EL EVANGELIODE JESÚS

Una buena noticia es algo que llena el alma de alegría. La buena noticia se caracteriza
por dar alegría al que la recibe.
Jesús es la buena noticia de parte de Dios a la humanidad. Con él nos ha llegado la
buena noticia de que Dios ama hasta el extremo a la humanidad y ha decidido darle su
reino.
Los evangelios son los relatos que transmiten esa buena noticia de que Dios ha salvado
a la humanidad gratuitamente.
Evangelio significa buena noticia: Dios ha enviado a su Hijo al mundo, no para
condenar a nadie, sino para salvar a todos.
No es lo mismo evangelio que evangelios. El verdadero evangelio es el mismo Jesús.
Esta buena noticia la encontramos narrada en cuatro libros llamados evangelios.
Los evangelistas son los autores de los cuatro evangelios. Cada uno, a su manera y
según la comunidad a la que se dirigen y de la que forman parte, ha escrito su evangelio.
Hay unos evangelios canónicos; los que fueron aceptados por la Iglesia como inspirados
por Dios. Y hay otros evangelios apócrifos: los que fueron rechazados por la Iglesia
como no inspirados por Dios. Hay cuatro evangelios canónicos, escritos por los
“evangelistas”, los autores sagrados de los evangelios.
Los evangelios no son biografías de Jesús, sino testimonios de fe de la comunidad
Iglesia. En ellos la Iglesia expresa su fe en Jesús como Hijo de Dios y mesías salvador.
Cuentan la vida de Jesús para dar testimonio de que Él es el salvador del mundo y para
que todos crean en Él.
La composición de los evangelios, siguieron unas etapas sucesivas, hasta llegar a su
escritura definitiva.
Los cuatro evangelios se dividen en dos tradiciones: la Sinóptica y la Joánica.
Sinóptica. - Refiere a los escritos de Lucas, Mateo y Marcos, sobre la idea de que existe
una conexión entre las tres visiones, consecuencia de datos e historias cruzadas que
pueden apreciarse a partir de realizar una comparativa.

Joanica.- Los escritos son el Evangelio de Juan, la Primera Epístola de Juan, la Segunda

Epístola de Juan, la Tercera Epístola de Juan y el Apocalipsis. Todas ellas comparten
ciertas similitudes en el trasfondo teológico. el Evangelio de Juan se convirtió en la
piedra angular de la catequesis bautismal en Roma. Durante el Primer Concilio de
Nicea, el Evangelio fue uno de los mayores soportes de la alta Cristología propuesta por
los padres del concilio.