Está en la página 1de 40
CAPITULO XXIII SUMARIO: EL PRINCIPIO DE LEGALIDAD—LA CALIFICACION REGISTRAI CALIFICACION.—FALTAS SUBSANABLES E INSUBSANABLES—LA CALIFICACION Y LA LEGISLACION DE LOS CONSUMIDORES, EL PRINCIPIO DE LEGALIDAD A) Generalidades El principio de legalidad que supone ta observancia y el cumplimiento de la norma en todas las actuaciones de las personas y entidades sometidas a ella tiene una singular aplicacién en la actividad calificadora, que la ley concede a los Registradores de la Propiedad. Garcia pe Exterria ofrece las dos construcciones del principio: la tra- dicional o de vinculacién negativa y la que deriva de la concepcisn kelsiana 0 de vinculacién positiva. Segan la primera la Administraci6n no podia actuar Por propia autoridad sino ampardndose en Ia autoridad de una Ley. Pero alhilo de esta concepeién es preciso contemplar las potestades discrecionales de la Administracién que operan en su libre autonomia en todos aquellos extremos que la ley no ha regulado, lo que lleva a la precisién de Mever: 's Administracién puede hacer no meramente aquello que la Ley le autorice, Sino todo aquello que la Ley no prohibe. . La doctrina dela vinculaciOn positiva de la Administracion a la legalidad (Woskter) supera Ia idea del espacio franco o libre de Ia Ley y exiey iit 'os actos o disposiciones de a Administracién, todos han de asta i ‘dad sho, han de ser “conformes” a Derecho. El desajuste, la disconiormics® 26 JOSE MARIA CHICO Y ORTIZ constituyen infraccién del ordenamiento juridico y les priva, actual 9 cialmente, de validez. El Derecho no es, pues, para la Administracie linde externa que sefale hacia fuera una zona de prohibicién y dent Un; la cual pueda ella producirse con una sola libertad y arbitrio. Poreleen” el Derecho condiciona y determina, de manera positiva, la accién sgh” trativa, la cual no es valida si no responde a una previsién normativa, aa cuando la Adminstaciin cuenta con la cobertura legal previa su ig? es legitima, De esta doctrina conceptualista del principio de legalidad Gan be Exteria saea su iltima conclusién: toda accién administratna se presenta como ejercicio de un poder atribuido previamente por la Ley y por ella delimitado y construido. Sin una atribucién legal previa de potestades la Administracién no puede actuar, simplemente. atin, Establecido el principio de legalidad por la Constitucisn espaiiola en for ma un tanto reiterativa (arts. 1; 9.1.° y 3.°, y 103.1.°), se hace preciso aceptar un mecanismo que suponga un “control de legalidad” para que los actos ¥ contratos estén siempre sujetos a Derecho. Y aqui es donde surge la “se- guridad” juridica que, como dice HerNAnpez Git, aparece recogida en la Constitucin junto al principio de legalidad, 0, més exactamente, dentro de 41, como una de sus manifestaciones. Si, conforme a la tesis de KrUcunays, dentro de la seguridad juridica hay que distinguir el principio de la seguridad del derecho y el de la seguridad del trifico, estamos en la buena linea de la admisi6n constitucional de los dos aspectos. El autor citado entiende que 'a consagracién del principio de legalidad y, con él, el principio de seguridad juridica, hay que ponerla en relacién con la consagracin previa del valor de la justicia. En la Constitucién el principio de legalidad no silo es com Patible con el valor de ta justicia, sino que ha de considerarse al menos com? un proyecto de realizacién. Por mas que el ordenamicnto no sea de modo exclusivo la Ley, ésta es su principal expresién, Y si es preceptivamente Pm" Pugnado el valor de la justici respecto del ordenamiento, lo establecido pa Este se establece también por la Ley. Constitucionalmente no ha sion Contradictoria entre Ley y seguridad juridica, de un lado, n que Spe < epee Re la armonja, La intensidad pop saci “lo garantiza”™ mich oes eeitlidad es mais acusada porque It il? intensidad se tom a que Ie justicia dice que la “propugna” iwc las normas, en ta ns © Porque cl principio de legalidad tiene © ha nto que Ta justicia tienc ka superioridad del valot- ceptada Ia C Ecc; ridad del dered ese del trifico juridice : principio de seguridad juridica oT ad A través de a justicia como valor superior Y I Sia » Como principio que nos leva al elimciotl del principio de tesa preci? feeonocer que en fa formulacn consti ‘ii? d ova conse ef ESN inmersos estos dos aspectos ¥ IHF al? otorga la Facultad fey eecoPIMIeNto de unos drganos a quienes“) “adel “control de la lezatidad” para que el priteiDi? anterior al } | ae mS SE ESTUDIOS SOBRE DERECHO HIPOTECARIO 527 al del trifico pueda tener una base sufeientemente vita a en que apo- arse. q Pe. pp) Su proyeccién registral El principio de legalidad en el campo registra tiene una doble vert en cuanto, de una parte, impone al Registrador de la Propiedad someters, sia legalidad vigente y, de otra, al concederle el poder de velar por el eontrol je la legalidad atribuye a su funcién el valor de una decision sobre Ia que ha de operar toda la trascendencia que eva consigo el principio de la sogu ridad del trfico. Decia don Jerénimo GowzAtez que en un sistema como el espaiiol, en que los asientos se presumen exactos, resulta légica la existencia de un previo trimite depurador de la titulacién presentada a registraci6n, pues, de lo con- trario, los asientos s6lo servirfan para engafar al publico, favorecer el tréfico ilicto y provocar nuevos conflictos. Roca Sastke se pronuncia en iguales o parecidos términos al entender que en un sistema en que los asientos regis- trales se presumen o reputan exactos y concordantes con la realidad juridica es logica la cxistencia de un previo trdmite depurador de la titulacién pre- sentada a Registro. La calificacién de los titulos presentados a inscripcién constituye el medio o instrumento para hacer efectivo el principio de lega- lidad, Mediante ella, los titulos defectuosos son rechazados definitiva 0 pro- jonalmente, ya que s6lo deben tener acceso os titulos “perfectos”. Para Sanz FERNANDEZ es evidente que el legislador procure asegurarse de que sélo tienen acceso al Registro los titulos validos y, en general, aquellos que retinan todos los requisitos exigidos por el ordenamiento juridico para la inscripcién en el Registro. Noxez Lacos, como consecuencia de su postura al calificar al Registro de la Propiedad espaiiol como un Registro de titulos, dice que el Registrador ho solamente recoge como hecho un acto o contrato autorizado por otro funcionatio, sino que el mismo funcionario desarrolla una actividad de con- trol, filtro y seleccién respecto del fondo —acto o contrato— y respecto de 'a forma —documento piblico—. Afiadiendo que el principio de legalidad Supone que el acto debe llegar al Registro completo y perfecto. Si Ia per- feccién se produjera en el Registro, el Registrador no tendria que calificar ni juzgar nada, pues toda la eficacia se deberfa a su propia actividad y no ala ajena, Esto sucede en Alemania, en donde el principio de legalidad a sido sustituido por el del consentimiento. Segiin HEDELMANN, «.. cl pesado Principio de la legalidad fue superado, eligiéndose, como base para la ie tracién, el consenso abstracto de las partes, liberando de todo aparato ‘a causa praccedens», Jost MARIA CHICO ¥ ORTIZ, 58 . e|-ca egistral supone Ia neces; «ee de legalidad en el campo regis a Necesidad ¢. El principio de legalidad’ on es al Registro quede sometido a nwa stenda s '@ Previa que el acto aie ae rador, a quien el Estado le concede esa facultad 4 calificacién del Regis Hipotecaria que «los Registradores calificaran,,,, : e la Ley ati decir a ae piles premisa para una consiguiente deduccidn, urge De esta : toe en caliicacion para dar cumplimiento al principio de lpn tn necesidag Oo eonvertir a quien lo ejerce en jurista, en el sentido de ts Derecho y eapaz de descubrir los derechos del acto que pretends hombre de et agictro.La funcién calificadora es una especie de delegacin suingreso en cede a quien la ejerce, honréndole con la categorfa de juris texsoncién y el funcionario, a través del cual se ejercita, vienen a ser la“. puridad” en que la Ley conta para desarrollar toda la intensidad de su pro {eccidn al treo juridico. La Ley reconoce a la documentacién piiblica una serie de garantias en torno a la validez y eficacia del acto que en Jas mismas se recoge, pero para asegurarse de que cl acto que ha de ser protegido plenamente retine todos los requisitos precisos en cuanto a estos aspectos, exige la intervencién tiltima de un funcionario en el que la misma conffa para que decida si el acto que pretende la proteccién que la institucidn registral Ie brinda puede ser mere- cedor de la misma, LA CALI FICACION REGISTRAL A) Aspectos que ofrece Doctrinal y legalmente se da como nec due a su través se pueda cumplir cl principio de legalidad. De esta form se llega a Ia calificacién registral como una de las manifestaciones de! pri Golo de legalidud. Si bien la funcién calificadora tiene un aspecto de “contol te ea «I, también ofrece un aspecto de “funcidn creadora”, leg’ projeecien nateiones “califieacién control” y “calificacion exec’. E de loi Re Hee a aie ‘poyo cn esa frase que utiliza la Direccion © al hablar de be gerceg atido en su Resolucién de 26 de octubre de 1 vonaucién de Notarios y Registradores como Grganos lificados, ¢ il ae, (Ue Contribuyen al de és de su acti cca Yer al desarrollo del Derecho a través de su acti, ‘alificadora, al cl : ‘tdora, al configurar juridicamente aquellos actos J Foal carentes, en sit ma eurar juridicamente aquellos ‘esta labor ral constructiya ado, de regulacion legal. ¢ 0 tue que el Rep Baralch sae Mot ee ies be PrOporcionar la soluehe , Paralclamente a la notary ida Pats brits fee Stein al problema planteadesy es ef punto de pall ilar posibilidy a planteado y es el p de la cual a eraves ad de una jurisprudenci lacion hipote PO doctrinal fa “Mente, ¢ AMIUZANG, © Mitrind fy de problem ‘caria en un futuro, En el eany divers esenci “hela de la calificacién registral se I ¥ Cossio entendian que de In ESTUDIOS SOBRE DERECHO HIPOTECARIO 529 mente registral, que consistia en una actividad hipotecaria 0 en un era tipicar rio basado en la especialidad de unos conocimientos. Esta posi- ju eae lebida como reaccién a esa critica que se hizo a la funcién cin quiz [uM siderarla inditil ante la previa intervencién notarial, es decir, fatervencion de un funcionario pablico con semejante preparacién Registrador. Esta critica, que arranca desde hace tiempo y que se hist6ricos, y que volvié a poner de relieve Ocavar AvLtON, it at gia superada pensando cn que lo que el legislador quiere es que est HOY ia Ley. y la intervencién de dos funcionarios asegura mas dicho se resPrento, aparte de que si la raz6n es la “igualdad” de conocimientos, cue! principio de fiabilidad humana, harfa mas rigurosa y necesaria irintervencidn registral en los actos judiciales y administrativos. ala del Re repite en ciclos Para GowzAtez PaLomno la esencia de la actividad reside en la seleccién que tendré que hacer en todo caso el Registrador para distinguir lo real frente a lo personal u obligacional. Ramowi CaLDERON se aparta de la esencia para fijarse en su naturaleza, situdndola en el campo judicial mas que en el administrativo. Lackuz BERDEIO, en forma un tanto acertada, dice que «iniciado el procedimiento registral mediante la solicitud de la inscripcién y presentacién del titulo, y verificado su asiento en el libro Diario, el Regis- trador realiza un juicio légico de andlisis ffctico y subsuncién juridica que desemboca en su resolucién, término del procedimiento: la practica, dene- gacién 0 suspensién del asiento solicitado». Posteriormente el mismo autor ySaxco ReBULLIDA afiaden: «Consiste en un juicio de valor no para declarar un derecho dudoso 0 controvertido, sino para incorporar o no al Registro una nueva situacién inmobiliaria», NwNez Laos ha estudiado con mucha precision la esencia de la funcion calificadora, situindola en una doble vertiente: la formal, sobre los libros del Registroy la del fondo, sobre el documento. A esta inicial vision me aoe varios trabajos aiiadir un tercer aspecto que es perfectamente é ee ae esa tendencia dualista que trata de reunir en el Registrador doy abi i al funcionario publico y al profesional del Derecho, como crea- nee pla lor de la realidad al campo registral. De ahi que puntualicemos Mleria sobre esta triple distincion: a) Funcién de fondo o juridica. NOXez LaGos incluia en ella el examen ie Gros clementos sobre los que recae la calificacién a través de tne osiciones legales y el propio contenido del Registro. Entiendo eee Punto es donde puede situarse la magnitud de la cali- cionariy Conde el Registrador presenta esa doble faceta de fun- as que Y de jurista o profesional del Derecho. Las tres etapas por sin, Bi aa labor son la de la interpretacién, calificacién y deci- conexign 4 fase GE que nos habla Henwaxpez. Gn. al establecer la fechos-derecho en su punto culminante de la definitiva Jost: MARIA CHICO Y ORTIZ, decantacién y acomodaci6n de factores: der cio sry establecimiento de consecuencias juridicas, cron ttiendo de esta idea, y sobre la base de un conocimienty » de la legislacion vigente, aplica los preceptos al cars at® P*- fundo de Ia leg i lida Concretg y decide si el mismo se ajusta a la realidad. Con ello no hace mig que cumplir y velar por el cumplimiento del art. 6.3 del COdigo Civ «Los actos contrarios a las normas imperativas y a las Prohibitivas son nulosde pleno derecho, salvo que en ellas se establezca un efece distinto para el caso de contravenciénm (Ley de 17 de marzo ie 1973 y Decreto de 31 de mayo de 1974). Esta labor exige un cono- cimiento amplio del Derecho, y quien la ejerza debe tener Ia fina sensibilidad de un jurista, pues no basta aplicar la literalidad de |, Ley, sino interpretarla debidamente con justicia. Volvemos siempre ala famosa frase de Scuutz, «el pueblo del Derecho no fue el pueblo de la Ley», a la que afiadia GoxzALez Patomino aquello de que los aprendices de juristas seguimos estudiando Derecho romano a base de la siguiente raz6n: «No como un sistema perfecto de Dere- cho, sino como un proceder perfecto de los juristas.» Aladoptarse por el sistema espaiiol el criterio de numerus apertus en materia de derechos reales, la calificacién registral no incide sobre derechos tipicos inscribibles, sino que juzga el conjunto de! acto que se le ofrece para averiguar si cl mismo tiene el poder de producir una modificaci6n real con trascendencia registral. Lo expli- ca magistralmente GonzAtez Patomno al decir que la eficacia del trabajo del jurista prictico al servicio de la Justicia radica en que sidomina sus instrumentos de trabajo (sin dejar dominarse por ellos) y los emplea con destreza contribuira a lograr la solucion juri- camente justa al caso concreto. Sélo basandose en la Ley, pero usin- dota instrumentalmente, con sus métodos propios de trabajo: hacien- do jurisprudencia de fines con jurisprudencia de conceptos podté (Ontribuir el jurista a que todo lo moral sea juridico y a que 1090 lo juridico sea moral, que es lo que han intentado todos los jurist#s ue han sentido la grandeza y servidumbre de su funcidn. . o eee que el Registrador realiza para desclrie 10 < real, lo constitute ne y lo que es real 0 pueda tener mit auicr, wane? 2 derecho real o lo que, con frase d an dadera attividea « le la obligacién entre las partes, contiene sito tividad “creadora” del Derecho y adaptadora del Ress ala nueva realidad, Aqui es donde Vatier pe Goyrisoto no que entender ta “grandeza y ln servidumiee” de kv fancion, pues Que la labor del Nou, ft Sefvidumbre” de fa funcion. PH iuridica tiene ante cet, £R la adaptacién de tas normas a dores. Eater pate Sf el “reno” de la cali de los Bee ean {reno puede ser saludable igue evitar s 0 fantasias, pero puede oot Slab si consigue e i le Ser contrario a la vida juridica sie MS, Caifeg, ESTUDIOS SOBRE DERECHO HIPOTECARIO. 331 mente como cancerbero de la letra de ta Ley en contra de las nece- vtjades juridicas vitales. Por es0 es importantisimo que entre ta stasn y el freno haya una ponderada resolucién de los conflctos gue puedan originarse, Esta es la fase de ta jurisprudencta registra de la que hablaremos cn su momento oportuno. Sidecuacion de la realidad al Registro, 1:1 Registrador en su funcién califieadora desarrolla una mision registral, en cuanto ha de adecuar fa realidad juridica con la registral. La labor o funcién parece de simple averiguacién del hecho © no de la previa inscripcién de la finea o de Ia comprobacién de datos que en el documento se le ofrezcan, pero, @ poco que uno profundice en ello, aflora la nece- sidad de unos conocimientos “especiales”, ademas de los normales del jurista, y que van a entrar cn juego para aplicar los principios fundamentales del sistema: el principio de prioridad no sdlo en su manifestacién del despacho formal de los documentos, sino en el de la observancia y respeto del rango correspondiente, los asientos contradictorios, la prioridad sustantiva y Ia formal; la identificacién del titular registral y la aplicacién del principio de legitimacién; la identificacién de la finca, ya que es norma general no solamente aplicable a la inmatriculaci6n que el Registrador no tenga duda fun- dada sobre la identidad de la finca; el principio de especialidad con su reflejo de cargas y limitaciones, y las inevitables buscas de cargas y gravamenes que ello supone; el principio de tracto sucesivo y su forma de reanudarlo si esta interrumpido; la procedencia 0 no de una inmatriculaci6n, etc. ©) Actividad formalist. Decia NUXEz Lacos que el Registrador rea- lizaba una funcién de cardcter formal sobre los libros del Registro, ya que extracta y selecciona lo que ha de pasar a ser el asiento que se realice. La labor es minuciosa, delicada y de fina sensibilidad jur- dica, pues al ser un extracto del titulo debe procurarse que sea lo ms claro posible, pensando no en un presente, sino en un futuro, y debiendo contener todas y cada una de las circunstancias que la Ley Hipotecaria establece bajo la pena de nulidad del asiento (art. 30 LH). _ En mi aportacién a uno de los Congres internacional apuntaba cémo también en patente una funcién creadora, y Garcia Garcia en un vn reflei@ articulo pone ejemplos concretos de ello. Toda inscpe ye una construcci6n juridica extraida, si se quieres del titulo Ge a el Registrador no puede ni “inventarse” nada ni afar na ae no venga en el titulo), pero con otros matices- El negori ei Posible unidad queda roto, parcelado, minimizado, Pe : ae Proceso calificador, que va a modelar lo que el Dee fio en a A poca imaginacién que uno tenga verd reflejado b) sos Registrales de cardcter este momento se hacia ‘en un documentado JOSE MARIA CHICO Y ORTIZ 332 jpoteca. Redactar un asiento no es facil, Ha Iso para saber decir 0 hacer que diga lo que legales y sin la extensién que la escritura iso, 0 debe reflejarse. tiene, inscripcion de hij tener el gran pul con los requisites apartando todo lo que n os de la doble proyeccién de la actividad “cont y “creadora” tiene sus raices en aquellas palabras que a nuestro noble og sce Casran Tovesas, quien al examtinar Ia labor de Registradores y No, se hablaba de que unos y otros, “legalizando y modelando” los actos jy dicos dentro de las categorfas de la Ley, dan Paso, a través de sus cal caciones Iegitimadoras y dentro de los limites que permite la Ley, a nuevos tipos 0 figuras de relaciones juridicas. Es abi, en es0s actos legos de regulacin legal, donde la calificacién desempefta un importante papel, pues en els ie construccién libraria que se ofrece significa un gran esfuerzo lleno de cau- ces juridicos para ser adaptado a la realidad vigente. La tesis que mantenem\ B) Naturaleza juridica La naturaleza juridica de la actividad calificadora esté influida por los ros momentos historicos que la institucién ha pasado y las diversas opi- niones doctrinales sobre su configuracin. Si don Jerénimo GonzAtez repre- senta una etapa crucial para que la construccién se incline por el lado judicial © de jurisdiccién voluntaria, aparece luego una influencia administrativa en ese movimiento de “desprivatizacin” del Derecho, y al cumplirse cien afios dela Ley se aporta una conclusién indeterminada por Lacruz Bere. Entre €sos ejes van a girar las cuatro fundamentales teorfas que la naturaleza oftece El problema hubicra desaparecido si, valientemente y desde su primer momento, hubiésemos afrontado serenamente la “atipicidad” de Ia funcien. = seen eneadeara con el médulo que ofrece el “método dog Seen alguns de las categorias que el Derecho brinda. 10s estas construcciones: a) Analogias y diferencias con ta fun L ipaciér . -A equipacion de funciones ante el Juez y el Registrador fue ob' oe don Jerénii i «1 desea pefa ta cote £7 quien dijo que «al par que Jucz territorial Get la doctrina, y asi suooile officium)». Esta idea influy6 notablemet Leg Re itatse como adscritos y defensores 1 ROW" bin dio pie v aoe =D™ La Rica, Vetus Traveser, Cans 6+) ps Resists en que a iets Resoluciones de Ia Direccién Gene io de 1925, Se sostenia en fechas 4 de julio de 1919 y 25 4°" pal Las razones en 1c | uc Ir que Ese ficacién determina sie rn gPovaba esta configuracién eran las de arreglo a derecho objetivo ha podido 00°" Ay Sede a TS i gcc at ESTUDIOS SOBRE DERECHO HIPOTECARIO ajo real que la inscripci6n debe reflejar y ct de verdad legal a su determinacién, jue resuelve el derecho a favor de una pei ajo. i inscripcin no reviste el bien de caracter de cosa juzgada, crea una situa som eistrador la capacidad de los otorgantes el Ree ispositivos interpreta y aplica” la Ley, ae pe Tribunales de Justicia. Je os Primero se destruy6 la terminologia de “Juez territorial” trajuecion alemana de ta expresi6n “Grund buchrichter” o Juez encargado del Registro). En Alemania, se dijo por Lacave BERDEIO, donde los jueces son los encargados de llevar el Registro, la expresién “Juez tetitorial” indicaria en todo caso no al Registrador que hace oficio de Juce sino al Juez que, entre otros oficios, tiene el de Mlevar el Registro de la Pray piedad. Aparte de otros ataques en torno a otras analogias, como las de independencia de actuacién, el principal argumento que se utiliz6 para des. truir las tesis es que no puede mezclarse Ia actuacién Tegistral con la juris- diccién “contenciosa”, pretendiendo ver el juego de una pretensién judicial que es admitida 0 rechazada. La funcién registral se realiza a través de un procedimiento y no de un proceso, y no tiene por objeto el examen de pre- tensiones, puesto que no se pide nada frente a nadie ni se pide de un éreano jurisdiccional. ela fuer Eo x inada, pues si ardcter de sentencia defintiva y firme, a ion privilegiada, Al calificar y la validez y nulidad de los Cosa que es funcién exclusiva que no es la (Juez del Registro b) Analogias y diferencias con la funcién administrativa Al fracasar la teorfa que trata de asimilar funciones registrales y judiciales surge la postura de situar la funcién registral dentro de los actos de juris- dicci6n voluntaria, y, precisamente, por los ataques que a esa teoria se le hacen es por lo que se intenta asimilar la funcién registral con la del fun- Cionario administrativo. Si jurisdiccién voluntaria es «administracién de Derecho privado o actividad administrativa encomendada a érganos juris- diccionales»; habremos de concluir con GonzALez Pérez que si consideramos Gnicamente jurisdiccién voluntaria a la actividad administrativa realizada por Organos jurisdiccionales es improcedente atribuir tal caracter a la funcién calificadora, en cuanto que se realiza por 6rganos administrativos. Para el desarrollo de la teoria de la analogfa con la funcién administrativa Tn t6 de la configuracidn del Registro como “servicio piiblico”, de la fina- lidad piblica de la institucion y de la configuracién de! 6rgano encargado Como funcionario administrativo. Pueden citarse a CampuzaNo HorMa y HAN PUIGDENGOLAS entre los hipotecaristas, y a GASCON Y Maki, Boe MMLANova, Garripo Fata y SANTA Maria DE Parebes entre los adminis- insta. Sin embargo, ha sido Gonzaie7 PEREZ quien, a bale y lo at “Proceso” y “procedimiento”, aisla los conceptos de to jurisdices 1° sUministratvo. Mientras la funcién jurisdiccional supone resolver con 534, JOSE MARIA CHICO Y ORTIZ. fuerza de “verdad legal” una cuestién de Derecho, la funcién a es la realizacién de la actividad del Estado conforme a las norm: en vigor. La funcién registral_ —que no tiene por objeto ele pretensiones— es una auténtica funcién administrativa, Ya que se trata In realizacién conereta por el Estado de una finalidad pablica, cual gt publicidad que distancia a Ja funcién de las restantes administratvay Registro de la Propiedad es un “servicio piiblico”, como un modo de accign administrativa que no es policia ni fomento, sino, precisamente, Servicio publico. sdministaig 2 legislate AMEN de ag Lacruz Berbeso, en el centenario de la Ley Hipotecaria de 1861, ya se ocupé de desmantelar esta teorfa, y recientemente vuelve a hacerlo en otto trabajo. La actividad registral puede ser considerada como administrativa (organizacién, reglamentacién del servicio, horarios, etc.), pero no toda la actividad registral es administrativa, es decir, todo el Derecho hipotecario formal. No es fecundo decir que el Registro de la Propiedad es un “servicio puiblico”, ya que, de una parte, no es una forma de actividad administrativa, sino el fin mismo que la inspira, y, de otra, las prestaciones registrales y notariales tienen menos de comin con las de cualquier servicio piblico tipico que con las de la Administracién de Justicia. Por tiltimo, los actos registrales no se impugnan en via auténticamente administrativa, no hay intervenciin de Grganos distintos del Registrador y versan sobre derechos privados, cosa que, parece ser, es ajena a lo que dispone la Ley de Jurisdiccién Conten- cioso-Administrativa en su norma. La Administracién no es parte en cl pro- cedimiento registral como lo es en los administrativos ordinarios: las deci- siones del Registrador tienen, a estos efectos, el valor de las de un Juez y asf, los derechos que crean no pueden ser anulados por la Administracién. En contra de la idea de GonzAtez Pérez. es preciso sostener que, si bien el Registro presta un “servicio publico”, cllo no quiere decir que sca “servicio Piblico”; que no es lo mismo publicidad noticia (propia de los Regist administrativos) que publicidad efecto (propia de los Registros juridicos 4 bienes que protegen la seguridad del tréfico); la estructura administra Ro encaja en la organizacién registral, donde la competencia territorial Y ha independencia en la calificacién alejan cualquier semejanza con el acto i" nistrativo; la calificacién registral no tiene reflejo en la via contencios? sat ministrativa; igualmente, tampoco el procedimiento registral se Pace ©? nada al administrativo; la técnica del acto administrativo (sumisidn & la U3 normas jerarquizadas y fiscalizacién jurisdiccional), ni los principios de! Pit aimiento administrativo, ni su teoria det silencio, ni la concencio” My eee euardar la mas minima semejanza con la actuacin regis“ je acepta el cardcter de funcionarios PUiblicos es porque a su lado esti © se soo el jurista a {iblic? iu wey profesional del Derecho, que con su intervencién hi pai 7 ento en el e interviene : en ot pbre el que interviene y faculta a una intervencién cn 90" ESTUDIOS SOBRE DERECHO HIPOTECARIO 535 soen nombre del Estado) y bajo la exclusiva responsabilidad del Re rio has Iu del Estado cn forma subsidiaria), “et se | Resolucién de 7 de abril de 1938 asimilé ta funcidn registral con I a Mativa, caificando a las decisiones registrales como “sentencias ad i ree pero esta Linea queds absolutamente abandonada, i ‘nde 26 de julio de 1986 se seftala que, si bien se uprentma » | ign voluntaria, nO ¢s jurisdiccional y es propiamente distinta de ranistrativa, no estando sujeta a sus normas y sia las eviles, Ina se pronuncia la de 6 de junio de 1991. Es igualmente distinta de sentido ce cl liquidador fiscal (arts. 254 LH y 414 RH, asi como —entre Wea las Resoluciones de 4 de mayo de 1992, 21 de octubre y 21 de dciem- bre de 1987)- aan y ya en la weave ciel «)Analogias y diferencias con la juisdiccion voluntaria Las dos teorias anteriores han puesto de manifiesto una serie de analogias ue la funcidn registral presenta con la judicial y con la administrativa, pero vinbign las diferencias que las separan, lo cual hace que la doctrina, ansiosa + un posible encuadramiento dentro de figuras conocidas, elija la “juris- vrecién voluntaria” como médulo para configurar la funcién registral. En la doctrina esta postura puede calificarse de clasica y su militante mas des- tacado es don Jeronimo GonzAtez, quien decia: «Los mas antiguos autores de Derecho hipotecario colocaban estas funciones entre las judiciales y las administrativas, por tener de las primeras el examen y apreciacién de la prue~ ba documental y la decisién sobre cuestiones civiles, asi como la elasticidad, rapidez y menor solemnidad de las segundas. Sin discusién, se colocan hoy entre los actos de jurisdiccién voluntaria, por servir principalmente al desarrollo normal de las relaciones juridicas y para legitimar situaciones inmobiliarias, cualesquiera que sean las naturales repercusiones de los asien- tos practicados en el juicio contradictorio que sobre las mismas pudiera establecerse.» En nuestro actual panorama hipotecario el principal representante de la teorfa es Roca SasrRe, quien dice que la jurisdiccién voluntaria implica una cooperacién de los Grganos oficiales para fijar auténticamente un dere- cho subjetivo de cardcter privado, mira a las futuras relaciones juridicas, tien- de a establecer situaciones claras y busca en un procedimiento solemne, y hen la discusién de un contradictor particular, la energia con que impondré Sus declaraciones erga omnes. Esta postura, que, segtin dice Sanz FERNANDEZ, Pieausado estado en nuestro Derecho hipotecaria, la siguen el citado autor, Pee ‘Terry, Tovacio DE Casso, SANCHO ReBuLwipa, etc., ¥ ws Rens Hoag ns de la Direccién General de los Registros de 13 de septiembr 6,14 de octubre de 1932, 10 de abril de 1934, 31 de marzo de 1960 y de marzo de 1961, jst: MARIA CHICO Y ORTIZ 1a funcién registral con la jurisdice ion de Ia Tue que median entre la jurisdiecr frido ataque: por las diferene’ s qu 7 fada J risdiccién yojyn ha sufrido ae i as funcioncs semejantes desempenadas por funcionarios fc judicial . ya ra sexu BERDEIO dice que Ia propia jurisdiccién yon plo en tcla de juiclo que no pocos procesalistas reenyign girva de ejemplo el concepto que de la misma da Gon ido a CALAMANDRE!, estima que la jurisdiceign

También podría gustarte