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Resiliencia (ecología)

Después de un incendio, el ecosistema forestal tiene una cierta capacidad de "cicatrizarse" para
recuperarse. Esta resiliencia ecológica varía con el contexto biogeográfico e histórico.

El oeste de Nueva Orleans, seis meses después del paso del huracán Katrina.

Resiliencia es el término empleado en ecología de comunidades y ecosistemas para señalar la


capacidad de estos de absorber perturbaciones, manteniendo sus características de estructura,
dinámica y funcionalidad prácticamente intactas; pudiendo retornar a la situación previa a la
perturbación tras el cese de la misma.1 Por regla empírica general, se ha observado que las
comunidades o los ecosistemas más complejos —que poseen mayor número de interacciones
entre sus partes—, suelen poseer resiliencias mayores, ya que existe una mayor cantidad de
mecanismos auto reguladores.

La capacidad de resiliencia de un ecosistema está directamente relacionada con la riqueza de


especies y el traslado de los servicios del ecosistema. Es decir, que un sistema en el cual sus
integrantes tengan más diversidad y número de funciones ecológicas, será capaz de recuperarse
de mejor manera ante perturbación específica.

La resiliencia se define como la capacidad de un sistema para regresar a las condiciones


anteriores a la perturbación.234 Para calcularla en un intervalo de tiempo determinado se
realiza el cociente entre las medidas antes y después de la perturbación de cualquier variable
descriptiva del ecosistema

Resiliencia en el diseño de paisajes

Se entiende el diseño del paisaje como el diseño intencionado de edificaciones, paisajes,


comunidades y regiones, siendo consciente de las vulnerabilidades que presentan. Para el
Instituto del Diseño Resiliente, tener en cuenta la resiliencia en los diseños implica enfocarse en
lo práctico, en las soluciones aterrizadas (que llevan tiempo funcionando bien sobre el terreno).6
Para el diseño de paisaje es común aplicar el análisis de los elementos que conforman el sistema
al que llamamos paisaje cultural7 tomando en cuenta las variables tanto ambientales como
sociales-culturales que los modifican, ya que entendemos al paisaje como algo dinámico. Si bien
la cultura es la que moldea al planeta transformando las fronteras es entonces el territorio el
medio por el cual estas culturas humanas se consolidan, según Carl O. Sauer.

Desde los años 1970 el arquitecto paisajista escocés, Ian L. McHarg replanteó el diseño y
planeamiento del paisaje con la recuperación del genius loci8 ligado directamente con la
valoración de los elementos sujetos a un cambio, a la temporalidad.
Para el Instituto del Diseño Resiliente, estos elementos se miden en principios que fungen como
la directriz que el diseñador sigue para lograr identificar, conocer y aplicare este tipo de diseño
en sus métodos para llevar a cabo algo que brinde un beneficio ambiental y social.

Pérdida de la resiliencia

Un sistema que posee resiliencia es aquel que, cuando se ve sujeto a una alteración, sigue
existiendo y funcionando esencialmente de la misma manera. El funcionamiento de los
ecosistemas es lo que permite la prestación de muchos de los servicios que el medio ambiente
le brinda a la economía. Los factores que fomentan a la resiliencia de un ecosistema dan paso a
una sostenibilidad. Un ecosistema puede ser resistente respecto a un tipo de alteración, pero
no a otro. Sin embargo, destacamos que parece haber un consenso respecto a que las
reducciones de la biodiversidad —perdida de poblaciones— en un ecosistema se deben
considerar amenazas a la resiliencia. De lo que se desprende que la pérdida de biodiversidad
debe ser considerada una amenaza a la sostenibilidad. Tanto la extracción de recursos como la
acumulación de residuos participan en la pérdida de biodiversidad. Es decir, estos dos aspectos
constituyen una amenaza para la sostenibilidad en cuanto a las consecuencias que acarrean para
la resiliencia de los ecosistemas.

La pérdida de resiliencia ecológica está en debate ya que el planeta Tierra ha sufrido todo tipo
de desastres y cataclismos de los cuales se ha recuperado gradualmente. También es menester
destacar el fenómeno de la savanización del Amazonas tras los incendios y la desforestación, así
como la recuperación de la capa de ozono en la Antártida, hechos que, para muchos miembros
de la comunidad científica, ponen en duda que se haya rebasado el punto de no retorno.9

La resiliencia es una medida de la magnitud de los disturbios que puede absorber un sistema
para pasar de un equilibrio a otro. De otra forma se argumenta que las actividades económicas
son sostenibles solamente si los ecosistemas que soportan la vida, y de los cuales son
dependientes estas actividades, tienen un adecuado nivel de resiliencia.

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