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La onda electromagnética radiada por la antena.

La combinación del campo eléctrico de signo opuesto creado entre las puntas
A y B y el campo magnético creado por la corriente en el centro del dipolo entre
C y C’ produce unos campos magnéticos entrelazados que dan vida a una
onda electromagnética autónoma que se propaga por el espacio circundante,
de modo que puede alejarse y viajar de forma autónoma por el espacio en
forma de lo que llamamos onda electromagnética.

La energía de la onda se va intercambiando entre ambos campos, el eléctrico y


el magnético, del mismo modo que un circuito resonante paralelo intercambia
energía desde el campo magnético de la bobina al campo eléctrico del
condensador (Figura 10). Los electrones pasan de la armadura inferior del
condensador C en el lado A, al lado superior del condensador C en el lado B. Y
viceversa, intercambiando la energía electrostática de C con la energía
electromagnética en la inductancia L.

Tenemos un símil de la antena como un circuito resonante en paralelo (o en


serie) cuyas armaduras se separan a ambos extremos de la antena como
vemos en la parte superior de la figura 11.

En una antena de media onda resonante, el campo eléctrico entre ambas


puntas con tensión opuesta, al colapsarse y cambiar de signo da lugar a una
corriente en el centro que crea un campo magnético intenso y este campo
magnético da lugar a un nuevo campo eléctrico de polaridad opuesta, que
nuevamente da lugar a un nuevo campo magnético opuesto.

Ambos campos quedan entrelazados a 90 grados en el tiempo y en el espacio,


de forma que se convierten en una onda electromagnética, cuya energía
contenida en el frente de esta onda electromagnética es constante y avanzará
de forma autónoma por el aire y el espacio vacío (Figura 11).

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