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fev Chil Nut Vo. 38, 8, Junio 2011 ARTICULOS DE ACTUALIZACION gPORQUE COMEMOS LO QUE COMEMOS? WHY WE EAT WHAT WE EAT? ‘Alfonso Valenzuela B. ‘Centro de Lipidos Instituto de Nuuicida y Teenologta de fos Alimentas(INTA), Universidad de Chile, Santiago, Chile. ABSTRACT The composition of our det partially reflects our bay camposition and from these its possible to obtain some {information about the quality of our feeding, However, the question may be, do we eat that we realy need to eat? Or, why we eat what we eat? The human body is the result ofthe highly regulated expression of our genes, and ‘our genetic heritage i the result of« constant evolutionary process of milion of years. Almost the toally of our genome was formed daring the pre-agricultural era and we suppose that this isthe optimal informational pairi- ‘mony forthe normal development of ou life. This genetic patrimony has allowed our adaptation lo the constant modifications of our environment, particularly to the climatic variations where our ancestors developed millions of years ago. Our genetic patrimony was slowly molded, without important changes, during each ofthe steps af the evoltionary process, from the Ardipithecus ramidus of arborea tif unt the present Homo sapiens sapiens, determining oir actual nutritional requirements, During these evolution steps aroused the “thrifty genotype" expressed as tissue leptin resisance and differential insulin resistance. At present the expression af the thrifty ‘genotype is not necessary and the effeets ofits action are associated with the opulence diseases; obesity, cardio- sascular diseases and diabetes, amons others. This work discusses why we have reached to eat what we eat and hhaw the evolution of our feeding can be related with diseases of high prevalence in the western world. Key words: evolution of our feeding, this enctype, diseases of opulence. Este uabujo fue recibido el 29 de Marzo de 2010 y aceptado para ser publicado el 18 de Mayo de 2011. INTRODUCCION Nos hemos acostumbrado‘ oft decir que “somes lo ‘que comeros”, lo. quees cierto aungve solo parcialimen+ te, Por ejemplo, si comemos carbohidratos en exceso, ‘obviament tendremos nuestra reservas de carbohidra- tos repleias, en nuesio caso de glieSgeno hepitico y _mascla, pero nuestra event obesidad no se éeberd a ‘unactimulo excesiva de carhohirates, ya quel exceso Uerivado det aporte energétieo de estos mutientes, 8 transforma en nuestro organism en lpidos, los que s{se acumulan. Con los lpidos ocurre algo diferente ya {que clertos deidos grasos dela dicta van a depositarse en nuestros teidos, sean dcidos grasos esencales 0-20 cseneiales, Mas aul, dcides grasos francamenteperjudl- cfales, como lo son los ids grasos con isomer rans, también se depositan en nuestros tejidos (1). De esta forma, si bien la composicién de nuestra Uieta se refleja purcialmente en nuestra composicion corporal, yd ello podemos obtener alguna informacion sobre Ia calidad de mucstra alimentaciéa, nos cabe la pregunta jcomemos lo que deberiamas comes? 0 més explictamente :porqué comemas lo que eomemos? lorganismo hursanoesel resultado dela expresién altaucitevegulads de mvesus genes y nuestro patrime- no genético es asu vezelresullado de millones de anos de un proceso ovolutive constante y que ain continds, ‘La casi totaidad de nuesiro genome se formé durante Ie époce pre-egricola y deberiamos suponer que este seria e patimonioinformacional (timo para el normal desarrollo de muestra vido. Es ese paurimonio genético et {que nos ha permitido.adaptamos las madificaciones del medio ambiente particularmeate alas vasiaciones cli- tméticas ena que se desarrollaron nuestros antepasados hace mitlones de aos atris y en eada una de les etapas demuestra evolucin, Nuestro patrimonio informacional se fue moldeando lentamente, sin grandes cambios rela \ivamente imporantes, determinando, entre otras cosas, nuestros requerimientos nutricionales En este articulo se analizaré el porqué hemos Tlegadio a comer lo que comemos y cuan adecuada 9 no adécuada ha sido aucstra alimentaciGn durante el proceso evolutivo, Se discutira el ral de la evolucién Ge nuestra alimentacidn en la mayor prevalencia de cenformedides-c*énicas como la obesidad, la diabetes y Jas enfermedades eardiovasculares, consideradas como las “enfermedades ile la opulencia”, Alaanas evolu cionistas han propuesto que los seres humanos somos “hijos del hambre” (2), en cierta forma asi parece serto, vyeremos porque. OS HUMANOS SOMOS >) HILIOS DEL HAMBRE —_/ Le informiacipaleoanropol6gica que ests dis posible nos indica que muesros anecesores no fueron incividaos muy fueas ¥ eo OAL Tene iia y fuerza comparable a de otot maziferoscontempo- eos alos. Nunca tvimos ls garas dun tigre, tos eolmilos de un lobo, ni Ia fuera mauler de un ‘80, mucho menos la velocidad de ana pantera 0 de un leoprdo (3). Comarados con esos animals, ver daderos rastreadoresycazadores de alimentos, auestro pasado debe haber sido de grandes penis fsa, de Hambrunasy de una gran pobreza de recursos alimen- turos. El conseguir alimentos debe haber sido muy Ail y e alto riesgo, de converse en alimeno de ciros animals. Nueafuimios verdaders exzadores ao sumo caraiers, et es, os eomfamos lo que dejaban los verdaderos animales cazadores Para entender el proceso evoatvo de nuesta ali tmentacién, lo mis adecuado y dicta es dvdr este proceso en cinco claps, as qu fuer bea diferencia Aas envest Eupas ques ban deducidoa par derestos fésiles, incluso en algunos casos de exquelts casi completes, qe de alguna manere se comesponden con erapas de musta evoluign en las que ls condiciones de Vida de muestos antpasados cambiaron disc mente y sobre todo modifeaten austos patrons de alimeniaién 2). Primera etapa (quinee a sels millones de afios atrés) ‘Transcurti6 enue el final del Mioceno y el comien- PORQUE COMENOS LO Que CoMEsics 20 del Plioceno, hace quince millones a seis millones de aiios atras (como se puede apreciar, es un tango de tiempo muy amplio). Nuestros antepasados,cuadrpeds pequetcs, muy similares aun ebimpance actual, vivlan en un ambiente de bosque tropical Iluvioso, hiimedo y célido constituido pporuna ancha frana verde que rodeabe el planeta alede- dor del trdpico. Bs probable que estos monitos, de baja ‘¢statura y con un volumen cerebral no superior alos 300. ce, se eoncentraran mayoritariamente en Africa segin To indicas los datos paleaantropol pcos que pasezmes, ya quea este continents sc e considera como lacuna de ios primates y luego de los homidos (2). Se rataba del Ardipithecus ramidus. Fsia ecapa evolutiva se caracteriz6 por una gran abundancia de entos, mayoritariamente Ge orgen vegetal. Alimen- tarSeno costa gaa abajo, solo cra cuestion de estiar un brazo o de sltar de una rama a otra para coger la fruta, semilla, lor u hoja neceseria para “almorzar". a protina de orgen animal debe haber sd escas, proba ‘blemente slo aporiada po algunos inseetos, huevos de aves pequetcsrepiles que consumfa ocasionalmente AL monito arbéreo, Fl Ardipitheeus era esencialmente ‘Tima Vewefariano y no le era necesario “bajar del dibel” pars alimentare, AnatGmicamente, el sistema digestivo de estos enimales debe baber sido diferente sl nuestro, Probablerenteposeian un intestino deleado. corto y un intestno grueso més extenso adapeado para fox procesos fe Terteniacign, Sus dientes, de los cuales. sffencmas anteceientes, eran espatulados y aflados, adaptados para cortar y desmenuzar y con colmillos pati fiowder y retener el slimento, La abundancia de ‘alimentos, disponibles a “toda hora” no hizo necesario ¢! desarolo de todos de reserva eneraétiea para argos perfces sin alimentacé, lo que no era necesario con Jos Arcpiticeus. Con seguridad no hubo Ardipithecus hhambriestos y tampaco obesos (2) Segunda etapa (cinco millones de afos atrs) Las condiciones elimatias en latietracomenvaron cambiar, particularmente ene bivat del Ardpithecus ramidus. La fractua geol6gica que dio origen al val del Rift en ef moreste Ge Africa, originads hace unos fue trascendental para que se ta region ocupada por los Tagos Turkana, Tangonika y ‘Malav,prcticementedividi6 Africa central en dos re= nes diferentes y muy bien cfinidas. Al orste del Rift se mantuvieron las condiciones climéticas tropicals, abundancia de Uinvias y una temperatura céliga y con \ pocas variaciones, lo que permitié que se conservare st cextensa.sabane caracterizada por una gran_escase7 de Ihvias,altas {emperaturas y escasa vegetzciGn, De esta manera, los Iuviosay cfd cont tual el que se mantone haste nuest Los actuales chimpancés, gorilas y orangut sein probublemente los descendientes actuales mas Ge los Ardipithecus del “lado cesta”. Sin embargo, para aquellos ejemplares que continuaron viviendo en el “lado este", Ins coses comenzito cambiar radealmentz- Hl alimento fue cada'vez menos ate, eomenzaron largas sequas que disminuy primero el follaje-y después la vegetaida, la que_ se trnsformé de grandes drboles en arbusts de tama, De esta manera, nuestro an‘epasado en algtin momento, presionado por laescascz dealimentos, tayo aque “bajar del drbol", con lo cual comenz6 sna capa, trascendental en el proceso evolutivo la bipedestacicn) G). La abundancia de Frutos, semilla y hojes de las altura, se transformé en ura dsponibilidad en el sue- lo de rales, ubéreulos y hojas mas escasas y menos rutitvas. La bipedestacion, a 6 une formacién anatén jermitid el inicio de largas caminats € _escago, De ese manera, questo antepasado comenz6 comet con menos frecuencia, lo que de algura manera lo obtigda desarollar eidos de reserva encredtca para Jos perfodos de hambruna, los que probablemente eran de dis o quis semanas. Este seria el comienzo de 10 aque se llamedo el deserollo del genotipo hora” (© esto 2s uns capecidad determinada genéticamente para acumular ceservas energtica. Los cambios ana- t6micos no solo ocuriroi en su esqueletn,Tograido mayor alcua, caderas ms anchas y fuertes, exter dades infeviores mis lrgas Toertesy pies adaptados para caminas, con To cual se pordé el carter prensil de estos, Desaparecivon fos colmillos vse produjeron cambios en ef fubo digestivo. Fl intestino del se alarg6 para umentar Ia capacidad y eficiencia de absorcién de les e:casos nutrente, a mismo tiempo aque el iatestino zrueso comenz6 procesos de TermentaciGa fueron adquriendo-menor importancia en el proceso digestivo (D. Ocasionalmente, y probablemente derivado del hambne siempre presente, comfa restos de animales due ya no interesabun a los “verdaderos” cazadores Comenzs asi el carofeo y Ja lente wansformacién on ‘animal omnivore. "“Ara, el esqueleto de une hembra sporidicamentebigeda de hace cuatro y medio millo- nes de afios ats, descubierto en 1994 on el desierto YAUENELLLAA de Afar (actual Esiopfa)@r-un [ugar llamado Aramis, serfa ua represéntante de esta segunda etapa del proce- so evolutivo hacia el humano actual, Se cratarfa de un Ardipithecus ramidus més evolycionado que aquellos de ‘Vida totalmente arbdrea y que permanecieron ene! lado ‘este del valle del Rift. La figura I muestrala.ubicacién ‘gcvgrdfica del valle del Rift, y la figura 2 lo que podria haber sido un “almucrao” de Ard Lo Tereora etapa (cuatro a.des millones de aftas ates) Hiace cuatro a dos millones de aos erés nuestros ar tepasedos segufan “‘pasindolo mal. Lacrecienteescasez. | de alimentos de origen vegetal los obligopaulatinamente | ‘a deriva en el earnivorismo, primero como carofieros, como fueron sus antegesores ¥ posteriormente. com verdaderos cazadores,) Comenzaron asf a alimentar fe animales ferrestres y aeuéticos. Fl uso de sus manos prensilesle permitié comencarauilizar“herramientus”, pri ras y hucsos y posteriormente elementos is elaborados,) En su incipiente préctica earoiera “qnvenatecarofiper los grandes huesos de los restos ani= ‘males y probablemente el créneo de estos para obienet un tejdo rie en lipidosinsaturados de alte esencialiad (8). Es as/ como a partir de os Fosfolipidos de estos tejidos, ‘obtuvo, entre otros dcidos grasos, dcido araquidénice y fcido docosate caenoico, no disponibles en los alimentos d& origen vegetal pero si en los de origen animal tanto terrestres como acuticos, Su cerebro, mejor nutrido, crecien tamafio (hasta 450 cc en los ejemplares ms aWanzados, uv 30% de tamalio actual) y en le comple- Jia de sus funciones (5) “Deer forma, la imposiciéa de los cambios ambien- tales fore6 a nuestro antepasedo, entre oiros cambios, & un sorprendente desarrollo cerebral. Sc tratar‘a del Aus- tralopithecus afarensis, un homfsido bipedo, de largos Brazos, que ain practicaba I braquiactn esporddica en_ fas ramas de ios &rboles. “ERI un esqueleto casi completo de ua ejemplar hembra de Australopitheeus, se trata de “Lucy” bauti aasf por Beatles “Lucy in the sky ‘With diamonds” que eT equipo investi gador escuchaba cuando reainé su escubiimiento) Fi haya7zodeLucy, 3 fenen una data de tres millones de aio, on i loealidad de Afar (de abt afaren- sis) en 1974, a 150 kms de Addis-Abeba, on la actual Eriopla, y sus deseubridores fueron los antropdlogos Donalé Johanson y Tom Gray, pertenecientesal equipo de Tos Famosos ansopogosyesposos, Louis y Mary no le era facil, Los ejemplares machos y hembras del ‘Australopithecus debian caminar largas distancia y bajo tun sol abrasador en busca del alimento escaso, Io cual implicaba un gran gasto energético. La dentadura ce Ios ‘Ausralopithecus nos indica que seguan siendo esencial- mente vegetarianos, con una dicta pobre en proteinas. Su consumo de legumbres y cereales debe haber sido {PORQUE cOMENIOS Lo QUE CoMEMoS: muy bajo, ya que estos autrentes son de fic digestion crudos y ademas contienen factors antinuicionales, que solo desaparecen después de a cocci yfitatos que obsiruyen a absorcién de microminerales idneraintermitente de eseaso valor nutiional Lu a diferencia de sus antepasados de vida arbérea, 35353 ‘rambre, un drama que ain persiste ent ls hominids FIGURAL Valle del Rift: Ia fractura geolégica que determiné cl origen de nuestra especie actuales, esto es nosotros. Su diets segutasiendo rica en carbahidratos complejds,aingue también comenz6 a TageTIr pequetos animales. De esta forma, cuando a ‘coma hasta saciarse,prepanindose rodos de fambrana, los ue deben kaber sido ath fasten veiapas en las cuales ef caibalismo por lo dems pas6 a ser muy comin (2). ET Ausialopidiecus requir, entonces, contz con una reserva energéica para enfrenar los perf *yaoas flaca’. Para esta reserva, que mejor que los lipides, los que se pueden acumular pricicamente en orien en grav canta en relacicn al peso det individuo y cayo-aporte energetico dos veces el de Jos carbohdratos Tas proteinas. "Tas perfodos de adapiacin sla hiperfagia y 2 la hhambrung,requirieron de mociticaciones Biogutmicas enlaregulacion del metabolismo intermeciario de Lucy. alta sensbildad a la insolina de los tejdos insuliao dependientes del Andipithecus remidus (prneipalmente ai tajido adiposo y museular esquelétien), comenzé a rmodifiarseen el Australophitecus. Después de una gan “camila haba que reservar ener paral hamibrana, Para esto era necesatio lrigir la glucosa, el principal auisiente, mayoritariemente al tejido adiposo pera converiria en trgliesrdos de depésito (9), El mésculo esquelétco,acostumbradiol trabajo corto y de poco es fnerzn en el Ardipithecus fue obligado a realizar mucko mds trabajo, grandes caminals, md ula de depredadores, perseguirla “comida’, entre otras, por lo cual se. adapts utilizar preferentemente dcidas erases, por su mayor _ ‘aporte energético, como combustible metabslico en ver de gincosa, tan necesaria para aquellos tejidos que son esirctamenve dependientes de la glucosa, como lo so el cerebro y los eritrocitos, : "De esta forma, aumenté la sensibilidad tina dl tejido adiposo, para acumular triglicéridos, y disminuy6 Ja sensibilidad a la insulina del tejido mus~ cular esqueléico, para abomar glucosa. Se efor ast la expresién del “genotipo ahorrador”, ya iniciada con “Ard” y caracterizada por una sensibilidad diferencia a ta insulin por parte dl edo adiposo y mascular (10). oces0 fsiol6gico que debe haber iniciadosu presencia en el Austalopithecus, es un cierto grado de -Feplino resistencia, La leptina (del griego lepthos, del~ 235), hormona secreted prncipalmente por el td. “nhibe el “centro del hambre”en el hipolemo del cerebro, indicando ta condicién de saciedad (11). Cuando Lucy cncontraba alimento debfa comer hasta ‘Saciawe, o més aiin si le era posible, para que esto ocu- swier, era necesario crear ciertacondicién de leptina resistencia por parte de centro del hambre hipotalimico. De esia manera Lucy tenfa fa posibilidad de acumular vaLATURAA iis reservas energétcas en el telido adiposo. :Dénde acurvular lg grasa? Si bien fue posible que aumentara la grasa subcuténea, esta tiene una limiiacién en su ‘GRpansin, Ya que afeciarfa la transferencia de calor— corporal, por lo eual fue necesario “ica” el exceso de grasaen otra distribucién anatomica. Esta no deberia afecar los requerimientosanatGmicos derivados de la bipedestaciéa. Por ejemplo, no podria acurularse en tuna jorota como en los dromedarios, o en el cuello “rl cabeza como en algunos mamiferos marinas. La fejordistrbucién parece haber sido alrededor de los ‘tenes digestivo, en la cintura, ven la regi gliteo {Emoral. Ambos sexos optaron evolutivamente por una isrbucién diferente. Las hembras desarollaron una ¥¥androide (ipo pera y manzana, como habitualmiente se laszeflere 29). ~~ Elcerebro de Lucy er silo algo ssayor gus olde ‘Ardipithecus ramidus, alcanzando los 450 ce. Sin em- eae que ki engines cas en eis grasos omegs-6, con oc, epofeda Go peso omege-3 alflincénco no debera haber sido limtant, por lo cual tampoco deberia haber sido baje Ia biosintesis de Scido docosahexaenoico a pani de su precursor metabolico af linolénicg (13). No _tenemos antecedentes sobre cl consumo de vogotales y 42, ‘animales de origen marina que le aportaran directamente eid doeosabexsenoico (13) Lucy yatenfalacxpacidad ‘para utilizar sus manos para él uso de “herramientas”,_ Tales comorpleds 710 Galos, troncos, chuescs,loque le permitil acceso une modffacién desu aliments ‘que fie rascendental ara el desarrollo desu cerebro yde_ sus capacidedes ceaprendiajeeintligenca:aprendia ‘cavar en forma mds eficientementey a irozar sus presas (an milton y medio de alos atrés) Un milloay medio Ge aitos después dela aparicién de Lucy, oun millén y medio de aios antes de nuestra habia iniiado el Plistoceno, capa evolutiva ccaracterizada por una notable dismainucion de la tem _ pirate, ora retroeso Ge os mares, y pot “er qunenis del elo los casquers polars. La vida ii en Ja Tiewa. En este ambiente ¢L mito “cazadér-ecolector”, ya que en-realidad era esencialmente un “vagabundo-carrosero. Su esporidica iacign dependia dz la caza'y de Ta recoleccin jabian seguir co e verdad animales répids,fucrtzs,provstos de ga- ffaS, de dienes, y mandibulas adaptadas para capturar, matar, y destrozar a la victima. Poco de esto podia hacer ‘el Homo ergaster, por lo cual tuvo que desarrollar otras habilidades. Se alimentaba de la carro que dejabun ‘otras animales (y aves) carmivoros, pero con una ventaja irascendental desde el poniode vista evolutvo. Con sus manos, semejantes yas las muestas,comen76a Sia yy PrSbablemente a elabora, vtznslios para raspar Y_ estrouarhesos, Pudo alcamzar a méula sea de lox grandes hueses, y més importante, pada destrozar el crineo de lav vviotima t teniendo acceso al tejido cerebral cg mucho mds efieiencia que sus antecasores(2-16).No ‘se descarta que cjerciera con frecuencia el canibalismo, ‘De esta forme, el Homo ergaster tuyo acceso a lip de alto valor sutricional, y Io que es mds important con un alto contenido de “icidos grasos omeg (nmega5 tales como el dcido araquidGalco y el dcido solo ezaba y caroenba animales terrestres, tami scmenzs a alimentarse de products de orgen nino, con fo cial amiga T0¥0 to a docosahexaenoien,dcido graso fundamental desarrollo y la funcién del cerebro y cel sistema Ena Sualir w alimentacién.comenzé a sermnds “funcional” (18-19). Probablemente, con el Homo ergaster se consolid6 _uapo bomadr Almatocaraaaia cartons. e “o adapted, se hizo también mis marcade la insulino i 0 earnivoros son f sioldgicamente insulino resistentes, ya que su dicta esté consttuida esencialmente por protinasy grasas y muy ‘pocas carbohidratos, por lo cual deben desarrollar insu- lino resistencia, tanto a nivel del tejido muscular como de! tefido adiposo (no hay carnfvoros obesos) (2-7). {a gluconeogénesis a partir de los aminoseidos es icalarmente activa en los camvoros absolut. De ts forma, us miselos solo consumen deidos gros -yaminodcidos como fuente energie, seid atipo- So acumula reservas muy rstingidas de wriglicéidos debi al poco aporedictario de carvobidraos, ya gue esios son esencialmente reservados para la funciGn del cerebro, $i nofuese ast un gato 0 un igre después desu _almuerzo, consistente de solo came y grasa y muy pocos cerbohidratos, podria desmayarse por una hipoglicemia severa después de devorar a su presa (2). VALENZUELA, stncia muscular fue clave para sobfevivir os periods de hamatna,1os:que eran muy _ ifecuentes para el Homo ergaster. La gluconeogénesis “Hepatiea y renal, que permite mantener la glicemia en riveles normales durante el ayuno, se hace mucho mis efectva si el misculo esquelético presente insulino resistencia, ya que este tefido se obliga auflizar écidos ¢g1as0s provenientes de las reservas del tejido adiposo reservando, @ su vez, la glucosa para un consumo casi ‘exclusivo por parte del cerebro y de los eritrcitos, los ‘dos tejidosaltamente dependientes de la elucosa para.sus funciones metabdlices. La insulno resistencia muscale, al producr altos niveles de insulina circulate, favorece la acumulacign de wiglicétidos ene tejido adiposo. con lo cual se favorece Ia adipogenesis (10). Deesta forma, el Homo ergaster, al ser un carvora no adaptado, consolid6 la insulino resistencia necesaria para los carnivoros verdadetos, y favorecié la acorma- lacién de ls reservasenergéticas en el tejidoadiposo. Dicho de otra forma, el genotipo del “gen ahorrador”, consolidé al fenotipo de la Futura obesidad que tanto nos prcocupa actualmente, Es probable que tambicn se consolidara una leptino resistence, para asegurar que la regulaciGn dela saciedad scalcanzara a niveles mayores eleptina creulents producida por el tefido adiposo, con fo cul se lograba una mayor acumulacién de reservas energéticas para los perfodas de tambruna que segutan al festin derivado del cazar,o més bien de encontrar una presa:2 medio comer lista par el carofco. Quinta etapa (len mil aos hasta a> E Honig erg toatiodewrceretrode 1000 cane de wilizar cazar,y que se moWaa= a en grandes grupos para optimizar su propia defensn entiein, comenzéaabandonar Africa yacolonizar ‘si, Europa y otras latitudes, migraciGn que diré miles del mar permitié ef movimies ‘Gontinentes, unidos por estrechas franjas de tierra cn eee ecm Sete BPG tent ack: airaties eon Se 16 intra amp gees pice reece pore mndn lo que a sis Jemsiao or nisi de AON micon Lenamene seus coal dao ierade teouia OF Eos onan, Cee ‘1 Hombre deJavaen| Oceania, cio idles en Earp je faeso Hon Sainte Commie er Re roo a ‘und Ganiera del valle de Neander, a orillas del rio Diis- EEAEERE i clcina yetnia ws VE Se complcja, vivia en comunidades y conocia el fuego. No Inhospito se desarroll6 el primer individuo del género Homo_na sahemos si fie un descendionte directo del Australopithecus.afarencis.o de otra linea evolutiva de la.cual no tenemos registro f6sl (15). El lamado “nifio de Turkana” es un ejemplar casi completo del primer Homo. Un niifo de entre mucve y doce afios de edad que habrfa mucrto hace 1,54 millones ‘d= aROS, y que fue hallado en 1984 por el Dr, Richard ‘Leakey (hijo de Louis y Mary Leakey) en los alrededores

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