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¿Qué fue la batalla de Jambelí?

La batalla de Jambelí fue un enfrentamiento armado entre el destructor


peruano BAP Almirante Villar y el cañonero ecuatoriano BAE Calderón. Este
intercambio de disparos tuvo lugar el 25 de julio de 1941, en el contexto de la
guerra que enfrentaba a ambos países. Perú denomina a este enfrentamiento
como “incidente de Jambelí”, mientras que Ecuador los llama “batalla de
Jambelí”.
El encuentro entre ambos navíos comenzó cuando el Almirante Villar salió de
Zorritos con la misión de entrar en aguas ecuatorianas. Su intención era, según
las fuentes del país, efectuar tareas de reconocimiento y patrullaje. Sin
embargo, los ecuatorianos afirman que el auténtico propósito era bloquear el
puerto de Guayaquil.
Cuando el Abdón Calderón descubrió al barco enemigo trató de pararlo
efectuando una serie de disparos, que fueron respondidos desde el acorazado.
El resultado del enfrentamiento no influyó en el desarrollo de la guerra, pero
Ecuador lo celebra como una victoria al haber podido detener a una nave
militar muy superior en armamento.
La guerra entre ambos países fue debida a la reclamación de algunas zonas
fronterizas, algo que había provocado varios enfrentamientos previos y que
continuó tras este conflicto. Según Ecuador, los peruanos habían invadido su
territorio, mientras que Perú afirmó que habían sido los ecuatorianos quienes
rompieron el statu quo.

Desarrollo de la batalla
Los ecuatorianos enviaron a sus barcos de guerra al canal de Jambelí para que
vigilaran cualquier intento de invasión peruana.
En esos momentos, las fuerzas armadas de Ecuador se encontraban en una
gran inferioridad, ya que eran superadas en una proporción de 10 a 1. Además,
las armas eran muy anticuadas y sus fuerzas aéreas eran inexistentes.
Ante esta inferioridad, Estados Unidos, Argentina y Brasil intervinieron para
detener el conflicto, pero solo consiguieron que las operaciones pararan unos
pocos días. El 23 de julio de 1941, el conflicto armado se reanudó.

Intercambio de disparos
El 25 de julio de 1941, el destructor peruano Almirante Villar partió de Zorritos e
ingresó en aguas ecuatorianas. Su misión era efectuar labores de
reconocimiento de la zona y patrullaje.
Cuando se encontraba cerca del canal de Jambelí, el barco peruano se
encontró con el navío ecuatoriano BAE Abdón Calderón, que se encontraba
entrando en dicho canal para dirigirse a Guayaquil.
El comandante del barco ecuatoriano, Rafael Morán Valverde, ordenó cambiar
el rumbo y efectuar un viraje de 180º para poner rumbo a Puerto Bolívar.
Además, comenzó a disparar contra el Almirante Villar.
El destructor peruano respondió maniobrando en círculos para no acercarse a
la costa, ya que el fondo era muy bajo. Igualmente, devolvió el fuego a su
enemigo.
Después de unos minutos de intercambio de disparos (entre 17 y 21 según las
fuentes), el incidente finalizó.

Causas
La batalla o incidente de Jambelí se produjo el 25 de julio de 1941, durante la
guerra entre Perú y Ecuador. Este conflicto, que se prolongó entre el 5 de julio
de 1941 y el 29 de enero de 1942, estuvo causado por unas disputas
territoriales que ya habían provocado enfrentamientos anteriores entre ambos
países.

Reclamaciones territoriales previas


El conflicto territorial entre Ecuador y Perú había sido recurrente desde
prácticamente la independencia de ambos países.
Ecuador reclamaba las provincias de Jaén, Maynas y Tumbes, en manos de
Perú, mientras que este país afirmaba que la soberanía de dichos territorios le
pertenecía legalmente.
Ambos países aportaban diferentes legislaciones para reafirmar sus derechos.
Los peruanos señalaban que la Real Cédula de 1802, por la que Maynas volvió
a ser parte del Virreinato del Perú, apoyaba sus tesis. Además, afirmaba que el
uti possidetis iure de 1810 y el principio de libre determinación de los pueblos
también consolidaban su posición...
Ecuador, por otra parte, presentaba lo recogido en la cédula de creación de la
Real Audiencia de Quito de 1563, el uti possidetis de 1810 (que interpretaba de
manera distinta), el tratado de Guayaquil de 1829 y el Protocolo Pedemonte-
Mosquera como argumentos legales suficientes para reclamar la soberanía.
Además de estas consideraciones, Perú afirmaba que las tierras de la antigua
Gobernación de Quijos, en manos ecuatorianas, debían ser parte de su
territorio.
Combate Naval de Jambelí
Historia
Como consecuencia del traicionero
ataque peruano a nuestras fronteras
en el año 1941, el Ecuador se vio en
la necesidad de enviar refuerzos
militares para fortalecer y defender el
territorio nacional, por lo que en la
noche del 24 de julio, el cañonero
“Calderón” zarpó desde Guayaquil
custodiando un convoy de tres
motonaves con destino a Puerto
Bolívar, en la provincia de El Oro,
adonde arribó a las 6 a.m. del día siguiente.
El desembarco del pequeño contingente militar y escaso material bélico duró
aproximadamente hasta las 10 a.m., y veinticinco minutos más tarde sonó la
alarma anunciando una incursión aérea enemiga. En efecto, una escuadrilla de
aviones peruanos volando a baja altura se aprestaba a atacar las instalaciones
portuarias y el “Calderón”, acoderado en los muelles, se ofrecía como una
presa demasiado fácil.
Consciente del grave peligro que lo amenazaba, el Teniente de Fragata Rafael
Morán Valverde -comandante de la nave-, dio la orden de salir del puerto para
tener mejor área de maniobras y poder evitar los posibles daños que la
aviación peruana podría ocasionar al puerto y a la población civil.
Luego de rechazar el ataque aéreo, a las 11:15 a.m. el vigía del “Calderón”
avistó a una distancia aproximada de 6 millas, un buque desconocido que se
acercaba a gran velocidad. Se trataba del buque insignia de la armada
peruana, crucero “Almirante Villar”, que escoltado por el crucero “Grau” y el
destructor “Teniente Rodríguez” se aprestaba a bloquear el golfo de Guayaquil.
Al descubrir al buque ecuatoriano, el “Almirante Villar” trató de cortar camino, y
vomitando fuego por todas las bocas de su pesada artillería avanzó a toda
marcha e inició el desigual combate: El pequeño “David” enfrentando al gigante
“Goliat”. Pero no fue el tamaño ni el poder de fuego de los contrincantes lo que
definió la batalla: Fue el valor, la decisión y el coraje. Y mientras la fuerza era
de los peruanos, la razón y el valor fue de los ecuatorianos.
La batalla, que se inició a las 11:20 a.m., sólo duró dieciséis minutos; los
peruanos no lograron ningún impacto, en cambio los ecuatorianos impactaron
certeramente con sus cañones y ametralladoras, obligando a que el “Almirante
Villar” -malherido- huya como hiena con el rabo entre las piernas, remolcado
por el “Grau” y el “Teniente Rodríguez” que lo llevaron hasta su madriguera en
el puerto del Callao.
Al poco rato el “Calderón” fue atacado nuevamente, esta vez por la aviación
peruana, que entre maldiciones pretendió vengar la derrota y la vergüenza de
su escuadra naval, pero no lo consiguió, y el pequeño “Calderón”, el
comandante Rafael Morán Valverde y toda la tripulación, entraron
heroicamente a la inmortalidad.

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