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Competencia judicial internacional

Fallecimiento y sucesión ab intestato

El magnate español Pedro Rockefeller, con domicilio en Gibraltar desde 1998,


poseía en la Costa del Sol una cadena de restaurantes y una decena de propiedades
inmobiliarias. Igualmente, era el titular de una cuenta bancaria y numerosos fondos
de inversión depositados en una entidad financiera de Gibraltar. En diciembre de
2021, cuando paseaba en barco por Gibraltar, naufragó y cayó al mar, si bien su
cuerpo no apareció. Los herederos del Sr. Rockefeller iniciaron acciones legales
relativas a su fallecimiento y sucesión ab intestato.

Cuestiones

Primera. ¿Cuáles serían los tribunales competentes para las acciones relativas a su
fallecimiento? Razone su respuesta.

Segunda. ¿Cuáles serían los tribunales o autoridades competentes para la


declaración de herederos? Razone su respuesta.

Soluciones

Preceptos aplicados: Art. 22 quáter (a) LOPJ y Art. 10.1 Reglamento 650/2012

Primera. Competencia para la declaración de ausencia o fallecimiento.

La declaración de ausencia o fallecimiento es aspecto no regulado por


Reglamentos, de modo que la jurisdicción en esta materia queda determinada
exclusivamente por lo previsto en la LOPJ, que en su Art. 22 quáter (a) contiene
un foro especial en materia de declaración de ausencia o fallecimiento, para el que
resultan competentes los tribunales españoles cuando el desaparecido hubiera
tenido su último domicilio en territorio español o tuviera nacionalidad española.

Segunda. Competencia para la declaración de herederos.

Para la cuestión sucesoria, se aplica el Reglamento 650/2012 por cumplirse sus


requisitos de ámbito de aplicación material, temporal y espacial. La última
residencia habitual del causante en Gibraltar hace que, en principio, la competencia
de los tribunales o autoridades españoles no pueda estar basada en la regla general
del Art. 4, sino en alguna de las reglas particulares. En efecto, el Art. 10.1
contempla un caso de competencia subsidiaria universal, en el que se requiere que
el causante ostente la nacionalidad del Estado miembro en el que se encuentren
los bienes de la herencia. En consecuencia, los tribunales o autoridades españoles
resultan competentes para la declaración de herederos para el conjunto de su
sucesión.

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