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DE CONCEPTOS Estudios sobre semantica’ = y, pragmatica del lenquaje = politico y social la oyuda de Goethe Institut, licién de esta obro ha contado con a sn ne do por el Ministerio de Asuntos Exteriores alemén. institucién financia €OLECCION ESTRUCTURAS Y PROCESOS Serie €iencias Sociales Titulo original: Begriffsgeschichten. Studien zur Semantik Und Pragmatik der poliischen und sozialen Sprache © Editorial Trotta, S.A., 2012 Ferraz, 55.-28008 Madrid Teléfono: 91 543 03 61 Fox: 91 543 14 88 E-mail: editorial @trotta.es bitp://wwwtrotta.es © Suhrkamp Verlag, Frankfurt om Main, 2006 © luis Fernénder Torres, para la taduccién, 2012 'SBN: 978-84-9879-300-0 Depésito Legal: M. 10.134.2012 Impresi6n Gréficas Vorona, S.A 8. Patriotismo, Fundamentos y Ifmites de un concepto moderno. 10. 1. 12. 13. 14. Epilogo: Carsten Dutt... Procedencia de los textos Indice analitico Indice de nombres . Indice general... CONTENIDO Historia social e historia de los conceptos .. Historia de los conceptos y conceptos de historia Historia conceptual. Sobre la estructura antropolégica y seméntica de Bildung .. «Progreso» y «decadencia». Apéndice sobre la historia de dos con- ceptos .. Desplazamiento de los limites de la emancipacién. Un esbozo his- t6rico-conceptual.. Algunas cuestiones sobre la historia conceptual de «crisis» Revolucién como concepto y como metéfora. Sobre la seméntica de una palabra en un tiempo enfitica.. Sobre la historia conceptual de la utopfa temporal . Conceptos de enemigo. Innovaciones conceptuales del lenguaje de la Hustracién. ¢Tres mundos burgueses? Hacia una seméntica comparada de la sociedad civil/burguesa en Alemania, Inglaterra y Francia Mas ac del Estado nacional. 27 45 49 95 113 131 143 161 171 189 199 225 277 293 303 305 307 315 1 HISTORIA SOCIAL E HISTORIA DE LOS CONCEPTOS Dedicarse a la historia —sea esta lo que sea— y definirla como historia social delimita evidentemente la tematica. Y especializar la historia en historia conceptual es evidentemente lo mismo. Sin embargo, en ningu- no de los dos casos se trata de una de las delimitaciones habituales de las historias especializadas que se encuentran en la historia universal, Por ejemplo, la historia econémica de Inglaterra, la historia de la diploma- cia del Renacimiento o la historia de la Iglesia en Occidente constituyen esa clase de émbitos especiales, valiosos como campos de estudio y cuyo objeto y alcance temporal y regional esta preestablecido. En esos casos se tratan aspectos concretos de la historia universal. No sucede lo mismo en los casos de la historia social y la historia conceptual: debido a su autofundamentaci6n teorica, estas reclaman una generalidad que se puede extender y aplicar a todas las historias especia- lizadas. {Qué historia no tiene que ver con relaciones interpersonales, con formaciones sociales de cualquier tipo o con clases sociales? La caracterizacién de la historia como historia social implica, por tanto, una innegable reivindicacién permanente —en cierto modo antropol6- gica—, que se oculta en cada una de las distintas formas de historia. ¢Y qué clase de historia serfa la que antes de plasmarse como historia no se hubiese concebido como tal? La investigacin de los conceptos y de su historia lingiiistica forma parte de las condiciones minimas necesarias Para poder comprender la historia del mismo modo que su definicién implica las sociedades humanas. 1, RETROSPECCION HISTORICA. Ambas, la historia social y la historia conceptual, existen como enfoques explicitos desde la Ilustracién y su descubrimiento del mundo histérico: 9 HIsTORIAS DE CONCEPTOS cuando las formaciones sociales se volvieron Irigiles y con sil, sina taneamente, la reflexién lingiifstica se vio sometida a la presi6n hacia el cambio de una historia que se experiment y articulé como algo nuevo. Quienes desde entonces han prestado atencién ala historia de la fi flexién y de la descripcidn hist6rica tropiezan constantemente con an 10s, enfoques, bien apoydndose mutuamente como en el caso de Vico, Rous- seau o Herder, o bien por caminos separados. c La pretensién de atribuir y deducir todas las manifestaciones de la vida y su transformacién a partir de las condiciones sociales comienza a formularse con el surgimiento de las distintas filosofias de la historia de la Tlustracién —hasta llegar a Comte y al joven Marx—. A estas les siguen, aplicando ya una metodologfa positivista, las historias de las so- ciedades y de las civilizaciones, las historias de la cultura, las historias nacionales del siglo x1x y las historias regionales, cuya labor de sintesis, desde Moser pasando por Gregorovius hasta Lamprecht, puede con ra- z6n denominarse sociohistérica o también hist6rico-cultural. Por otro lado, desde el siglo xvutt se tematizan conscientemente histo- rias conceptuales —la expresion proviene con bastante probabilidad de Hegel—', que conservaron un lugar estable en las distintas historias del lenguaje y en la lexicograffa hist6rica. Naturalmente estas historias fue- ron tematizadas por todas las disciplinas que trabajan con un método hist6rico-filol6gico, las cuales tienen que asegurarse de la validez de sus fuentes mediante planteamientos hetmenéuticos. Toda traduccién al pro- pre prt ical anvil modo sjemplar Radof Eucken en su Gesclvchte dy pide pn se ort logie [Historia de la tetminologfa flossfcal’ Hlosophischen Termino- También és Bubital enoos tat en la o-heteg tase al encontrar en la practica investigadora ejemplos de reciprocidad que reconcilian andi is sociohist6ricos y del campo de € reconcilian andlisi istoricos y del camp Presente, pues équé estado de cuando las fuentes son escas, as y dif se plasma conceptualmente shade ese estado d sulta llamativo que |: sin atender al modo en que ¢ cosas en el pasado y en el ‘a interdependencia mutua en- HISTORIA SOCIAL E HISTORIA DE LOS CONCEPTOS todo en Otto Brunner, Los mentores de esta elaboracién sistematica en campos relacionados con la historia fucron Erich Rothacker en la filoso- ffa, Carl Schmitt en el campo del derecho y Jost Trier en la lingiifstica. La intencionalidad politica de estas investigaciones, la conciliacién de la historia social y conceptual, iba dirigida contra dos corrientes, a su vez. muy distintas entre ellas, que predominaron en los afios veinte del iltimo siglo: por una parte, habfa que desprenderse de los conceptos procedentes de la historia de las ideas y del espiritu, conceptos que se investigaron abstrayéndolos de su contexto sociopolitico concreto, en cierto modo por su valor intrinseco. Por otra parte, habia que evitar sobre todo hacer una historia similar a la historia de los acontecimien- tos politicos, y preguntarse, al contrario, por las premisas a largo plazo de estos hechos, Otto Brunner querfa, como subrayé en el prélogo a la segunda edi- cién de Land und Herrschaft (Pais y sefiorio], «preguntarse por las pre- misas concretas de la politica medieval, pero no describir esa politica, Lo importante era mostrar.las estructuras a largo plazo de la consti- tucién social y de su transformacién —nunca instantanea—, y hacerlo tematizando de forma expresa las distintas expresiones lingiifsticas de los grupos, bandas o cle andos o clases sociales asi como la historia de su inter- pretacién. No es casualidad que los Anales, que surgieron en Francia a partir de unos intereses andlogos, introdujesen desde 1930 la ribrica «cosas y palabras». Para Lucien Febvre y Marc Bloch el andlisis lingiifs- tico era una parte integral de sus investigaciones sociohistéricas. En Alemania, Gunther Ipsen, que completé sus investigaciones sociohis- t6ricas, especialmente las demograficas, con estudios lingiifsticos, abrié nuevos horizontes para la historia moderna. Werner Conze retomé to- das estas propuestas al fundar en 1956-1957 el Arbeitskreis fiir moderne Sozialgeschichte’. La conciliacién de los planteamientos sociohistéricos ¢ hist6rico-conceptuales es, gracias a la iniciativa de Conze, uno de los retos permanentes de este grupo. Por eso también lo es el de su diferen- ciacién, de la que se hablard a continuacién, 3. O, Brunner, Land und Herrschaft, Briinn/Miinich/Viena, 1942, p. xi. 4. Véase W. Conze, «Zur Griindung des Arbeitskreises fiir moderne Sozialgeschich- te»: Hamburger Jahrbuch fiir Wirtschafts- und Gesellschafispolitik 24 (1979), pp. 23-32. Conze mismo preferta el término «historia estructural» (Strukturgeschichte) para evitar la Jimitaci6n a «cuestiones sociales» que se cesprendia del uso del término «social», Otto Brun- ner retomé el término «historia estructural» para evitar el compromiso temporal de una Volksgeschichte que, en funcidn de su directriz tedrica, ya apuntaba en 1939 a las estructu- 13s. Para el paso del concepto dle Volk al concepto de estructura, véase la segunda edicién de Land und Herrschaft (1942), p. 164: un buen ejemplo de como también intereses en el conocimiento que obedecen a una motivacién politica pueden Hevar a nuevos enfoques te6ricos y metodolégicos que sobrevivan a su punto de partida. 11 HIsTORIAS DE CONCEPTOS 2, LAIMPOSIBILIDAD DE UNA HISTOIRE TOTALE Sin formaciones sociales y sus conceptos, mediante los cuales las primeras _+eflexiva o autorreflexivamente— definen ¢ intentan solucionar los de- safios a los que se enfrentan, no hay ninguna historia, no puede experi- mentarse ni interpretarse, no puede describirse o narrarse. En este senti- do, la sociedad y el lenguaje forman parte de los requisitos metahistéricos sin los cuales ninguna historia [Geschichte] y ninguna Historia [Histo- rie* son concebibles. Por eso, las teorias, métodos y planteamientos so- ciohistéricos e histérico-conceptuales se vinculan o pueden vincularse a todos los Ambitos posibles de la historia. Por esa raz6n a yeces se infiltra también el deseo de concebir una «historia total», En algunos casos, debi- do a causas relacionadas con la praxis investigadora, la indagacién empi- tica de los historiadores sociales 0 conceptuales se centra en temas deli- mitados; esta autodelimitacién no reduce, sin embargo, la pretension de universalidad, que se deriva de la teorfa de una historia posible, historia que, en cualquier caso, debe presuponer sociedad y lenguaje. ‘La presion a la especializacién, metodolégicamente necesaria, obliga a los enfoques sociohistéricos € hist6rico-conceptuales a buscar la ayuda de enfoques relacionados. Deben trabajar de forma interdisciplinar. Sin embargo, de ello no se sigue que su pretensién de universalidad pueda llevarse a cabo de forma total 0 absoluta. Es cierto que estan constreftidos a considerar el conjunto de las relaciones sociales asf como su articula- cién lingiiistica y sus sistemas de interpretacién. Pero la premisa formal itrebatible de que toda historia tiene que ver con la sociedad y el lenguaje no autoriza la conclusién de gran alcance de que desde el punto de vista del contenido es posible escribir o aun concebir una «historia total», Entre las numerosas y plausibles objeciones empiricas a una historia total, hay una acerca de la posibilidad de levarla a cabo que se deduce del intento mismo de concebirla, El totum de una historia social y el to- fem i ne oa pees nunca se corresponden exactamente. Aun ee om = pon Bs a caso empiricamente irrealizable de que ambos tiendo una diferencia insuperable entre anes limitada, seguitfa exis: de su concepci6n pt entre cada historia social y la historia Nila concepcién lingiifstica alcanza a representar lo sucedido 0 lo que realmente fue ni nada sucede sin que su elaboracion lingifstica lo modi que, La historia social o historia dela sociedad yl histo Sone male encuent - ae istoria conceptual se que sake Senitan onsen condicionada por la materia hist6rica que hace en algin momento. Lo a otra sn que esa reciprocidad pueda ser superada - Lo que se hace no se plasma en palabras hasta el dia Urtilizo la traduc historia, Trota, Madd, 20g gp att POF A. Gomez Ramos en R. Koselleck, Historia! 72010. (N. del T.) 12 HISTORIA SOCIAL E HISTORIA DE LOS CONCEFTOS siguiente, y lo que se dice se convierte en un hecho en el momento en que se libera de uno. Lo interpersonal, es decir, lo que acontece socialmente y Jo que en esa circunstancia o sobre ello se dice, da lugar a una diferencia que opera constantemente impidiendo toda histoire totale. La historia se Sfectia bajo la premisa de la ausencia de completitud, cualquier interpre- tacién que se adecue a esta apreciacién deberd prescindir de la totalidad. Es una caracteristica del tiempo historico la constante reproduccién de la tensin entre la sociedad y su transformacién y acondicionamiento y la elaboracién lingiistica. Toda historia se alimenta de esta tensién. Las Telaciones sociales, los conflictos y sus soluciones asi como sus cambiantes requisitos nunca son idénticos a las articulaciones lingifsticas, mediante Jas cuales las sociedades actiian, se comprenden e interpretan a si mismas, se modifican y adquieren una forma nueva. Probaré esta tesis desde dos perspectivas distintas, Por un lado, desde la perspectiva de la historia que sucede in actu y, por otro lado, desde lo sucedido, la historia pasada. 3. HISTORIA EN ACTO, DISCURSO Y TEXTO El hecho de que la historia social y la historia conceptual remitan la una ala otra implica la existencia de unas caracteristicas diferenciales que relativizan respectivamente sus pretensiones de universalidad. La his- toria no es equivalente a la forma de su comprensin y tampoco puede pensarse sin ella. Del mismo modo, la «historia» tampoco puede redu- cirse exclusivamente a las relaciones sociales, es decir, a las relaciones interpersonales. En los acontecimientos cotidianos esta relacién se presenta de for- ma indiferenciada debido a que el hombre aparece simultneamente como ser dotado de lenguaje y como ser social. {Cémo puede caracte- rizarse esta relacién? Es clara la dependencia de cada acontecimiento concreto, en el momento en que sucede, del lenguaje que lo hace posi- ble. Ninguna actividad social, ningtin enfrentamiento politico y ningin intercambio comercial son posibles sin un discurso y wna respuesta, sin una planificacién dialogada, sin un debate pablico o una conversacion privada, sin una orden —y su obediencia—, sin el consenso de los impli- cados 0 el disenso articulado de los partidos en conflicto, Toda historia cotidiana depende en su desarrollo del lenguaje en accién, del discurso y del habla, del mismo modo que ninguna historia de amor es concebi- ble sin al menos tres palabras: ti, yo, nosotros. Todo hecho social y la diversidad de sus relaciones se basan en premisas comunicativas y en la aportacion de la comunicacién lingiifstica. Las distintas instituciones Y organizaciones, desde Ia asociacién més pequefia hasta la ONU, de- penden de ellas oralmente o de forma escrita. 13 HIsTORIAS DE CONCEPTOS ‘dente, debe no obstante acey, Esta observacién, aunque resulta ae Gs claramente més que, tarse con reservas. Lo que realmente St Ms terpreta, La mera articulacién lingiifstica que lo posi i ae Oo eernd tan dentine den, la decisi6n colegiada 0 el grito oevsiones de una pareja de enamy. ala violencia propia de matar. Las expres! Mice periotaa!Laence rados no son iguales al amor que Ciena on E cas'noson fea mas escritas de una organizacin o sus acciones lingitis ticas ala accion y acivided del organizacion en simisma Siempre hay una diferencia entre Ia historia en ac eee ta derignn lingiifstica que la hace posible. Ningtin acto tate ee aie mis- ma que ayuda a preparar, provocar y ejecutarse, Sin embargs sl ay que admitir que a menudo una palabra tiene consecuencias innegables: bas- ta pensar en la orden del Fithrer de invadir Polonia por mencionar un ejemplo lamativo. Pero precisamente en este caso se muestra de forma clara la relacién existente. Una historia no se lleva a cabo sin el habla, pero nunca es idéntica a esta, no se puede reducir a ella. Por esa raz6n, més alld del lenguaje hablado debe haber otras premi- sas y formas de ejecucién de los sucesos que los hagan posibles. Podemos mencionar, por ejemplo, el campo de la semidtica, que abarca el lengua- je en general, Pienso en la gesticulacién corporal, en la que el lenguaje solamente se transmite de forma cifrada, en los rituales magicos y en la teologia del sacrificio, que no tiene su asiento histérico en la palabra, sino, por ejemplo, en la cruz, en las conductas grupales establecidas me- diante sus simbolos, o en las modernas seiiales de trafico. En todos los casos se trata de un lenguaje de signos comprensible sin palabras. Des- de luego, todas las sefiales mencionadas pueden verbalizarse. También pueden reducirse al lenguaje, pero su aportacién consiste precisamente en demostrar que puede prescindirse del lenguaje hablado y provocarse mediante sefiales o simbolos las correspondientes acciones 0 controlar actitudes y modos de comportamiento. Solo recordaré brevemente otras premisas extralingiifsticas de his- torias posibles: la cercania o lejanta espacial, as distancias, casos pueden provocar conflictos 0 retrasarlos, les entre las distintas generaciones y la bipolar estas distinciones albergan acontecimientos, Posibilitados prelingiifsticamente, aun cuand ci6n lingiifstica como pueden, aunque no t En todos los actos hay, por consiguient Cos, prelingiiisticos y poslingiiisticos que con condiciones basicas, geo; iolégi ones basicas, geograficas, bioldgicas y zoolégicas que a través dé la constitucién humana influyen si ri "loa imulténeamente en | imientos sociales, ima los aconteci 0 ceri y le cacimlento, el amor y la muerte, la comida, el hambre, lami crmedades, quiza también la felicidad, en cualquier caso ¢! que segiin los las diferencias tempora- idad de los sexos. Todas peleas y reconciliaciones 0 sea gracias a la articula- engan por qué, realizarse. , elementos extralingiifsti- ducen a una historia. Son las 14 HISTORIA SOCIAL E HISTORIA DE LOS CONCEPTOS robo, la victoria, la muerte y la derrota. Todos estos son elementos y for- mas mediante los que la historia humana se desarrolla, que abarcan desde la cotidianeidad hasta la identificacién de estructuras de poder politico y cuyo caracter extralingiifstico dificilmente puede negarse. Sin embargo, las distinciones analiticas que aqui se han examinado apenas son comprensibles en el contexto concreto de las acciones que producen los acontecimientos. Ya que las personas plasman lingiifstica- mente todas las premisas prelingiiisticas y las transmiten con su actuar y padecer en el didlogo concreto. El lenguaje oral o el texto escrito, el discurso vigente en cada caso —o el que se ha pasado por alto— se en- trecruzan cn el acontecer concreto convirtiéndose en un suceso, que en todos los casos se compone de elementos de accion y padecimiento ex- tralingiiisticos y lingiifsticos. Aunque el discurso enmudezca, seguir pre- sente el preconocimiento lingiifstico, que es inherente al hombre y que le faculta para comunicarse con lo que tiene enfrente: con independencia de si se trata de personas, cosas, productos, plantas o animales. Cuanta mayor es la complejidad de los actores creados por el ser hu- mano, como sucede en los modernos procesos de trabajo y sus relaciones econémicas 0 en los cada vez mas complejos espacios de accién politica, més importantes son las condiciones en las que se produce la comuni- cacién lingiiistica, orientadas a conservar la capacidad de accién. Una importancia que se hace patente en la ampliacién de la comunicacién lingiifstica: desde el alcance de la voz en el mercado hasta la pantalla de un televisor o de un procesador de datos —junto con las instituciones que permiten su difusin—, pasando por los medios técnicos de trans- misién de mensajes, la esctitura, la impresi6n, el teléfono y la radio; desde el mensajero hasta los satélites de comunicaciones pasando por el correo y la prensa, incluyendo los efectos de toda codificaci6n lingiits- tica. Siempre se ha intentado hacer que el alcance del lenguaje hablado perdure para detener determinados acontecimient6s 0 que se amplie y estimuile para acelerar los acontecimientos, anticiparse a ellos, provVo- carlos y controlarlos. Esta indicacién deberia bastar parademostrar el entrecruzamiento entre la «historia social» y la «historia lingiifstica» en la realizacién concreta del hablar y del actuar, EI discurso hablado o el texto escrito y el suceso que tiene lugar No pueden separarse in actu, solo pueden diferenciarse analiticamente. Cuando alguien queda impresionado por una alocucién, la experimenta no solo lingiifsticamente, sino también en todo su cuerpo; y si se enmu- dece a consecuencia de una accién, quien «se queda sin voz» experimen- ta atin con més fuerza su dependencia del lenguaje para poder volver a actuar, Esta interrelacién personal entre discurso, accién y padecimiento Puede aplicarse a todos los niveles de los cada vez mas complejos acto- res sociales. El entrelazamiento entre las Ilamadas acciones lingiiisticas 15 HISTORIAS DE CONCEPTOS | acontecimiento «real» abarca desde el comer individual hasta los distintos modos en que este se integra en las re ies sociales, mediante las cuales los acontecimientos se insertan en a on a. se diagnéstico, que es valido para toda la historia acontect fA psa é las iaciones histéricas, tiene importantes consecuencias en ipcién dela histo . ‘almente en la diferencia entre historia de las historias acontecidas y especialmet social ¢ historia conceptual. 4, LA HISTORIA DESCRITA Y SUS FUENTES LINGUISTICAS La relacién empirica que acabo de exponer entre el hacer y el discuso entre actuar y hablar se disuelve tan pronto como la atencién pasa de la historia que tiene lugar in eventu a la historia pasada ex eventu, dela que se ocupa el historiador profesional. La distincién analitica entre un nivel de accién extralingiiistico y otro lingtifstico adquiere el rango de princi- pio antropol6gico sin el que no es posible plasmar ninguna experiencia histérica en un enunciado coloquial o cientifico, dado que solo experi- mento lo acontecido —mis alla de mi experiencia personal— oralmente o mediante un texto escrito. Aun en el caso de que el lenguaje haya sido un factor secundario —parcialmente— en la ejecucién de la accion y en su padecimiento, desde el momento en que un acontecimiento pasa a formar parte del pasado, el lenguaje se convierte en un factor prima- rio sin el cual no es posible ningtin recuerdo ni ninguna transposicién ciemtfica de ese recuerdo. De este modo, la primacia antropolégica del lenguaje en la descripcién de la historia acontecida adquiere un estatus gbistemolégico. Es lingiisticamente como debe decidirse qué parte de la historia pasada estaba condicionada lingiiisticamente y cual no. En términos antropolégicos, ' linos os, toda «historia» se constituye median- te la comunicacién oral y escrita de las Beneraciones coeténeas, que se transmiten mutuamente sus propias experiencias, El texto escrito se con- Vierte en el principal vehiculo de ¥ ne la transmisi esaparicion de las generaciones mas viej ir s de acontecimi ituaciones ruinas fruto de catastrofe imientos y situacion das: ¢ s; monedas de si 6micos; Construcciones que remiten a un; ee tacién de servicios; caminos, 3 comunidad, a un gobierno y a la pres: sajes transformado. » que remiten al comerci 5 PE ‘cio Ta; pal s culturalmente, de generacion we recuerdan testigos del trabajo de generaciones, Ol combate, utensilios, que remigee r © muerte; armas, restimonios : » que remiten a su invencién y uso, en definitiva odoe tenes que sirven de testimonio de € to. dos estos Testos se ocupan las distintas rams 16 HISTORIA SOCIAL E HISTORIA DE LOS CONCEPTOS especializadas de la historia, Sin embargo, solo se puede estar seguro de Jo que «realmente» sucedi6, mas alld de cualquier hip6tesis, mediante lo transmitido oralmente o por escrito, precisamente mediante testimonios lingisticos. Solo mediante las fuentes lingifsticas es posible saber qué parte del pasado debe contabilizarse como «lingiifstica» y cual como lo «realmente» acontecido. Co Solo puede descubrirse post eventum, mediante testimonios lingis- tcos, qué estaba entretejdo in eventu, En funcién del tipo de transmisién lngistica con Ia que se trabaje,tradicién oral o escrita, algunos géne- ros, diversos entre sf, se aproximaran mientras que otros se distanciaran. El mito y los cuentos de hadas, el drama, la epopeya y la novela se caracterizan por presuponer y tematizar la relacién originaria entre el discurso y la accién, entre el padecimiento, el hablar y el callar. Hacer presente la historia acontecida crea el sentido, que se mantiene digno de ser recordado. Esto es precisamente lo que hacen las historias que utilizan discursos, verdaderos o fingidos, para valorar adecuadamente los acon- tecimientos dignos de ser recordados, 0 que hacen uso de las palabras plasmadas en un texto escrito, que demuestran el entrelazamiento de discurso y accién, Son las situaciones ‘inicas, que generan su propia transformacién y detras de las cuales puede verse algo parecido a un «destino», las que suponen un desaffo para la investigacién y para la comunicacién de cual- quier autointerpretacién ¢ interpretacién general. A este género perte- hecen, mejor o peor hechas, las memorias y las biografias, que en inglés acentian la interaccién entre el lenguaje y la vida —las Life and Let- ters—, ademés de todas las historias que estudian los acontecimientos fegin su dinémica inmanente. «El dijo esto e hizo lo otro, ella lo dijo y lo hizo, lo que dio lugar a algo sorprendente, a algo nuevo que lo cambis todo». Numerosas obras estdn elaboradas siguiendo este esquema formal, Sobre todo las que, como la historia de los acontecimientos politicos y |a historia de la diplomacia, permiten reconstruit lo que sucedié in actu Bracias al estado de las fuentes, Desde el cen del lenguaje, estas historias forman desde el mito hasta la novela’. Solo en el la autenticidad —por comprobar— Sarantizar el entrelazamiento, lingiiisticos y de las acciones. agcio, tue analiticamente puede diferenciarse, Sliistico, vuelve a ser una unidad «de forma ai 2 experiencia» gracias a una aport factico. Ya que lo que realmente Ambito cientifico dependen de de las fuentes lingtifsticas, que deben hasta ese momento supuesto, de los actos lo prelingiiistico y lo lin- indloga a como sucede en tacién del lenguaje: es la ficcién de lo ha sucedido solo es —tetrospectiva- S. Véase H, White, Tropics of Discourse, Baltimore/Londres, 1982. 17 HISTORIAS DE CONCEPTOS 1a descripcién lingiiistica. Por tanto, el lenguaje e 50 que el discurso activo que tiene lugar en la historia adquiere, al contrario q\ | campo de la epistemologia que le obliga en acto, una primacia ef Son entre el lenguaje y la accién. Hay géne. decidir siempre sobre tare aleernativa se articulan de forma extremada. ros que, situados ante esta al " reticentes ante las anteriore, mente unilateral. Por un lado, son sordos tte de una historia. Hay a aportaciones del lengua, que ea que ha sucedido y no cémo istran las conse! 3 ae " tye sn los anaes ls lamadas historias narativas qu tratan de los hechos, del éxito o del fracaso, pero no de las ee al fe y de los discursos que Ilevaron a ellos. Versan sobre la accién ien de gran- des hombres, bien de actores muy estilizados que actian en cierto modo como si fuesen mudos: Estados o dinastfas, Iglesias o sectas, clases 0 par- tidos, pueblos o naciones o cualquier otro actor que sea hipostasiado. Pocas veces se pregunta por los modelos de identificacién lingiiisticos sin los que este tipo de actores no podrfa actuar. Incluso cuando el discurso oral o su equivalente escrito se incluyen en la descripcién, los testi- monios lingiifsticos tienden a considerarse con demasiada frecuencia al servicio de una ideologfa o se interpretan de forma instrumental en rela- cin con presuntos intereses previamente dados 0 intenciones perversas. Incluso las investigaciones realizadas desde una perspectiva hist6ri- co-lingtiistica, que primordialmente tematizan los testimonios lingiifsti- cos —situadas en el otro extremo de nuestra escala—, corren facilmente el peligro de referirlos a una historia real, que primero debe constituirse lingiiisticamente, Sin embargo, las dificultades metodoldgicas, a las que especialmente est expuesta la sociolingiifstica y que consisten en remi- tir el habla y el lenguaje a las distintas condiciones y transformaciones sociales, son prisioneras de la aporfa que afecta a todos los historiado. res, es decir, de la necesidad de describir primero lingiifsticamente ol objeto de estudio del que se disponen a hablar. Por eso, blicacién de mente— real mediante | también se encuentra en el gremio el otro extremo: la pu- i las fuentes lingiisticas solo como tales, de los restos es. critos de los discursos orales o escritos hechos hasta entonces. En esos jjses ¢ deja ala casualidad de la transmisi6n la tematizacién expresa de la diferencia entre accién extralingiifstica y accion lingitistica. La tarea a one tae consiste siempre en detectar el sentido del docu- nento, no puede captarse sin las caracteristi i i discurso del estado de cosas, een en Por tematizarlos de forma separada. ‘nguaje le corresponde una doble 18 HISTORIA SOCIAL E HISTORIA DE LOS CONCEPTOS rea: SC refiere tanto al contexto extralingiifstico de los acontecimientos como también —en la medida en que hace lo primero— a s{ mismo. Por tanto, en un sentido histérico siempre es autorreflexivo. 5. ACONTECIMIENTO Y ESTRUCTURA. HABLA Y LENGUAJE Hasta ahora solo se ha hablado e investigado sobre lo que acontece y lo acontecido, sobre la historia actual y la pasada, sobre como se han relacionado mutuamente in actu, en un corte sincr6nico, el discur- so y la accién, Pero cuando se tematiza el andlisis diacrénico la cuestién se amplia. Al igual que sucede con la relaci6n entre hablar y actuar en Ia realizacién del acontecimiento, la sincronia y la diacronfa tampoco pueden separarse empfricamente. Los condicionamientos y los factores determinantes, que en cada caso poseen una estratificacién con una pro- fundidad temporal distinta, Ilegan hasta el presente desde lo que llama- mos el pasado ¢ intervienen en cada acontecimiento de la misma forma en que los proyectos de futuro intervienen «simulténeamente» en quienes actian. Toda sincronia es ¢o ipso simultaneamente diacrénica. Todas las dimensiones temporales estan entrelazadas in actu y sera contradictorio con cualquier experiencia definir lo que llamamos presente como un mo- mento que se acumula en una serie que va desde el pasado hasta el futuro, 0, por el contrario, como un punto de transicién inaprehensible que se desliza desde el futuro al pasado. Desde un punto de vista puramente te6- rico, la historia puede definirse como un presente permanente en el que el pasado y el futuro estan integtados, 0 como un constante entrelazamiento entre el pasado y el futuro que hace que todo presente desaparezca con- tinuamente. En uno de los casos, el que acenttia el aspecto sincrénico, la historia degenera en un puro espacio de conciencia en el que todas las dimensiones temporales estén contenidas simulténeamente, mientras que en el otro caso, el que acentia la diacronfa, la presencia activa del ser humano carece de un espacio de accién hist6rico. El objetivo de este experimento mental es sefalar el hecho de que la distincién entre sincro- nia y diacronia establecida por Saussure puede ser ‘itil analfticamente, aunque no valora correctamente la complejidad de los entrelazamientos temporales presentes en la historia que tiene lugar. Con esta reserva utilizaré las categorias analiticas de sincronia, que hacen referencia al presente del acontecimiento, y de diacronfa, que ha- cen referencia a la profundidad temporal, presente asimismo en todo sticeso actual, Son muchas las condiciones previas que influyen a largo oa medio plazo —naturalmente también a corto plazo— en la historia que esta teniendo lugar. Limitan las posibilidades de accién en la medi da en que solo habilitan o permiten determinadas alternativas. 19 HISTORIAS DE CONCEPTOS Pues bien, ambas, Ia historia social y la conceptual, se caracterizay por presuponer tedricamente, aunque de distinto modo, esa relacign, Desde la perspectiva sociohist6rica se investiga la relacién entre los acon, tecimientos sincr6nicos y las estructuras diacrOnicas. Y es una relacign analoga la que se da entre el discurso hablado, sincrénico, y el lenguaje ya existente, diacrénico, que ejerce una influencia constante sobre el pri. mero, la que se tematiza desde un enfoque hist6rico-conceptual. Puede que todo lo que suceda sea tinico y nuevo, pero no hasta el punto de no haber requerido determinadas condiciones sociales previas a largo plazo gue hiciesen posible ese acontecimiento tinico. Puede que se acufe un concepto nuevo que plasme en palabras experiencias 0 expectativas antes inexistentes. Pero no puede ser tan nuevo como para no estar ya virtual- mente presente en el lenguaje dado y no recibir su sentido del contexto lingiifstico del que es heredero. Por tanto, ambos enfoques de investi- gacién incluyen en la interaccién entre discurso y accin, en la que los acontecimientos tienen lugar, la dimensién diacrénica —definida de for- ma distinta—, sin la cual la historia no es posible ni puede comprenderse. Una serie de ejemplos servira para explicarlo. El matrimonio es una institucién que, a pesar de sus implicaciones biolégicas prelingiiisticas, constituye un fenémeno cultural con numerosas variantes a lo largo de Ja historia de la humanidad. Dado que se trata de una forma de so- cializacién entre dos o mas personas de distinto o también del mismo sexo, el matrimonio es uno de los temas genuinos de la investigaci6n sociohist6rica, Al mismo tiempo es obvio que solo puede hablarse sobre el matrimonio desde un enfoque sociohistérico cuando existen fuentes escritas que nos informan sobre ello, sobre cémo los distintos tipos de matrimonio se han plasmado en un concepto. Pueden elaborarse dos enfoques metodolégicos como modelos sim- plificados. Uno se centra primordialmente en los acontecimientos, en las acciones plasmadas en el discurso, el texto y el acto; el otro se centra principalmente en las condiciones previas de caracter diacrénico y en sus transformaciones a largo plazo. Busca, por tanto, estructuras socia- les y sus equivalentes lingiifsticos. 1, De este modo puede tematizarse un acontecimiento concreto, un matrimonio real, por ejemplo, del que las fuentes dindsticas nos ofrecen una amplia informacién: qué motivos politicos existian, qué condiciones contractuales, qué dote se negocid, cémo se escenificaron las ceremonias y mas datos de esta clase, El desarrollo de este matrimonio también puede reconstruirse y narrarse cuantas veces se quiera siguiendo la secuencia de los acontecimientos hasta Hlegar a las terribles consecuencias 4 qu dio lugar, por ejemplo, la muerte de uno de los cnyuges, la muerte de cae Contemplada en el contrato, que provocd una guerra de sue - Actualmente también puede reconstruirse la historia concret@ 20

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