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La escuela: una segunda oportunidad frente a la exclusi6n El deseo de aprender: un antidoto al fracaso escolar De Ia discriminaci6n oculta a la democratizaci6én en la escuela a EE Ediciones NOVEDADES EDUCATIVAS ‘a esvela: una segunda oportunidad fete ala frcusén / Carra Kapan. etal] ed Busnes hire Centra de Puliadones Esuatias Matera Didsction, 2002 (Ensayo y experienciss,pscologay edeecn; 46) 4p. 2oxtT on, ISBN 087538. 544 | Kaplan, Carina 1. Ensayo Educative Argentino ENSAVIIS ects et cat EMPERIENCIAS Pericmeety mersmrem a, | ERIENCIAS Someteamea acters aoe api ae 1 edicién, octubre de 2002 (© Eticiones Novedades Eaueativas el Cento de Publeaciones Educates y Matai Didécico SRL. ‘Av Corrente 4246 (CH19SAAC) Buenos Ailes ~ Argentina! Te ax: (S411 4867-2020, Ermali noveduc@neveduccom | wwwnoveduecom Ediciones Novedades Educatvas do México 6A. do: Cerra del Rex #20 - Colona Chinato, San Angel Maxea DF -Méxco - CP 01070 Tel/Fax (6288) 85 $0 $7 28/88 6087 64 Eval roverex@inosenetmx ISBN N’ 987-538-084-4 Hecho el dpésio que marcela ley 11.723 Impres en Argontina - Printed in Argentine tan nto pens ory eosin ya snakes pails del ob, en cain apenas nein ot on fear cop atacer meres eu e seen Ge sacra dese pov ori Geek Isiracion de tapa: Alejandro Chemiavsky, versin de “Intervisi6n”, 6leo en tla de Victor Brauner y Roberto “Matta (1955), publicada en el Correo dela Unesco en 1993, abemos que la escuela, fundacionaimente, puso sus ojos en un modelo de alumno, un ideal al que todos debian asemejarse y al cual ditigir todas las es- trategias educativas. Sin bargo, la historia de la educacion ha pstrado que no todos los alumnas iguales, que ese ideal responde enas al estilo de vida de un sector so- Por consiguiente, este modelo no éPara quiénes fracasa la escuela? logré configurar una légica universal e igualitaria para todos los sujetos que transitaban por el sistema educativo, En primer lugar, se observaron los procesos de exclusién de los sectores populares. ‘Mas adelante fue posible comprender, 2 través del avance del conocimiento so- ciolégico, un entramado mas complejo y menos evidente de condiciones no sélo materiales sino también simbélicas que ron como patrones de discrimina- cién educativa. Hoy, el anal tural desde un enfoque sociopedagogico de matriz critica nos permite explicar huevos cruces para pensar cémo conflu- yen mecanismos miltiples en la determi- nacién de la inequidad educativa: condi- cionantes materiales, culturales, étnicos y de género. Incorporar a la educacién la perspectiva de la diversidad cultural implica el cues- tionamiento del ideal originario de "igualdad’, centrado en el hombre blanco burgués como patrén tinico y valido a imitar. \gualar, entonces, era simplemen- te homogeneizar a quienes podian inte- _grarse al modelo dominante, mientras quedaban excluidos los “otros”. Hoy la “diversidad nos invade" y es preciso completar, y en muchos aspectos trans- formar, esta limitada concepcién de igualdad, de modo de admitir la diversi- dad y revertir la desigualdad. Ya no po- demos ocultar el hecho de contar con alumnos pertenecientes a distintos secto- res sociales, culturales, étnicos, asi como ‘tampoco podemos negar el proceso de n de las relaciones y roles esperado para varones y mujeres. Esto nos conduce a construir y fortalecer es- ‘transformat Esto nos conduce a fortalecer y construir estrategias educativas des- -tinadas a una diversidad no jerdr- quica como fundamento de recipro- cidad que posibilite a los sectores mds pobres superar sus condiciones de subordinacién social y cultural. trategias educativas destinadas a una di- versidad no jerarquica como fundamen- to de reciprocidad que posibilite a los sectores més pobres superar sus condi- ciones de subordinacién social y cultural. Una 3 igualdad educativa no uniformizada incluye el idéntico derecho de cada per- sona y grupo a desarrollar sus propias diferencias, a hacerse escuchar, a de- mandar, y a hacer cumplir sus derechos. La igualdad concebida en estos términos es mas amplia que la diversidad y per- mite una articulacién entre ambos térmi- nos, ya que, como lo estén demostrando las actuales politicas educativas, la diver» sidad sin el debido énfasis en la igual- dad tiene efectos excluyentes, pero la antafio priorizada igualdad por sobre la diversidad desarrollé un modelo homo- géneo y elitista de cultura y, por consi guiente, una nocién homogénea de c tura escolar. Creemos que no alcanza con “decir" que en la escuela hay chicos “diferentes’, si- no que la propuesta pedagégica tiene que involucrar el sentido que e! maestro otorga a la diversidad y a la igualdad, tal vez reformulando algunas cuestiones arraigadas en las concepciones, muchas de ellas implicitas, que circulan en las précticas institucionales. Por eso, es imprescindible un abordaje de la diversidad no desvinculada del marco de una estructura social desigual, especialmente en el actual contexto, donde se han agudizado los procesos de fragmentacién social. En términos peda- gégicos, significa reinstalar una concep- — ign positiva de las capacidades de * je de los participantes y la mo- ima afirmacién no es otra cosa = una provocacién a realizar un andli- artico de las instancias de seleccién, ayoria bajo mecanismos sutiles e in- scientes en sentido sociolégico, que 12 a cabo efectivamente el sistema es- sy colocar la discusién en su justo jino, éHasta dénde la seleccién esco- se constituye en un promotor de la ualdad de posibilidades y hasta donde tun mecanismo ideolégico de la seg- entacién social? Las lineas que siguen fentan dar respuestas a este debate. escuelas para pobres: reto pendiente para democratizaci6n escolar le plantearse, en los medios masivos ‘comunicacién, la preocupacion frente a poblacién definida camo de alto 0 social y educativo. Pero... équié- fa integran? &Cémo llegaron a esa d6n? {Como es su trnsito por la es- mero que viene a la mente e: e acerca del significado de que 0s individuos o grupos estén englo- en una categoria porque corren fesgo comuin. Dicho de otro modo: Jo que tienen en comin es que es- riesgo. Y, entonces, surge la se- 2 pregunta: cestén en riesgo de ite- qué? He aqui la cuestién central: el ries- go que corre una gran proporcién de nuestra poblacién es el de quedar ex- cluidos, descolgados, desatiliados. Veamos qué quiere decir que uno pue- de desafiliarse 0 descolgarse del siste- ma social. Pensemos en los desocupa- dos: no tienen trabajo ni perspectivas de reinsertarse en el mercado laboral. El trabajo, en nuestras sociedades, era lo que daba sentido a la vida. Hasta no hace mas de un par de décadas, traba- jar representaba ser productivo en la so- iedad. La vida cotidiana se organizaba alrededor del trabajo. Claro que, desde una perspectiva critica, se podia soste- ner que ciertas actividades eran enaje- nantes 0 que los trabajadores eran ex- plotados. Pero los hombres convivian en los trabajos. Hoy la situacién es distinta, Han variado ciertas certezas. Los efectos del deterio- ro del mercado laboral se amplian si se considera que el trabajo, y mas especifi- camente el empleo, ademas de la signi- ficacién econémica que tiene por ser la principal fuente de ingresos de la gran mayoria de los hogares, es una de las. actividades que més fuertemente organi- za la cotidianidad de los sujetos y de las familias, constituye un importante factor de socializacién de las personas y las, prove de todo un mundo de relaciones sociales y valoraciones personales. Las escuelas no han quedado al margen de estos cambios y procesos de rees- tructuraci6n. La pregunta que nos hace- ‘mos es como ha afectado esta situacién alas formas de organizacién y dina UNINDS2 Vy weovay sanz]n0 vag? 746 y Expeniencins Ewsayos cas dela escuela, Pero nos lo pregunta: mos desde la preocupacién por una si- tuacién social que ha ido deteriorando- se y que genera riesgos “para” la gente, Jo que implica desmarcarse de aquellos que suponen que el riesgo reside en la peligrosidad social de esos grupos. Va- ya casualidad, se trata, precisamente, de los grupos que caen -y no por la ley de gravedad- por debajo de la linea de pobreza. En términos generales, son cada vez mas las escuelas que se asocian y se identifican con el rotulo de “escuelas para pobres’, superando los antiguos li- mites de escuelas de villa 0 urbanomar- Sin embargo, una de las caracteristicas destacadas es que no las habita por igual La estructura escolar no es homo= __génea sino que esta atravesada por los ~-modos en que se expresan las luchas por apropiarse del capital social y cultural. “legitimos. Las investigaciones de las dos tltimas décadas demuestran que las mismas -oportunidades educativas en condiciones de desigualdad social no garantizan equivalentes posibilidades de acceder a los bienes cuturales que deberia asegu- rar el sistema educativo. Asimismo, se observan diferencias significativas en los curricula y las condiciones de aprendiza- je. Son generalmente las escuelas que atienden a sectores populares las que cuentan con peores caracteristicas edili- cias, de equipamiento, de capacitacién a de sus docentes y de tiempo de apren- dinaje efectivo. Estas instituciones pueden ser agrupa- das por sus similitudes tendencialmente estructurales y constituyen lo que se ha dado en llamar un 7 Los modos habituales con los que se | hecho de que cier- tos grupos se distribuyan en determina dos circuitos, aluden a dos dit venid« + endégeno-materiales: situacién ma- terial y organizativa de las institucio- nes; + endégeno-culturales: curriculum, re- presentaciones ideol6gicas, actitu- des docentes y su adecuacién a las alumnos. 2. Se centran en las caracteristicas de los nifios: + exdgeno-materiales: situacién de vi- da de los alumnos y sus familias; + exdgeno-culturales: representacio- logicas y capital cultural de los alumnos y sus familias. Este esquema, puesto en juego en una investigaci6n desarrollada en nuestro pals a principios de los aftos ochenta (Braslavsky, 1994), mostraba cémo la lo- calizacién de los alumnos en circuitos educativos diferenciados segin su origen social y econémico, en ef marco de un sistema educativo fuertemente segmen- tado, tendia a reproducir las desigualda- des iniciales brindando, a aquellos peor posicionados, una calidad educativa muy inferior. A partir de esos hallazgos es posible ir ‘més alla y caracterizar la incidencia que Js historia escolar tiene sobre la confor- ‘macion de expectativas futuras, que ac- ‘tuarin como mediaciones en las diferen- 45 trayectorias sociales posteriores. Por =so postulamos que las funciones de _seleccién del sistema escolar necesi- ser examinadas a la luz de esta jad que ejerce su dominacién ibién en la esfera de la subjetivi- ,con efectos en la estructura simbé- ‘fica que van configurando los individuos — grupos sociales y que se traducen, para inos de ellos, en conductas de a clusion, producto de la baja autoesti- social y educativa. Esta esquematica aunque compleja mul- fiplicidad de factores permite revisar la diversidad de situaciones y condiciones que atraviesan las escuelas, en contrapo- sicin a la supuesta homogeneidad que se esperaba que unificara a las escuelas gue comparten condiciones similares. *(Los) supuestos sobre los efectos que produce la pobreza, que iguala y clasifi- ca.a las escuelas al tiempo que define horizontes educativos acotados para los nifios y los maestros, no sdlo se enun- cian desde la investigacién académica, Las escuelas no han quedado al margen de estos cambios y proce- sos de reestructuracién. La pregun- ta que nos hacemos es cémo ha afectado esta situacién a las for- mas de organizacién y dinémicas de Ia escuela. Pero nos fo pregunta- mos desde Ia preocupacién por una situacién social que ha ido deterio- réndose y que genera en sf riesgos “para” la gente, fo que implica des- marcarse de aquellos que suponen que el riesgo reside en Ia peligrosi- dad social de esos grupos, que son fos que caen -y no por Ia ley de gravedad- por debajo de la linea de pobreza. sino, tal como plantedramos anterior- ‘mente, se hallan instalados en el senti- do comtin de muchas autoridades, maestros y padres que habitan las insti- tuciones educativas de los margenes. No es que no se distingan las diferen- cias, pero prevalece la creencia de que la pobreza actia sobredeterminando el conjunto de la vida escolar. (.) “La yuxtaposicién de discursos en torno “a la peligrosidad social y a la escasez de aprendizajes significativos que se distribuyen en estas escuelas deviene en procesos de estigmatizacién y las ubica como una ‘masa homogénea’ en a que se desdibuja la diversidad de si- tuaciones que coexisten en los marge- 38 “nes, De este modo pareciera ser que las turo que oftecia promesas. Tradicional- y Expeniencias /46 yos Ewsa escuelas ubicadas en estos contextos no tienen posibilidad alguna de resignificar su realidad y por ende refuerzan y re- producen las condiciones de pobreza del -entomno, condensando los sentidos que ~ asocian fa marginalidad a la peligrosi- dad” (Thisted y Redondo, 1999). Precisamente, la riqueza de lo que acon- tece en las escuelas muestra que existen mecanismos para evitar que el circulo vi- cioso de la pobreza cierre en si mismo. Depende de cada comunidad educativa que el limite de la pobreza no se consti- tuya en el limite educativo, a través de las representaciones colectivas que se instauran en tomo a las capacidades de aprender, las expectativas a futuro y c6- mo se configure la particular tensién en- tre “lo pedagégico y lo asistencial” que invade estas escuelas. Mas oportunidades educativas: émés oportunidades sociales? El vinculo entre educacion y movilidad social es un interrogante constante, tanto para quienes teorizan sobre la escuela como para quienes transitan por las au- las. (Para qué estudiar? cHasta qué nivel educativo avanzar? £Qué beneficios otor- ga la credencial educativa? La socializacién escolar ha sido histérica- ‘mente una instancia que proporcionaba a los jévenes marcos que permitian es- tructurar intenciones de futuro. En el pa- $0 pat la escuela se entatizaba (a rele- vancia del esfuerzo presente para un fu- mente, los sectores populares valoraban la educacién fundamentalmente con re= lacién al trabajo. De este modo, la insti- tuci6n escolar incidia en la configuracion, de las identidades individuales y colecti- vas de las jévenes generaciones desarro- llando memorias, construyendo un pre- sente de cara al futuro y delimitando ho rizontes. Entre esos horizontes, estaba la imagen de una posible movilidad social ascendente vehiculizada por el valor del titulo escolar en el mercado laboral. Pr maba la imagen de una escalera, un as- censor en su versién contemporénea, que representaba la nocién de una pro- mocién paulatina. Los peldafios ascen- dentes expresaban los pasos (grados, afios) del sistema escolar. Las transformaciones de la sociedad lle gan hoya la escuela con una sensacién pérdida y de precariedad laboral. Con diversa intensidad, segiin el nivel socioe- conémico de la poblacién a la que atiende, la escuela media es paradigms- tica para dar cuenta de cémo la institu: én escolar enfrenta los problemas que se desprenden de las vivencias de pérdi da y desamparo, por un lado y, por el otto, la relacién de los adolescentes con el trabajo, ya sea por una insercién pre- matuta o por la incertidumbre frente al futuro. La insercién prematura en el mundo del trabajo (incluso el trabajo in- fantl) difculta la formacian y las posibi- lidades de superar las situaciones de postergacién social de los adolescentes pobres. Pero también los adolescentes no pobres perciben su winerabilidad en refacién con ef trabajo, debido a fas in- dudables dificultades pare conseguir un anorama actual es de un alto incre- nto de la desocupacién, combinado n la heterogeneizacién, fragmentacion jo y la mayor selectividad en la de- de mano de obra de quienes si 1 acceder. Frente a estos cambios: empleo, el sentido de “ira la es 50, hoy se reitera, en forma de pre- ta, lo que antafio era una afirmacién: nds educacién significa mas y mejores bilidades de trabajo? n trabajo de investigacién realizado por aniel Filmus, Carina Kaplan, Ana Miran- lay Mariana Moragues (2001) arroja al- unas ideas interesantes en el momento pensar el vinculo entre educacién y bajo hoy y cudles son las representa- ones de los jévenes de diversos secto- es sociales que cursan el colegio secun- fo respecto de éste y de las posibili des futuras de inserci6n social y labo- En este sentido, se intenta analizar las limitantes objetivas que se les ssentan al egresar de la escuela me- 2, asi como también adentrarse en la aformacién de la dimensién subjetiva e subyace al modo en que los sujetos caran su participacién en esas instan- ss objetivas. Lo que importa aqui es el primer empleo y conservarlo sobre la ba- 0, la tercerizacién de la fuerza de tra- undos en la estructura productiva, en izacion del trabajo y en las pollti- papel que desempefia la escuela en la construccién de expectativas y percep- ciones diferentes sobre si mismos, las que en muchos casos acttian como “au- tolimitaciones" a la hora de egresar del colegio y salir a buscar trabajo y/o conti- nuar sus estudios. En varias oportunidades, cuando se ana- liza el vinculo entre la educacion y el tra- bajo, se intenta sélo dar cuenta de cud- les son los requerimientos del campo la- boral para quienes ya estan insertos 0 pata los que llegaran a engrosarlo en el dejo de estar asociado a la expec- futuro. ja de trabajar para lograr autonomia ddependencia econémica, y asi alcan~ En esta investigacién, que se enriquece con el aporte de otros estudios que re- fieren a estas preocupaciones, el planteo parece proponernos otra via comple- mentaria de entrada al problema: ubicar como protagonista a la escuela secunda- ria a través de sus estudiantes, sus do- centes y el nivel de formacién que brin- __guracién de las autoimdgenes re- _ feridas a posibilidades 0 limita- ‘ciones con las que los jévenes se ‘perciben a simismos en el mo- "mento de buscar un trabajo. Pero ‘ambiénésts pueden ser ser ie y Experiencias /46 Ewsayos da, Asimismo, se interesa por ahondar en el modo en que, en la medida en que se transita por ella, se van construyendo imagenes y autoimagenes diferenciales que conforman visiones sobre futuros posibles. Sobre esta base, los autores demuestran que, si bien la educacién media es cada vez mas necesaria, también es cada ver més insuficiente. La obtencién del certifi cado de egreso de la escuela media hoy resulta casi imprescindible para el acceso al trabajo y en particular para empleos de calidad o pertenecientes al sector modemo de la economia. El punto es que, aun cuando la escuela media se presenta como precondicién para acce- der a segmentos de calidad del mercado laboral, se torna cada vez mas insuficien- te para asegurar a todos sus egresados posibilidades de empleo. Existen datos que muestran cémo, entre 1990 y 1997, el porcentaje de desempleados con mu- chos afios de escolarizacién ha aumenta- do considerablemente. De hecho, “un mercado de trabajo que se deteriora, se estrecha y se polariza y una distribucién del ingreso cada vez més regresiva se correlacionan con un crecimiento més lento que fo esperado de la educacién, que también se distri- buye en forma cada vez més desigual. Es evidente que la polarizacién ha perju- dicado principalmente a quienes logran avanzar menos afios en el sistema edu- cativo y ha concentrado los ingresos y significado mejoras en los grupos que acceden a niveles superiores del siste- ‘ma, Ahora bien, éde qué lado de la pola- rizacién han quedado aquellos que cul- minan la escuela media?, équé conse- cuencias tiene este proceso en la inser- cién ocupacional de quienes terminan el nivel secundario? (Filmus, D., Kaplan, C., Miranda, A. y Moragues, M., 2001). &Y qué pasa con los estudiantes? Qué significa para ellos estar cursando la es- cuela secundaria? 2Qué valor le asignan a la escolarizacién? {Como impacta en su subjetividad el transito por segmen- tos diferentes del nivel medio del siste- ‘ma educativo? (Qué mecanismos simbé- licos se ponen en juego a la hora de pensarse a si mismos con posibilidades © imposibilidades de lograr su insercién. en el mercado laboral? Avanzar sobre estos interrogantes impli 6 una aproximacién empirica a las au- topercepciones de los estudiantes proxi- mos a terminar la escuela media para inferir una setie de hipotesis respecto de las posibilidades de éxito que tendrin Jos graduados secundarios en el merca- do de trabajo, tomando como punto de partida las propias expectativas de los sujetos, construidas a lo largo de su re- corrido escolar. “La combinacién entre las probabilida- des objetivas y las esperanzas subjeti vas, es decir, ese modo singular que te- nemos los sujetos de realizar estimacio- nes y delinear estrategias mas o menos conscientes, permite interpretar parte del futuro de estos estudiantes. Ellos son «a a ver producto y productores de ese horizonte. En particular, el momento de pasaje de la escuela media a otras ins- tancias sociales, como todo rito de paso, confronta a los adolescentes y jovenes a mirarse en el espejo de aquello que vendré" (Filmus, D. et al, 2001). En este sentido, la confianza en el pro- pio herramental cognitivo y sociocultural juega un papel fundamental a la hora de pensar en el éxito para la biisqueda y orientacién laboral. A menor confianza cen los saberes interiorizados y caracteris- ticas de las que uno se siente portador, mayores seran los limites autoimpuestos. La confianza no sélo esté sostenida en virtud de la posesién o no de los saberes que les seran requeridos al enfrentarel mundo del empleo. Este aspecto alude a la conciencia de los sujetos en cuanto a si se encuentran habilitados o estan a la altura de las exigencias, en muchos sen- tidos tacitas, que se consideran en el mercado de trabajo. A partir de aqui, resulta ineludible pregun- tarse por el papel de la escuela en la cons- titucién subjetiva de los que en ella se for- ‘man. Retomando algunas de las ideas de la investigacion que se analiza, es posible pensar que la institucién escolar efectiva- mente desempefia un papel importante cen la configuracién de las autoimagenes referidas a posibilidades o limitaciones con las que los javenes se perciben a si mis- mos en el momento de buscar un trabajo. Pero también éstas pueden ser explicadas si se analizan las historias de vida de los, sujetos y de sus familias a lo largo de sus trayectorias, no solamente escolares. Las formas de nombramiento, clasifica- cién y adjetivaci6n que utilizan los estu- diantes para describirse a si mismos es- tan intimamente relacionadas con las, provenientes de los otros ambitos socia- les que recorren ademas de la escuela. Asi, los modos de autopercibirse mas 0 menos favorablemente al buscar un tra- bajo, se entrecruzan con definiciones de sus destinos laborales y sociales que muchas veces ya estan escritas de ante- mano. Entonces, éde qué manera pue- den los jévenes encontrar en fa institu- én escolar un espacio que colabore en desanudar algunas certezas que se vuel- ven tales cuando son reforzadas por las condiciones socioculturales de los gru- pos de pertenencia? Algunas de las evidencias empiricas sobre las que han trabajado los investigadores proporcionan ricos elementos que nos ayudan a reflexionar sobre el papel de la ceducacién -en este caso, la escuela me- dia, tal como es percibida por los jévenes y las oportunidades sociales que oftece. “Los estudiantes pobres se han autoad- judicado caracteristicas de ‘buena pre- sencia’ en menor medida que los de sectores més altos; se puede presumir que para ellos esto les resta competi dad simbélica en la medida en que es un requisito que, segtin ellos mismos, forma parte de las reglas de juego de la oferta y demanda del mercado laboral. Quienes estén trabajando han redimen- sionado la importancia de la ‘buena pre- sencia’ en su propio ingreso al trabajo [..] La credencial escolar, como una for- ‘ma particular de capital cultural en su estado mas oficializado, aparece como un bien simbélico que se presupone co- ‘mo requisito explicito del empleador. Sin embargo, para estos estudiantes que es- tén a punto de egresar del nivel medio 4) avpangsa vy wovuy sangine vuvg? 746 y Exp Ensayos no es tan visible que este titulo se trans- forme en un bien de distincién que hay que poner en juego y disputar con venta- Ja en Ia iniciaci6n en el campo laboral [J la escuela ensefia ciertos saberes, pero ello no es sinénimo de que los estu- diantes perciban que se han apropiado suficientemente de ellos [...] £1 mercado les exige manejo de computacién ¢ idio- ‘mas, pero los estudiantes més pobres erciben que no estén capacitados en es- tas habilidades bésicas [...] El saber re- dactar una carta ante un aviso de selec- ién de personal y elaborar un curriculum son dos instrumentos que pueden actuar como facilitadores de la buisqueda de los ‘Jovenes. El nivel de apropiacién percibido or los estudiantes de habilidades para la escritura, y en especial en los de sectores més pobres, es relativamente bajo, Tam- ‘Poco, y en ambos sectores, conocen acer- ca de cémo elaborar un curriculum con sus antecedentes. Esto se confirma en los resultados que hemos obtenido de su re- daccién: en Jas escuelas de sectores mas bajos la redaccién es relativamente de ‘menor calidad y se observan mayores orcentajes de errores de ortografia [...] Los estudiantes se perciben, en general, con habilidades para el trabajo en equipo y con capacidad de liderar tareas y con- Sugerimos realizar con los alumnos el si- guiente ejercicio, de modo de revisar su au- topercepcién de futuro y trabajarla luego con Ta percepcisn de distintos actores insti- tucionales al respecto. Recordemos que la autoimagen es uno de los condicionantes personales de la propia valia frente al aprendizaje. ducir a personas; sin embargo, son los de sectores mas altos, y en especial los varones de este sector, quienes optaron ‘en mayor proporcién por buscar empleo alli donde se requeria capacidad de lide razgo” (Filmus et al, 2001). Volviendo a las preguntas con las que comenzamos este apartado, no estamos en condiciones de afirmar que més edu= cacién redunde en mejores posibilidade de trabajo para los jévenes, ‘creemos que a la escuela le quepa I lidad de modificar las co diciones actuales del mundo laboral. Lo que si podemos decir es que la es- cuela puede contribuir a cambiar el modo en que los jévenes se posici nan frente a él. En este sentido, “all _ brindar herramientas en términos de -conocimientos y habilidades, lo que hemos denominado saberes en un sentido genérico, y al mismo tiempo generar espacios facilitadores de pro- duccién de otras expectativas y espe- ranzas. Este aspecto cobra especial rele- vancia para los sectores populares, para los cuales, a pesar de todo, la escolari- dad todavia configura creencias de movi- lidad social que ayudan a vislumbrar otros destinos posibles Consigna para tos alumnos Consigna 1: Si se presenta para un trabajo, cual de los animales mencionados abajo se parece més a usted. Elija uno solo. Consigna 2: Si se presenta para un trabajo, {cual de los animales mencionados abajo se parece menos a usted. Elija uno solo. Aguila + Calculador + Estratégico + Arremetedor + Andaz + Soberbio + Inteligente + Mentalmente égit + Solidario + Servicial + Obediente + Aguantadora + Auténomo + Libre * Creativo + Adaptable Tortuga Liebre Consignas para tos actores institucionales Consigna 2: ;Qué condiciones institucio- Consigna 1: Intenten encontrar qué caracte- _nales encuentran que contribuyan a con- risticas comunes tienen los alunos que _figurar esas autopercepciones en los han elegido animales similares. alumnos? Rae de tareas 4. Imagine algtin grupo de alumnos de su es- la seccién “Empleos” que le ofrecemos a ucla en el momento de su egreso de Iaes- _continuaci6n e imagine ahora cual le pare~ cuela media. Lea los avisos clasificados de ce més pertinente para ellos y por qué. 43 evpanasa vj waves s3wgind vag? ig y Expeniencias /46 Ewsayos RESTAURANTE FAST-FOOD Busca incorporar jévenes con buena apariencia para su nuevo local Requisitos: Estudios secundarios completos Simpatia y facilidad para agradar | li __Busea ineorporar j6venes con buena disposicin para el trabajo, para su nuevo local Hl i i i Req . Prucbe ofrecer estas opciones al grupo para gue cada alumno/a elija de estos avi- 08 aquél al que se postularia y justifique su eleccién. La diversidad socio-cultural: la denuncia de los nuevos rostros de la pobreza Del crisol de razas al racismo étnico: éeémo convivir con lo diferente?" Otro fenémeno de significacion atafe a los nuevos inmigrantes, que escapan de los contextos de pobreza extrema de sus paises de origen para encontrar mejores CASA DE MUSICA Estudios secundarios completos ‘Voluntad y capacidad para esforzarse (os: c. Le sugerimos que reflexione mente 0 con sus pares- acerca de la rela- cidn entre Jas autopercepciones de estos alumnos, sus propias percepciones sobre ellos y las condiciones socioculturales de vida de ese grupo. horizontes en nuestro pais. La realidad muestra que, salvo casos excepcionales segin tipo de inmigracion, se insertan en posiciones subalternas en la sociedad. éQuignes son? ECémo Hlegan? éCémo se perciben? Estas preguntas se responden hoy de modo muy diferente de aquel que caracterizé los procesos de cons- truccién de la nacién. De hecho, muchos de nosotros somos hijos de inmigrantes dispuestos a "hacerse la América’ en un contexto de promocién de la inmigra- cién y de crecimiento econémico. Esa Ar- gentina que abrié sus puertas a ciudada- nos de distantes paises dio origen a una’ imagen -ciertamente idealizada- de sus. habitantes: el crisol de razas. “Actualmente, en contextos sociales de pobreza y exclusién crecientes, de altos niveles de desocupacién, las investiga “ciones (y también la opinién ptblica) _muestran una imagen culpabilizadora de Jos nuevos inmigrantes. Se los considera ‘tesponsables del desempleo (o que vie-~ nen a sacarnos puestos de trabajo), de los asaltos, de la violencia urbana, de traer droga, y de otros males sociales. En pasado y en presente, los “otros” fue- ron pensados desde un patrén dominan- te. Pero, a diferencia de los procesos de expulsién actual, la escuela fue la estra~- ‘tegia institucional de integracién de ita~ lianos, espafioles, polacos... En ese mo- mento, algo mantenia unidos a esos “otros” con “nosotros”. “inmigrantes que a fines del siglo pasa- do y principios de éste lograron una asimilacién-integracién, con una movil dad social ascendente, especialmente entre sus hijos y nietos, habiendo juga- do la educacién un papel fundamental en este proceso. Porque ese modelo educativo los tuvo como destinatarios, y existié por lo general una continuidad cultural entre los valores sociales, los familiares y los transmitidos por la es- cuela, Pues si bien existié diversidad lingiiistica y cultural, los principios pre- sentes en [a escuela en lo referido al esfuerzo, al trabajo, al ahorro, entre otros, eran compartidos por los grupos de pertenencia del alumno. En térmi- nos generales, podemos afirmar que se compartia una cosmovisién comin fun- dada en la tradicién judeo-cristiana” (Sagestizabal, 2000). ‘Hoy los inmigrantes son otros, son pe- ruanos, bolivianos, paraguayos, coreanos © aquellos provenientes de los paises del Este. Ya no se espera su integraci6n, sino que se naturalizé su situacién de exclusién: por lo general no acceden a planes de vivienda, a becas y subsidios estatales 0 a trabajos estables. Son, evidentemente, victimas de discri- minacién. Se entiende el término diseri- “minacién como una actitud diferencial con respecto a otro perteneciente a un exogrupo. Este exogrupo, a su vez, es clasificado segtin prejuicios (evaluacién _ que se realiza sin datos que puedan co- _troborarse) y estereotipos determinados (acerca de cémo es y como se compar- tard la persona). En este caso se trata de una actitud negativa hacia este grupo de inmigrantes. Los prejuicios hacia un grupo determina- do consideran a éste como un grupo homogéneo independientemente de lo que es realmente o aislando una carac- teristica supuestamente distintiva y co- iin, lo que afecta a todos sus miem- bros. Este discurso de prejuicios tiende a la polarizacién: un grupo es valorado positivamente y el otro negativamente, 1no pueden estar los dos en el mismo polo. La discriminacién y el accionar de los prejuicios penetran en la cotidiani- dad escolar. avpaasa yy wow y Expeniencias /46 Ensayos Los nuevos inmigrantes de los que habla- ‘mos vienen al pais escapando de pési- mas condiciones de vida y se instalan en posiciones subaltemas de la sociedad, constituyéndose en "grupos parias”: "Un grupo paria se ve llevado a enquistarse en las ocupaciones y actividades que la sociedad mayoritaria desprecia, en parte porque debido a ello las deja vacantes y en parte porque el carécter impuro del grupo le permite hacerlo a los ojos de sus anfitriones" (Fernandez Enguita, 1999). Pero esta misma localizacién lleva a este grupo a colacarse en el limite, pre- isamente por ocupar fos espacios consi- derados indeseables, convirtiéndose mu- has veces en chivos expiatorios de la so- iedad, en un circulo vicioso en el que, hagan lo que hicieren, siempre provoca- ran desconfianza, Se convierten, asi, en los otros, los que no cumplen las reglas, de juego, asociados a comportamientos “desviados", como los ladrones, drogadic- tos, entre otras nominaciones comunes. Esto se potencia en contextos de crisis, ya que la reduccién de las oportunidades sociales agudiza la competencia, una suerte de neodarwinismo social, y acentia divisorias culturales que posi~ bilitan que las desventajas se concen- tren sobre los grupos mas débiles. Al estar instalados en la sociedad, los prejuicios llegan a la escuela. Esta, res- pondiendo a su mandato originario de homogeneizacién, termina en algunos casos traduciendo cuestiones sociales en utos personales. La repercusién de la discriminacion en el ambito educativo es de una importancia estructural, pues estimamos que condicio- tegrarse participativamente en la sociedad receptora, El carécter discriminatorio y/o segregacionista que emane de la institu- cién educativa depende de cémo el Estado instrumente su politica inmigratoria, oto gando 0 no facilidades de acceso 0 restric- ciones a dicha institucién, Pero no s6lo de- pende de la acttud oficial la relacién con Jos inmigrantes en las escuelas, también tiene relevancia la disposicién que poseen los grupos de padres y estudiantes de la comunidad receptora. Esta conjuncion de factores condiciona la actitud de las segun- das generaciones, variando su identifica- cién cultural con su comunidad de origen 0 con la sociedad receptora. Seria importante especificar como se de- sarrollan estas interrelaciones dentro de cada nivel educativo. Se puede pensar que en cada instancia ascendente se pre- sentan mecanismos de cierre social que restringen el acceso de los inmigrantes a los niveles secundario, terciario 0 univer- sitario. En la medida en que sus diferen- cias culturales se acentian con relacién a la cultura de los nativos, la integracién de los primeros en la sociedad receptora se torna mas dificil, siendo un factor que estimula su diferenciacisn como miem- bros de un exogrupo con calidad de in- migrante. Teniendo en cuenta la extrac- cién social del inmigrante, como también sus expectativas y proyectos de vida, la influencia de la discriminacién tiene un peso de diferente magnitud en la deci- sién de permanencia 0 desplazamiento. En esta linea, muchas veces se termina construyendo simbélicamente un “ran- king" de escuelas, en funcién de la valo- La docente explica: ‘Es peruano, como todos ellos, tiene muchos problemas pa- ra concentrarse. Primero fue ubicado junto al escritorio de la maestra, Pero lo distraian los chicos que iban a preguntar cosas. De modo que se lo senté asi... pa- ra que pueda trabajar”. racién construida socialmente acerca de ellas, en las que se conjugan diversos as- pectos de esta realidad. Sélo bastaria con detenerse a mirar la ubicacién de las escuelas, las caracteristicas socioeco- némicas de su poblacién, el estado de los edificios, ls niveles de conflicto de los nifios y del barrio mismo, etc, que funcionan como categorias validas para ubicar tanto los discursos docentes res- No menor es su impacto en los recursos di- dacticos que se ponen a disposicién de los pecto de sus alumnos, como la idea que — docentes. Los mismos investigadores obser- éstos y sus familias se forjan acerca de —_varon que, en un taller sobre adicciones, un sus propias condiciones de posibilidad. video presentaba la voz de un traficante que describia el comercio: “La boliviana pasa la merca desde el norte y la distribuye, bah.., puede ser boliviana o jujefta o satefia’ Bajo estas evidencias, es importante pensar los “usos" de la diversidad soci cultural en la escuela. El modo en que se piensa a “los diferentes" por oposi-

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