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Salmo 23

Jehová es mi pastor; nada me falta.

En lugares de delicados pastos me hace descansar;

Junto a aguas de reposo me pastorea.

Conforta mi alma;

Me guia por sendas de justicia por amor de su nombre.

Aunque ande en valle de sombra de muerte,

No temo mal alguno, porque tú estas conmigo;

Tu vara y tu cayado me infunden aliento.

Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores;

Unges mi cabeza con aceite;

mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la


misericordia me siguen todos los días de mi vida,

Y en la casa de Jehová moro por largos días.

Salmo 29
1 Tributad a Jehová, oh hijos de los poderosos, Dad a Jehová la gloria y el poder.
2 Dad a Jehová la gloria debida a su nombre; Adorad a Jehová en la hermosura de
la santidad.
3 Voz de Jehová sobre las aguas; Truena el Dios de gloria, Jehová sobre las muchas
aguas.
4 Voz de Jehová con potencia; Voz de Jehová con gloria.
5 Voz de Jehová que quebranta los cedros; Quebrantó Jehová los cedros del Líbano.
6 Los hizo saltar como becerros; Al Líbano y al Sirión como hijos de búfalos.
7 Voz de Jehová que derrama llamas de fuego;
8 Voz de Jehová que hace temblar el desierto; Hace temblar Jehová el desierto de
Cades.
9 Voz de Jehová que desgaja las encinas, Y desnuda los bosques;
En su templo todo proclama su gloria.

10 Jehová preside en el diluvio, Y se sienta Jehová como rey para siempre.


11 Jehová dará poder a su pueblo; Jehová bendecirá a su pueblo con paz.

Salmo 91
El que habita al abrigo del Altísimo Mora bajo la sombra

del Omnipotente. Digo yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo

mío; Mi Dios, en quien confio. Él te libra del lazo del

cazador, De la peste destructora. Con sus plumas te cubre,

Y debajo de sus alas estas seguro; Escudo y adarga es su

verdad. No temo al terror nocturno, Ni saeta que vuele

de día, Ni pestilencia que ande en oscuridad, Ni mortandad


que en medio del día destruya. Caerán a tu lado mil, Y diez

mil a tu diestra; Mas a ti no llega. Ciertamente con tus

ojos miras Y ves la recompensa de los impíos. Porque

has puesto a Jehová, que es mi esperanza, Al Altísimo por

tu habitación, No te sobreviene mal, Ni plaga toca tu

morada. Pues a sus ángeles manda acerca de ti, Que te

guarden en todos tus caminos. En las manos te llevan, Para

que tu pie no tropiece en piedra. Sobre el león y el áspid

pisas; Hollas al cachorro del león y al dragón. Por cuanto

en mí ha puesto su amor, yo también lo libro; Le pongo

en alto, por cuanto ha conocido mi nombre. Me invoca, y

yo le respondo; Con él estoy yo en la angustia; Lo libro

y le glorifico. Lo sacio de larga vida, Y le muestro mi

salvación.

Salmo 103
Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo

nombre. Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno

de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus iniquidades,

El que sana todas tus dolencias; El que rescata del hoyo tu

vida, El que te corona de favores y misericordias; El que sacia

de bien tu boca De modo que te rejuvenezcas como el águila.

Jehová es el que hace justicia Y derecho a todos los que

padecen violencia. Sus caminos notificó a Moisés, Y a los hijos de Israel

sus obras. Misericordioso y clemente es Jehová;

Lento para la ira, y grande en misericordia. No contenderá


para siempre, Ni para siempre guardará el enojo. No ha hecho

con nosotros conforme a nuestras iniquidades, Ni nos ha

pagado conforme a nuestros pecados. Porque como la altura

de los cielos sobre la tierra, Engrandece su misericordia sobre

los que le temen. Cuanto está lejos el oriente del occidente,

Hace alejar de nosotros nuestras rebeliones. Como el padre se

compadece de los hijos, Se compadece Jehová de los que le temen.

Porque él conoce nuestra condición; Se acuerda de que

somos polvo. El hombre, como la hierba son sus días; Florece

como la flor del campo, Que pasó el viento por ella, y pereció,

Y su lugar no la conocerá más. Mas la misericordia de Jehová

es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le

temen, Y su justicia sobre los hijos de los hijos; Sobre los que

guardan su pacto, Y los que se acuerdan de sus mandamientos

para ponerlos por obra. Jehová estableció en los cielos su

trono, Y su reino domina sobre todos. Bendecid a Jehová,

vosotros sus ángeles, Poderosos en fortaleza, que ejecutáis su

palabra, Obedeciendo a la voz de su precepto. Bendecid a Jehová,

vosotros todos sus ejércitos, Ministros suyos, que hacéis

su voluntad. Bendecid a Jehová, vosotras todas sus obras, En

todos los lugares de su señorío. Bendice, alma mía, a Jehová.

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