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Todas las izquierdas posibles

Razmig Keucheyan traza un croquis con los últimos pensamientos críticos de la orilla
izquierda.

Si la sensación general se configura con trazas de caos, asombro y desidia desde nuestro
pequeño ombligo occidental, el acercamiento a la marabunta de teorías y postulaciones en
el mundo izquierdista, ya nos confirma que nuestra condición de peleles. Hemisferio
izquierda (subtitulado: Un mapa de los nuevos pensamientos críticos) ofrece un plantel de
los últimos intentos de acotar los presupuestos marxistas a la realidad imperante. Es un
libro del todo necesario para someternos a un régimen de silencio personal, de reflexión y
de búsqueda de conclusiones, algo necesario en un mundo donde opinar sin criterio se ha
convertido en el deporte catártico por excelencia, ya sea con ciento cuarenta caracteres o
enfundados en seudónimos sedicentes.
En la primera parte asistimos a la contextualización de todos estos pensamientos críticos
que a continuación se van a enumerar. «Todo comienza con una derrota»: crisis petrolera
de 1973, gobiernos de Thatcher y Reagan, final del entramado soviético y chino, y caída
del Muro de Berlín. Después, es propio de nuestra época observar la separación entre el
mundo académico y el mundo obrero primeramente y, después, también, con la clase
media o si se quiere con esa amalgama llamada muchedumbre. Hoy, hoy mismo, no
existen referentes de pensamiento mundial, no hay verdaderos líderes de opinión, han
quedado sepultados por una colección de expertos a sueldo, de especialistas de los
asuntos más peculiares y de la caterva de comentadores de noticias del día, es decir,
tertulianos de la corte. El libro de Razmig Keucheyan atestigua con su nómina de
referencias que los pensadores actuales, excepto un poco Žižek, pertenecen a esferas a
las que el común de los mortales es incapaz de acceder a causa del ruido que le circunda.
Sus teorías penetran entreveradas en algunos discursos políticos, en los artículos de
algunos escritores como referencias eruditas sin sustancia, pero, únicamente, influyen en
los sectores como el feminismo, el ecologismo o el afropolitismo a los que acuden sus
acólitos. Esta disgregación contribuye a perfilar la sensación de que los caminos posibles
para nuestro entuerto actual son múltiples, pero que ninguno se ha consolidado en el
discurso de esto que llamamos globalización.
En la segunda parte se abordan las teorías. La panoplia de intelectuales comienza con
Toni Negri y Michael Hardt con su teoría del Imperio y de la Multitud (muy acertadamente
lanzaron este concepto para señalar a esa pluralidad heterogénea de individuos que
configuran las sociedades actuales). El propio Negri avanza la «hipótesis del capitalismo
cognitivo» que supone que ya no se va a ir necesitando tanta mano de obra, sino cerebro
de obra, cabezas tecnologizadas que sirvan de enlace hasta que sean sustituidas
totalmente por ordenadores. Evidentemente, mientras leemos y repasamos las miradas
peculiares de estos teóricos de la izquierda, vamos comprendiendo aún más la lógica del
capitalismo, su proceso, su evolución, su consecución profética. Así, por ejemplo, David
Harvey nos ilustra acerca del spatial fix, esa manera que tiene el capital de buscar
espacios donde, a priori, no existían, ya saben: en la educación pública, la seguridad social
o la energía.
Cobra gran interés en este libro, la manera que tiene de sacar a la palestra a esos autores
que han cuestionado los conceptos que de alguna manera han definido el mundo
moderno: el estado-nación (¿tiene sentido hoy en día cuando el gran capital ha
conformado un mapa telúrico mundial?), la democracia, el estado de derecho... Es aquí
cuando Giorgio Agamben esputa aquello del «estado de excepción permanente», algo que
también les sonará, con el que define la absorción por parte del poder ejecutivo de los
poderes legislativo y judicial, con la intención de «solventar» los acuciantes peligros que
nos acechan.
En otro apartado, Keucheyan propone los posibles «vectores de la transformación social»
del futuro más próximo. Desde Rancière y su «igualdad de las inteligencias» hasta Žižek
abordando el tema de las saturación de ideologías, pasando por Badiou y su «teoría del
acontecimiento». A estos autores le siguen las posfeministas (Haraway, Butler y Spivak),
los que se posicionan dentro del indigenismo, del ecologismo o del cuestionamiento de las
«clases».
El libro concluye con uno de los autores más interesantes del panorama intelectual:
Fredric Jameson, teórico del posmodernismo. Dentro de su teoría, encontramos el
desarrollo del concepto de «capitalismo tardío» donde la lógica económica y cultural se
han entremezclado de forma irresoluble. De esta manera, hoy, tenemos un mundo que se
baña en la superficialidad y se ciega maravillosamente con unos fuegos artificiales
interminables que lo anonadan y lo ilusionan con el único fin de que no lo atenacen los
cuestionamientos existencialistas. En definitiva: pasen y vean el panorama...

Keucheyan, Razmig, Hemisferio izquierda. Un mapa de los nuevos pensamientos críticos ,


Siglo XXI, Madrid, 2013, 352 páginas.

http://www.sigloxxieditores.com/libros/Hemisferio-izquierda/9788432316180

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