Teoría sexual infantil hasta la pubertad según Freud

Sigmund Freud fue el primero en reconocer la vida sexual infantil y la necesidad de que su
desarrollo fuera saludable para evitar patologías neuróticas en la edad adulta,
desarrollando una teoría sexual para el periodo que va desde la infancia hasta la pubertad.

Aun así los padres seguimos siendo presos de nuestros pudores y vergüenzas, lo que
muchas veces significa que le restamos importancia a este aspecto de la vida infantil.

A todos los niños les preocupan los problemas sexuales del ser humano, unos lo expresan
más y otros menos, pero todos ellos los piensan e investigan activamente y dependerá de
nuestra actitud que lo hagan abiertamente o de forma oculta, si ven que eso nos disgusta.

En sus construcciones sobre el papel del sexo en la vida suelen preguntar al adulto quién
representan para ellos la fuente de todo saber. Pero al mismo tiempo, investigan, charlan
entre ellos crean toda una serie de hipótesis grotescas pero que contienen grandes
verdades para el niño. Son las famosas teorías sexuales infantiles. Dependiendo de la fase
evolutiva en la que se encuentre el niño, éste tenderá a comprender el mundo según los
parámetros de cada fase y cada fase tendrá “sus verdades”. Los niños pasan por tres
periodos de desarrollo psíquico: la fase oral, la fase anal y la fase genital, por ejemplo,
cuando están en la fase anal todo se pasa por ese órgano y sus productos (los insultos tipo
eres una caca, el querer estar muy limpio o muy sucio, el asco por la caca, manchar
coloreando en vez de manchar con la caca …). Por ello, veremos que hay cuentos que
interesan a los niños más en una fase que en otra porque explican el mundo con los puntos
de interés de ese momento.

1ª teoría sexual infantil:

Uno de los primeros problemas que capta el interés de los niños es el del nacimiento de los
bebés. Suele ocurrir a partir del nacimiento de un hermanito del propio niño o de algún
amigo, familiar o conocido. Cuando el niño se da cuenta de que le ha nacido un competidor
del amor materno y paterno o por lo menos un semejante con quien habrá de compartir el
amor de sus padres, nace la inquietud por saber cómo vino al mundo ese ser “molesto” con
el ánimo de hacerlo volver a de dónde vino y así volver a concentrar el deseado amor
paterno.

Las ideas al respecto van des de que los niños se conciben por la boca hasta que su
nacimiento es a través del ano pues es el único orificio que conocen o por el ombligo de la
barriga como menciona el cuento de la caperucita y el de las tres cabritas.

Se plantean los dilemas de cómo entran y cómo salen, pues desconocen dos fenómenos
sexuales: no saben de la existencia de la vagina (hasta los 10-11 años no la integran
inconscientemente y después se realiza con particularidades) y tampoco saben de la
participación del padre en la fecundación de los niños, a pesar de que lo intuyen, igual que
la participación en ello del pene.

2ª Teoría sexual infantil:

Otra de las teorías sexuales infantiles es la posesión de pene por parte de todos los seres
humanos sean hombres o mujeres. En este caso, cuando los niños descubren la falta de
pene en las niñas o en la madre, piensan que tienen un pene pequeñito y que con el
tiempo, les crecerá. Las niñas piensan lo mismo.

3ª Teoría sexual infantil:

Por último, la siguiente teoría corresponde al coito de los padres sobre el que se piensa que
es un acto sádico del padre hacia la madre. Ocurre cuando accidentalmente los niños
visionan ese acto o lo oyen. Le dan un carácter violento a la actuación del padre sobre la
madre y no lo relacionan en absoluto con la fecundación.

El sentido del matrimonio o estar casado, también producirá hipótesis diferentes, como la
de que estar casado significa que los papas pueden mirarse el culo uno a otro o que hacen
pipi juntos.

Como podemos comprobar, las hipótesis son variadas y se suceden una detrás de otra a lo
largo de estas fases evolutivas. Todas ellas tendrán una evolución importante porque en un
futuro no muy lejano compondrán el complejo de Edipo, en el caso de los niños y de
Electra, en el caso de las niñas. Ese complejo organizará la personalidad y la identidad
sexual de la persona definitivamente.

La actitud de los padres es fundamental para no censurar la necesidad de conocimiento del

pequeño investigador de la naturaleza y de la sexualidad humana.