Los ejemplos de agresiones contra funcionarios públicos se volvieron tan
comunes en las redes sociales como aquellos que decidieron tomarse la justicia por su cuenta. En palabras Fabián Sanabria, antropólogo y doctor en sociología de la Universidad Nacional, las cifras, 4.123 sólo en este año, son alarmantes y dejan en evidencia un país inviable. “La pregunta aquí es qué pasa en los casos, agresiones de todos los días, a los agentes de tránsito, a los funcionarios de juzgados que van a hacer embargos, a la policía al hacer un cierre de establecimiento o control de ruido, la realidad es que hay un mensaje de impunidad”. Los ejemplos de impunidad abundan. El caso de Nicolás Gaviria, el supuesto sobrino del expresidente César Gaviria, Melissa Bermúdez, , quedaron registrados en video y las investigaciones en puros anuncios. Bernate asegura que las cifras reflejan una falta de atención de la Fiscalía en este tipo de conductas. Que los ataques a los funcionarios no tienen consecuencias, así las penas por violencia contra servidor público lleguen a los ocho años de prisión. “La ciudadanía entienden que sus actos no tiene consecuencias y se siente con derecho a agredir a los funcionarios públicos, con este fenómeno no sólo se deja desprotegida a la autoridad porque ve como todos los días sus derechos son agredidos y su labor se dificulta”. Las ciudades y municipios de la costa caribe registran la mayoría de ataques a servidores públicos, principalmente a la hora de atender riñas o multar a infractores de tránsito