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¿Qué es una Agencia de Calificación de riesgo?

Una agencia calificadora es una empresa que evalúa la solidez financiera de


empresas y entidades gubernamentales, especialmente su capacidad para cumplir
con los pagos de capital e intereses de sus deudas. La calificación asignada a una
deuda dada muestra el nivel de confianza de una agencia de que el prestatario
cumplirá con sus obligaciones de deuda según lo acordado.

Cada agencia utiliza puntuaciones únicas basadas en letras para indicar si una
deuda tiene un riesgo de incumplimiento bajo o alto y la estabilidad financiera de
su emisor. Los emisores de deuda pueden ser naciones soberanas, gobiernos
locales y estatales, instituciones de propósito especial, empresas u organizaciones
sin fines de lucro.

Las 3 grandes agencias de calificación crediticia

La industria de calificación crediticia está dominada por tres grandes agencias,


que controlan el 95% del negocio de calificación. Las principales firmas incluyen
Moody's Investor Services, Standard and Poor's (S&P) y Fitch Group. Moody's y
S&P están ubicados en Estados Unidos y dominan el 80% del mercado
internacional. Fitch está ubicada en Estados Unidos y Londres y controla
aproximadamente el 15% del mercado global.

Morningstar Inc. ha estado ampliando su cuota de mercado en los últimos tiempos


y se espera que aparezca entre las "cuatro principales agencias de calificación".
La Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. (SEC) identificó a las tres grandes
agencias como Organizaciones de calificación estadística reconocidas a nivel
nacional (NRSRO) en 1975.

Las tres grandes agencias fueron objeto de fuertes críticas después de la crisis
financiera mundial por otorgar calificaciones favorables a instituciones insolventes
como Lehman Brothers. También se les culpó de no identificar valores
respaldados por hipotecas riesgosos que llevaron al colapso del mercado
inmobiliario en los Estados Unidos.
Factores de riesgo país:
Entre los factores que entran a analizar estas calificadoras están el "riesgo
soberano", el "riesgo económico", el "riesgo político", el "riesgo social" y el "riesgo
internacional", en el largo y el corto plazo.

RIESGO SOBERANO
, el "riesgo soberano" se establece al analizar factores como "el historial de pagos,
la estabilidad política, las condiciones económicas y la voluntad de repagar
deudas" de cada país o entidad analizada.

Aunque las calificadoras monitorean constantemente las economías de los países,


también lo hacen en empresas, agremiaciones, bancos y sectores.

RIESGO ECONÓMICO
que para establecer el riesgo económico, se hace a través de un análisis
cuantitativo sobre la capacidad de pago de un país.

Las calificadoras "parten de un estudio histórico del desarrollo económico, del


crecimiento obtenido, de las fuentes de crecimiento, de la distribución de la
riqueza y de las oportunidades del país".

En este ítem se analiza el mercado laboral, el nivel de ahorro e inversión, la


política fiscal y monetaria, el mercado cambiario y las balanza comercial, entre
otras.

RIESGO POLÍTICO

Aquí debe considerarse el contexto en el que se desenvuelve el país en cuanto a


"los principales actores e instituciones políticas, el tipo de liderazgo, el grado de
madurez de las instituciones, la estructura y el funcionamiento de la oposición".
RIESGO SOCIAL

Las calificadoras también establecen el riesgo social. Aquí se ponen sobre la


mesa aspectos como el nivel de vida de la población, los problemas éticos y
religiosos y los conflictos regionales. Así, los inversionistas podrán tener mucha
mayor información sobre detalles puntuales de la economía del país.

RIESGO INTERNACIONAL

Finalmente, las calificadoras de riesgo también analizan el contexto internacional,


las leyes y condiciones que puedan favorecer o afectar a un determinado país, las
alianzas que pueda tener con terceros países y su participación en organismos
internacionales.

Además de estos riesgos, también evalúan el crecimiento del Producto Interno


Bruto, las perspectivas de inflación, la tasa de desempleo, el déficit fiscal y la
cuenta corriente

LAS CALIFICACIONES

Cada calificadora tiene escalas diferentes, pero básicamente A es la más alta, B


es buena y satisfactoria y C y E no alcanzan a clasificar para inversión.

Un BBB significa que está por encima de un BBB- o un BB+, pero por debajo de
un BBB+ o AA+.

En caso de que la nota caiga, el rango de un país bajaría y los inversionistas lo


pensarían más de dos veces para poner su dinero, además de otras
repercusiones económicas, ligadas a los riesgos que estas calificaciones implican.

Según la definición de la Superintendencia Financiera, la perspectiva puede ser


"positiva", lo que indica que la calificación puede aumentar o mantenerse; o
"negativa" lo que indica que la calificación puede bajar o quedarse allí, según las
decisiones que se tomen.
Para que una calificación cambie interfieren situaciones como déficit de cuenta
corriente de un país, aspectos macro, condiciones internacionales, reformas
tributarias, entre otros temas.

¿Que títulos valores requieren de una calificación obligatoria?


De acuerdo al decreto 1076/07 del Ministerio de Hacienda y Crédito Público, los
valores que deben calificarse son: los bonos ordinarios emitidos por entidades
diferentes de los establecimientos de crédito o papeles comerciales, excepto los
emitidos por FOGAFIN; bonos ordinarios o de garantía general emitidos por
establecimientos de crédito, bonos emitidos por entidades públicas, excepto
emitidas por FOGAFIN; y los valores emitidos como resultado de un proceso de
titularización.

¿Además de los títulos valores, las personas jurídicas requieren de una


calificación?
Desde el punto normativo existe una obligación en cabeza de los inversionistas
institucionales de verificar que las entidades o valores en los cuales pretendan
invertir cuenten con un nivel mínimo de calificación establecido en la propia
regulación colombiana. De otra parte, los inversionistas requieren y utilizan los
diferentes tipos de calificaciones de las entidades del sector financiero como
establecimientos de crédito, leasing, comisionistas, fiduciarias y administradoras
de fondos de pensiones, como herramientas para asignación de cupos de
contraparte o entrega de recursos para su administración, lo cual convierte estas
calificaciones en un requerimiento del mercado.

. ¿Qué diferencias hay entre una calificación de corto plazo y una de largo
plazo?
Las calificaciones de corto y largo plazo representan una evaluación de la
probabilidad de un incumplimiento en el pago tanto de capital como de sus
intereses. La diferencia se basa en que la calificación de corto plazo se asigna a
una deuda con vencimientos originales de un (1) año o menos. Una calificación de
largo plazo se refiere a deuda con vencimientos mayores a un (1) año.
Las escalas de calificación se dividen en grado de inversión o de no inversión.
Las calificaciones en grado de inversión reflejan la capacidad de repagar
oportunamente capital e intereses y las calificaciones en grado de no inversión
sugieren la probabilidad de incumplimiento de las obligaciones.

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