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Procesión Virgen de la Virgen de Guadalupe

- Bienvenida del Sacerdote

- Inicio de la Procesión en el siguiente orden:

 Imagen de la Virgen de Guadalupe (dos niños por sector la irán cargando)


 Carro Alegórico (en este irán los niños que representaran a Juan Diego, La Virgen y
Obispo)
 Coro y Gente

- Canto de inicio a la procesión

(Al llegar al altar se coloca la imagen de la virgen de Guadalupe, luego se lee lo siguiente: )

Primera Aparición: Sábado 9 de diciembre en la madrugada.

Juan Diego oye cantos de pájaros. Le llaman por su nombre; sube a la cumbre del cerro del
Tepeyac y ve a la Niña que le ordena ir ante el Obispo para pedirle un templo en el llano.
"Hijito mío el más amado: yo soy la perfecta siempre Virgen Santa María, Madre del
verdaderísimo Dios..., mucho quiero tengan la bondad de construirme mi templecito...Allí
estaré siempre dispuesta a escuchar su llanto, su tristeza, para purificar, para curar todas sus
diferentes miserias, sus penas, sus dolores".

- Canto

(Al llegar al altar se coloca la imagen de la virgen de Guadalupe, luego se lee lo siguiente: )

Segunda Aparición: Sábado 9 de diciembre aproximadamente a las 5 de la tarde.

Juan Diego vuelve a la cumbre y da cuenta de la incredulidad del Obispo y pide que escoja otro
mensajero. Pero la Virgen le confirma en su misión y le ordena insistir al día siguiente. "Hijito
mío el más pequeño: es indispensable que sea totalmente por tu intervención que se lleve a
cabo mi deseo. Muchísimo te ruego y con rigor te mando, que mañana vayas otra vez a ver al
Obispo. Y hazle oír muy claro mi voluntad, para que haga mi templo que le pido".

- Canto

(Al llegar al altar se coloca la imagen de la virgen de Guadalupe, luego se lee lo siguiente: )

Tercera Aparición: Domingo 10 de diciembre como a las 3 de la tarde.

Nuevamente en la cumbre, Juan Diego refiere su segunda entrevista con el Obispo. Aún no le
cree y le ordena pedir a la Señora alguna señal. La Virgen ordena a Juan Diego que vuelva al
cerro al día siguiente para recibir la señal que le dará. "Así está bien, hijito mío, el más
amado. Mañana de Sonip Sonip
nuevo vendrás aquí para que lleves al Gran Sacerdote la prueba, la señal que te pide.
Con eso enseguida te creerá, y ya para nada desconfiará de ti". Juan Diego, no vuelve
por la enfermedad de su tío Juan Bernardino.

- Canto

(Al llegar al altar se coloca la imagen de la virgen de Guadalupe, luego se lee lo


siguiente: )

Cuarta Aparición: Martes 12 de diciembre muy de madrugada.

Ante la gravedad de su tío, Juan Diego sale a México para buscar un sacerdote. Rodeó
el cerro para que la Virgen no lo encontrara. Pero ella sale a su encuentro; lo
tranquiliza de la enfermedad de su tío: "Te doy la plena seguridad de que ya sanó": Lo
envía a la cumbre por las rosas que serán la señal, A su regreso, la Virgen le dice:
"Hijito queridísimo: estas diferentes flores son la prueba, la señal que le llevarás al
Obispo. De parte mía le dirás que por favor vea en ella mi deseo, y con eso, ejecute mi
voluntad".

- Canto

(Al llegar al altar se coloca la imagen de la virgen de Guadalupe, luego se lee lo


siguiente: )

Quinta Aparición: Martes 12 de diciembre muy de madrugada.

Al mismo tiempo que se aparece a Juan Diego, se aparece a Juan Bernardino, tío del
vidente, en su casa le cura de sus enfermedades y le manifiesta su nombre y pide que
de ahora en adelante, "a su preciosa imagen precisamente se le llame, se le conozca
como la SIEMPRE VIRGEN SANTA MARIA DE GUADALUPE".

- Canto

(Al llegar a la Iglesia ya en el altar se hace la representación con los niños de La


Estampación en la Tilma )

Monición Final (se lee al término de la representación con los niños)

Las Apariciones en Diciembre de 1531 de Nuestra Señora la Virgen de Guadalupe a


Juan Diego, la milagrosa estampación de su Santa Imagen en el humilde ayate de su
vidente y su mensaje de amor por nosotros tienen como fin principal anunciar a su
amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, a los pueblos que habitaban el "nuevo
mundo", ahora tenemos la dicha de venerarla en lo que es su hogar predilecto, su
templo del Tepeyac" la Basílica de Guadalupe. Sonip Sonip

La estampación en la Tilma: Martes 12 de diciembre al mediodía.


(Representación ya en la Parroquia)

Narrador: El lunes, Juan Diego no volvió al sitio donde se le aparecía nuestra Señora
porque su tío Bernardino se puso muy grave y le rogó que fuera a la capital y le llevara
un sacerdote para confesarse. Él dio la vuelta por otro lado del Tepeyac para que no lo
detuviera la Señora del Cielo, y así poder llegar más pronto a la capital. Más Ella le salió
al encuentro en el camino por donde iba y le dijo:

V. Guadalupe: “Oye y ten entendido, hijo mío el más pequeño, que es nada lo que te
asusta y aflige, no se turbe tu corazón, no temas esa enfermedad, ni otra alguna
enfermedad y angustia. ¿No estoy yo aquí que soy tu Madre? ¿No estás bajo mi
sombra? ¿No soy yo tu salud? ¿No estás por ventura en mi regazo? ¿Qué más has
menester? No te apene ni te inquiete otra cosa; no te aflija la enfermedad de tu tío,
que no morirá ahora de ella: está seguro que ya sanó... Sube, hijo mío el más
pequeño, a la cumbre del cerrillo, allí donde me viste y te di órdenes, hallarás que
hay diferentes flores; córtalas, júntalas, recógelas; en seguida baja y tráelas a mi
presencia.”

Narrador: Juan Diego subió a la cumbre del cerro y se asombró muchísimo al ver
tantas y exquisitas rosas de Castilla, siendo aquel un tiempo de mucho hielo en el que
no aparece rosa alguna por allí, y menos en esos pedregales. Llenó su poncho o larga
ruana blanca con todas aquellas bellísimas rosas y se presentó a la Señora del Cielo.
Ella le dijo:

V. Guadalupe: “Hijo mío el más pequeño, esta diversidad de rosas es la prueba y


señal que llevarás al obispo. Le dirás en mi nombre que vea en ella mi voluntad y que
él tiene que cumplirla: Tú eres mi embajador, muy digno de confianza.
Rigurosamente te ordeno que sólo delante del obispo despliegues tu manta y
descubras lo que llevas. Contarás bien todo; dirás que te mandé subir a la cumbre del
cerrillo que fueras a cortar flores; y todo lo que viste y admiraste; para que puedas
inducir al prelado a que te dé su ayuda, con objeto de que se haga y erija el templo
que he pedido.”

Narrador: Juan Diego se puso en camino, ya contento y seguro de salir bien. Al llegar a
la presencia del Obispo le dijo:

Juan Diego: “Señor, hice lo que me ordenaste, que fuera a decir a mi Ama, la Señora
del Cielo, Santa María, preciosa Madre de Dios, que pedías una señal para poder
creerme que le has de hacer el templo donde ella te pide que lo erijas; y además le
dije que yo te había dado mi palabra de traerte alguna señal y prueba, que me
encargaste, de su voluntad.

Condescendió a tu recado y acogió benignamente lo que pides, alguna señal y


prueba para que se cumpla su voluntad. Hoy muy temprano me mandó que otra vez
viniera a verte; le pedí la señal para que me creyeras, según me había dicho que me
la daría; y al punto lo cumplió: me despachó a la cumbre del cerrillo, donde antes yo
la viera, a que fuese a cortar varias rosas de Castilla . Ella me dijo por qué te las había
de entregar; y así lo hago, para que en ellas veas la señal que pides y cumplas su
voluntad; y también para que aparezca la verdad de mi palabra y de mi mensaje. He
las aquí: recíbelas”.

Narrador: En la casa del Obispo Fray Juan de Zumárraga, Juan Diego muestra las rosas
que llevaba en su ayate, señal dada por la Virgen. "Desplegó su tilma, donde llevaba las
flores. Y así, al tiempo que se esparcieron las diferentes flores preciosas, en ese mismo
instante... apareció de improviso en el humilde ayate la venerada imagen de la
siempre Virgen María. Con lágrimas de tristeza el Obispo oró y pidió perdón por no
haber aceptado antes el mandato de la Virgen.

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