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LA LEGITIMIDAD MORAL DE LA
EJECUCIÓN DE LA PENA DE
MUERTE Y SU VINCULACIÓN
CONSTITUCIONAL: ¿ES TIEMPO
DE MATAR E...
Juan Alberto Castañeda Mendez
01
I) INTRODUCCIÓN:
Dos jóvenes violan sexualmente a una menor de 10 años, el padre de la
menor decide asesinar a los violadores. Ahora se tiene un caso de homicidio
por el cual es juzgado el padre; su abogado comprendiendo la injusta
situación presenta como alegato final lo siguiente y del cual nos valemos
para introducirnos en el presente trabajo:
“Quiero contarles una historia. Por favor cierren los ojos, mientras
se la cuento. Quiero que me escuchen a mí. Escúchense a sí
mismos. ¡Háganlo! Cierren los ojos, por favor. Esta es una historia
sobre una niña, caminando a casa de la tienda. En una tarde
soleada. Quiero que se imaginen a esta niña. De repente, un
camión llega volando. Dos hombres la agarran, la arrastran a un
campo cercano, la amarran, le arrancan la ropa. La violan. Primero
uno, luego el otro, destruyendo todo lo inocente y puro, con una
embestida depravada, en una niebla de sudor. Y aliento
alcohólicos. Y cuando acaban, después de haber matado su
pequeña matriz, asesinada cualquier posibilidad de dar a luz, de
tener vida más allá de la suya. La usan de blanco de tiro. Le arrojan
latas de cerveza. Las arrojan tan fuerte, que le abren la carne hasta
los huesos. Luego orinan sobre ella. Ahora viene la ahorcadura,
tienen una cuerda, le hacen el nudo. Imaginen la soga rodeando el
cuello, ajustadas un tirón repentino, cegador. La levantan en el aire
y sus pies dan patadas, no encuentran el suelo. La rama de donde
la cuelgan, no es suficientemente fuerte. Se rompe y la niña cae,
de nuevo a la tierra. Así que la levantan, la echan a la camioneta,
atrás, se van al Puente del Cañón Brumoso y la echan para abajo.
Y cae 10 metros, aproximadamente, hasta el fondo del cañón. ¿La
ven? Su cuerpo violado; golpeado, roto, bañado en orina, bañado
en semen, bañado en su propia sangre, abandonada, para morir.”2
Bajo dicho contexto, con similitudes y diferencias, en nuestro país se comete
una serie de violaciones sexuales desde distintas perversidades; situación
que nos permite preguntarnos; si ¿es “Tiempo de matar” en el Perú? El
proyecto de Ley N° 2069/2017-CR que procura la reforma constitucional en
el sentido de modificar el Art. 140° de la Constitución Política del Perú,
ampliando los supuestos para la aplicación de la pena de muerte a los
violadores de menores de edad (07 años) seguido de muerte, es una
intención parlamentaria que recae en un simbolismo normativo3 para
1
Socio fundador del Grupo Consultor Ínpcius Sac. Presidente del Instituto de Investigación Apex Iuris.
Miembro de la Comisión de Derecho Constitucional y Procesal Constitucional del Colegio de Abogados de
la Libertad. Director de la Sociedad de Filosofía de Derecho y Estado Constitucional Apex Iuris. Director de
la Revista Interdisciplinaria “Asimetría”. Director General de los Cuadernillos de Investigación
Especializada “Derecho & Razón”. Investigador Máster en la UBA-Argentina. Investigador Máster en la
UNAM- México.
2
Extracto de la película “Tiempo de matar”; bajo la dirección de Joel Schumacher se estrenó el
20/09/1996 en los Estado Unidos bajo el género de Criminal, Thriller.
3
Entiéndase por esta categoría, conocida también como síndrome normativo, como aquella producción
de normas de manera patológica, una suerte de inflación normativa que aumenta en la medida cuando
tranquilizar la furia de una ciudad, mas no posibilitar mecanismos que
concreticen los derechos y deberes fundamentales para todo ciudadano en
el fortalecimiento de un Estado democrático.
La medida extrema que se procura instaurar de manera constitucional;
reinicia la discusión constitucional e internacional sobre la posibilidad de salir
de la comunidad internacional al permitir que la medida se concretice. Sin
embargo, no es un tema que amerite necesariamente hacer un recorrido
exhaustivo de las opiniones consultivas como principios que ha marcado la
Corte Interamericana de Derecho Humanos frente a la pena de muerte; más
bien debe permitir discutir categorías que han ido moralizando la pena de
muerte y de a poco se va legitimando de manera constitucional en la
promulgación de normas cada vez más drásticas como en los criterios
jurisprudenciales. Es para tal propósito que en el presente trabajo se
desarrollará de manera muy puntual algunos principios o fundamentos
morales que ha empleado la Corte Suprema Norteamericana a fin de tener
presente que los errores judiciales son producto de un razonamiento judicial
moralizante, en tanto decidir sobre la vida y la muerte de una persona. Pero
además que nos sirva para tener presente sobre la legitimidad moral de
ejecutar un pena de muerte en contextos de un Estado Constitucional. No
antes, desarrollar algunos puntos críticos que merecen atención por una
suerte de pertinencia y favorabilidad a la democracia en un contexto de pena
de muerte; tal como son las categorías de aquella posibilidad en
democratizar los derechos fundamentales y si la vida de un ser humano
puede estar sujeta a la ideología judicial.
se cree que la norma soluciona al conflicto y si no sucede tal cual se recomienda una reforma normativa
y este fracasa se impulsará otro nuevo fracaso. La cuestión es, que al tener este tipo de síndrome
normativo, la norma se desnaturaliza y se convierte en un bien fungible por el cual puede ser fácilmente
manipulado en el ajedrez político del poder, llegando a formar parte como una elemento más en el
comercio; es decir, la norma no se constituye como eficaz, eficiente y legitima sino más bien una “cosa”
negociable que agiliza y sirve para la realización de los actos de corrupción, chantaje, opresión etc.
A esto hay que sumar que si pensamos en el artículo 31.1 de la
Convención de Viena, esto es que los tratados deben interpretarse “de
buena fe conforme al sentido corriente que haya de atribuirse a los
términos del tratado en el contexto de éstos y teniendo en cuenta su
objeto y fin”, permite que conjuntamente con el artículo 4º de la
Convención Americana de Derechos Humanos nos permite colegir que
los esfuerzos encaminados a la defensa del derecho fundamental a la
vida se considere que la pena de muerte una marcada tendencia
abolicionista. Es decir; el 4.2 de la Convención Americana de Derechos
Humanos debe ser interpretado en el sentido de que los momentos de
reducción de supuestos de aplicación de la pena de muerte en los
ordenamientos de los Estados partes, jurídicamente, marcan un punto de
no retorno.
Sin embargo, dicha libertad no puede entenderse a la ligera, toda vez que la
dependencia de la judicatura que fue una característica singular de la
Inglaterra medioeval donde los jueces eran unos simples servidores del Rey5,
sucedió con mayor nitidez y deshumanizantes consecuencias en el Tercer
Reich donde cada juez hacía gala - de lo que refería Hannah Arendt – de su
banalidad del mal cuando estos en pleno juicio sostenían que la ley del führer
debe ser cumplida sin más o mayor reflexión en lo que se estaba
sentenciando (Juicio de Jueces), caso parecido en los juicios a los jueces
sobre las consecuencias de la dictadura de Mendoza en Argentina. Es decir,
el derecho había acabado y empezaba la ideología política a instrumentalizar
la judicatura, incluyendo académicos (profesores) y jueces que alguna vez
enarbolaron los valores fundamentales y luego sin más hicieron borrón
cuenta nueva con voluminosos tratados y encumbrados defensores de la
democracia y derechos fundamentales, por ejemplo el Caso Maunz6
Esto nos hace pensar – y es una problemática completaría al trabajo- en el
peligro constante que se encuentra nuestra Democracia Constitucional como
también el mismo cauce del Derecho, aquel que fácilmente puede propiciar
la socavación de la misma democracia y los derechos fundamentales que
defiende, resultando tener un Derecho degenerado y arrogante.
4
PERINA, E. (1996). La Argentina acosada. Ideologías vs. Nación. Buenos Aires: Sudamericana. Pág.53.
5
Situación que cambió después de la proclamación de la Carta Magna de 1215, habiendo sentencias que
registran la independencia de la judicatura en decisiones contrarias a la voluntad del Monarca
6
RÜTHERS, B. (2016). Derecho degenerado. Teoría jurídica y juristas de cámara en el Tercer Reich. (J. A.
García Amado, Trad.) Madrid - España: Marcial Pons. Pág 14-50.
Finalmente estas puntualizaciones tienen el propósito de arribar algunas
recomendaciones respecto del apartado, tanto para los ciudadanos, jueces
y juristas. A los primeros; ser conscientes del tipo de Estado que estamos
viviendo, las decisiones de los jueces, la función del periodismo; es decir,
pensar la totalidad de las cosas ya que por más que se viva en una supuesta
democracia podemos estar en unos breves momentos en un tipo de Estado
opresor y aberrante. Segundos, ser conscientes que tienen una función
protagonista en la conducción de un país. Que pensar de manera libre es un
derecho pero no es vinculante para que opere en sede jurisdiccional. La
única atadura ideológica debe ser los principios y valores que inspiran los
derechos fundamentales y deberes. Y finalmente a los juristas; Ser
coherentes y no arribistas, ser revolucionarios y no pusilánimes. Actuar
conforme a lo que somos llamados, pensar el Derecho de una forma que nos
permita vivir como seres humanos en una sociedad más compresiva y
tolerante
VI) Bibliografía