Ariete Ariete Edición Papel Nº 01 ISSN 0718- 5118 CASA LITTERAE Concepción Chile 2010

La Cofradía NN-Surr

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 Análisis
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Lírica

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Narrativa
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Texturas
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Contexto
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 Ariete
Ariete es una publicación orientada al registro y
difusión de la poesía chilena y específicamente la
obra literaria perteneciente a la "Generación del
87" y la literatura nacional emergente.

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DIRECTOR

Luis Riffo Escalona

EDITOR Editorial
Juan Carlos Pantoja Ibáñez
Hurón Magma
FOTOGRAFIA

Stephan Kliwadenko Tadeo Luna

Waclaw Wantuch
Lubio Flores
MAQUETACION Y DISEÑO

Casa Litterae / VIII Isaías Carrillo

Ariete Digital AÑO 01 Nº01

Casa Litterae M.Angel Manosalva
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www.udec.cl/ariete Marta Manríquez
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Chile 1990-2010
Luis Riffo

Ariete Número 01 Franco Ibáñez

Orientado a la "Cofradía" NN sur, grupo de autores
y poetas del sur del país durante los años 80
provenientes de la Universidad de la Frontera,
Universidad Católica, Talleres literarios de la ciudad
de Temuco y poetas emergentes de aquellos años.

El registro que dejaron da cuenta de una época

signada por la búsqueda de respuestas a las
preguntas esenciales en un contexto de guerra
sucia y de un ambiente oscuro de la historia del
país.
Editorial
L a mayor parte del tiempo se piensa o se habla
de la generación NN (segmento eternamente emergente
de la generación del 87", o también «generación muerta»)
como el conjunto de poetas de Santiago, Valparaíso,
Concepción, Temuco, o provenientes de cualquier sitio del
país, que se dedicó casi por completo a militar en partidos,
desde el centro hasta la izquierda revolucionaria, y a combatir
el régimen de Augusto Pinochet Ugarte, entre finales de
los ´70, durante todos los ´80 y casi principios de los ´90;
de esta misma forma, supuestamente la gran mayoría de
estos autores sufrió persecución, torturas, muerte, miseria,
hambre, exilio, relegación, miedo, expectativas cercenadas,
abandono, soledad y olvido.
Esta lucha los obligaría, en ese instante, más que a escribir
y a publicar sus obras de manera formal, a sobrevivir en un
ambiente hostil cuya poesía, era urgentemente necesaria
de vivir y respirar más que de imprimir.
Sus escritos orientados casi exclusivamente, de manera
velada o no, a denunciar la omnirepresión, curiosamente
no cayeron enteramente en lo panfletario, aunque por
omisión debían reflejar así como sus propias vidas un
compromiso entendido básicamente como un camino y
una práctica social de vanguardia que estaba, además
rizomáticamente conectada con otros movimientos culturales,
artísticos y políticos del continente y el mundo; un compromiso
más que con su propio proceso de individuación, con los
demás, a nivel político, social, militar, cultural, etc.
Si bien es cierto el momento era en sí claramente complicado
a nivel nacional, aunque nebuloso a nivel global, con el
pasar de los años, el análisis y estudio de quienes
pertenecieron y aún pertenecen en vida a este segmento,
- por mucho tiempo inercialmente sumergida incluso pasados
años del retorno de la democracia - nos permite ver aristas
de sus vidas y obras, de sus quehaceres distintos y
arriesgados que nos indican que tal vez no todo fue tan
absolutamente rígido, idealista, sacrificada, que no todos
militaron en un partido o lucharon con las armas contra una
dictadura, mas sí fueron sus producciones un reflejo literario
que debe ser analizado y diseminado.
En este número dedicado exclusivamente a esa
Generación, pero del Temuco de los ´80, y más
específicamente a lo que se dio en llamar "La cofradía"
comprenderemos que sus miembros estudiaron en la
UFRO, como los «alumnos oscuros» de Hugo Carrasco;
en La CATÓLICA junto a Nass; trabajaron, crearon,
desarrollaron, fumaron, bebieron, amaron con un amor
lleno de incertidumbre y miedo (pero lo hicieron) y trataron
de vivir, lo más parecidamente que pudieron, a como lo
hacen los seres normales, aunque frente a su vocación
de escritores y su contexto no todos lo consiguieron,
siendo condenados a ser los «Nexus7» de la poesía del
sur de Chile, los poetas eternamente emergentes, aquellos
sin posibilidades de «SER» o subir al «parnaso formal»,
debido a la avalancha inclusive persecutoria, que los
sepultaría al retornar "La democracia", los sin nombres,
los jamás nacidos, los NN.
Sin embargo, hoy en día hay quienes -además de los que
miran a esta generación como un advenedizo invasor
cada día más omnipresente en el concierto nacional-
ven en esta generación de poetas chilenos la sangre
fresca que pasa paulatinamente a rellenar los espacios
desgastados y putrefactos, en un ambiente que ha
convertido a la lírica chilena en una performance mediática,
con nuevas moléculas de oxígeno y nutrientes.
Simultáneamente sus dolores, sus cicatrices de guerra
obtenidas en campos de batalla reales y cuya riqueza de
vivencias entrega a su sello poético un valor único y
relevante permite que autores tan ricos en significados
surjan a la luz como cigarras que durmieron bajo tierra
durante mucho tiempo.
Legitiman a propósito de su «emergencia vital» su derecho
irrenunciable a posicionarse en la retina de un lector
actualmente complejo y exigente, pero que sobre todo
valora el camino trazado, la historia contada con sabiduría,
el valor ganado ante la historia de un país aún dormido
y malherido en lo más profundo de su ser. A ellos y
aquellos...este número.
Pascal Tureuna
Circulan los automóviles
Circulan rumores de guerra

El dinero circula
La sangre circula
Los peatones van a sus ocupaciones
Los peatones cruzan en las esquinas
Los peatones circulan por las veredas
Los hombres llevan pantalones

Los agentes llevan impermeables

Apuestan agentes en las esquinas
 Magma
"Si llueve
si algún día llueve
que no sean tus ojos que no sean los
míos"
Si llueve

Si llueve
si mañana llueve
te esperaré en los pinos
con mis manos de agua
y mis ojos de espejos.

Si llueve
si el sábado y el domingo llueve
nos quedaremos en casa
y no iremos a misa.

Si llueve
si algún día llueve
que no sean tus ojos
que no sean los míos.
Milagro

Amo las manos que hacen señales bajo

una luna
mientras un tren se aleja con su ruido
gris
y el trigo se nace en los potreros,

Amo tu boca que galopa sobre mi pecho

mientras el viento mueve las cortinas
y el olor de los pinos impregna tus muslos
blancos,

Amo la lluvia que es eterna

porque llena de besos la tierra con su
milagro.
La espera
El día se queja como un árbol viejo
las campanas de la iglesia anuncian la
última misa

José duerme su borrachera bajo el pino

grande

María amasa las sopaipillas para esperarlo

los segundos son eternos como la muerte

la noche dibuja mil figuras en la ventana

mientras la televisión se despide

María espera, María espera.

La casa de las brujas

La casa de las brujas no tiene color

pero un jinete de capa negra
cabalga por sus pasillos
espada en mano.

Afuera de la casa sin color

todo es verde
y una niña de cabellos rojos
corre descalza por el bosque.
 Hurón Magma (Cunco).

Nace un 13 de junio de 1961 en Lago Ranco,

estudia en la Universidad Católica de Temuco.
Residente hoy en día en la paradisiaca zona
de Cunco, en el sur profundo y místico del
país.

Magma es una de las voces descollantes en la

lírica de Chile formando parte de la Cofradía
NN-Sur entre los años 80 y 90, época en que
conoce y estrecha lazos con poetas como
Miguel Angel Manosalva y Franco Ibáñez,
entre muchos, dando así inicio al Nodo 87» de
la ciudad de Temuco. ‘

Ha publicado « "Bajo otro cielo", "Palomas de

lluvia", «"El •árbol de los sueños", además de
estar presente en varias antologías
nacionales.
"La poesía podría ser
una amante perfecta...
...si no fuera por sus malditos celos
enfermizos"

(Franco Ibáñez)
"...nosotros esperamos a nuestros hijos
crueles y fascinantes
como halcones en el puño del cazador".
Luna
"...este miedo
anda en silencio
entre mis ropas..."
Cuando lloran las mujeres

Las mujeres humildes cuando lloran

mezclan su pena con las papas
y el sabor salado de sus lágrimas
se confunde con la fragancia de las sopas.

Las perlas cristalinas de sus llantos

babeantes, infinitas, torrenciales
brotan de a mil en cada espasmo
y las narices rojas, indiscretas
contribuyen también con su humedad.

No me gustan las mujeres cuando lloran

porque me recuerdan el llanto de mil años
de mi madre y de sus quejas
( nunca vi que lograra bendiciones
con tanto desconsuelo).
No me gustan las mujeres cuando lloran
porque cuando besan gimoteando
mojan el cuello de mis camisas limpias
y mi esencia.

Es muy malo hacer llorar a una mujer

me decía mi madre
me dice mi mujer
me dirán mis hijas.
Entonces no soy bueno
y para dejarles toda la bondad
me quedo en solitario
a llorar mi desamparo.
Sinfonía inconclusa de un bastardo
(Argentina, 1987)

Hijo
Hace frío en la Tierra de la Condición del
Fugitivo
Hace frío en Auschwitz
Hace frío en Quiriquina y en Pisagua
En Chile Chico en Puerto Aysén y en Sierra
Gorda
Hace frío hijo.

Más
yo estoy aquí reseco
doblado
ante una plato de culpas que no termina
nunca
entre las conjuras y las sillas repartidas
como hueso y pan de hambrientos.
Cada día tiene la forma de una copa
exigiendo llenarse de sangre nueva y
fresca
cada estatuto es una imagen
de la orden sojuzgando el peso del humo
y de la noche.

En cambio tú hijo de bastardo

agitas el amor en todos los idiomas
olvidados
y los trigos pisoteados se levantan a
escuchar.

Todas las treguas sin rendidos son victoria

y entre esta guerra tuya
y esta gloria que me cubrió las manos
te veo a ti arrastrando una hendidura
como una sonrisa en el abdomen
y veo al miedo doblando su esqueleto
y al pavor peinándose de espanto.

(Extracto)
Esta primavera

Fíjate huevón
que esta maldita primavera está pasando
igual que las malditas anteriores
con las mismas caras fiambres
con las mismas lenguas ásperas
y con los mismos ojos trágicos
detrás de las mismas ventanas repetidas
con los mismos vidrios rotos.

Fíjate huevón
que esta misma primavera que llegó temprano
de amanecida y a la hora de las pardas
no trajo ni un disparo nuevo
ni un solo grito que espantara
los espantapájaros inútiles.

Todos estos muertos tienen sus banderas

todavía debajo de las camas
y sus papeles todos blancos y sus verbos
todavía impúberes.
Todos ellos tienen sus brazos rendidos
alrededor de las cinturas secas
y sus deseos y sus sexos
lasos y dormidos.

Esta nueva primavera espera

una bala o tres intentos
para parlamentar conmigo
y tú… ¿qué haces parado bajo el sol
sujetando con tus manos los bolsillos?
¿no le duele a tu esperanza la vergüenza
ni te molestan esos pies marchitos
que no te vas conmigo a mediodía
a saltar entre las eras
despertando a las adúlteras?

¿Esperas huevón
que sea ésta tu primera primavera
primorosa, magnífica y balsámica
Enfermedad de un día

¿Quién cerró la llave del agua?

¿Quién le cerró un ojo a la ventana?
¿Quién está parado en la esquina
mirando por una cerradura?
¿Quién paró la música?
¿Quién está escupiendo al cielo?
¿Dónde venden este mundo
y la mitad
de otro?

¿Adónde se fueron a encatrar mis putas?

¿Quién capó anoche los gallos
que no cantaron
para mantenerme vivo?

¿Dónde está el choro zapato?

¿Quién descubrió mis bluyines cagados?
¿Quién se está bebiendo el vino
mío?

¿De dónde sacaron estas alas

Para volar tan lejos
mis pasiones?
¿Por qué se fueron a la cresta
estas ganas
de echarme a medio mundo
en el bolsillo?
¿Cómo llaman los malditos a este mal?
¿Surmenage, estrés, bajoneo
o falta de billete?
¿Dónde encontraré un homeópata
que me recete un par de sueños
para despertar algo mejor?
 Tadeo Luna (Temuco).

Otro de los sobrevivientes de la generación del 87 y

miembro de la Cofradía. Tal como aparece en el enrevesado
escenario poético de los ’80, se pierde en los ’90 para
dar paso a un narrador comprometido y apasionado.

Autor a la fecha de más de 200 cuentos, algunos

publicados en El Diario Austral.

Nace en Temuco, y como poeta, en el taller literario de

Víctor Molina. En 1985 publica su primer poemario
"Malditos y Benditos"; en 1986 "Las iras de Dios"” y en
1987 “"Desde el silencio". A partir de 1990 publica cuentos
y novelas cortas, "Puerto San Juan", 1992 y "Echame a
mí la culpa"” en 1994.
Llegará el día en que desde la calle te llamarán: chileno

Y tú bajarás las escaleras de tres en tres

Será de noche y tus ojos por fin habrán encontrado el

color que deseaban

Estarás preparándote la comida o leyendo

Estarás solo y bajarás de inmediato

Un grito una palabra que será como el viento empujándote

de improviso hacia el sueño

Y tú bajarás las escaleras de tres en tres

Con un cuchillo en la mano
O apretando una botella de cerveza

Y la calle estará vacía.

Una noche es cada ser que recupero
una puerta
cuya entrada son todas las puertas
yo estoy aquí
donde se tuvo la sombra
como una mesa
en lugar de mis muertos
¿por qué perdiste tu primera serenidad?

¿Qué ángel malo se paró en la puerta de tu

sonrisa
Con la espada en la mano?

¿Quién sembró la angustia en las llanuras

de tus ojos como el adorno de un dios?

¿Por qué un día de repente sentiste el terror

de ser?
Lo que resta
de mí tura en mi Traiguén natal, puede ser el bello eclipse de
luna del pasado 3 de marzo, puede ser ver pasar una
bandada de patos salvajes sobre mi casa, rescatar una
mariposa nocturna muerta del frío cemento y llevarla a
descansar junto a un rosal, oír la risa de mi hijo o el
Recuerdo como si estos veinte y tantos años no hubiesen simple hecho de estar viva, sobreviviente a penurias
transcurrido, el tiempo en que la generación Muerta o N.N. económicas, desempleo, un matrimonio fallido que casi
daba sus primeros pasos vacilantes haciendo arte en el me mata, amores que se van y otros que regresan y la
Temuco de los años 80. certeza de ser en mi pueblo una suerte de bicho raro.
Si en esos años los malditos (subscríbanse a la Generación
La dictadura nos miraba con ojos de sospecha y nos del 87 o Muerta) hacíamos cosas inusuales que eran
vigilaba, por si acaso, y nosotros que queríamos (ilusamente) aceptadas como rarezas de estudiantes, el seguir
crecer en esta puerta abierta al universo haciéndolas cuando debería asumir mis 40 años y ser
(Universitas…Universidad), descubríamos que existía una una señora de moño que lleva a su hijo a La Alianza
restricción de libros; que algunos temas (como la Revolución Francesa y vende cosméticos para vivir, ya es algo raro,
Mexicana) eran vistos someramente, a la rápida y con Pararrealista y hasta Parriano.
miedo a las excesivas preguntas de los estudiantes y que
el clima general era de…MARCHA, UNO, DOS, TRES. No puedo evitar seguir haciendo cosas peculiares como
bailar una canción de Juanes en la fila del Banco, aunque
Nos aterraba la idea de volvernos ovejas obedientes sea para que no me de un ataque de pánico porque la
siguiendo a un pastor que nos cuidara y nos engordara cercanía de la gente me ahoga y detesto a los latifundistas
para luego devorarnos. No queríamos acabar como en las que hablan de millones por su celular mientras uno
terroríficas novelas de ciencia-ficción de Asimov convertidos recibe una escuálida cifra que ellos darían como propina.
en robots con partes humanas gobernados por un cerebro Sigo regalando flores a la viejita que mira con nostalgia
electrònico. Creo que el poeta Miguel Ángel Manosalva a los escolares recordando su propia infancia. Recojo y
bajo la influencia de esas y otras lecturas siente que el aparto con cuidado a una lombriz del camino para que
computador puede ser el comienzo de ese robótico destino. no la aplasten, abrazo a los árboles cuando tengo pena
Al comienzo también yo tuve mis recelos. Ya no. Me o estática en el cuerpo y una vez gasté el dinero que
entregué a la cibernética. Sé que el Mouse es la tenía para comprarme ropa en el rescate de un lindo
prolongación de mi mano y que son mis pensamientos y Picaflor que unos niños torturaban y, sintiéndome Juana
mis sentimientos los que las teclas escribirán, formatearán De Arco, le devolví su libertad.
e imprimirán.
Eso, amigos míos, es lo que queda de mí. Soy hija de la
Yo creo en el humano tanto como creo en un Dios Padre- Generación Muerta como lo soy de la Revolución de La
Madre que no está encerrado en ninguna Iglesia, y lo veo Sorbonne del 69 y como lo soy de la música de Silvio
en cada flor que miro, en cada árbol, en cada piedrecilla, Rodríguez, Los Jaivas, los Hermanos Parra, el rock
en cada gota de luz o aire que me sostiene. Argentino y Carlitos Santana.
Con los años me he vuelto, como diría Neruda, más telúrica. No sé qué navíos navegan mis muchachos, pero todos
Practico la meditación, aprendí reiki y medicina alternativa, fuimos parte de ese macrocosmos y chicharreamos aún
soy seguidora del Buda y deseo acabar mis días viviendo con la música de esos años en la memoria.
en el campo cerca de un río, rodeada de los mil y un verdes
del sur del mundo y recrear ese espíritu que me llevó a Espero que pronto reencontrarnos para que, con algunas
co-crear junto con Franco Ibáñez, Miguel Ángel Manosalva, canas y un par de arrugas, los poetas de ayer con sus
Luis Riffo y otros el Pararrealismo. tizas de colores, sus piedras y sus flores y su arte, bendito
arte, que no sirve más que para decir que estamos aquí,
Por otra parte, la realidad para mí, no es esa chata que hagamos una fiesta de reencuentros, abrazos y nos
nos estresa y nos destruye. Para esta poeta, siempre hay bebamos una copa de vida, de fantasía y de hermandad
elementos mágicos que pueden ser los ojos de bosque en un mundo que prefiere ver televisión antes de salir
del músico Andrés Fuentealba que me ayuda a hacer cul a la calle a mirar un eclipse de luna.

Marta Manríquez, la Musa

 Flores
Griega que cayó del espacio
Luz que dibuja tus caderas,
El fuego que quema cuando estoy cerca
Era perfecta
Era inmortal
Y me di cuenta que estaba solo
A las tres de la mañana
En el Barrio Estación
Que la palabra se convierta en libertad de espíritu
Y las calles
Levanten su voz
Para recoger el vientre
Tendido en la poza de agua
Donde las moscas zambullen
Su cabeza de algodón
Y acarician sus patas de alegría
Lanzando los huevos que salen
De su boca
Tocando la cortina vieja
Bebiendo vino
Como granos de arenas
Gira la tarde siguiendo la
Huella del agua que cubre
Los dedos de los pies donde la
brisa sostiene el frío que acaricia
Los huesos de las rodillas para mojar
El minuto que nos queda
La fuerza de su voz
La ternura de sus brazos
Princesa soñada
La flor que madura debajo del ombligo
Griega que cayó del espacio
Luz que dibuja tus caderas,
El fuego que quema cuando estoy cerca
La ciudad maldita
y sus malditos
escribas
LOS CONTEXTOS
Corrían los ochenta, el paisaje hermoso
y gris, la temperatura bajo los cero
grados, la escarcha sobre los durmientes
de raulí apellinado, el aire prístino, gélido
y claramente incorrupto, entregaba un
brillo esencial a los rostros sombríos de
los habitantes de la ciudad, que a su
vez contrastaban con los rostros
universitarios, la mayoría de otras
regiones del país, y que debían coexistir
como dos razas imbricadas, pero
distintas y a veces opuestas totalmente.
Temuco, selva de cemento y bohemia
entre los años 80 y 88, albergaba en su
seno multifacético a un puñado de
jóvenes autores que corrieron suertes
distintas al pasar de los años, su
extracción disparatada y sin orden, pues
eran estudiantes, artesanos o jóvenes
poblacionales, los hacía más disímiles
aún de lo que eran, pero confluían en
tres puntos muy específicos: todos
salían, entraban, vivían y sobrevivían
mimetizándose entre la vida
aparentemente plana de los
trabajadores, el pueblo mapuche, los
jornaleros, los desabolladores, los
pobladores; todos tenían como punto de
encuentro en alguna arista de su vida
diaria la Universidad o los universitarios
quienes vivían en pensiones, ya fuera
frente a la UFRO, en Pueblo nuevo, en
la población Amanecer, en el hogar
universitario, en la población Santa Rosa,
en la avenida Alemania y sus calles
adyacentes, cerca de la Universidad
Católica, en Padre las Casas, etc. y todos
tenían en común las mismas calles de
cemento, los mismos lugares comunes,
las mismas escenas cotidianas de un
pueblo pequeño cuyo centro distaba de
la periferia sólo unos veinte minutos a
pie, los mismos contextos, las mismas
noticias, los mismos vicios y los mismos
problemas.
En el primer contexto, el de la educación
superior, la UFRO era un hervidero; las
organizaciones estudiantiles coordinaban
con las de la Universidad Católica los
movimientos a realizar, El turco Sakel,
Rubén Fritz, Alba y el CEDEH eran
algunos nombres que corrían de boca
en boca, noche a noche y manifestación
tras manifestación antidictatorial. Los
sittings en la calle Bulnes (paseo Bulnes),
las protestas en fechas críticas y en
especial aquella inolvidable batahola
con ocasión de la visita del gorila
Pinochet a Temuco; los enfrentamientos
inventados y las escuelas de guerrilla
también inventadas por los aparatos de
seguridad del régimen eran la tónica
mes tras mes y semana tras
semana...así las cosas estudiar era una
aventura, además de peligrosa,
prácticamente imposible "para algunos".
Los comprometidos con el miedo a cuestas,
además de estudiar debían planificar las
manifestaciones, ver los planos de la ciudad,
vías de escape, tratar de llegar a acuerdos con
los de las otras universidades discutiendo sobre
quién iba a conducir, quiénes chocaban o
contenían y a quienes se debía proteger; jugar
con la prensa, llamar a la radio Ñielol, al Austral,
los comunicados, las entrevistas y luego el
queso de quién iría a apoyar a los que cayesen
presos.
El contexto político partidista, el de las
orgánicas, el del intelectual de izquierda leyendo
entrecortadamente a Wilhelm Reich y a su
pequeño hombrecito, Chomsky y La
responsabilidad de los intelectuales (que
obviamente no tienen responsabilidad alguna
en nada), el contexto del revolucionario teórico
a concho, el recitador de memoria de los trozos
de Trotsky, Mao, Naranjo y Nguyen Giap, el de
la clandestinidad trasnochada y con el poto a
dos manos por si llegaba la repre a chequear
encontrándolos durmiendo cuete junto a los
manuales de Marighela, losTupamaros o el
manual de guerrilla urbana del MIR; el
romántico maremagnum de ser parte de una
aventura llena de peligros, cuyo final glorioso,
si es que funcaba, esperaba a cada uno con
el premio de los idealistas, que luego por ley
vital debía transformarse en el expoliador y el
escarnecedor de los vencidos. y que aunque
de más está decir que no funcó, lo pasaron
bien jugando con la muerte...y sobreviviendo.
Junto a ese contexto estaba el de las noches
temuquenses que eran algo abismantemente
distinto, la bohemia se apoderaba de la ciudad
a eso de las 22:00 hrs e incluso antes.
Universitarios, trabajadores jóvenes y viejos,
pobladores, lumpen, artesanos, mujeres,
prófugos y clandestinos, los viernes
especialmente, comenzaban un viaje desde la
periferia de la ciudad hacia el centro de ésta.
Como una caravana discreta de hormigas se
detectaba el flujo humano desde Antifil
subiendo la cuestilla y cruzando la líneas del
tren hasta tomar Rodríguez u otras calles
adyacentes; desde la avenida Alemania hacia
el centro a pie, en colectivo o micro, una
muchedumbre casi invisible a los ojos del ser
humano común, muda y resuelta como zombies
que obedeciesen una orden inflexiva, con un
símbolo invisible en la frente que les permitía
identificarse unos a otros avanzaban con sólo
un norte: olvidar el mundo...
LA EVASION
Se comenzaba en el "zambacanuta", se
continuaba en el "Rapa nui" y algunos otros
baruchos aledaños a las plazas o Padre las
Casas de muy mala clase; mezclados con el
Temuco subterráneo, chispeante y noctámbulo,
se desembocaba en la plaza Teodoro Smichdt
y de no alcanzar a llegar a la pensión lo más
probable es que el amanecer sorprendiera a
los habitantes de la noche en algún bar
maloliente de "Pueblo Nuevo" escuchando al
Cato tocar su vihuela, los discursos
izquierdizantes y adormilantes del Yuri o en
algún peligroso cuchitril de Santa Rosa con el
lumpen como compañero de copas y a Juan
Emilio de chaperone por si las papas
quemaban.
No había diferencia de clases sociales, todos
eran un solo montón de rostros unidos por un
rito milenario danzando alrededor del fuego
que los protegía de las bestias, en este caso
de sus propias bestias, sus pesadillas, e incluso
de sus mejores sueños.
Profesionales, adictos, traficantes, la flor y nata
de la pequeña aristocracia alemana, hijos de
alcaldes, de artistas, de abogados, de
latifundistas y ganaderos, de dignas
madamas, estudiantes, artesanos, locutores
de radio, soplones, uno que otro extranjero,
escritores, pintores, esquizofrénicos, músicos,
poetas, taumaturgos y nigromantes;
todos en un solo hato hermanados por el amor
a la noche y sus misterios por develar.
Fiestas extrañas en donde se debía ir con el
rostro pintado o con antifaz, fiestas en donde
la cúspide de todo era oír a dos poetas
declamando con sus rostros ocultos tras el
maquillaje, fiestas en donde se desarrollaban
nebulosas obras de teatro improvisadas y
facilitadas por el humo de la cannabis y el
"Luna verde" (aguardiente con jugo yupi de
melón tuna), fiestas en donde los invitados
eran invitados a escribir en los muros del sitio
sus pecados y sus más recónditos secretos y
obsesiones, en donde los ojos de Miguel Angel
colisionaron con los de Natacha en una danza
de atracción genética, atávica y suicida y
gracias a la cual terminó a salvo contando el
cuento, pero con la mitad del corazón inservible.
El contexto de la bohemia, la vida loca, el de
la inmersión suicida en la evasión, el de tocar
fondo y ojalá no volver a la superficie, pues
toda lucha allí estaba perdida de antemano y
entre perder y convertirse en un engrane más
del sistema daba exáctamente lo mismo, el
contexto del misticismo fácil basado en Demian
de Hesse, su Lobo estepario, o su Sidhharta y
en el otro extremo La náusea de Sartre,
Nietzsche, cuyo nombre el "Flaco Ricardo"
puso a su gato, Camus y el mito de Sísifo, pero
sureñamente asociado a la cannabis y algún
que otro hongo, floripondio, mezcal o chicota
o preferentemente un envejecido mosto de
Truf- Truf, el paraíso de las chicherías mapuche
en que el camino hacia tal Walhala debía
obligatoriamente ser franqueado en bote por
sobre el Cautín en manos del mismo barquero
Caronte que llevaba a los difuntos a través del
río.
Un sueño lejano, un viejo sueño en sepia.
LA ACADEMIA
¿Había otro temuco posible en este segmento
de nuestra historia? sí, el temuco de las tardes
tranquilas luego de clases, vomitando a Tzvetan
Todorov por las orejas, dudando de si quedarse
con Hjelmslev y su preferencia por la autonomía
de la lingüística o con la teoría de la
protogénesis del lenguaje, recitando de
memoria a Coseriu, Benveniste, Troubetzkoy,
Bühler y Greimas, pues Jakobson y Saussure
ya no eran muy cotizados por nadie, y aquí
tratando de no confundir las sagradas escrituras
de los estructuralistas y por sobre todo no
olvidar que el perfecto equilibrio entre el eje
de selección y el eje de combinación nos daban
la función poética; estas alturas entre el vértigo
de cerrar perfectamente las secuencias de
análisis en "la ruina de la casa Usher"; el último
viaje a California de Hugo Carrasco, el café en
el saladino con la esfinge, la conversación con
Hurón, bálsamos antes de entrar al ring del
cerebro tratando de descifrar si se había metido
a estudiar literatura o lingüística, sin mencionar
la lucha con las declinaciones de latin.
Luego del caos diario, una caminata reposada
por la avenida alemania hasta la católica a ver
el cine arte con el inolvidable Enrique Eilers y
su penetrante voz como moderador, los ciclos
de Fassbinder y Herzog en la voz de este
maestro se alzaban como el súmmum de la
refinación, en especial el cine existencial en
blanco y negro sumado a los moderados sones
del jazz y a la neblina gélida que traspasaba
los huesos de esa ciudad.
A eso de las tres de la mañana, luego de la
discusión típica con Patricio Alvarado sobre
Sartre y "el ser y la nada" robado de los
estantes de la biblioteca de la universidad y
pasando por la perorata de rigor sobre para qué
se escribe, para quién se escribe y por qué
se escribe y sobre qué es la literatura sin
política, tratar de discurrir si Henry Miller o
Joyce eran el certamen del día siguiente
cuando en realidad era una reunión con
Timothy Sandvig del ILEV para planificar la
clase de mapudungu, pues iba a llegar un
docente mapuche.
El único consuelo: los ojos de Ulda Mendel
en el horizonte, la última aventura de Marta
Manríquez, o la caminata noctámbula de rigor
por las calles de esa urbe junto a Rifufo, Pato
Sartre y compañía, Franco Ibáñez, la botella
de vino, "la condición envidiable", las tres de
la mañana y la poesía cortando la noche:
"...ahora que quiero levantarle el vestido a la
vida bajarle los calzones y violarla y
amenazarla de muerte..."
Lo normal era vivir en un solo contexto y aun
así peligrar de caer al Psiquiátrico babeando
con Surmenage, pero como ocurre en la
realidad que siempre supera a la fantasía
existía un perfil de ser humano que cruzaba
estos tres contextos, que los asimilaba y
sacaba provecho de ello analizando cada uno
de sus cambios y registrándolos en papel, lo
que los convertía automáticamente en
escribas, que podían mantener la cabeza fría
en el torbellino que significaba ir de uno a
otro sin perder la razón, que se movía como
pez en el agua entre las tres realidades
tratando de sobrevivir sin quebrarse ante la
presión de una pesada existencia.
Los demás, el resto, eran planos, entes
bidimensionales viviendo en un mundo oscuro,
sólo un tumulto anónimo enfocado en estudiar
y sacar una carrera, fungir como engranaje
y morir en el intento de pensar o ser alguien
distinto...como un subconjunto este perfil que
se movía entre contextos como dimensiones
navegables por un viajero intergaláctico, que
en su gran mayoría no sacó carrera,
terminaron en otras más de su agrado o lisa
y llanamente acabaron exiliándose para no
morir en manos del sistema y sus aparatos
también eran un tumulto anónimo para el otro
tumulto y también fracasaron...aunque de
otra forma si es válido decirlo.
LOS ESCRIBAS
Venían de Servicio social, de Castellano, de
Psicología, de Arte, las carreras malditas, las
que nunca se terminaban bien, se dejaban a
la mitad o se huía despavoridamente de ellas
en el mejor de los casos, las que organizaban
proyectaban, implementaban y evaluaban los
golpes contra el sistema, de las que salían
los bardos, los resistentes, los artistas, los
pensadores e intelectuales que tomaban mate,
los vagos y los que no encajaban en ninguna
otra posible parte: Marta Manríquez, Franco
Ibáñez, Luis Riffo, por la UFRO, Victor Hugo
Díaz, Hurón Magma por la Universidad
Católica, Miguel Angel Manosalva, Tadeo Luna,
e Isaías Carrillo por los talleres literarios de
la ciudad maldita, se movían entre la bohemia,
las clases, el trabajo político, pero a su vez
no se ataban con ninguno, excepto con el
oficio de escribir.
Su literatura, aún hoy en proceso de
recopilación fue la que cruzó y retrató
literariamente el Temuco de esos años.
(Tomado con permiso del autor desde :
www.litterae.cl)
 Carrillo
Señor, cuando elijas a los justos para tu reino,
no infles al cuasi-poeta Obreque de Angol.
Es un sinvergüenza que se llevó las pocas
finanzas de nuestra revista Erato.

Creyentes y no creyentes te lo agradecerán.

Carta para Noruega

Aquí
los aromos del invierno te saludan
Hicieron millones de preguntas amarillas
por ti
La lluvia brillante del asfalto en la carretera
mandó saludos
Y nosotros estamos bien

Espero que al recibo de la presente

te cobije el frío tibio de tu casa allá en
Noruega
Que el calor de esa gente te abrace
y tempere tu fresca risa de forastera

Está terminando el invierno y te cuento

que el mal tiempo ya se acaba
y están brillando las lunas rojas
de los notros en la región
esos que se parecen
a tus labios de granada

Hasta pronto
Besos de tu padre que te quiere.

P.D.: Espero que estas noticias frescas, te

lleven un trozo de esos sueños de la tierra.
Capítulos de poesía

1º Renací este invierno convertido en un aromo

florido, y mi guerra será la guerra del polen y
con mi atómica paz bombardearé la tierra.

2º Un buen poco de sufrimiento hace bien, al

menos los pájaros vienen a revolotear por mi
soledad.

3º La casa en que vivo es un almanaque de

silencios
plantas
flores
frutas y secretos.

4º La mujer que deseaba es un fantasma

coqueto sonrisa y figura
mierda y confusión.

5º Soy un gran huevón

así quedó establecido en mi última gira por el
amor.

6º La televisión es el opio de Chile / circo y

chimuchina/ pseudo - entretención banal.

7º En la iglesia
también se disfruta del sexo y el amor.
Capítulo final

Señor, cuando elijas a los justos para

tu reino, no infles al cuasi – poeta
Obreque de Angol.

Es un sinvergüenza que se llevó las

pocas finanzas de nuestra revista Erato.

Creyentes y no creyentes te lo
agradecerán.
Volantines

Un volantín en el cielo
Es un espermio bamboleante
Trás el gran útero azul.

Collipulli, cuando los notros de Octubre

incendian la primavera de Collipulli.
 Isa as Carrillo (Collipulli).

Poeta de aquellos a os en la misma ciudad

maldita, en el mismo sur helado y revoltoso
de los 80.

Comparte los mismos contextos con los

dispersos miembros del círculo, en lugares
espec ficos territorialmente, su producción
es parte importante de la literatura del sur
de Chile.

Escribe "Corkuera" y "Cuentos de oto o",

miembro de la SECH y de ERATO en Collipulli;
publicado en antolog as, pero m s
importante a n, miembro de la "Cofrad a".
Colegas, cohabitantes de la misma caleta, malabaristas
del mismo circo pobre en que hoy yo desnudo mi rostro:
afinemos y afilemos este idioma
para el poeta que vendrá
y que será más grande que nosotros
nosotros los que extraviamos el camino a cada rato,
los que escribimos en vitrina sin siquiera darnos cuenta.

Trabajemos, hermanos, por el poeta que vendrá,

dignifiquemos este oficio
que también es más grande que nosotros.
Una mujer da de comer a docenas de gatos
mientras los mellizos maman de la loba.
Un anciano espera la llegada del invierno.

Arboles desconocidos, pero sombras amables me

reciben y paseo por los senderos siguiendo el vuelo
de las aves enmascaradas.

Esta es la hora en que debo pensar”, digo, y me

siento a recibir el tibio sol del otoño.

Pero no puedo pensar.

Sólo espero que pases a buscarme.

Tú

o la Muerte.
 Una generación muerta...una
generación dispersa...una Cofradía
Es momento tal vez de hablar en primera persona
singular, después del uso obstinado que en esta
página hemos o se ha hecho de la primera plural
y del discurso impersonal.
Fue a Claudio Faúndez (escritor porteño, pesimista
y declaradamente depresivo, autor del libro de
cuentos "El silencio" y organizador de los recitales
de poesía de la Piedra Feliz) a quien le escuché
esa acertada expresión: generación muerta. Más
precisa que generación NN o de la dictadura.
Generación muerta: una suerte de cofradía
dispersa de escritores condenados a vagar con
sus manuscritos bajo el brazo y un rótulo que
los señala como eternos autores emergentes.
En ella tienden a mezclarse las generaciones del
87 y del 92, en un amplio espectro de autores
nacidos entre 1950 y 1975, aproximadamente.
El punto de convergencia, en todo caso, está
más bien fuera de sus obras, porque los
caracteriza una maldición que los condena a un
oficio autista, en una época que pese a la
disponibilidad de tecnología para editar libros
con facilidad, escasea la contraparte fundamental
del proceso de escritura: los lectores.
Paradójicamente, tengo la impresión de que los
escritores de esta generación tenían más auditorio
durante la dictadura, cuando los textos se
difundían principalmente en forma oral o en
precarias publicaciones, que durante esta
democracia que relega la literatura a un ítem
insignificante de su presupuesto y erige el
consumo como el soporte fundamental de su
ciega arquitectura.
Esto a propósito de que hace algún tiempo,
mientras buscaba en Google los nombres de
algunos amigos (sí, también el mío), encontré
un artículo de la revista digital Litterae, de la
Universidad de Concepción, que describe en tono
épico el contexto político y contracultural de los
ochenta en Temuco y termina lanzando al vacío
de una continuación incierta los nombres de los
allí llamados poetas malditos: Víctor Hugo Díaz,
Franco Ibáñez, Hurón Magma, Miguel Angel
Manosalva, Marta Manríquez y quien escribe
estas líneas.
De pronto, regresaron a mi memoria los años
en que sentirse poeta era no sólo subversivo,
sino también la actitud de quien ve el futuro
como una puerta abierta a las maravillas del
lenguaje, al Parnaso donde habrían de convivir
en armonía autores y lectores, y sin duda a la
solapada y vaga esperanza de reconocimiento
y fama. Esos nombres inscritos allí crearon una
ilusión imposible: éramos reales y dejamos una
huella. Imagen fantasmal que atraviesa dos
décadas, traspasa un fin de siglo y se aloja en
medio de un sitio baldío donde sobreviven a
duras penas unos versos, unos relatos a la deriva.
Y pienso también en escritores de Valparaíso,
por ejemplo en Víctor Rojas Farías, poeta que
por ahora se oculta detrás del cronista, en Marcelo
Novoa, cuyas energías se concentran en estos
días en el rescate de la literatura de ciencia
ficción chilena, en Ismael Gavilán y sus artículos
diseminados en el ciberespacio o en Arturo Durán
y sus constantes amenazas de publicar mientras
intenta infiltrar la poesía en la sala de clases.
Todos con tareas que intentan al menos bordear
el oficio secreto, para mantenerse cerca de ese
proyecto siempre inconcluso de la escritura
personal, que imaginamos (el plural es hipotético)
como la concreción de los sueños colectivos.
Cuando parece tan fácil publicar (basta un
computador y una impresora) la generación
muerta vacila en un vértice en el que confluyen
o chocan los pudores de una imaginación
distraídamente ansiosa y el marasmo de una
ciudad o un país o un planeta que no necesita
o no cree necesitar que se derrame tinta nueva
sobre la página en blanco.
Esa es la zona cero donde, como alguien decía,
no hay esperanza ni desesperación.
LUIS RIFFO
(Tomado de Invite, El Mercurio de Valparaíso con
permiso del autor)
Escribe sobre el ajedrez-me dice ella-
De aquel peón ahogado entre cuatro paredes
De la reina negra agobiada por deudas
Del alfil enamorado del rey blanco
Y del caballo que no pudo volar desde esa torre de arena
Me miras desde tu rincón
Con la esperanza de amarnos mientras dure esta excitación pasajera
Yo juego para acosar al día- le digo-
Entremos en batalla, dejemos que los muertos nos resuciten
Más distante de lo que piensas está el verdadero amor de los amigos
Sólo tu mirada mueve las piezas de lugar
En cada desorden siempre hay un misterio triunfante
El sacrificio por los iguales
Un secreto bien guardado que te obliga a jugar
Si me abandonas- me dice ella-
No pretendas que la revancha no sea muerte
Bien- le digo-
Tú sabes que un rey no puede jaquear
Y que la reina siempre tuvo ventajas
 Manosalva

"El universo pierde su principio

mientras busca el final..."
Haremos de la noche
un gran ponche de estrellas
para beberlo después
de fumar un cigarrillo artesanal
mientras caminamos ebrios
de sueños y películas
que pasan por nuestro consciente

Y seremos los dueños

de las calles solitarias
en esa hora del tiempo
en que somos nosotros mismos
cara a cara con las sombras
que juegan a la ronda
amparadas por faroles
que nos dejan en su centro

No habrán campanadas
en este escenario
y los gallos enmudecerán su canto
para dejar paso al silencio
y su cortejo mortuorio
con lloronas y cuenteros
ganándose su pan

Nosotros
estaremos en la berma
esperando que una de las flores
de alguna primavera
moje sus pétalos en nuestros labios
y seduzca nuestro lápiz
con su delgado tallo
porque esta noche
nos tomamos un ponche de estrellas
De un rostro blanco y puro
una confusión de estrellas
se cuela por el orificio
de las palabras dichas

El universo pierde su principio

mientras busca el final

Sin alcanzar a tomar del andar

el néctar de las sonrisas
los besos y las caricias

La prisa del correr

por la piel encementada
va dejando los sexos
dilatados después de amar
y el cansancio
aumenta con los días
las noches y los amaneceres
llenos de pitillo y alcohol

Entonces las auroras

llegan al mediodía
y los calzoncillos están perdidos
en un rincón de la cama
las ollas descansan hace tiempo
y los niños ya no lloran

La noche se fue
antes de lo acostumbrado
para darle paso al principio
a la llegada
pero igual
el sentido del universo
se perdió ya.
Las ollas
quedaron sobre la mesa

Los delantales
colgados en la pared
a modo de cortinas viejas
llenas de cuentas, de guisos
y pocos pesos

Los animalitos de la pared

fueron huellas del angelito

Los patos ahogados

fueron los primeros síntomas
del histerismo

Ahora
las telas de araña
no dejan ver bien

El polvo contiene formas

que no siento

Las ollas continuan vacías

sobre los braseros apagados
llenos de cenizas.
Pequeñita tu lágrima
cayó junto a la almohada

Pequeñita, como el sol

cuando sale por la mañana

Corrió junto a la mejilla

rosadita de tu piel
pequeñita tu lágrima
porque se quebró el florero
en el jardÍn
que mamá regó
por la mañana

Pequeñita tu lágrima
deja que se pierda
mañana por la mañana
habrá un nuevo florero
que mamá regará
por la madrugada
 Miguel Angel Manosalva ( Temuco ).

Miembro del anillo de fuego, nacido en Temuco, su

poesía está relacionada con el devenir y el viaje
junto al conocimiento de las bases que sustentan
la vida real del sur de un Chile profundo y todavía
oscuro e inexplorado.

Su vida transcurre entre el amor y la poesía, junto

a sus compañeros de la UFRO y la Católica, allí
estrecha lazos y deviene maestro, junto a Magma,
Manríquez, Riffo, Luna e Ibáñez convirtiéndose en
uno de los núcleos de «la Cofradía.

Escribe y publica bajo el sello Casa Litterae su

libro Impresiones & Instancias a través del cual
deja de manifiesto un estilo lírico único y
accesible, pero por sobre todo profundo.
 Buenas Noches Aquiles
Ahora sí que te dimos en el talón

La muerte de la que huyas

Correrá acompasadamente a tu lado

Buenas noches, Aquiles

Así fue como convertiste a las terrícolas en
sólo parodias de lo femenino, disfraces
miserables de ti, anodinas formas de una
fastidiosa autorreferencialidad, nada más
que películas de culto usadas para dormir
borracheras en el último fin de semana de
un año tan desperdiciado como los demás.
"...quise besarlos y no tenía labios
quise llorar y no tenía ojos
quise tender mis manos
pero no existían
y lloré sin ojos
y besé sin boca..."
Crápula
(A Yuri. 1986)

Se bebía
Como un vino añejo la vida
Se bebía
Como un ebrio
Las sonrisas
La belleza
La luz
Las caricias

Era un crápula
Pero todos, todos
Le tenían envidia
Porque sus copas
Estaban
A diferencia de la suya
Intactas
Relucientes
Y vacías.
LOS MUTILADOS

Gritamos nuestro dolor

en medio de la noche
porque todos éramos mutilados
y el que nos mutilaba
era otro mutilado
y nosotros mutilamos a otro
en una cadena sangrienta
e inacabable

Yo amé a los mutilados

y con los ojos despojos del alma
que me quedaban
quise besarlos y no tenía labios
quise llorar y no tenía ojos
quise tender mis manos
pero no existían
y lloré sin ojos
y besé sin boca
restaurado en parte
por amor a mis mutiladores
y amor a los que voy mutilando
Motivo

¿O fuiste con zapatos

Al temblor
Del capullo naciente
Y por eso
La flor se marchitó?

¿ O entraste en mi corazón
Abofeteando a un niño mendigo?
Luciérnaga

La luciérnaga
Apaga y prende
Su linterna

Fernando Andrés
En pijamas sale a verla

“Mira, mira
Cómo van y vienen
Parecen una carretera”

“Allá arriba, mamá

También hay luciérnagas”

Una duda de madre e hijo

¿Las estrellas son luciérnagas
O las luciérnagas son estrellas?

“Mira, Kika”
Cómo van y vienen
Apagando y prendiendo
Sus amarillas linternas

La sonrisa de Fernando
También es una luciérnaga
¿O será una estrella?.
 Marta Manr quez ( Traiguén )

NN y UFRO. Poetisa en los a os 80, creadora

del infranaciente Pararrealismo, movimiento
po tico en la Universidad de la Frontera que
pretend a establecer una unión semántica y
semiológica a nivel de comunicación sistémica
con todas las cosas y seres.

Flores a la polic a en medio de las protestas

y barricadas, floripoemas, piedripoemas, la
emoción y el sentimiento, aparentemente sin
control. La fuerza y la creatividad escondida
tras las rejas del consciente le entregaron
finalmente el lugar que estaba predestinado
a su perfil poético: poeta urbano, poeta NN,
poeta del '87, Cófrade.
Ahora la realidad es
Las antenas rojas y blancas
Que me rodean
Y la mañana es tan triste
Como la vida de un drogadicto
Diluída en las redes
En el circuito de la información

No puedo decir que te amo

Termina la noche. Todo va a caer.
Le pediré fósforos, o algo.
Cruzo la calle y me aproximo.
Algo brilla en su mano derecha por un momento.
Levanta la cabeza y me mira con temor.
Se parece a mí.

Pero es otro.
"...el que abrió la puerta que nosotros cerramos
nos grita en vano desde adentro que ahora sí,
que el universo le ha mostrado su secreto".
CAMINATA OTOÑAL

Primera noche de otoño en Temuco

la mirada de los noctámbulos en el suelo duro
fue a caer con el vuelo único de las hojas
para morir crujiendo bajo los pasos sin huellas
lejos y cerca como todo sitio basural o valle
todo está al borde de la sangre que estalla
en las calles elegidas de los solitarios
que siguen el camino del paso que surge y
desaparece
como las ganas del grito que se nos viene carcajada
silencio se nos viene entre el jolgorio del sábado

Aquí justo donde cruje muriendo la hojarasca

justo donde lo injusto de un río seco trae desierto
y la ternura que se me sube a los ojos
y la soledad es una burbuja inmensa

Aquí en la primera noche de otoño

plaza Lautaro los amigos atestando la ausencia
las palabras a rastras con su sentido débil
la mujer que espera el beso que le guardo

Todo eso aquí no deja sitio para mí.

ITINERARIO

Nada sé lo confieso de mi futuro

pero lo que dejo a mi paso lo soñado
que ha caído en mis manos para parirlo
extiende solo sus ramas hacia el cielo
hacia lo hondo alto que se cuela durante el camino
y sus lentas raíces hacia lo primitivo
los oscuros miedos de la tierra que me transporta
valiente en las alturas mientras mis pies tiemblan.

Sé en todo caso que las bisagras están juntas

silenciosas ocultas inútilmente en el óxido
desoyendo las puertas golpeadas con angustia
los gritos de las caravanas que vienen ansiosas
persiguiendo umbrales que moran vírgenes
bajo el amparo apretado de las bisagras
y yo por ahí cerca llorando o riendo
qué importa si al fin todo es camino
todo flamígero desde la semilla hasta la ceniza
y yo por ahí evitando las antesalas
invadiendo la vida en sus desnudos terrenos
descifrando sus ambiguas confesiones
y yo por ahí burlándome de las ociosas bisagras
de su muerte encadenada a las puertas cerradas
mientras encuentro ventanas grietas túneles
y yo por ahí saltando del amanecer al crepúsculo
segundo tras segundo olvidando las muertes
olvidando las obsoletas puertas.

Además todo empieza a ocurrir ahora

en este parpadeo que me ciega y se va con su sombra
en este teclear torpe de mis dedos con que manifiesto
esto fugitivo que recojo por las calles
esto encontrado que se eterniza solo
esto construido para el ahora que se hace semilla.

Nada sé es verdad de mi futuro

y si vinieran a decirme que he muerto
diré No importa, traté de hacer lo que pude
y mañana mi esqueleto buscará la tierra.
EPICA DE LA RUTINA

Cubro mi cuerpo con ropas arrugadas

los calcetines no se reconocen entre sí
el brillo de los zapatos brilla por su ausencia
la barba no se acuerda del rostro que cubre
el azar rige el orden dudoso de mi pelo
las uñas son armas peligrosas
que atacan la picadura de una pulga
de mi interior salen sin obstáculos
los residuos gaseosos de anteriores degluciones

Preparo café sobre el azúcar endurecido

en el fondo del jarro trizado
el sarro de la tetera se cuela por mi garganta
mientras hojeo un diario de hace meses
páginas amarillentas con noticias olvidadas

Me preparo para salir a regañadientes

se me aprieta el estómago
imagino la tabla saliente de un barco pirata
y los tiburones hambrientos esperándome
me duele la espalda
me sudan las manos
parezco sobrar en el interior de mi ropa

Abro la puerta como la portada

de un libro que conozco de memoria
en cuya historia soy el precario protagonista
de una aventura previsible y feroz

Respiro el aire ruidoso de las calles

y me sumerjo en su flujo anónimo.
Me digo: soy el héroe agónico
que disfruta del dulce letargo
de un desangramiento invisible
LAS PUERTAS

Cada vez que abrimos una puerta para salir

al otro lado estamos nosotros cerrándola,
detenidos por el vago presentimiento
de que algo olvidamos, algo dejamos pendiente.
Mientras revisamos nuestros bolsillos
y comprobamos que todo parece estar en orden,
el que abrió la puerta que nosotros cerramos
nos grita en vano desde adentro que ahora sí,
que el universo le ha mostrado su secreto.

Parece que el asunto se redujera a eso:

abrir y cerrar la hoja rígida de las puertas.
Nadie logra explicar el motivo de tanta agitación.
Huimos de una sombra que la luz fácilmente
desvanece,
una caricatura jadeante que arrastra
los caracteres vacilantes de nuestro nombre.

Por otra parte, perseguimos un ídolo deslumbrante,

cuyos fabulosos atributos —imposibles,
inhumanos—
se degradan poco a poco a medida que nos
acercamos.
Si lo alcanzamos —pero eso nunca, nunca ocurre—
,
el resplandor se disipa y en su lugar
el reflejo exacto de nuestro rostro nos mira, perplejo.

(Valparaíso, 2004)
 Luis Riffo (Temuco).

Estudia en el Liceo 01 de Temuco; participa en el taller

literario Pewán. En 1985 ingresa a Psicología en la UFRO,
carrera que abandona a mediados de ese año. Participa en
el taller Zeugma, de la Universidad Católica de Temuco,
publica el tríptico Viaje marginal y junto a Víctor Hugo
Díaz crea la revista Ariete.

En 1988 ingresa a la carrera de Pedagogía en Castellano

en la Universidad Católica de Valparaíso. Desde entonces
reside en esa ciudad.

A comienzos de los noventa fue incluido en la antología

"Tatuajes, Diez narradores de la generación de 1987" y
publica el libro de relatos "Los sueños de Mara y Marsolo"
(Bogavantes, 1993). En 1999 publica su segundo libro de
relatos, "El margen vertiginoso".

Miembro relevante de la Cofradía de autores que en los 80

se convirtió en la voz lírica del sur de Chile
Claro es que no tengo en las manos
el derecho a morirme
ni siquiera en las abandonadas tardes de los domingos.

Por otra parte se debe comprender que la muerte

es una manufactura inoficiosa
y que los suicidas
siempre tuvieron una mortal pereza
de sufrir.

Además, debo
la cuenta de la luz…
lírica de la generación NN
líric
ad
e la
gen
era
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ac
er
en
ag
el
adc
líri

Ariete
www.udec.cl/ariete
 "...el amor es un juego peligroso
demasiado peligroso
demasiado peligroso para ser normal..."
 FANTOMAS

Siempre fuiste un fantasma

Al irme

Al momento del odio

y de la tortura

Al constituirme en ser humano

Fuiste siempre un fantasma...

...un gran fantasma

Enorme

Pesado

Como una estrategia desarticulada

amparada en la institucionalidad burguesa
bombardeándome y reprimiéndome todo el día
con la maldita transparencia de tu recuerdo...

Siempre fuiste un fantasma…

…un gran fantasma

Canción antigua

La milenaria tribu nómade de los

Tayikovz
ubicables casi siempre en el desierto de
Kyzyl Kum
tienen una antigüa canción
que cantan al caer el sol sobre las dunas

El amor es un juego peligroso

demasiado peligroso
demasiado peligroso para ser normal

El amor es un juego peligroso

repiten los guerreros de toda guerra
los soldados apoyados en sus arcabuces
los “semper fi” acariciando sus M-16
y los spetnatz que al atardecer
en las heladas tardes de la tundra
limpian sus kalashnikov

En el desierto de Gobi o Rub al Kali

en el mar
en un bar maloliente en los suburbios de
Loncoche

En un bosque lejano
en un glaciar milenario
en los confines del mundo

En los desiertos floridos de Rigel

en el pie de orión
en las puertas de Tanhausser

El amor es un juego peligroso

Demasiado peligroso para ser normal
Carta a JC
JC
no me pidas nada
soy un nudo
estoy seca por dentro y mi vida es una
mierda
Salgo de madrugadas a recorrer esta ciudad
y en medio de las calles grito como loca
hasta que llega la policía
Conozco mazmorras
sé de peligros que te arredrarían
de pesadillas que te siguen más allá de la
muerte
No sirvo para ti
no me hables de amor
no le mientas a un fantasma
no creas todo lo que dicen y menos lo que
no dicen
- o sea el resto-
Sólo respira un momento
abre los ojos y observa desde allí
no veas ni creas en películas ni des por
reales los amores de películas
porque te secarás como yo y caerás a la
tierra y allí ni siquiera tendrás tiempo de
desencantarte del resto de las cosas
No ames hidras y por sobre todas las cosas
huye antes de que sea tarde
San Francisco 0918

olvidé quién eres

aunque mis palabras aún llevan tu perfume

esas mismas que te buscan cada tarde

en las calles adyacentes que la ciudad maldita un

día abrió de par en par para engullirme con
desparpajo

En sus heladas tardes y tras esas mismas ventanas

me hiciste desaparecer

frente a esa misma casa antigua que desaparecía

cuando la mirábamos el uno sin el otro pero que
como un fantasma personal y nuestro estaba allí
para nosotros cuando la buscábamos tomados de
las manos trastabillando emociones
consumiéndose nuestras vidas de fracaso en
fracaso

desechando corazones muertos y secos

los mismos que envejecieron un día queriendo

amar

y que hoy nos leen en viejos diarios las eternas

viejas historias de siempre

las que se tornaron amarillas esperando ser leídas

en ciudades en que todo era posible

pero que jamás existieron

Donde hubo abrazos que hoy parecen un sueño

un eco viejo y distante

Adolescente

En sepia

Amargo
Poesía-me -Poseía-me

POESIA-me
le dije
mientras me sacaba lo más rápido que podía
los calzoncillos de Tarzán sin lavar durante
una semana

POESIA-me
le repetía
mientras nuestros cuerpos
obedeciendo a una melodía inaudible
comenzaban a danzar

POESIA-me
POSEIA-me

susurré
cuando sus ojos comenzaron a estallar
sus dedos se convirtieron en garras
sus suaves gemidos en gritos intolerantes
-hasta hoy-

POSEIA-me
sus caricias en golpes de karate
sus miradas en refinadas torturas
-hasta hoy-

POESIA-me
POSEIA-me

Amor y poesía
malditas cárceles
Los ojos de Shultz son tiernos
como los de un cachorro

Él la espera tras cada tarde al final de las

escaleras

Con una margarita en el ojal

Con zapatos de charol

Shultz es un buen hombre

un buen amante
un buen chico

La música de Benny Goodman suena en las

radiolas de las heladerías de Harlem mientras
los adolescentes giran y sonríen en torno a
una vida que según ellos les pertenece
irrefutablemente

A pocos metros de allí yace Shultz en el piso

del baño de un bar maloliente en Palace
Chophouse
el pecho lleno de claveles rojos
un olor a pólvora endiablado
y pistolas que están de fiesta ese anochecer
en algún cuchitril de los suburbios de Brooklyn
 Franco Ib ez Z. ( Concepción ).

NN y UFRO, nacido en Temuco en 1960, conforma

desde 1983 junto a Manosalva, Riffo, Luna,
Manr quez, Carrillo y Magma el "Anillo de fuego"
de esta Cofradía, haciendo propio el sustrato
de la actividad estudiantil y política en torno
a la UFRO y la Universidad Católica en esa
década.

Parte importante de la poes a urbana en Chile,

escribe entre 1986 y 1999 "Los amores de beretta";
"Sobrevidas", "Rojo, negro y Adiós a las armas",
"Vía férrea" "El ciudadano de dos mundos",
dedicando hoy su atención preferentemente a
la narrativa y a la edición literaria.