Descripción del paradigma cognitivo y sus aplicaciones educativas
El paradigma conductista resulta ser el más antiguo y de mayor tradición en la
educación, sin embargo, el cognitivo ha ido ganando prospectiva a partir de los trabajos de Piaget y posteriormente los de Bruner y Ausubel. El cúmulo de aportaciones se configuró a finales de los setenta en el paradigma de la psicología instruccional que postula la generación de un saber teórico y tecnológico de implicaciones educativas.
El fundamento de la psicología educativa de tendencia cognitiva es el de que
la educación se orienta al logro de aprendizajes significativos con sentido y al desarrollo de habilidades, dado que la educación se trata de un proceso sociocultural de transmisión de saberes por lo que los contenidos curriculares deben ser presentados con la intención de que el aprendiz encuentre un sentido y genere un valor funcional sobre éstos con respecto a él. Para ello son necesarias evidentemente ciertas condiciones para el aprendizaje, y que lo aprendido pueda ser aplicado una vez que ha desarrollado las habilidades pertinentes.
En este sentido, desde este paradigma, el aprendiz es un sujeto activo
procesador de información que posee competencia cognitiva para aprender y solucionar problemas, partiendo siempre de lo que él mismo ya conoce. Por otro lado, el papel de quien enseña es el de generar experiencias didácticas para la promoción del aprendizaje significativo, creando un clima adecuado para que el aprendiz experimente autonomía y competencia.