ABRAHAM VALDELOMAR

Nació en Ica el 27 de abril de 1888, paso su infancia hasta los 9 años en la Caleta de San
Andrés al Sur de Pisco, estudio en el Colegio Nacional Nuestra Señora de Guadalupe,
donde funda el periódico escolar “La idea Guadalupana”.
En 1913 viaja a Roma con un modesto cargo diplomático.
El Presidente Billinghurst le nombra director de “El Peruano”, sus artículos periodísticos
en “La Prensa”, los publicaba con el seudónimo de Conde de Lemos. Su conducta
excéntrica llamo la atención a propios y extraños.
Viajo por las principales ciudades del Perú dictando conferencias cívico – patrióticas. En
1919 se crearon los Congresos regionales y él fue elegido diputado por Ica en
consecuencia tuvo que acudir a la Asamblea que se llevo a cabo en Ayacucho.
Después del cóctel oficial y en el segundo piso del Hotel Bolognesi de Huamanga,
tropezó y cayó sobre un montón de piedras quebrándose 2 costillas y la columna
vertebral.
Evocando a su madre y en medio de terribles dolores, muere el 3 de noviembre de 1919 a
las 2 de la tarde; después de algunos días al lomo de hombre y por ferrocarril es
trasladado a Lima. Sus restos descansan en su tierra natal. Tenia 31 años, 6 meses y 10
días.

CARACTERÍSTICAS DE SU OBRA 

1.   Se le puede considerar como el iniciador del cuento criollo con El Caballero Carmelo,
Yerba santa, entre otros.

2.   Su poesía y prosa tienen un lenguaje familiar, con gratos y dolidos recuerdos de
infancia que crecen a la sombra de la casona paterna, el cercano mar, el campanario. 

3.   Es un pintor de costumbres, detallista y minucioso en las descripciones de

situaciones, paisajes y personajes. 

4.   Su lenguaje es claro, expresivo y breve, trasladando al lector al mundo narrado. 

5. Puede ubicarse entre el modernismo y el postmodernismo; pues recoge de aquel lo

exótico y de éste lo nacional.

Producción literaria:

Novelas y cuentos:

- La ciudad de los tísicos.

- La cuidad muerta.
- Almas prestadas.
- El caballero Carmelo.
- El vuelo de los cóndores.
- Hebaristo, el sauce que murió de amor.
- Los ojos de Judas.
- La paraca.
- Los hijos del sol.
- El hipocampo de oro, etc.