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MONICIÓN DE ENTRADA
Hoy es el primer domingo de adviento. Unos días tan
intensos e importantes como la Navidad, no pueden ser acogidos
ni celebrados superficialmente. ¡Viene el Señor! ¿Nos daremos
cuenta de ello? Ocurren tantas cosas a nuestro alrededor que, tal
vez, lleguen a ocultar el sentido cristiano de lo que vamos a
celebrar: el Nacimiento de Cristo. Que nos mantengamos
despiertos. Que, ya desde ahora, miremos a Jesús con esperanza y
con la sensación de que, El, nos trae amor, tranquilidad,
optimismo y salvación.
Que este AÑO DE MISERICORDIA, que pronto vamos a
iniciar, nos ayude a vivir, con más fe, las próximas navidades que
se acercan. Iniciemos esta celebración con el canto.
OFRENDAS
Con este DESPERTADOR, queremos simbolizar –Señor-
nuestro deseo de estar con los cinco sentidos puestos en Ti.
Haz que, en este tiempo de Adviento, nos espabilemos para
preparar en profundidad tu llegada.
4) Por los que tienen dormida su fe. Por los que viven como si
Dios no existiera. Para que la próxima Navidad toque sus
corazones y vuelvan al encuentro con el Señor. Roguemos al
Señor.
5) Por todos los que estamos en esta Eucaristía. Para que vivamos
con ilusión y con interés este Adviento que nos llevará a la fiesta
cristiana de la Navidad. Para que hagamos un poco más de
oración. Roguemos al Señor.
ACCIÓN DE GRACIAS
Señor; Antes de marcharnos, de nuevo, a la vida, te queremos
dar gracias por el valor y la fuerza que nos has dado con esta
Eucaristía. Gracias por caminar a nuestro lado. Gracias por
despertar en nosotros el gusto y el entusiasmo por tu llegada en
Navidad. Que no olvidemos que, este tiempo de Adviento, es un
mirar hacia el cielo con la oración y el cambio –a mejor- de los
sentimientos de nuestros corazones. ¡Gracias, Señor!
LECTURA DEL LIBRO DE JEREMÍAS
Mirad que llegan días --oráculo del Señor-- en que cumpliré la
promesa que hice a la casa de Israel y a la casa de Judá. En aquellos días
y en aquella hora suscitaré a David un vástago legítimo, que hará justicia
y derecho en la tierra. En aquellos días se salvará Judá y en Jerusalén
vivirán tranquilos, y la llamarán así: Señor --nuestra-- Justicia.
Palabra de Dios
SALMO
R.- A TI SEÑOR, LEVANTO MI ALMA.