Decía hace unos meses Ricardo Gareca que la influencia europea no ha
favorecido al jugador suramericano porque pierden habilidad, gambeta e
inventiva. Jugar a dos toques, anotaba (ELIPSIS “Ricardo Gareca”), genera apuro, no rapidez. También declaró (ELIPSIS “Ricardo Gareca”) que no tiene sentido trabajar táctica con los chicos (HIPERONIMO/SUSTITUCION NOMINAL “jugador suramericano”), quienes deben ser formando técnicamente, la táctica es para los mayores (HIPERONIMO/SUSTITUCION NOMINAL “jugador suramericano”). ¿Hasta dónde tiene razón? (ELIPSIS “Ricardo Gareca”)
La historia del fútbol es de aprendizajes transatlánticos
(CONOCIMIENTO MUNDO “influencia europea”). Si Uruguay sorprendió a Europa en los años 20 con una forma diferente de tratar el balón, Suramérica (CONOCIMIENTO MUNDO/ REPETICION DESIGNATIVA “jugador suramericano”) absorbió la influencia de entrenadores húngaros durante la primera mitad del siglo XX. Escribía la prensa española en 1952, cuando Millos derrotó al Real Madrid en sus bodas de oro: “Ganen o pierdan los Millonarios (SINONIMA “Millos”), numerosas jugadas durante el transcurso del match tendrán carácter de pura exhibición, de delicada orfebrería (…) No hay en este fútbol colombiano patadones ni despejes largos”.