En México, desde la época prehispánica existe el culto a la
muerte, que fue concebida como parte del ciclo natural de la
vida. Con el paso de los años ha ocupado un lugar importante,
curiosamente, en la vida de las personas; hay quienes la van
buscando pidiendo a Dios no encontrarla y otros que, por más
súplica, no son atendidos. Rituales, ceremonias y festivales
llenos de algarabía se celebran en torno a la muerte, pero ¿qué
pasa cuando ésta llega inesperadamente, sin ser invitada o
invocada?
Una Antología fúnebre, reúne, en letras de sus compi-
ladores, una gran listado de muertes prematuras, absurdas,
anunciadas e incluso ridículas, de personajes de la historia, la
política, el deporte y la farándula, algunos conocidos, otros que
quizá ni nos enteramos de su existencia, pero que al final, sin
importar el lugar del mundo en el que se encontraban, si coinci-
dieron o no en el planeta, tienen un hilo en común: su situación
de muerte.
Todas las personas sabemos que algún día tendre-
mos que encontrarnos de frente con la huesuda, y que camina-
remos a su lado a nuestra última morada; en tanto ese momen-
to llega, hay que disfrutar de esta Antología fúnebre teniendo
cuidado, porque hasta la más inocente y rutinaria actividad,
incluso hasta la misma vanidad, nos pueden llevar a ese
encuentro, para el que quizá muchos, todavía, no estemos
preparados del todo.
Mirna Bonós
ISBN: 978-607-8640-70-6
Amante de la cerveza oscura bien fría, el futbol
americano y las reuniones con amigos para ver
cualquier evento deportivo; el talón de Aquiles de
Alberto Llanes son las mujeres y la literatura. Gusta
de la música y del teatro y cree ser más o menos un
buen conversador siempre y cuando su amigo Volpi
(Oscar Chapula) no se halle en la misma mesa
porque entonces se queda callado. Amiguero,
alegre, dicharachero, bullanguero; pasa el tiempo
haciendo reír y jugando con su hijo Ricardo. Asiste
a los espectáculos del Santi y, cuando le roba tiempo
a la diversión, al trabajo y al amor, se dedica a
escribir con paciencia, corazón y mucha pasión.
Nació en el Distrito Federal y odia que ahora se le
conozca como CDMX, pero es colimense desde el
mundial de futbol más reciente que ha tenido lugar
en nuestro país.
Adoptado por la montaña y los pinares de la Sierra
del Tigre, Oscar Fernando Chapula pasa sus días
leyendo sobre fantasía en libros, comics y mangas,
o bien, destrozándose los dedos contra su control y
perdiendo como nadie en los videojuegos. Regresó
a su natal Colima para estudiar donde conoció a sus
amigos: Beto, Carlos, David y Ihovan. Su mundo
cambió cuando le dijeron que leer era como abrir
muchas puertas a diferentes mundos y desde ese
momento no ha parado, considera que la lectura es
una de las actividades más importantes en la vida de
cualquier persona. Sus pasiones se extienden a los
deportes Basquet, Fut, Beis, Tenis, Hockey que
prefiere ver a practicar. Considera sobrevalorado el
cabello por lo que se rasura la cabeza y de vez en
cuando escribe.