El Coliseo se empezó a construir en el año 70 DC 

durante el gobierno del

Emperador Vespasiano y fue terminado en el año 80 DC por el Emperador Tito.
Para su inauguración se realizó una gran celebración que duró 100 días en el cual
se invitó gratuitamente al pueblo romano a ver los espectáculos en la arena. Está
ubicado en el centro de la ciudad de Roma, en Italia.
Originalmente fue denominado Anfiteatro Flavio, en honor a la Dinastía Flavia de
emperadores que gobernaron en los años en los que se construyó, pero pasó a
ser llamado Colosseum (Actual Coliseo de Roma) por una estatua de gran
tamaño que estaba situada junto a él, el Coloso de Nerón, obra que no se
conserva actualmente.
La finalidad de construir el Coliseo era porque los habitantes de Roma eran muy
aficionados a los espectáculos y a los emperadores les gustaba que su pueblo
estuviera entretenido. Igual que nosotros tenemos cines, museos o parques de
atracciones para pasarlo bien, ellos disponían de lugares especiales donde
divertirse: teatros para ver obras dramáticas, circos destinados a carreras de
caballos, o anfiteatros para disfrutar de actividades festivas variadas.
También se organizaban peleas de animales salvajes (leones, panteras,
elefantes…) traídos de lugares lejanos, o se obligaba a los pobres prisioneros a
enfrentarse a esas temibles fieras. También las luchas de gladiadores, pero la
mayoría de hombres eran esclavos y prisioneros.
El Coliseo fue construido con materiales de excelente calidad, como lo son los
bloques de travertino, madera, ladrillo, piedra, hormigón, estuco y mármol, pero
con el paso del tiempo varios terremotos destruyeron parte de su estructura.