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~ MARIA MIES Y VANDANA SHIVA Uae PTR ace C UC Prologo a la edicion espafiola de NEN ema adcane RE So Va Icaria $ Antrazyt ECOLOGIA ¢Existe una relacion entre la opresién patriarcal y la destruccién de Ja naturaleza en nombre del progreso y el beneficio? ;Como debe- ria contabilizarse la violencia inherente a este proceso? ;Existe alguna relacién entre el movimiento de mujeres y otros movi- mientos sociales? Esta nueva edicién, revisada y ampliada, es hoy tan vigente y necesaria como cuando se publicé por primera vez. Este libro sittia la responsabilidad y las respuestas que el feminis- mo puede dar a los mayores problemas actuales del planeta, tanto medioambientales como econdmicos. La destruccién ecoldgica y las catdstrofes industriales de hoy en dia constituyen uno de los trazos constitutivos de nuestra vida diaria, el mantenimiento de la cual es habitualmente responsabili- dad de las mujeres. Junto a esta situacién, las nuevas guerras que el mundo experimenta, los conflictos étnicos y el mal funciona- miento de las economias se presentan para el ecofeminismo como urgentes cuestiones que resolver, tanto en las sociedades industria- lizadas como en las del Tercer Mundo. \: 978-84-9858-692-4 . Aim Veees oles Maria Mies y VANDANA SHIVA ECOFEMINISMO TEORIA, CRITICA Y PERSPECTIVAS Icaria $ Antrazyt ECOLOGIA Este libro ha sido impreso en papel 100% Amigo de los bosques, proveniente de bosques sostenibles y con un proceso de produccion de TCF (Total Chlorine Free), para colaborar en una gestion de los bosques respetuosa con el medio ambiente y econdmicamente sostenible, Titulo original: Ecofeminism, Zed Books, Londres, 1993. Edicion ampliada, 2014 Traduccién del inglés: Mirela Bofill, Daniel Agullar, Eduardo Iriarte y Marta Pérez Sanchez, y Joan Soler Disefio de la cublerta: Adriana Fabregas © Vandana Shiva y Maria Mies © del prdlogo: Ariel Salleh © Deestaedicion Iearia editorial, s, a. Arc de Sant Cristofol, 11-23 08003 Barcelona www. icariaeditorial. com ISBN: 978-84-9888-692-4 Depésito legal: B 29809-2015 impreso en Romanya/Valls, s.a. Verdaguer, 1, Capellades (Barcelona) Printed in Spain. Impreso en Espaiia. Prohibida la reproduccién total 0 parcial. iNDICE Prdlogo a la edicién espafiola: ecofeminismo, mas necesario que nunca, Yayo Herrero 7 Prélogo a la nueva edicin, Ariel Salleh 11 Prefacio a la nueva edicién Vandana Shiva 17 Maria Mies 29 Introducci6n: gpor qué escribimos juntas este libro?, vi. vil. Vill. Maria Mies y Vandana Shiva 41 PRIMERA PARTE CRITICA Y PERSPECTIVAS Reduccionismo y regeneracién: crisis en la ciencia, Vandana Shiva 73 . Investigacion feminista: ciencia, violencia y responsabilidad, Maria Mies 93 SUBSISTENCIA VERSUS DESARROLLO . El mito de la recuperaci6n del retraso enel desarrollo, Maria Mies 121 |, El empobrecimiento el medio ambiente: las mujeres y los nifios, los ditimos, Vandana Shiva 141 - eQuién ha hecho de la naturaleza nuestro enemigo?, Maria Mies 171 LA BUSQUEDA DE RAICES Sin casa en la «aldea global», Vandana Shiva 183 La masculinizaci6n de la Tierra madre, Vandana Shiva 197 Las mujeres no tienen patria, Maria Mies 209 . El dilema del hombre blanco: su bdsqueda de lo que ha destruido, Maria Mies 231. Vi. Vil. Vill. SEGUNDA PARTE EL ECOFEMINISMO FRENTE ALA BIOTECNOLOGIA COMO NUEVO CAMPO DE INVERSION El saber propio de las mujeres y la conservacién de la biodiversidad, Vandana Shiva 275 . Nuevas tecnologias de reproduccién: sus implicaciones sexistas y racistas, Maria Mies 289 Del individuo al «dividuo»: el supermercado de las «alternativas en el Ambito de la reproduccién», Maria Mies 321 gLIBERTAD PARA COMERCIAR 0 LIBERTAD PARA SOBREVIVIR? /, Autodeterminacién: gel fin de la utopia?, Maria Mies 351 , El carr, la agricultura y las mujeres del Tercer Mundo, Vandana Shiva 369 El concepto de libertad de las mujeres del movimiento chipko, Vandana Shiva 391 SUBSISTENCIA: LIBERTAD FRENTE A DESARROLLO Liberaci6n de las consumidoras y los consumidores, Maria Mies 399 La descolonizacién del Norte, Vandana Shiva 417 Personas 0 poblacién: hacia una nueva ecologia de la reproducci6n, Marla Mies y Vandana Shiva 435 CONCLUSION . La necesidad de un nuevo proyecto: el planteamiento de subsistencia, Maria Mies 465 Lasautoras 504 PROLOGO A LA EDICION ESPANOLA: ECOFEMINISMO, MAS NECESARIO QUE NUNCA Yayo Herrero La humanidad se encuentra en una dificil situacion. Los ditimos informes del panel de expertos sobre cambio climatico apuntan a que puede que los ecosistemas ya estén colapsando, y es impo- sible seguir ocultando los signos de agotamiento de energia y de materiales. Ya no es creible, ademas, que el deterioro ambiental sea el inevitable precio que hay que pagar por vivir en sociedades en las que las grandes mayorias se sienten seguras: a la vez que se esta destruyendo la naturaleza, las desigualdades en todos los ejes de dominacién —género, clase, procedencia, edad..— se han profundizado y las dindmicas que expulsan a las personas de la sociedad estan adquiriendo una velocidad aterradora. Las diversas manifestaciones de la actual crisis civilizatoria —tiesgo ecologico, dificultades para la reproduccién social e incre- mento de la injusticia— estan interconectadas y tienen su origenen la tension esencial que existe entre la civilizacion agro-urbana-indus- trial, nacida en Occidente, y aquello que nos hace humanidad. En 1997, Icaria publicaba Ecofeminismo, un texto de Vandana Shiva y Maria Mies que inspiré la reflexion y el trabajo que muchas mujeres—y algunos hombres— ecologistas hemos venido desarro- llando. Este libro, junto con otros, nos ayud6 a ver cuales eran los mecanismos econémicos, politicos, epistemolégicos y simbélicos que sostienen un modelo biocida y que mantienen a las mayorias sociales anestesiadas e incapaces de darse cuenta de que lo que llamamos progreso y desarrollo, en muchas ocasiones, es el pro- ceso de destruccién de las bases materiales que sostienen a la especie humana. Shiva y Mies muestran el ecofeminismo como una potente corriente de pensamiento y un movimiento social que liga el eco- logismo y el feminismo. Se trata de una filosofia y una practica activista que defiende que el modelo econémico y cultural occi- dental «se constituy6, se ha constituido y se mantiene por medio de la colonizacién de las mujeres, de los pueblos “extranjeros” y de sus tierras, y de la naturaleza». A partir de su trabajo, se revela que la subordinacion de las mujeres a los hombres y la explotacién de la naturaleza son dos caras de una misma moneda y responden a unas légicas comunes: la ilusion de poder vivir al margen de la naturaleza, el ejercicio del poder patriarcal y del sometimiento de la vida a la exigencia de la acumulaci6n. El ecofeminismo, y de forma profunda en la obra de Shiva y Mies, somete a revisién conceptos clave de nuestra cultura: economia, progreso, clencia... mostrando como estas nociones hegemonicas son Incapaces de conducir a los pueblos a una vida digna, y destacando la urgencia en adoptar un nuevo paradigma que ponga freno a esta guerra declarada a la vida. El ecofeminismo denuncia cémo la inmanencla de la vida hu- mana y los limites ecolégicos quedan fuera de las preocupaciones de la economia y del desarrollo. Esta denuncia trastoca las bases fundamentales del paradigma econdmico capitalista y desvela que $u l6gica es incompatible con la de un mundo sostenible y justo. En esta linea, Shiva y Mies realizan una critica profunda y contundente sobre el actual modelo social, cientifico, econémico y cultural y proponen una mirada diferente sobre la realidad co- tidiana y la politica, dando valor a elementos, practicas y sujetos que han sido designados por el pensamiento hegeménico como Subalternos, y que han sido invisibilizados. Contribuyen a desmon- tar la visién mitica que permite separar humanidad y naturaleza; establecen la importancia material de los vinculos y las relaciones Sostenidas por las mujeres; y otorgan papel similar a la llamada Produccién y a la reproduccién como elementos indisociables del Proceso econdmico. La ignorancia de las dependencias materiales de la capacidad regenerativa de la tierra y del trabajo de subsistencia y cuidados ha acabado desviando Ia nocién de produccidn y de trabajo, y ha contribuido a alimentar el mito del crecimiento econdmico ilimitado y la fantasia de la individualidad. Pero si nuestra especie quiere perdurar, la produccion tiene que ser una categoria ligada al mantenimiento de la vida y al bienestar de las personas, es decir, lo producido, debe ser algo que permita satisfacer necesidades humanas con criterios de equidad. Distinguir entre las producciones socialmente necesarias y las socialmente indeseables es imprescindible y los indicadores monetarios al uso (como el Producto Interior Bruto) no permiten discriminar entre ambas. Una nocién de produccion, forzadamente desgajada de la reproduccién, ha conducido a manejar un concepto de trabajo que se reduce a aquello que se hace a cambio de salario y que obliga a hacer el cuerpo apropiado para lo que exige la disciplina capitalista. El cuerpo-maquina se convierte en una herramienta de trabajo y la.regeneracion y reproduccién de esos cuerpos no es responsabilidad del espacio de la produccién mercantil que se desentiende de ellas, relegandolas al espacio doméstico. Alli, las mujeres obligadas por la division sexual del trabajo en las socie- dades patriarcales, asumen esas funciones desvalorizadas. Mies propone reformular el concepto de trabajo definiéndolo como aquellas tareas dedicadas a la produccion de vida que deben ser realizados por hombres y mujeres porque son responsabilidad del conjunto de la sociedad. Tomar conciencia de la forma en la que la economia capitalista se sostiene destruyendo naturaleza y explotando el trabajo de las mujeres en los hogares y economias de subsistencia, puede per- mitir reconfigurar la l6gica econémica, de tal modo que el nucleo del interés no sea el crecimiento —a costa de lo que sea y sin que importe si se satisfacen o no necesidades— sino el bienestar de las mayorias. Las dimensiones ecolégica y feminista son imprescindibles para transformar la concepcién y la gestién del territorio y para re- organizar los tiempos dela gente... Sin ellas, es imposible alumbrar un modelo compatible con la biosfera que trate de dar respuesta a todas las diferentes formas de desigualdad. El punto de partida es la Inevitable reducci6n de la extraccion y presién sobre los ciclos naturales. En un planeta con limites, ya sobrepasados, el decrecimiento de la esfera material de la econo- mia global no es tanto una opcién como un dato. Esta adaptacién puede producirse mediante la lucha por el uso de los recursos de- crecientes o mediante un proceso de reajuste decidido y anticipado con criterios de equidad. Una reduccion de la presién sobre la biosfera que se quiera abordar desde una perspectiva que sitde el bienestar de las perso- nas como prioridad, obliga promover una cultura de la suficiencia y de la autocontencién en lo material, a apostar por la relocalizacién de la economia y el establecimiento de circuitos cortos de comercia- lizacion, a restaurar una buena parte de la vida rural, a disminuir el transporte y la velocidad, a acometer un reparto radical de la riqueza y asituar la reproducci6n cotidiana de la vida, responsabilidad de hombres y mujeres, en el centro del interés. El ecofeminismo, poco a poco, va calando en los andlisis de otros movimientos sociales y politicos. Creemos que esta mirada resulta imprescindible para realizar un analisis material completo del metabolismo social y establecer diagndsticos mas ajustados sobre la crisis clvilizatoria. Esta mirada es central para ayudar a disefar las transiciones necesarias hacia una sociedad mas Justa y compatible con los limites de la naturaleza. Por ello, nos alegramos de que una nueva edicién ampliada de este libro vea de nuevo la luz casi 20 afios después de aquella primera. Desde luego, falta de vigencia e interés, no tiene. 10 PROLOGO A LA NUEVA EDICION Ariel Salleh* Quiza la palabra «ecofeminismo» sea nueva, pero siempre ha impulsado los esfuerzos de las mujeres por salvaguardar su sus- tento y garantizar la seguridad de sus comunidades. Desde las habitantes de los bosques de Chipko en el norte de la India hace 300 afios hasta las madres de los mineros de los Apalaches de la actualidad, sigue la lucha por crear sociedades a favor de la vida. Y hoy en dia, la lucha se intensifica a medida que Ia globalizacion empresarial se dilata y se contrae y no deja una piedra sin remover ni un cuerpo sin utilizar. La asociacién de Maria Mies y Vandana Shiva simboliza esta afinidad entre las mujeres: nos habla de una energia primordial observada en un movimiento extendido por to- dos los continentes. Las feministas ecologistas no solo pelean en la calle; hacen también filosofia. «Solo conectar»: esto sintetiza de qué va la perspectiva. Que yo sepa, el ecofeminismo es el Gnico marco politico capaz de explicar con detalle los vinculos histéricos entre capitalismo neoliberal, mi- litarismo, ciencias empresariales, alienacion de los trabajadores, violencia doméstica, tecnologias reproductivas, turismo sexual, abuso infantil, neocolonialismo, islamofobia, extractivismo, armas nucleares, apropiacion de agua y tierras, deforestacién, ingenieria genética, cambio climatico y el mito del progreso moderno. Las * Universidad de Sidney. soluciones ecofeministas son también sinérgicas: la organizacién de la vida cotidiana en torno a la subsistencia favorece la soberania alimentaria, la democracia participativa y la reciprocidad con los ecosistemas naturales. Era inevitable que Mies y Shiva confluyeran, dadas con sus s6lidas percepciones poscoloniales, su denuncia de la ideologia de| siglo xx del desarrollo «recuperatorio» y su énfasis en las facultades de las mujeres para salvaguardar economias locales sostenibles. Maria se formé como socidloga. Su tesis doctoral, publicada en inglés en 1980 con el titulo de Indian Women and Patriarchy: Conflicts and Ditemmas of Students and Working Women [Mujeres indias y patriarcado: Conflictos y dilemas de mujeres trabajadoras y estudiantes], se centraba en los conflictos de rol de las mujeres en la India, donde Investig6 también la explotacién capitalista de las amas de casa encajeras. En su pais, se Incorporé al movimiento feminista y se mostré muy activa en diversos movimientos sociales, entre ellos los ecologistas y los antinucleares. Experiencias como esas influyeron en su labor docente relativa a los estudios sobre las mujeres, en el Instituto de Ciencias Sociales de La Haya. Planificé una metodologia de Investigaciones feministas, que paso a aplicar en una critica del marxismo con Veronika Bennholdt-Thomsen y Claudia von Werlhof. En 1986, Zed Books publicé el libro Patriarchy and Accumulation on a World Scale [Patriarcado y acumulaci6n a escala mundial]; en 1999, Maria fue coautora de The Subsistence Perspective [La perspectiva de la subsistencia]; en 2010, salié al mercado una autobiografia: The Village and the World [El pueblo y el mundo]. Vandana obtuvo un doctorado canadiense en fisica tedrica. No obstante, como madre joven preocupada por la amenaza nu- clear a la vida en la Tierra, dejé su empleo y creo una Fundacion Investigadora para Politicas Cientificas, Tecnolégicas y de Recursos Naturales en Dehradun, su ciudad natal. Su primer libro, Abrazar la vida: mujer, ecologia y desarrollo, fue publicado por Zed Books en 1989, Se trata de una descripcion empirica de la denominada Revolucion Verde de fa India, y de los temendos estragos que caus6 en las cosechas, el suelo y la vida de los campesinos. Ecofeminis- 12 mo, escrito conjuntamente con Mies, aparecié en 1993. Entre los demas libros se incluyen Biopirateria: el saqueo de la naturaleza y del conocimiento, una selecci6n de textos sobre biotecnologia coeditada en 1995; Las guerras del agua, de 2002; y Manifiesto por una democracia de Ia tierra: justicia, sostenibilidad y paz, de 2005. Shiva ha recibido numerosos premios, da conferencias con asiduidad y es considerada una de las mujeres mas influyentes del mundo. Mies y Shiva son las pensadoras ecofeministas mas destaca- das; no obstante, desde la década de 1970 diversas mujeres de todas partes han estado elaborando respuestas feministas ecolo- gistas a los impactos provocados en la salud y el medio ambiente por la «modernizacion» —eufemismo de la transformacion de las tecnologias de la Segunda Guerra Mundial en bienes de consumo rentables, como la energia nuclear o los pesticidas agricolas. En la actualidad, la bibliografia internacional del feminismo ecologista comprende numerosos libros y articulos, y se ensefia como asigna- tura principal en la universidad asi como en cursos de ética ecolo- gista, pensamiento social y politico, estudios de género, geografia humana, humanidades medioambientales y, mas recientemente, ecologia politica. Dicho esto, el piiblico no siempre comprende bien la relacion entre el ecofeminismo y el feminismo como tal. La corriente do- minante del «feminismo» tiene muchos afluentes, cada uno con diferentes objetivos y estrategias. La forma fundamental del fe- minismo se expresa cuando las feministas radicales subrayan las contradicciones de la experiencia cotidiana de las mujeres bajola dominacién masculina. Por otro lado, las feministas culturales/ espirituales celebran el potencial liberador de los «valores feminis- tas», al tiempo que reconocen que muchas de estas actitudes han sido impuestas a las mujeres a lo largo de la historia. Las feministas socialistas examinan la forma excepcional de explotaci6n econdomi- ca de las mujeres como trabajadoras domésticas no remuneradas enel mercado global. Las feministas liberales buscan simplemente igualdad de oportunidades para las mujeres dejando intacta la sociedad capitalista. Las feministas posestructurales analizan 13 el modo en que el lenguaje construye y sitda socialmente a las mujeres en los medios de comunicacién de masas, la literatura, la religién, la ley, eteétera. ' Con el ecofeminismo, el enfoque politico se orienta hacia fuera, Su primera premisa es que, en el sistema patriarcal capitalista los recursos «materiales» de las mujeres y de la naturaleza estan interconectados desde el punto de vista estructural. Las ecofemi- nistas acaso se inspiren de vez en cuando en otras corrientes del feminismo, pero los planteamientos liberales y posmodernos so n, por lo general, poco utiles para crear alianzas politicas globales con trabajadores, campesinos, pueblos indigenas y otras victimas de la tendencia occidental a la acumulaci6n. Una faceta importantisi- ma del ecofeminismo es que ofrece una alternativa al relativismo dominante mientras la mercantilizaci6n capitalista homogeneiza las culturas. Mies y Shiva ponen de relieve un marcado contraste entre la decadencia social del consumismo pasivo y la vitalidad social de las economias de sustento autdnomas, autosuficientes e imaginativas: la subsistencia. Transcurridos mas de veinte afos desde la publicacién de Ecofeminismo, vemos que todos los problemas socioeconémicos y cultural-psicolégicos clave abordados en el libro siguen siendo actuales —y bajo el dominio del neoliberalismo global, muchas situaciones han incluso empeorado. La metodologia del poder es «divide y venceras», Asi pues, tal como sejiala Mies, los paises prosperos promueven un miedo publico al terrorismo para justificar intervenciones exteriores movidos por el puro interés. Shiva obser- va que, en su pais, la imposicién de ajustes estructurales ligados al libre comercio provocé tanta desorganizacién y tensién que en algunas comunidades las agresiones a las mujeres aumentaron un 800 por ciento, En su trabajo, las autoras aplican su potentisima lente econstructiva al «reduccionismo» de la ciencia contempo- ranea, dogma profundamente inspirado en viejas motivaciones patriarcales, dtaneares de este libro se hubiera usimilano: hace veinte Pas Semila ioe eee consecuencias desdichadas. minismo explica que tanto la crisis financiera 14 como la medioambiental son sexo-genéricas. Ademas, el libro adelanta las causas de que cada crisis haya activado en la ac- tualidad nuevos tipos de resistencia politica entre los jovenes, los trabajadores precarios 0 los refugiados de la periferia geografica. Hoy dia, la izquierda esta compuesta, si no dirigida, por activistas del Foro Social Mundial, la Via Campesina, la Red Medioambiental Indigena, la Marcha Mundial de las Mujeres, el Movimiento Occupy o Liberacién Animal. Hay un llamamiento a favor del decrecimien- to, de lo piblico o comunal y del «buen vivir». Y para la gente que quiere un diagnéstico inclusivo de nuestra convulsa época, no se me ocurre cosa mejor que este libro. «Solo conectar.» Ninguna otra perspectiva politica—iberalismo, socialismo, feminismo, ecologismo— puede integrar lo que hace el ecofeminismo: por qué los gitanos atin son tratados como ani- males; por qué las mujeres realizan en el mundo el 65 por ciento del trabajo por el 10 por ciento del salario; por qué en internet las imagenes de nifios victimas de abusos sexuales generan millones de délares; por qué se crian pollos solo por su higado y sus alitas; © por qué la propia Tierra esta siendo manipulada como arma de guerra. La pérdida de especies es endémica, se acerca el pico del agua, el suelo esta perdiendo integridad organica, la atmosfera es azotada por furlosas tormentas. Como dice Vandana: «Estamos en medio de una lucha épica... entre los derechos de la Madre Tierra y los derechos de las multinacionales y los estados militarizados que se valen de cosmovisiones obsoletas.» Este es el desafio de nuestra generacion. Noviembre de 2013 15 PREFACIO A LA NUEVA EDICION Vandana Shiva Cuando hace dos décadas Maria Mies y yo escribimos Ecofeminis- mo estébamos abordando los retos emergentes de nuestra época. Todas las amenazas identificadas han crecido y se han agravado. Y al mismo tiempo, si se trata. de que sobrevivan la humanidad y las diversas especies con las que compartimos el planeta, es mayor que nunca la necesidad de una alternativa al patriarcado capitalista. ~ ; Ecofeminismo se publicé un afio después de la Cumbre de la ‘ Tierra, en la que los gobiernos del mundo firmaron dos importantes tratados: la Convencién sobre Diversidad Biolégica y.la Convencion Marco de la onu sobre el Cambio Climatico. Aun no existia la Orga- nizacién Mundial de Comercio. Sin embargo, dos aiios después de publicarse Ecofeminismo se creé la omc, que dio prioridad a los dere- chos, la actividad y los beneficios de las multinacionales y socavé aun mas los derechos de la Tierra, de las mujeres y de las generaciones futuras. Nosotras escribimos sobre lo que suponia la globalizacion para las mujeres y la naturaleza. Todas las crisis que mencionamos son ahora mas graves; todas las manifestaciones de violencia, mas crueles. Se creé Mujeres Diversas por la Diversidad para responder a una globalizacién corporativa que estaba reduciendo el mundo a menccultivos controlados por las empresas locales. En 1999, en Seattle, Impedimos la Conferencla Ministerial de la omc. No obstan- te, se han estado promoviendo antidemocraticamente convenios de «libre comercio», como el Acuerdo de Libre Comercio veindia o el Acuerdo de Agricultura ce wv-India, concebido para poner la agri- cultura y los alimentos de la India en manos de Monsanto, Cargill 7 y Walmart, con el fin de ampliar él dominio de las multinacionales pese a comprobar la ruina que dejan a su paso: granjas arrasadas, personas desplazadas, ecosistemas devastados, desaparicién de la diversidad, caos climatico, sociedades divididas e intensificacién de la violencia contra las mujeres. Intensificacién de la violencia contra las mujeres La violencia contra las mujeres es tan vieja como el patriarcado, El patriarcado tradicional ha estructurado nuestras cosmovisio- es y maneras de pensar, nuestros mundos sociales y culturales, partiendo de la dominaci6n sobre las mujeres y de la negacién de su condicién humana plena y su derecho a la igualdad. Pero en el pasado reciente, esto se ha intensificado y generalizado. Y ha adoptado formas mas brutales, como la violacién en Srupo y el asesinato producidos en Nueva Delhi 0 el suicidio de una chica de 17 afios tras ser violada en Chandigarth. Las violaciones y los casos de violencia contra las mujeres han aumentado con los afios. La Oficina Nacional de Registro de Delitos (ncre, por sus siglas en inglés) informé de 10:068 casos de violacién en 1990, que en 2000 Ilegaron a 16.496. La cifra de 24.206 viola- ciones en 2014 indica que estas aumentaron en un pasmoso 873 Por ciento con respecto a 1971, cuando la NCRB empezo a recoger datos. Nueva Delhi ha llegado a ser la capital de las violaciones en fa India: alli se producen el 25 por ciento de los casos. Hay que seguir con las movilizaciones para detener esta vio- lencia hasta que se haga justicia a cada una de nuestras hijas y hermanas que haya sido violada. Y mientras intensificamos la lucha Por lograr justicia para las mujeres, debemos plantear también la Cuestion de por qué los casos de violacién han aumentado un 240 Por.ciento desde la década de 1990, cuando se implantaron las nuevas politicas econémicas, de una Intervencién Social. No leimos previamente libros sobre violencia doméstica en Alemania. Comenzamos con acciones callejeras y exigimos una casa para mujeres maltratadas, La respuesta a nuestras demandas de una Frauenhaus fue enorme, al cabo de siete meses ya la teniamos. Este conflicto me ensefié una leccién fundamental para mi vida futura: la experiencia y la lucha van por delante det estudio teérico, et cet Cuando recuerdo este aprendizaje mediante la acci6n social, pienso a menudo en la famosa Tesis 11 de las Tesis sobre Feuerba- ch, de Marx: «Los filésofos han interpretado el mundo de diferentes maneras; ahora se trata de transformarlo.» Intentamos cambiar el mundo antes de empezar a filosofar sobre él. De todos modos, nuestros esfuerzos no siempre fueron fructiferos, A pesar de las numerosas luchas feministas contra la violencia masculina, esta_no ha desaparecido; al contrario, ha aumentado. Todavia es un componente esencial de todas las instituciones de las sociedades patriarcales. Es parte de la economia, la familia, la religion, la politica, los medios de comunicacién, la. cultura. Se da tanto en paises supuestamente civilizados como en paises 32 .atrasadose. Las formas de esta violencia acaso difier esencia es la misma. En las nuevas guerras iniciadas a raiz del 14 de Septiembre, la violencia contra las mujeres es un efecto secundario «normals, un «dafio colateral». La diferencia esta en la Preparacion que hoy en dia adquieren los jovenes gracias a juegos de ordenador violentos, Estos juegos ensefian a «chicos» de todas las edades a establecer un objetivo y matar a un enemigo. Los jévenes se hacen mayores “dominando esta tecnologia informatica que sirve para luchar contra enemigos virtuales en guerras virtuales. No es de extrafiar que luego ejerzan esta violencia-en la vida real. La industria de los juegos de ordenador es una de las que mas deprisa crece en e| mundo. Sus promotores alegan que los nifios son capaces de diferenciar entre realidad «virtual» y realidad «real». En la actualidad, las nuevas guerras las libran en gran medida esta clase de «chicos» que se sientan frente a un ordenador, pulsan un botén y mandan un misil oun dron a matar «terroristas» en Afganistan o Pakistan. Atacan y matan sin sentir nada y sin ser atacados, Estas guerras nuevas son para ellos tan virtuales como las de sus juegos de ordenador, Sin embargo, forman parte de la formacién militar generadora de hombres que no saben qué es una relacion afectuosa con mujeres reales ni con la naturaleza real. En consecuencia, la violencia «real» contra mujeres reales y minorias, como los inmigrantes de entornos racializados, ha aumen- tado y es més cruel que antes. En cualquier caso, ahora son mas quienes consideran que la violencia masculina contra las mujeres esta programada genéticamente. . La violencia en internet y las guerras en internet son novedades que debemos a los «padres de la destruccién»; otra es la tecnolo- 8ia genética y reproductiva. Todas han cambiado absolutamente nuestra visin de! mundo y la antropologia. Seguin estos avances, la Mayoria de los genetistas entienden que la conducta humana esta determinada sobre todo por los genes. De ahi que la violencia de los hombres se considere consecuencia de su estructura genética. Lo mismo vale para las guerras. Se parte de la base de que los hombres son «guerreros» por naturaleza. Si no son guerreros, No ran, pero la 33 son hombres de verdad. Sin embargo, la violencia de los hombres contra las mujeres y otros «enemigos» no esta determinada por los genes. Los hombres no son violadores por naturaleza ni tampoco estan programados genéticamente para ser asesinos de la Madre Naturaleza, el origen de toda vida. Esta violencia resulta de un paradigma social que se inicié hace unos 8.000 afios, cuyo nom- bre es «patriarcado». Aunque ya abordamos del patriarcado en el libro de 1993, no hablamos de I de forma especifica. Solo surgié cuando se piantes la cuestion de por qué el patriarcado no habia desaparecido con la llegada del capitalismo, o cuando teniamos que encontrar un nombre para el paradigma que destruia a las mujeres y la naturaleza. Siguiendo a Claudia von Werlhof, denomi- namos a este paradigma «patriarcado capitalista».? _La civilizaci6n patriarcal es el esfuerzo por resolver un probie- ma del género masculino, a saber, el hecho de que los hombres no pueden producir vida humana por cuenta propia. No son el principio. Sin las mujeres, no pueden producir nifilos, en especial varones. El principio son las madres. Esto ya era evidente en la antigua Grecia. Las madres son arche, el comienzo de la vida humana. Por tanto, los hombres inventaron tecnologias para las cuales las madres nq hacen ninguna falta. La bomba atémica, las tecnologias reproductivas y genéticas o internet pertenecen — a esta clase de «hijos huérfanos», : Otra forma de violencia ‘contra las mujeres sigue siendo la misma que en 1993: las tecnologias genéticas y reproductivas. Conla fabri- caci6n artificial de! primer bebé probeta, Louise Brown, quedé claro que las mujeres habian perdido su antiquisimo monopolio sobre el nacimiento. En lo sucesivo, los ingenieros reproductives masculinos Podrian producir un bebé sin las mujeres. Ahora la ingenieria gené tica controlaria todos los procesos Senéticos y biolégicos mediante los cuales se produciria, reproduciria y manipularia vida humana y . 2 Glaudta von Werlhof, «The Failure of Modern Civilization and the Struggle for a ‘Deep’ Aiternative: A Critical Theory of Patriarchy as a New Paradigm», en Beitrage zur Dissidenz 26, Peter Lang Verlag, Francfort, 2011. ’ J 34 animal. Parece que el hombre ha llegado Por fin a vida. Para crear vida humana nueva ya no es necesai humana entre un hombre y una mujer. Comprendimos las trascendentales consecuencias de estos inventos. En esa época, las ecofeministas de todo el mundo em- prendimos una campahia internacional contra estas tecnologias nuevas. En 1985 fundamos la Red Internacional Feminista de Resistencia a la Ingenieria Reproductiva y Genética (Finrrace, por sus siglas en inglés). Teniamos claro que la invencién de la ingenie- ser creador de ria una relacién ria genética y reproductiva no era solo resultado de la curiosidad - inocente del hombre por entender la naturaleza, sino que, al igual que sucedia con la energia nuclear, la biotecnologia se inventé para superar los limites que la naturaleza ha impuesto a los seres humanos. Y mediante Ia liberalizaci6n de las leyes sobre patentes, la privatizacin y la comercializacién acabaron siendo un mercado nuevo. Estas nuevas mercancias patentadas habian sido Propiedad piiblica, bienes comunales; ahora se podian comprar y vender. Sin la tecnologia genética, quiza Monsanto no habria Negado a ser el gigante que actualmente controla la agricultura y la industria alimentaria global. En todo caso, la violencia contra las mujeres no es solo un «efecto secundario de la guerra y la ciencia modernas» (que estan . interconectadas), sino que es todavia una caracteristica normal de lasociedad moderna, civilizada. Muchas personas se escandalizaron ante las ultimas violaciones colectivas en la India, pero no cuando Se produjeron los primeros bebés probeta gracias a una tecnologia inventada por los hombres. No se indignaron cuando se introdujo el arroz manipulado genéticamente durante la Revolucién Verde en la India y otros paises pobres, Vandana Shiva fue la primera en revelar ue aquella Revolucién Verde no solo estaba destruyendo la inmensa diversidad de variedades de arroz preservadas por las mujeres a lo largo de sigios, sino que ademas estaba generando una nueva oleada de violencia directa contra las mujeres. Otro ejemplo de violencia directa contra la naturaleza, las per- Sonas y las generaciones futuras es la reestructuracién de toda la €conomia mundial conforme a los principios del neoliberalismo: 35 Blobalizacion, liberalizacién, privatizacién y competencia universal, Desde la incorporacion de todos los paises al libre comercio, las empresas transnacionales (tne, por sus siglas en inglés) han tras- ladado parte de su produccién a «paises de mano de obra barata», Bangladesh es uno de estos paises. Como sabemos, los trabajado- res mas baratos entre los baratos son, en todas partes, las mujeres Jovenes. En torno al 90 por ciento de los trabajadores de las fabricas textiles de Bangladesh son chicas, Sus salarios son los mas bajos del mundo. Las condiciones laborales son inhumanas: en los numerosos incendios que ha habido han muerto centenares de trabajadoras. No hay contratos de trabajo ni normas de seguridad. Los edificios de las fabricas no son seguros, ya menudo las mujeres tienen que trabajar mas de doce horas diarias. El reciente desastre del Rana Plaza, en Dhaka, en el que murieron mas de 1.100 personas y muchas mas resultaron heridas, la mayoria de ellas mujeres, es un ejempio de la tremenda violencia contra las mujeres provocada por esta Nueva Economia. Sin esta violencia, el capitalismo no podria mantener su obsesion con el crecimiento. Estos son solo algunos de los casos mas espectaculares que jus- tifican las razones por las que escribimos Ecofeminismo hace veinte afnos y que hoy siguen vigentes. De hecho, ahora lasituaci6n es incluso peor y ha alcanzado dimensiones mas gigantescas y amenazadoras. Por tanto, hemos de ver lo que ha cambiado desde 1993, éQué es diferente hoy? Lo primero que me viene a la cabeza cuando formulo esta pre- gunta es el desplome del World Trade Center de Nueva York el 11 de septiembre de 2001, acontecimiento al que desde entonces nos referimos poniendo solo 11-S, Por primera vez en su hisioria, Estados Unidos se dio cuenta de que era vulnerable. EI presidente George W. Bush acufié enseguida un nombre para estos criminales que destruyeron el wre, simbolo del capitalismo gfobal, Eran.terro- ristas. Y el terrorismo acabé siendo el nuevo enemigo'de todo el «mundo libre», Bush también puso hombre al contexto ideoldgico que habia Inspirado a esos terroristas, a saber, el islam. Asi pues, 36 elviejo enemigo del mundo libre, el comunismo, ya tenia Sustituto: terrorismo e islam. Es impresionante lo rapido que este enemigo nuevo cambié la vida publica y privada en ce wy y mas adelante en e| mundo entero. Se aprobé enseguida una nueva ley, la Homeland Security Act [Ley de seguridad interior), que Protegeria de la ame- naza del terrorismo al pais y los ciudadanos, Los paises de la oran siguieron el ejemplo de ee uu y promulgaron de inmediato leyes de seguridad parecidas sin demasiada oposicién en sus tespectivos parlamentos. En los aeropuertos introdujeron los Tismos controles de seguridad que en Estados Unidos. Con el tiempo, este sistema de control se fue perfeccionando y generalizando, hasta que al final los sistemas de seguridad de Estados Unidos y de la otan fueron capaces de espiar a cualquier ciudadano. Al mismo tiempo, comen- zaron nuevas guerras contra paises con mayoria musulmana. La primera fue la invasion de Afganistan por tropas norteamericanas, El siguiente objetivo seria Irak. Al principio pensaba yo que el verdadero objetivo de estas gue- tras nuevas era controlar las reservas de petréleo de esos paises. Sin embargo, lo que me sorprendié de entrada, sobre todo con respecto a Afganistan, era que parte de la legitimizacién de esa guerra, ademas de eliminar a Al Qaeda, era liberar_a las mujeres ~ de sus tradiciones retrogradas, islamicas, como llevar un velo, el hijab. No solo e€ uu, sino también sus socios europeos de la oran, .” Alemania, Francia, Holanda y otros, japarecieron en el nuevo esce- nario bélico como los grandes libertadores de las mujeres! «Cuando y donde se han librado guerras para «emancipar a las mujeres del @nemigo? Todo el mundo sabe que las mujeres del enemigo son las Primeras victimas de los vencedores. Son violadas, maltratadas y humilladas. ¢Se supone que ahora unos hombres extranjeros van a emanciparlas «quitandoles el velo»? Es la justificacion mas ridicula de la guerra moderna que he oido jamés. Lo que hoy es diferente es la nueva crisis en los paises ricos de Occidente, primero en ce wu y ahora en Europa. Nadie sabe come Y cuando terminard. Los politicos ya no saben qué hacer, al igual Que los economistas y los directores de las grandes empresas. De Tepente ha vuelto la pobreza al mundo occidental. Los paises del 37 sur de Europa se ven mas afectados por la crisis que los del nofte, De hecho, esta crisis nueva ha dividido la eurozona en dos Partes: e| a bancos poderosos como ei Deutsche Bank que practicamente se han convertido en mendigos dependientes de préstamos de Alemania y los otros paises ricos. Esta crisis es diferente de las anteriores debido al agotamiento de los recursos que antes habrian podido utilizarse para la recupe- racion de la economia. El petrdleo, el gas y materias primas como el carbén, el hierro y otros metales han acabado escaseando. Sin embargo, lo mas peligroso es el agotamiento, el deterioro 0 la destruccién de los elementos fundamentales de los que depende la vida en el planeta: e! agua, la tierra, el aire, los bosques y por ltimo, aunque no por ello menos importante, el clima. Si estos elementos vitales ya no estan presentes o han sufrido dafios sus- tanciales, ya no es posible la vida en el planeta. éCual es la alternativa? Cada vez mas personas, en especial los jovenes, creen que en este escenario no tienen futuro, Empiezan rebeldndose contra este sistema asesino, contra la dominacion del dinero en todos los Ordenes de Ia vida, y exigen un cambio esencial, Occupy Wall Street inspiré una protesta similar—Blockupy—frente al Deutsche Bank de Francfort. Grandes manifestaciones contra las politicas de austeridad en Grecia, Espafia, Portugal e Italia ponen de manifiesto que la gente quiere un cambio. En el norte de Africa, la poblacién también exige reformas. Cuando comenz6 su revuelta, los medios occidentales la llamaron «primavera draber. La indignacién de las personas iba dirigida contra regimenes Ccorruptos y dictatoriales. Reclamaban democracia ytrabajo. Pero, iqué significa exactamen- te ese cambio? {Quieren solo deshacerse de un dictador y acabar con la corrupciéno aspiranaunsistema totalmente nuevo basado en una nueva visién del mundo? Cuando escribimos Ecofeminismo, formulamos las mismas Preguntas desde el punto de vista de una mujer. 2Qué alternativa 38 dia haber? Cual seria el nuevo paradigma, ta nueva visién? a esta idea la llamamos sperspectiva de subsistencias, Hoy todavia nosé como conceptuaiizar mejor to que podria ser un mundo nue- yo. De todos modos, si tengo clara una cosa: este «mundo nuevor no llegara con un Big Bang o una Gran Revolucién, sino cuando nos pongamos a sembrar semillas nuevas de este «mundo nuevo» “mientras ain estemos viviendo en el viejo, Para que estas semillas crezcan y den fruto hara falta tiempo; no obstante, muchas Perso- nas ya han empezado a plantarlas. Farida Akhter, de Bangladesh, habla de este proceso en su libro Seeds of Movements: On Women's Issues in Bangladesh [Semillas de movimientos: sobre temas de mujeres en Bangladesh],> donde pone de relieve que las mujeres seran las principales sembradoras de estas semillas toda vez que ellas y sus hijos son quienes mas han sufrido en el viejo mundo de los «padres de la destruccién». Hace unos afios fui invitada por la Asociacién de Mujeres Ru- rales Cat6licas a pronunciar una conferencia en Trier. Se suponia que iba a hablar de subsistencia. Andaba un poco despistada. ,Qué debja decir? 4Cémo iba a explicar la subsistencia a mujeres rura- , les de la cludad donde habia nacido Marx? Sin embargo, cuando entré en la sala vi una gran pancarta, sujeta al estrado, con esta inscripcion: «Nuestra casa es el mundo.» Estabamos en octubre, y las mujeres habian traido consigo los frutos de su labor en primave- fa, verano y otojio: coles, alubias, zanahorias, patatas, manzanas, peras, ciruelas, remolachas; y también flores. Lo habian dejado todo sobre el estrado, delante de mi. Sobre la subsistencia solo bude decir esto: Nuestra casa es el mundo! Cuidémosio. | Consideramos que la nueva edicién de este libro es también una aportacion a esta preocupaci6n por el mundo. Be : ei 3. Farida Akhter, Seeds of Movements: On Women's Issues In Bangladesh, Narigrantha Prabartana, Dhaka, 2007. 39 INTRODUCCION: ;POR QUE ESCRIBIMOS JUNTAS ESTE LIBRO? Maria Mies y Vandana Shiva Ante un libro firmado conjuntamente suele pensarse que las au- toras o los autores han mantenido un largo y continuado didlogo inspirado por unas lecturas y debates comunes, Cuando nosotras empezamos a plantearnos la idea de escribir este libro tuvimos que aceptar el hecho de que una colaboracién de este tipo no era posible. Vivimos y trabajamos a miles de kilémetros de distancia —a una, en el llamado Sur: en la India, Ja otra, en el Norte: en - Alemania— divididas pero también unidas por el sistema del mercado mundial, que concede privilegios a los habitantes del Norte a expensas de los del Sur, y también por la historia, la len- gua y la culrura. Nuestra formacién y nuestra procedencia tam- bién son distinras: Vandana es fisica tedrica y procede del movi- miento ecologista; Maria es cientifica social y procede del movi- miento feminista. Una habla considerado el sistema capitalista mundial desde la perspectiva de los pueblos y la naturaleza ex- plotados del Sur, la otra habfa estudiado cémo afectan los mis- mos procesos a las mujeres, desde la perspectiva de una persona que vive «en el corazén de la fiera». Seria posible superar tantas diferencias mediante el empefio y la buena voluntad? Mas atin, #fa conveniente intentar siquiera escribir conjuntamente un li- bro en Jas presentes circunstancias, cuando en todas partes la gente parece estar enfrascada en el intento de descubrir su propia identidad particular, en términos de la diferencia sexual, étmnica, nacional, racial, cultural y religiosa, como fundamento de su au- 4l tonomia? ;Nos acusarfan de intentar crear un nuevo interna- cionalismo, bajo el estandarte del feminismo y el ecologismo, en un momento de desmoronamiento de los antiguos «ismos», del internacionalismo socialista en particular? Y ademds, en el Sur, muchos movimientos de mujeres ven el feminismo como una importaciér: occidental/del Norte y acusan a las feministas blan- cas (curopeas y norteamericanas) de compartir los Privilegios de los hombres de sus pafses, Tal vez fuese mds prudente aceptar es- tas diferengias, en vez de intentar englobarlas en un término tan uniyersalizador, como el de «ecofeminismo», y serfa preferible que cada una se concentrase, poi el contrario, en su Propio tra- bajo en nuestros respectivos palses y en nuestro contexto cuitu- ral, étnico, politico y econdémico para intentar conseguir cam- bios a escala local. . Aun asf, mds alld de estas diferencias, ambas compartimos Preocupaciones comunes que tienen su origen en una polftica mundial invisible que afecta a las mujeres de todo el mundo en su vida cotidiana, y también una Convergencia de nuestras re- flexiones como resultado de nuestra participacién en los esfuer- zos de las mujeres para mantener vivos los Procesos que nos sus- tentan. Estas reflexiones y preocupaciones compartidas no son una prueba de uniformidad y homogeneidad, sino mds bien de una trascendencia creativa de nuestras diferencias, Los motivos que nos han impulsado a colaborar en este libro son miiltiples. Uno es el objetivo de hacer visibles los «otros» procesos globales que se estdn volviendo cada vez mds invisibles con la Progresiva consolidacién de un nuevo orden mundial basado en el control geneiza y fragmenta a Ja vez, Esta Perspectiva patriarcal-capitalista interpreta la diferencia como jerarquia y la uniformidad como un Tequisito previo para la igualdad. Nuestro Propésito es ir mds alld de esta perspectiva 42 os expresar nuestra diversidad, a la vez que abordamos, ss dixiness, las desigualdades inherentes a las estructu- mundiales que posibilitan el dominio del Norte sobre el Sur, de los hombres sobre las mujeres, y del frenético saqueo de un yolumen creciente de recursos en busca de un beneficio econé- mico cada vez mds desigualmente distribuido por la naturaleza, Probablemente legamos a compartir estas _Preocupaciones comunes porque nuestras experiencias y percepciones, y los and- lisis que hemos formulado, nacieron de la Participacién en el movimiento de mujeres y el movimiento ecologista, y no en la incubadora de las instituciones de investigacién académicas, En los ultimos afios, ambas hemos tenido que enfrentarnos progre- sivamente con los mismos problemas fundamentales en relacién con la supervivencia y la conservacién de la vida en nuestro pla- neta, no sdlo la vida de las mujeres, de las nifias y nifios y de la humanidad en general, sino también de la enorme diversidad de la fauna y de la flora. Al analizar las causas que han generado las tendencias destructivas que amenazan la vida sobre la Tierra, to- mamos conciencia —cada: una por su lado— de lo que hemos denominado el sistema mundial patriarcal— capitalista. : Este-sistema se constituy6, se ha construido y se mantiene por medio de la colonizacién de las mujeres, de los pueblos «exe tanjeros» y de sus tierras, y de la naturaleza, Ja cual que est4 des- truyendo poco a poco. En tanto que feministas empefiadas acti- vamente en la liberacién de las mujeres de la dominacién mascu- lina, no podfamos ignorar, no obstante, que los procesos de «modernizacién» y «desarrollo» y el «progreso» son los — de la degradacién del mundo natural. Velamos que los ae y el deterioro ecolégicos tenfan mayores repercusiones para Mujeres que para los hombres y, también, que ap an €n todas partes las primeras en protestar. contra la a del medio ambiente. Como activistas de los movimientos eco! gistas, llegamos a ver claramente que la ciencia y la tecnologia no * €ran neutras en relacién con el género y, al igual que muchas otras mujeres, empezamos a comprender que existia una es conexién entre Ia relacién de dominio explotador entre 43 bre y Ja naruraleza (modelada por la ciencia reduccionista mo- derna a partir del siglo XVI) y la relacién de explotacién y opre- sién entre hombres y mujeres que impera en la mayorla de las sociedades patriarcales, incluidas las sociedades industriales mo- dernas. : . Descubrimos que nuestra propia participacién activa en los movimientos de mujeres y ecologista nos habia llevado a coinci- dir en un andlisis y una perspectiva compartidos. La busqueda de respuesta nos habfa aproximado a teorfas andlogas, a autoras y autores andlogos, en busca de aclaraciones, y finalmente nos habfa acercado la una a la otra. La relectura de ponencias y tra- bajos que cada una habja presentado en diversas ocasiones, ante puiblicos diferentes, revelé una convergencia espontnea de nues- tras reflexiones, como resultado de las condiciones objetivas a las que cada una habfamos respondido en nuestra calidad de mu- eres. ; Si el sistema mundial actual desemboca como resultado final en una amenaza general para la vida en el planeta Tierra, es cru- cial que resucitemos y alimentemos el impulso y la determina- cién de sobrevivir que son inherentes a todos los organismos vi- vos, Un examen mds detallado de las numerosas luchas locales contra la destruccién y el deterioro ecolégicos —por ejemplo: la lucha contra las centrales nucleares en Alemania! o contra la ex- traccién de caliza y la tala de bosques en el Himalaya’; las acti- vidades del Movimiento del Cinturén Verde (Green Belt Move- ment) en Kenya’, o de las mujeres japonesas contra la conta- minacién de’ los alimentos como resultado de la agriculrura comercial estimulada quimicamente y en favor de redes auto- suficientes de productores y productoras y consumidoras y con- 3 Dankelman, [, y J. Davidson, Women and Environment in she Thind Weld: Ali ‘he Faswre, Eartscan Publications Led, Landes lowe, Ute World Alliance for 44 idores'; los esfuerzos de las mujeres pobres — los manglares como sitet ds deen = Bases pens P Z . Peces y crust4- ceos?; la batalla de millares de mujeres del Sur en favor de una ién mds adecuada del agua, de la conservacién del suelo, del pso dela tierra y del mantenimiento de su base de supervivencia (bosques, combustible, forraje) frente a los intereses industria- Ies— confirmaban que muchas mujeres, en todo el mundo, compartfan la misma indignacién y preocupacién, y el mismo sentido de la responsabilidad de preservar los fundamentos-de la vida y atajar su destruccién. Mas all de sus circunstancias racia- les, émicas, culturales o de clase, esta Preocupacién comun im- pulsaba a las mujeres a forjar vinculos de solidaridad con otras mujeres, pueblos y hasta naciones. En el curso de estos Procesos de accién y reflexién a veces también desarrollaban andlisis, con- ceptos y visiones parecidos. En el suroeste de Alemania, las agricultoras del movimiento Why! fueron las participantes més activas en uno de los primeros movimientos antinucleares del pafs. Establecieron relaciones transfronterizas con movimientos andlogos en Suiza y Francia y también con otros movimientos de Alemania, con intelectuales, estudiantes y feministas urbanas. En el curso de este proceso to- maron conciencia de Ia relacién patriarcal entre hombres y mu- jeres; para muchas de ellas éste fue el primer paso hacia su propia liberacién?, En una entrevista realizada algunos afios mds tarde, dos de las mujeres mds destacadas del movimiento articularon claramente su visién de una sociedad alternativa, basada, no en el modelo industrialista y consumista orientado hacia ¢l creci- miento, sino en unos términos préximos a lo que nosotras desig- Se 1 Thins, Paul, A Naw World Order: Grassroots Movements for Global Change, Routledge, Londres y Nueva York, 1992. 2 Bravo, E., Accién Ecolégica, «Un Ecosistema en peligro: Los bosques de manglar en la Costa ecuatorianas, Quito, sin fecha, . 3 Basado en una entrevista con Annemarie Sacher y Lore Hag, dos dirigentes del movi- miento antinuclear, celebrada en Whyl, Kaiserseuhl, suroeste de Alemania. Este fue el Primer movimiento de estas caracteristicas en Alemania y duré desde 1974 hasta 1976 *proximadamente, cuando se interrumpié la construccién del reactor nuclear. Para ma~ Yores detalles, véase: Saral Sarkar, Green Alternative Politics in West Germany, vol. 1, The New Social Movements, Promilla Publishers, Nueva Delhi, 1993. 45 namos como la perspectiva de subsistencia’. Otros ¢jemplos de esfuerzos de las mujeres para superar la fragmentacion social y crear lazos de solidaridad son la oposicién de Lois Gibbs contra el vertido de residuos téxicos y la de Medha Patkar contra la construccién de las presas de Narmada. Mujeres activistas han encabezado la campafia contra el vertido de residuos téxicos en Estados Unidos y los agotadores y persistentes esfuerzos de Lois Gibbs contra los vertidos téxicos en el ahora famoso escdndalo del canal de Love son bien conocidos, Como escribié Murray Levine*: «Si el canal de Love ha ensefiado algo a Lois Gibbs —y a todos nosotros— esto es que las personas corrientes son muy perspicaces y reaccionan con gran rapidez cuando ven amenaza- da su vida. Se vuelven diestras en la deteccién del absurdo, aun- que esté encubierto bajo una jerga burocratica y cientifica.» En la década de los 80 empezaron a emplazarse vertederos de tesiduos téxicos en zonas habitadas por gentes pobres y de color; actualmente, la mayor resistencia contra esta practica se localiza en dichas zonas. Para las mujeres que luchan contra los vertidos téxicos, no se trata de evitarlos sélo en su propio «patio trasero», sino en el de todas y todos: «Everyone's Backyard» (nombre de una revista de accién ciudadana). El caso de Joan Sharp, que trabajé en la empresa Schlage Lock de Carolina del Norte (EE.UU,) hasta el cierre de [a planta y su instalacién como maquiladora en Tecate (México), ejemplifica esta solidaridad, En marzo de 1992, cuando estaba en el paro, viajé a México como -fepresentante de Black Workers for Justice (Trabajadores Negros n favor de la Justicia ) a fin de ofrecer a los trabajadores y traba- jadoras mexicanos informacién sobre la empresa y sobre los pro- ductos quimicos peligrosos que, en su opinién y en la de otras Personas, habfan causado la muerte por c4ncer de 30 compafie- tas y compafieros de trabajo. Las 200 paginas de documentos que llevé consigo describfan los productos téxicos que utilizaba Schlage, la contaminacién de las aguas subterrdneas causada por 1 Dankelman y Davidson, op, at 2 Yavin, Mary, Love Cen My Sry SUNY, Albany, NY, 1982, pig, XV. 46 Ja empresa y su negativa a pagar la compensacién prometida por rescision de contrato a las trabajadoras y trabajadores de produc- cién. Ninguno de los trabajadores y trabajadoras de Tecate esta- ba al corriente de que Schlage habfa clausurado sus actividades en San Francisco para beneficiarse de los bajos salarios del «cin- turén negro» surefio y posteriormente de México', Medha Pat- ar encabeza en el valle de Narmada una de las campafias me- “dioambientales més vitales de la India contra la construccién de varias presas gigantescas en el rfo Narmada, Como manifesté en una entrevista: «El concepto del ser mujer, de la mata (madre), se ha vinculado de manera automatica a todo el movimiento, si bien el concepto del Narmada como mata es en gran medida | parte integrante del mismo, Es decir que todo confluye cuando el movimiento adquiere un tinte femenino, tanto en su direc- cién como por lo que se refiere a las participantes.»? Estos ejemplos revelan que la preocupacién compartida de incontables mujeres en todo el mundo pasa por encima de sus diferencias ¢ inspira un sentido de solidaridad que percibe dichas diferencias como algo que enriquece sus experiencias y sus luchas en vez de marcar fronteras. 2 ¢Por qué cuesta tanto percibir este terreno comin? Algunas mujeres, sobre todo las mujeres urbanas de clase media, tienen dificultades para percibir lo que existe en comtin entre su Propia liberacién y la de la naruraleza, y entre ellas y las mujeres «distintasy de todo el mundo. Esto se debe a que el patriarcado capitalista o la civilizacién «moderna» se basan en una cosmo- logia y una antropolog{a que. dicotomizan estructuralmente la realidad y establecen una oposicién jerdrquica entre ambas par- tes, una de las cuales siempre se considera superior, y siempre Prospera y progresa a expensas de la otra. As(, la naturaleza apa- 1 Voizes Unidas, vol. I, n® 2, 1992, 2 Enuevisa con Medha Paths, en elndigenous Vision, Peoples of India, Ariudes ‘st Ewvironmeno, India International Centre Quarter, primavers-erano, 1992, pig, 294, 47 rece subordinada al hombre; la mujer, al hombre; el consumo, a la produccién; lo local, a lo global; etc. Las feministas han cri.’ ticado desde hace tiempo esta dicotomfa, sobre todo la diyi- sién estructural hombre-naturaleza, que se ha equiparado a la de hombre-mujer!. En vez de intentar superar esta dicotomfa jerérquica, muchas mujeres se han limitado a invertir sus términos, considerando a : la mujer superior al hombre, la naturaleza superior a la cultura, etc, Pero la estructura bésica de la concepcién del mundo sigue siendo Ja misma, y también subsiste Ja relacién antagénica apa- rente entre las dos partes separadas y ordenadas jerdrquicamente, “En efecto, esta concepcién del mundo percibe al «otro» o la «otra», al «objeto», no sélo como distinto, sino también como «enemigo»/»enemiga»: citando las palabras de Sartre en Huis clos; «El infierno son los otros!» En la lucha consiguiente, una parte acaba sobreviviendo mediante la subordinacién y la apropiacién | del sotro»/la xotra», Este es también el miicleo central de la dia- léctica hegeliana y mariana, de su concepcién de la historia y del progreso, La teorfa evolucionista estd basada asimismo enel concepto de una lucha constante por la supervivencia, de un principio de vida antagénico, Estos conceptos son intrinsecos al Proyecto europeo de la llamada modernidad o Progreso, tal como se definié a partir de la Uustracién. A partir de los escritos de Hobbes, se ha conceptualizado la sociedad como un conjunto de dtomos sociales, movidos por in- tereses antagénicos. La teorfa econémica moderna considera que el impulso tiltimo de toda actividad econdmica es el interés per- sonal. Més adelante, Darwin «descubrié» un principio andlogo en Ia naturaleza. Por Consiguiente, se ignoran las simbiosis, las interconexiones que alimentan Y mantietien la vida, y tanto la evolucién natural como la dindmica social se consideran impul- sadas Por una lucha constante de los més fuertes contra los mas débiles, por un estado de guetra permanente, Esta concepcién 1 Ormer, S., sls Female to Male as Narure to Culture?» En is Rosaldo, M. Z. y L. Lamphere, Women, ‘Culture and Sociery Stanford University Press, Seanford, 1974. ” 48 del mundo opera en contra de una percepcién del potencial en- riquecedot que encierra la diversidad de la vida y de las culturas, la cual se percibe, por el contrario, como separadora y amena- zante. Los intentos de reagrupar las partes atomizadas sdlo con- ducen a la estandarizacién y la homogeneizacién, toda vex que eliminan la diversidad y las diferencias cualitativas. Una perspectiva ecofeminista propugna la necesidad de una nueva cosmologfa y una nueva antropologfa que reconozcan que la vida en Ja naturaleza (que incluye a los seres humanos) se mantiene por medio de la cooperacién, el cuidado mutuo y el amor. Sdlo asf podremos llegar a ser capaces de respetar y preser- var la diversidad de todas las formas de la Vida, incluidas sus ex- presiones culturales, como verdaderas fuentes de nuestro bienes- tar y nuestra felicidad. Con esta finalidad, las ecofeministas utili- zamos metdforas como «retejer el mundo», «sanar las heridas» y seconectar ¢ interconectar la «red»!, Este esfuerzo para crear una \, cosmologla y una antropologfa holisticas que engloben toda la vida debe incluir forzosamente un concepto de libertad distinto del que ha venido empledndose desde la Ilustracién, Libertad frente a emancipacién Esto supone rechazar la idea de que la libertad y la felicidad del Hombre dependen de un proceso continuado de emancipacién de la naturaleza, de la independizacién de los procesos naturales y el dominio sobre los mismos mediante el poder de la razén y la racionalidad. Las utop{as socialists también estaban informadas Por un concepto de libertad que concebfa el destino del hombre como un avance histérico desde el «reino de la necesidad» (el rei- no de la naturaleza) al «reino de la libertad» —el «verdadero» rei- no humano—, que iba unido a la transformacién de la narurale- > — i. ve » | Diamond, I, y GE Orenstein, Raveaving the World: The Emingence of Ecofeminism. Sie- ta Club Books, San Francisco, 1990, Plant, J, Healing he Wounds The Promise of Ecofeminism, New Society Publishers, Filadelfia Fennsyvania), Sans Co (clr fornia), 1989, King, Y., «The Ecology of Feminism and the Feminism o! By" Plant, OP. cit, pags. 18-28. 49

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