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Centro Histórico y espacio público: La ciudad como lugar de encuentro.

Otro aspecto importante e indispensable al insertar de vivienda en el centro histórico es el de


incorporar espacio público que permita generar ciudades de encuentro, espacios en los que se pueda estar,
recorrer y permita fomentar tanto la inclusión como la cohesión social. Cabe destacar que el espacio
público es una categoría que define la calidad de la ciudad, ya que refleja el modo de vida y calidad
ciudadana dentro de una urbe (Borja & Muxí, 2003), si se piensa en esto, consecuentemente se puede
entender cuán importante es el espacio público para la ciudad.
Rueda S. (2017) afirma “La esencia de la ciudad es el espacio público es un lugar de encuentro,
no un lugar para moverse. Se habla de potenciar al peatón, pero hay que decir que ser peatón es un modo
de transporte. No queremos ciudades hechas para peatones o para coches, necesitamos ciudades hechas
para que los ciudadanos estén y vivan, no para que se trasladen”.
De este modo la clave es considerar que el espacio público no sea un simple espacio verde con
juegos o mobiliario urbano, sino que, responda aquel territorio de la ciudad, donde cualquier persona
tiene derecho a estar y circular con libertad en espacios abiertos como por ejemplo en calles, plazas,
parques, o en equipamientos públicos como centros comunitarios o bibliotecas públicas.
Además de hacer referencia a las calles y edificaciones al momento de hablar de espacio público,
se debe considerar de manera impórtate al imaginario colectivo, a la historia y la cultura, al
desenvolvimiento de las personas en el lugar, a la forma en que estas se apropian y utilizan el espacio, y
en consecuencia permiten generar una serie de vínculos que permiten el sentido y el ser de un espacio. Un
espacio público lo es cuando es vivido y experimentado en todas sus condiciones, ya sean arquitectónicas
o culturales (León, 2015).
Dicho esto, el diseño del espacio público es sumamente relevante si se tiene el objetivo que se
convierta en espacios de permanencia y no únicamente en espacios de tránsito. Para que el espacio
público se vuelva agradable e invite a los transeúntes a disfrutarlo, es importante implementar
dimensiones humanas, por lo tanto, es necesario evitar el manejo de distancias mayores a los 100m e
intentando que la altura de las edificaciones contiguas no sea demasiado alta, con el objetivo de que el
espacio público y los edificios que lo rodean conformen un sistema “óptimo para el hombre”. (Gehl,
2010)
“El tratamiento de los bordes de una ciudad, más precisamente las plantas bajas de los edificios,
ejerce una influencia decisiva en la vida urbana. Esta es la zona que uno recorre cuando llega a una
ciudad, las fachadas que uno observa y con las que uno interactúa. Este borde es a su vez el umbral a
través del cual entramos y salimos de nuestras viviendas y oficinas, la zona donde el interior y el exterior
entran en contacto. Este es el lugar donde la ciudad se encuentra con los edificios.” (Gehl, 2010)
De acuerdo como indica García C. (2018), “El tratamiento de estos bordes es el segundo paso
para generar un buen espacio público donde se estimule el cuerpo humano y sus sentidos a través de
diseñar” lo que Jan Gehl llama “a la altura del ojo”. El diseño de proyectos con bordes blandos, que
permitan visibilidad y ofrezcan un sentido de seguridad, fomentan la permanencia y el uso del espacio
público. (Gehl, 2010)
En la actualidad, como ya se indicó anteriormente, el centro histórico de la ciudad de Cuenca
posee la mayor cantidad de su espacio público y centros de manzana en la solución de la movilidad
vehicular, y como resultado vemos muy pocos parques o plazas en comparación a la gran cantidad de área
pública y privada que se destina a parqueaderos, circulación y estacionamientos para el vehículo, además
que genera un impacto negativo al centro histórico. Por ello mediante la propuesta a desarrollar se platea
el uso de centros de manzana mal utilizados, incorporando el espacio público. Para lograr esta
convivencia de espacio público y vivienda, es importante abordar el diseño del proyecto desde un punto
de vista distinto, es así, se tiene de referencia a Gehl, que en su libro “Ciudades para la Gente” nos explica
que el orden de priorización debería ser el siguiente: vida, espacio y por último los edificios. Esta
estrategia permite trabajar a partir de la escala humana, e identificar los servicios de la ciudad que se
pueden integrar al proyecto y colocando estímulos para que el usuario permanezca en el espacio.

Vivienda colectiva y de interés social


Vivienda
Debido a que parte del objetivo del estudio se centra en la vivienda de interés social, es
importante definir el concepto y características de vivienda. Actualmente existen tres términos que
distinguen la vivienda, como son: la casa, el hogar y residencia, se puede señalar, que según la real
academia de la lengua define a la vivienda como “un lugar cerrado y abierto, construido para hacer
habitado” (RAE), de la misma forma el INEC señala “la vivienda es un recinto de alojamiento
estructuradamente separado y con entrada independiente, construido, edificado, transformado o dispuesto
para hacer habitado por una persona o grupo de personas, siempre que el momento de la investigación no
este utilizado con finalidad distinta”.
De acuerdo a las definiciones citadas anteriormente, la vivienda es el espacio físico, la cual tiene
la misión de ofrecer refugio, descanso para la habitabilidad de los usuarios ya qué estos desarrollan sus
actividades propias de trabajo, estancia y protección de inclemencias naturales del tiempo, en
consecuencia, una vivienda debe disponer de espacio y área suficiente para el desarrollo de sus
actividades, considerado además la accesibilidad para diferentes tipos de usuarios incluidos personas con
capacidades espaciales y discapacitados, de igual forma, se debe garantizar estrategias de diseño de la
vivienda, ya sean estas: estructurales, durabilidad, ventilación, como también de confort tanto térmico,
lumínico, acústico.
La vivienda debe responder a las necesidades y forma de vivir de sus usuarios, también debe
adaptarse al entorno físico sin causar impactos ambientales negativos, consecuentemente, todo lo
mencionado, tiene que conformar espacios que garanticen habitabilidad, es decir garantizar una mejor
calidad de vida para las personas que habitan la vivienda.

Vivienda de interés social


“La vivienda social requiera calidad, no caridad profesional” (Alejandro
Aravena).
La vivienda de interés social se puede entender como la solución habitacional destinado a grupos
o sectores de menores ingresos, en el cual, se da una connotación más social y cultural. La vivienda social
significa algo más que tener un techo bajo el que puede protegerse, significa también disponer de un lugar
privado, espacio suficiente, accesibilidad física, seguridad adecuada, seguridad de tenencia, estabilidad y
durabilidad estructural, iluminación, calefacción y ventilación suficiente, una infraestructura básica
adecuada que incluya servicios de abastecimiento de agua, saneamiento y eliminación de desechos,
factores apropiados de calidad del medio ambiente y relacionados con la salud y un emplazamiento
adecuado y con acceso al trabajo y a los servicios básicos, todo ello a un costo razonable (Duran y
Toledo.2013).
ebe señalarse lo indicado por Estrella, citado por Araujo (2017), EL 75% o 80% de la vivienda
popular la construye el usuario por su cuenta y como puede; y a su vez demuestra la existencia de la
autoconstrucción. El crecimiento exponencial del déficit demuestra que todas las políticas han fracasado y
la autoconstrucción también.
En base de estas definiciones, se determina a la vivienda de interés social; como aquella solución
que está dirigida a sectores de la población poco favorecidas económicamente, y así, mejorar la calidad de
vida de estos usuarios, por lo tanto, es necesario considerar en la solución de estos proyectos; espacios
que permitan el crecimiento y reactivación económica estimulando actividades productivas, además
considerar el ordenamiento urbano a través del respeto de normativas en el lugar a emplazarse a partir de
criterios pertinentes para el cuidado del entorno y medio ambiente, lo indicado anteriormente, debe ser
realizado entendiendo la problemática habitacional de familias con pocos ingresos a partir de tres
enfoques indicados por Montero y Culcay(2012)como son: higienista, un esfuerzo tanto público como
privado para la dotación de vivienda y programas de construcción.
Las primeras experiencias sobre vivienda social y de buscar soluciones habitacionales surge el
siglo XIX en Inglaterra, a través de la iniciativa de edificar viviendas para la población obrera, que esos
momentos atravesaba un constante crecimiento, pero en estas soluciones los habitantes sufrían
condiciones inhumanas con proliferación de enfermedades y degradación social (Goitia,2011). El primer
proyecto de vivienda de interés social es el realizado por Robert Owen en New Lanark, Escocia, Owen
despertó conciencia y reflexión a arquitectos y empresarios, lo que dio lugar a varios ejemplos repetitivos
al largo del siglo XIX. Por consiguiente, a inicios del siglo XX, se propusieron numerosas soluciones en
la que una conciencia por el hábitat de las clases menos favorecidas se hacía evidente, como son las
reflexiones de Camilo Sitte, Howard, y la ciudad lineal de Soria, que aportaron que la línea moderna y el
CIAM centre sus soluciones urbanas a la vivienda social. (Quintero,2016).

En el caso de Latinoamérica, según Ballén Zamora (2009), a partir de finales de la década de


1920 y principios de 1930, se crean en Latinoamérica las primeras instituciones destinadas a financiar y
construir vivienda económica, debido a su creciente demanda y al establecimiento de los primeros
asentamientos informales en las periferias de las ciudades. Sin embargo, en la actualidad la producción de
la vivienda social comenzó a determinarse por el factor económico o financiero y disponibilidad de suelo
urbano. Asimismo ‘‘al asumir la vivienda destinada a la población de bajos ingresos, tomó soluciones en
las que la viabilidad económica fue la prioridad, dando como resultado una baja calidad en las
construcciones unifamiliares y multifamiliares, ya que se buscaba reducir al máximo los costos’’ (Culcay,
Maldonado,2016).

En Ecuador la vivienda social despertó interés por el estado ecuatoriano en la década de los años
40-50, para responder a la creciente problemática habitacional con propuestas de proyectos de baja
cobertura (Culcay, Maldonado.2016). Posteriormente en las décadas siguientes tanto políticas públicas
como; El Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), Gobiernos municipales, Banco de la Vivienda
ahora MIDUVI, adoptaron el rol protagónico en la dotación, financiamiento y construcción de proyectos
habitacionales, como resultado, se plantearon soluciones de vivienda en hilera y soluciones verticales
como son los condominios o bloques multifamiliares.
En definitiva, la vivienda social debe buscar soluciones dignas, orientadas a obtener un valor que
responda la mejor calidad de vida y no a obtener costos más bajos para satisfacer a un número mayor de
familias, y de esta manera evitar el desarrollo de proyectos de vivienda deficientes con materiales y
soluciones deficientes. (Montero y Culcay.2012). Se cree evidente que la solución de proyectos de
vivienda social puede permitir el crecimiento y reactivación económica que ha sido golpeada a sectores
vulnerables económicamente por la situación del COVID-19 estimulando la actividad productiva con
espacios destinados para el trabajo, así como señala (Kellett, 2002). “Los espacios domésticos ofrecen la
posibilidad de acomodar actividades tanto productivas como reproductivas. Estos procesos pueden
reflejar cambios tanto en el contexto económico y social como en las prioridades del núcleo doméstico y
la etapa de la vida de la familia”, por lo tanto, la vivienda se convierte en sistema hibrido comprendido
por las actividades familiares privadas y de actividades económicas para el desarrollo de la propia familia.
Pero buscando equilibrio en estas dos.

Vivienda colectiva: vivir en colectividad


Otro aspecto importante en el desarrollo del proyecto a plantear es la vivienda colectiva, que de
acuerdo a los objetivos de estudio se entenderá como el conjunto de viviendas habitadas destinadas al
sector de la población poco favorable económicamente, que además comparten servicios y usos comunes,
con espacios públicos, semipúblicos, semiprivados y privados, que puedan ser utilizados por los
habitantes, respondiendo a las cualidades y necesidades del sector.
Por otra parte, Josep María Montaner describe las características básicas en cuanto a una vivienda
colectiva: “su forma y funcionamiento está mucho más acorde con el entorno circundante; potencia
mucho mejor los encuentros y las relaciones entre las personas, con lo que refuerza las redes sociales; y
ella misma posee un carácter pedagógico, con una mayor capacidad para formar y educar a los usuarios
en el uso adecuado de los recursos al hacerlos más visibles” (Montaner, 2015, p.63).
El mismo autor señala, que para un buen funcionamiento adecuado de una propuesta de vivienda
colectiva funcione, es importante el análisis de la composición familiar, lo dicho anteriormente es
importante considerar, ya que, el presente estudio se centra en viviendas de interés social y en
consecuencia a familias de un sector económico desfavorecido, así mismo, Montaner indica que es
necesario la implementación de mecanismos de flexibilidad, crear espacios intermedios de encuentro
como pórticos, azoteas, como también espacios colectivos como son plazas y parques.
En definitiva, la vivienda colectiva es un tema muy notable dentro de la arquitectura y como
también en ámbitos de la sociedad, debido a que en ella se convergen varios estilos de vida,
funcionamiento y sobre todo una respuesta en la búsqueda del aumento de densidad en las ciudades. Cabe
recalcar que según Orellana(2019) “una vivienda colectiva no se basa simplemente en la densificación de
las ciudades mediante la creación de departamentos apartados donde las personas solo realizan sus
actividades aisladas, se trata también de crear espacios comunes de recreación, comercio o
educación” .Por ello es necesario potenciar una adaptabilidad tanto en los sectores como en los barrios
en donde los habitantes puedan integrarse y con el espacios públicos y se sientan parte del proyecto.
Por todas las razones descritas anteriormente; en ámbito de vivienda, vivienda de interés social y
colectiva, este proyecto está basado en la densificación a partir de viviendas enfocadas en la mixticidad de
usos, ya sean estos de habitabilidad o actividades productivas de trabajo enfocadas en reactivación
económica, en una mejor convivencia entre habitantes del lugar con la ciudad y en el desarrollo de
cohesión social mejorando la vida en comunidad dentro de un centro habitado.
Sistema constructivo: Exploración de sistema prefabricado modular auto estructurado   con
paneles de cierre alternativos.

En cuanto al sistema constructivo, estudios realizados por Calle y Proaño (2010) se ha observado
que muchas viviendas existentes en los sectores de expansión urbana han sido construidas por la propia
gente o propietarios de manera informal, lo que genera construcciones deficientes y sin ningún sustento
técnico, en igual forma, el programa nacional de vivienda social utiliza un mismo modelo de vivienda, en
consecuencia, el uso del sistema tradicional como una única solución constructiva en el país, en
conclusión no ha surgido iniciativas de búsqueda de un sistema constructivo eficiente  que se  rija a
condiciones de la región y condiciones económicas de población a que va dirigida , en base a este orden
de ideas se plantea un módulo polivalente prefabricado con estructura alternativa de metal y terminado
reciclado.
 
La idea es desarrollar un sistema prefabricado modular auto estructurado con paneles de cierre
alternativos no explorado en nuestro medio debido a su poco conocimiento y uso, además que este
sistema permite tanto polivalencia como reversibilidad en su aplicación, pero sobre todo se pueda
incorporar en varias posibilidades del sitio o emplazamiento a intervenir mediante geometrías diversas.
 
Alrededor del mundo se están desarrollando sistemas constructivos similares con materia prima
reciclada generando resultados positivos, ya que son materiales que no agreden al medioambiente, así
como el panel Eco-pack o poli aluminio, que se trata de un material ligero y decorativo 100% reciclable
que se puede fabricar en diferentes colores (según los colores de la materia prima), además tiene unas
excelentes propiedades de aislamiento acústico y térmico, también, cuenta con excelentes características
físicas y mecánicas; que responden a un medio ambiente tan diverso y complejo como el de la sierra
ecuatoriana, es así que el proyecto Tec-totora wasi es un claro ejemplo de la iniciativa de uso de este
material, ya que combina el uso del poli aluminio y la totora en la elaboración de un panel compuesto
termo acústico en la construcción de modelos experimentales de vivienda social en vinculación con la 
comunidad de San Rafael de la Laguna (Otavalo, Ecuador).

A demás del sistema de poli aluminio existen otros sistemas de cierre de materia prima reciclada
como es el usado en el proyecto Global Villaje Shelter, que consiste en  una vivienda temporal de cartón
corrugado, fue creada en 1995, es un prototipo de cartón corrugado con un sistema plegable y un material
impermeabilizante, durante el tiempo ha sido modificada utilizando polipropileno siendo este un material
más resistente a los rayos UV y mayores resistentes al fuego, en su interior la vivienda cuenta con un área
de 6.25 metros cuadrados, tiene un peso de 180 libras sin contar con los elementos de anclaje. Se puede
transportar de manera fácil ya que se puede plegar, (Caderon,2013). Empresas europeas también están en
esa búsqueda de un material que sea con base reciclada, en Barcelona existe Eco MDF, es un tablero
similar al MDF, es un derivado de la madera, fabricado al descomponer la misma en fibras, este se
fusiona con resina, aglutinante y forma tableros. La empresa Biprocel la fábrica a partir de residuos
celulósicos industriales, puede ser usado como sustituto del MDF.

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