto de plazo Constitucional
Instrucción[editar]
Sentencia
Segunda instancia
Ejecución
Etapas de procesos no penales
Expositiva, postulatorias o polémica Demandas, contestaciones,
reconvenciones(contra demanda)
Probatoria o demostrativa
Alegatos
Primera instancia
Sentencia
Segunda Instancia
Ejecución procesal
Características[editar]
El derecho procesal se considera una rama de derecho público, único, instrumental y
autónoma.
Es de derecho público, ya que regula la intervención, organización y competencia del
Estado en el proceso cuando interviene por medio de los Tribunales. Asimismo tiene
el carácter de publicidad debido a que es un derecho que no se ocupa de regular
directamente los intereses de los particulares sino los intereses generales de la
comunidad.79
Es un derecho de carácter instrumental, ya que no constituye un fin en sí mismo sino
que sirve como medio o instrumento para hacer valer el derecho
sustantivo mediante pretensiones procesales.7 Este carácter instrumental (también
llamado «formal» o «adjetivo») es el que lo diferencia de otras ramas del derecho
positivo; instrumentalidad que consiste en estar integrado por normas que regulan
el proceso jurisdiccional, medio a través del cual se busca eliminar la insatisfacción
jurídica y así asegurar la efectividad de los derechos «materiales» o «sustantivos».10
Es decir, que si bien puede haber derecho sustantivo sin que exista regulación
procesal, en cambio, no tiene sentido concebir la idea de un derecho compuesto
únicamente de normas procesales.79
Es una rama autónoma pues no está subordinada conceptualmente a ningún área
del derecho (civil, mercantil, etc.). Esta autonomía se debe a que, si bien a mediados
del siglo XIX no era más que un apéndice de los derechos sustanciales, hoy en día es
toda una rama autónoma, ya que de acuerdo al grado de desarrollo de la disciplina,
posee conceptos propios (como el de «debido proceso», «jurisdicción» o la «cosa
juzgada») e instituciones propias, y también posee principios propios, los
llamados principios del derecho procesal.7911
El derecho procesal se caracteriza también por su unidad: no hay un derecho
procesal por cada derecho sustantivo sino que hay un único derecho procesal.
Gracias a esta unidad, es posible aplicar a todo proceso principios, instituciones y
conceptos del derecho procesal a cualquier tipo de proceso sin importar que su
objeto esté vinculado a un derecho sustantivo determinado (como el derecho civil,
penal, laboral, etc.). Esta unidad no significa que, por ejemplo, se sigan los mismos
procedimientos en un proceso en el que se tramita un divorcio que en otro que se
condene al cumplimiento de un contrato, sino que lo que se establece es la
existencia de algunas normativas especiales en determinadas materias, en el marco
de un único derecho procesal.79
Si bien algún sector de la doctrina habla de una característica «formal» del derecho
procesal como la regulación de la forma de la actividad jurisdiccional del Estado y el
cumplimiento de ciertos requisitos o formalidades para que sea procedente una
cualquiera actuación judicial, algunas de estas normas en sí no constituyen o están
en la frontera de lo que es derecho procesal, siendo en algunos casos decisión
constitucional o de derecho administrativo.12
Principios procesales[editar]
Artículo principal: Principios del derecho procesal
Los principios del derecho son reglas generales que, a pesar de que formalmente no
han sido integrados en el ordenamiento jurídico, se entiende que forman parte de
este, porque sirven de fundamento a otros enunciados normativos particulares, o
bien recogen de forma abstracta el contenido de un grupo de ellos. Así, los principios
del derecho procesal son criterios generales a partir de los cuales el legislador va a
concretar luego en numerosas disposiciones específicas la regulación del proceso y el
proceder de sus sujetos.18 En este sentido, Couture mencionaba que «toda ley
procesal, todo texto particular que regula un trámite del proceso, es, en primer
término, el desenvolvimiento de un principio procesal (...)».1819
Los principios procesales se caracterizan por presentarse en forma complementaria y
en forma bifrontal. La complementariedad significa que los principios no se dan de
forma aislada, sino que muy a menudo se presentan en grupo. Por ejemplo, del
principio de igualdad en un proceso contencioso se derivan otros como el principio
de bilateralidad o el de contradicción. La bifrontalidad refiere a que, en general, de
un principio procesal se puede inferir su opuesto, esto es, que existe la viabilidad
técnica de su opuesto, tanto así que las legislaciones pueden, por ejemplo, del
principio de escrituralidad a su opuesto, el principio de oralidad.
Evolución histórica[editar]
El primer pueblo que manifestó una organización para enjuiciar el comportamiento
de los individuos fue Grecia. Si bien no se conoce con certeza cuáles eran las
características de esa administración de justicia, sí podemos asegurar que fue uno de
los primeros pueblos en actuar en una seudo democracia. Dentro de lo que se
conoce de la Antigua Grecia, puede saberse que su organización jurisdiccional
respondía a dos características: la especialidad (dividiendo los conflictos en civiles o
penales) y la colegialidad de sus órganos (cada persona que colaboraba en la
resolución de los conflictos tenía una especialidad, y el órgano jurídico se hallaba
formado por un grupo plural de personas). Existía en Grecia el tribunal heliástico,
que se reunía a debatir a plena luz del día en la plaza pública acerca de la mejor
forma de guiar el porvenir de la comunidad. Dicho grupo estaba formado por
personas elegidas por el pueblo, de una buena reputación y que no tuvieran deudas
con el fisco. Ellos eran los encargados de atender los delitos que se cometían y de
decidir una sentencia para los delincuentes. Podríamos decir que en ese período de
la historia surgió el derecho procesal, aunque recién muchos años después fue
entendido como tal y se acuñó el término.
Interpretación e integración[editar]
Véanse también: Interpretación jurídica e Integración del derecho.
Lagunas lógicas[editar]
Lagunas técnicas[editar]
Ámbito de validez[editar]
El ámbito de validez de las normas jurídicas puede ser temporal, territorial, o
personal. El ámbito territorial de validez, es decir, el territorio en donde serán
aplicables las normas procesales es aquel previsto en la misma ley procesal; aunque
en general, en los estados unitarios será en todo el territorio, mientras que en
los estados federales, será en todo el territorio de la federación si es la ley procesal
federal, o podrá ser sólo en el ámbito del territorio del Estado parte si se trata de la
ley procesal estadual. A esto se suman los casos excepcionales, como las embajadas
de los países y las naves y aeronaves en los que será aplicable la ley del país de la
bandera.