Existen varios criterios que establecen si
el agua puede usarse para el riego segin
la cantidad de sales disueltas en ella. Ayers
y Westcot (1985) indica el resgo de producir
se problemas de salinidad seg los siguien-
tes limites en contenido de sales:
Grado de restriccién para la
utilizacion del agua en funcién
de la salinidad,
Parémetro Niguna PC'E® — Severe
cE@Sm) <07 07-30 >30
6
SD (mg) < 450 450-2,000 > 2,000
Fuente: Ayers y Westcot (1985),
Como puede observarse, si los SD son ma-
yores de 2 g/L, o la CE mayor de 3 dS/m, los
problemas de salinidad pueden ser muy gra-
ves a menos que se establezcan una serie de
tratamientos tales como frecuentes lavados
de sales, 0 que se cambie a cultivos que re-
sistan mejor las condiciones de salinidad. No
obstante, y dadas los niveles de precipitacién
que existen en Honduras, fa acumulaci6n de
sales en el suelo raramente constituira un
problema. Solamente en el caso de riego en
invernadero, se debera obligatoriamente con-
siderar una fraccién de lavado para disminuir
la salinidad de sales. En el Anexo G se indican
las tolerancias a la salinidad de los cultives
mas habituales.
3.4.3 Problemas de infiltracién
Cuando Ia velocidad de infiltracién es muy
baja, puede ocurrir que el agua infiltrada no
baste para cubrirlas necesidades del cultivo.
Los problemas més frecuentes relacionados
con una infiltracién baja suelen producirse
cuando el sodio se incorpora al suelo y de-
teriora su estructura; los agregados del suelo
se dispersan en particulas pequefias que ta-
pan o selian los poros y evitan que e! agua
pueda circular e infiltrarse con facilidad. E
efecto contrano lo producen el calcio y el
magnesio, por lo que para evaluar realmente
el problema que puede generar un exceso de
sodio hay que saber también la cantidad de
calcio y magnesio que hay en el suelo.
Por eso, para evaluar los problemas de in-
filtracién se ha establecido el indice RAS
(relacion de absorcién de sodio), que viene
definido por la siguiente formula:
Na*
Ca +m 3.16)
2
donde Na*, Ca’* y Mg”* representan res-
pectivamente las concentraciones de los io-
nes de Sodio, calcio y magnesio medidos en
med/L. A partir de la RAS y la CE, podemos
estimar con la ayuda de la Figura 16* la po-
tencial reduccién de la infiltracién.
A menudo, la adicion de yeso al suelo mejora
la infiltracién de! mismo.
Es importante notar que aqui el problema de
la salinidad puede ser el contrario. Si nos f-
Jamos en la figura, vernos como e! agua muy
poco salina (con CE inferior a 0.5 dS/m y es-
peciaimente con valores inferiores a 0.2 dS/m)
es corrosiva y bende a lavar el suelo superficial
de minerales y sales solubles, especialmente
calcio, perjudicando la estructura del suelo.
Sin sales y sin calcio, e! suelo se disgrega y las
articulas resuitantes rellenan los pequefios
Poros dei suelo y selian la superficie, con lo
que la tasa de infiltraciOn se ve afectada.
4 Actualmente nose recomicnda la utilizacion de las Normas Riverside que tanta populariclad tuvieron en cl
Manual practico para el diseno de sistemas de minirriego 44