◦ El fraude constituye la disminución intencional del patrimonio del
deudor en perjuicio de los acreedores, ya sea por acto unilateral (actos a título gratuito) o en concierto entre el deudor y el tercero para perjudicar al acreedor con la reducción del patrimonio que sirve de garantía a sus créditos. MEDIOS DE TUTELA DE LOS ACREEDORES
◦ LA ACCIÓN SUBROGATORIA Y LA ACCIÓN PAULIANA.
◦ El acreedor puede encontrarse, respecto de su deudor, en dos
situaciones:
◦ Que haya garantizado el cumplimiento de su obligación mediante
una garantía real (hipoteca, prenda, etc.) o, al no haber asegurado su crédito con un derecho real de garantía, el conjunto de sus bienes constituya su garantía, entonces, su derecho estará librado a la buena fe con que actúe su deudor, quién podrá o no enajenar sus bienes, disminuyendo su patrimonio y poniendo en riesgo el derecho de sus acreedores. Existen dos maneras por las que el deudor puede disminuir su patrimonio en perjuicio de su acreedor:
◦ Por omisión, negándose a recibir bienes que incrementarían su
patrimonio, y ◦ Por comisión, disponiendo del patrimonio que tiene.
En el primer supuesto, la ley autoriza al acreedor a subrogarse en el
derecho del deudor por medio de la acción subrogatoria u oblicua, ejerciendo las acciones que al deudor le corresponden para aceptar los bienes o derechos que incrementarían el patrimonio con que se garantizará las obligaciones. V.gr.: Una donación, un legado, etc.. En el segundo supuesto, cuando la disminución del patrimonio se produce por acción del deudor, la ley autoriza al acreedor a pedir se declaren ineficaces los actos de disposición del patrimonio, perjudiciales a su derecho, por intermedio de la acción revocatoria o pauliana. El deudor puede actuar en perjuicio de sus acreedores, simulando la disposición de sus bienes o disponiendo de ellos realmente. En la acción subrogatoria u oblicua se beneficia al accionante; mientras que la acción pauliana beneficia a todos los acreedores.