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SIMULACIÓN DE AUDIENCIA EN LA ASIGNATURA DERECHOS HUMANOS Y

DERECHO INT. HUMANITARIO

INTEGRANTES:

NANCY AYALA AYALA


MARIBEL LAGUADO VEGA
ANMPARO MARIÑO MENDOZA
EDUIN ALFONSO PARADA MONTES
MANUEL

UNIVERSIDAD DE SANTANDER
FACULTAD DE DERECHO
CUCUTA
2018
(A cargos de Representantes de la CORTE INTERAMERICANA DE LOS
DERECHOS HUMANOS).

Muy buenas noches señ ores Magistrados y honorable corte,


representantes de las víctimas, y representantes del Estado, Mi nombre es
________, identificada con la C.C No _______, representando a la CORTE
INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS, a continuació n vamos a
presentar cargos formulados en contra de la Republica de Colombia.

COMPETENCIA:

La Corte es competente, en los términos del artículo 62.3 de la


Convenció n, para conocer el presente caso, en razó n de que Colombia es
Estado Parte en la Convenció n Americana desde el 31 de julio de 1973 y
reconoció la competencia contenciosa de la Corte el 21 de junio de 1985.

DERECHOS VIOLADOS:

Con el propó sito de determinar si existe responsabilidad internacional de


Colombia, la Corte estima pertinente analizar el presente caso de acuerdo
con la estructura de las obligaciones que impone dicho tratado a los
Estados Partes y en atenció n a las circunstancias y particularidades
propias por considerar que violo los artículos 4 ( Derecho a la Vida),
Articulo 5 (Derechos a la Integridad Personal) Articulo 7 ( Derecho a la
Libertad Personal) Articulo 8.1 ( Derecho a las Garantías Judiciales) y el
Articulo 25 ( Derechos a la Protecció n Judicial en perjuicio de los
familiares de las víctimas, todos ellos en conexió n con el Artículo 1-
Obligació n de Respetar los Derechos.

ANALISIS DE FONDO:

La responsabilidad que la Corte interamericana de Derechos Humanos le


atribuye al Estado Colombiano radica por los hechos ocurridos aquel 13 y
14 de Enero de 1990, por la desaparició n forzada de 37 individuos y a la
ejecució n de seis campesinos, en total 43 personas, todas ellas
pertenecientes a la població n de Pueblo Bello, Antioquia. La Corte
Interamericana señ ala que este acto “se inscribe como un acto de justicia
privada a manos de los grupos paramilitares liderados por Fidel Castañ o
en el departamento de Có rdoba, perpetrado con la aquiescencia de
agentes del Estado por NO Garantizar los Derechos Protegidos en los
Artículos 4, 5 y 7 de la misma (Derechos a la vida, a la  integridad
personal y a la libertad personal), con fundamento a lo siguiente;

● Cuando se perpetró la masacre ya se había derogado la estructura


legal que permite la existencia de grupos de autodefensa. El Estado
colombiano no genero estrategias efectivas para el desmonte de los
grupos criminales que surgieron como producto del permisivo
sistema legal.

● En la Zona estaba asignada la Brigada XI en Montería y la Brigada


Mó vil Nú mero 1, la cual se fundó con el fin de recuperar el orden
pú blico después de desmontados los decretos que permitían el
fenó meno paramilitar, un indicio claro de que en el lugar se conocía
que había actividad paramilitar que podría afectar a la població n
civil.

● El Estado Colombiano por su parte NO demostró que dicha Brigada


Mó vil hubiese sido diligente a la hora de proteger a la població n de
Pueblo bello. Por tal motivo, el Estado colombiano es responsable
de la vulneració n al derecho a la vida de los pobladores
masacrados; al derecho a la libertad personal, porque antes de
morir las víctimas fueron detenidas arbitrariamente; al derecho a
la integridad personal, pues estas presentaban señ ales de torturas
previas a que se les diera muerte. La Corte haya responsable al
Estado de haber violado la integridad personal de los familiares de
las víctimas, quienes se vieron sometidos a ver có mo se llevaron a
sus seres queridos, a la incansable bú squeda de los desaparecidos y
al hecho de que no se efectuara la justicia con prontitud,
empezando porque el Estado no llevó a cabo una investigació n
efectiva para esclarecer los hechos.

Con respecto al Derechos protegidos en los artículos 8.1, articulo 25,


Derecho a las Garantías Judiciales y Protecció n Judicial de la Convenció n,
la Corte interamericana de derechos Humanos considera que el Estado
Colombiano Violo estos Derechos con fundamento a lo siguiente:
● Las Victimas iniciaron proceso tanto en la justicia penal ordinaria
como en la justicia penal militar. Donde se llevaron diferentes casos
y procedimientos, la exhumació n de cadá veres en las fincas “Las
Tangas” y “Jaraguay”, por la revelació n de un paramilitar confeso.
La forma en que se ejecutó este procedimiento ya que “de tales
actuaciones solo constan dos actas y una diligencia de
levantamiento de cadá veres en el acervo probatorio” cosa que no
contrastó con los 24 cadá veres hallados en la fosa y que al
trasladarlos al hospital de Montería, en donde se reconocería a
algunos de los que fueron secuestrados la noche de la masacre.

● Ademá s, la negligencia del personal del hospital de Montería con


respecto al trato de los cadá veres, seis de los cuales fueron
reconocidos porque sus familiares los identificaron. Los otros
cuerpos se dispusieron en una fosa comú n, que hasta 1997 no se
revisó para reconocer por medio de otras técnicas a otras víctimas
de la masacre. Sin embargo, los estudios realizados no arrojaron
ningú n tipo de identificació n de las personas que perecieron en la
masacre.

● La Corte considera Grave que los 60 paramilitares que cometieron


el crimen no han sido vinculados a la investigació n por no haber
sido identificados. Por otro lado, la corte Condena el hecho de que
el juicio se desarrolló en ausencia de los victimarios, de quienes
afirmó que “se han visto beneficiados con la acció n de la justicia que
los condena pero no hace efectiva la sanció n”.

● La jurisdicció n penal militar, por su parte, no mostró mayor interés


en esclarecer los hechos sucedidos en Pueblo Bello, ni la posible
responsabilidad de sus agentes en esta masacre, lo que se evidencia
de que nunca se abrió oficialmente una investigació n penal, a pesar
de que un testigo que participó en la masacre declaró la
participació n de oficiales en los sucesos. La Corte estima que la
actitud de la justicia penal militar fue negligente, y que desde un
principio no se debió llevar el proceso a esa instancia, en donde
tampoco avanzó no obstante las pruebas existentes.

● Si bien la masacre de Pueblo Bello ocurrida en enero de 1990 fue


organizada y perpetrada por miembros de grupos paramilitares,
aquélla no se hubiese podido ejecutar, si hubiere existido
protecció n efectiva de la població n civil en una situació n de riesgo
razonablemente previsible por parte de miembros de las Fuerzas
Armadas o de seguridad del Estado.

● La Corte concluye que el Estado no cumplió con su obligació n de


garantizar los derechos humanos consagrados en los artículos 4, 5 y
7 de la Convenció n, por haber faltado a sus deberes de prevenció n y
protecció n, en perjuicio de las personas desaparecidas y privadas
de su vida en este caso, garante, debido a la situació n del conflicto
armado que imperaba en esa zona y que habría llevado al propio
Estado a adoptar medidas particulares.

● Tras analizar los alegatos de hecho y de derecho aportados por las


partes, la Corte Interamericana de Derechos Humanos declara por
unanimidad que la Republica de Colombia violo los derechos
anteriormente relacionados en los cuales se evidencia
particularmente aspectos como el fenó meno del paramilitarismo y
la responsabilidad del Estado por su conducta permisiva y/o
negligente al no proteger la vida de pobladores.

PRETENSIONES:

1. Que el Estado lleve adelante una investigació n completa, efectiva e


imparcial en la jurisdicció n ordinaria, con el fin de juzgar y sancionar a
todos los responsables por la desaparició n forzada y la ejecució n
extrajudicial de las víctimas de Pueblo Bello.

2. Que el Estado adopte las medidas necesarias para localizar e identificar


los restos de las víctimas cuyo paradero no haya sido aú n establecido y
devolverlos a sus familiares.

3. Que el Estado repare a los familiares de las víctimas por el dañ o


material e inmaterial sufrido en virtud de las violaciones a la Convenció n
Americana aquí establecidas.

4. Que el Estado adopte las medidas necesarias para combatir y


desmantelar a los grupos paramilitares conforme a las recomendaciones
adoptadas por la CIDH en sus informes generales, así como por la
comunidad internacional.

5. Que el Estado adopte las medidas necesarias para evitar que hechos
similares vuelvan a cometerse, de conformidad con el deber de
prevenció n y garantía de los derechos fundamentales reconocidos en la
Convenció n Americana, así como las medidas necesarias para dar pleno
cumplimiento a la doctrina desarrollada por la Corte Constitucional
colombiana en la investigació n y juzgamiento de casos similares por la
justicia penal ordinaria.

REPARACIONES Y CONDENAS

La Corte interamericana de Derechos humanos Mediante Sentencia de


fecha 25 de Noviembre de 2006. DECLARA Administrativamente
Responsable al Estado Colombiano – Al Ministerio de Defensa Nacional –
Ejército Nacional, por la violació n del Derechos a la vida, a la integridad
personal y a la libertad personal, consagrados en los artículos 4.1, 5.1, 5.2,
7.1 y 7.2 de la Convenció n, en perjuicio de Juan Luis Escobar Duarte, José
Leonel Escobar Duarte, Andrés Manuel Peroza Jiménez,  Jorge David
Martínez Moreno, Ricardo Bohó rquez Pastrana y Ovidio Carmona Suá rez,
en relació n con la obligació n general de respetar y garantizar los derechos
establecida en el artículo 1.1 de dicho tratado, en razó n del
incumplimiento de su obligació n de garantizar esos derechos, por haber
faltado a sus deberes de prevenció n, protecció n e investigació n.

DECLARAR Administrativamente Responsable al Estado Colombiano –


Al Ministerio de Defensa Nacional – Ejército Nacional, por la violació n en
perjuicio de Manuel de Jesú s Montes Martínez, Andrés Manuel Fló rez
Altamiranda, y otros, los derechos a la vida, a la integridad personal y a
la libertad personal, consagrados en los artículos 4.1, 5.1, 5.2, 7.1 y 7.2 de
la Convenció n, en relació n con la obligació n general de respetar y
garantizar los derechos establecida en el artículo 1.1 de dicho tratado, en
razó n del incumplimiento de su obligació n de garantizar esos derechos,
por haber faltado a sus deberes de prevenció n, protecció n e
investigació n. 

DECLARAR Administrativamente Responsable al Estado Colombiano –


Al Ministerio de Defensa Nacional – Ejército Nacional, por la Violació n en
perjuicio de los familiares de las personas desaparecidas y privadas de la
vida, el derecho a la integridad personal, el Derecho a las Garantías
Judiciales para Garantizar el acceso a la Justicia consagrados en los
artículos 5.1, 8.1 y 25 de la Convenció n, en relació n con la obligació n
general de respetar y garantizar los derechos establecida en el artículo
1.1 de dicho tratado.

Frente a estas circunstancias la corte ORDENA al Estado Colombiano a


indemnizar a los familiares de las víctimas, por dañ os materiales e
inmateriales, mediante recursos econó micos, completar eficazmente un
plazo razonable para la investigació n de todos los partícipes en la
masacre, adoptar medidas para que las violaciones por derechos
humanos sean efectivamente investigadas con el fin de evitar la
repetició n, buscando consigo identificar a las víctimas desaparecidas
“entregando los restos mortales a los familiares y cubrir con los gastos de
entierro, y la ejecució n de una denuncia pú blica y el reconocimiento de la
responsabilidad internacional .

La Corte ORDENA, al Estado Colombiano, publicar, dentro del plazo de


seis meses, contado a partir de la notificació n de esta Sentencia de Fondo,
Reparaciones y Costas, por una vez, en el Diario Oficial y en otro diario de
circulació n nacional, la secció n de esta Sentencia denominada Hechos
Probados, sin las notas al pie de pá gina correspondientes, así como la
parte resolutiva de la misma.

La Corte supervisará el cumplimiento  íntegro de esta Sentencia de


Fondo, Reparaciones y Costas y dará por concluido el presente caso una
vez que el Estado haya ejecutado lo dispuesto en la misma.  Dentro del
plazo de un añ o, contado a partir de la notificació n de esta Sentencia de
Fondo, Reparaciones y Costas, el Estado deberá rendir a la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, un informe sobre las medidas
adoptadas para darle acatamiento.

Sentencia de Fondo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos


C.I.D.H, San José de Costa Rica, a los 25 días del mes de Noviembre de
2006.

ALBERTO PÉ REZ PÉ REZ


Juez.

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