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La Restauración de la Republica

La Guerra de Restauración se realizó de 1863 a 1865 entre los dominicanos y


españoles, 17 años después de lograda la Independencia de la República en
1844 contra los haitianos, cuando los conservadores nacionales intentaron de
nuevo anexar el país a España. El valor, arrojo y las ansias de libertad de los
dominicanos hicieron posible la memorable victoria frente a las tropas
enemigas superiores en números.

El 18 de marzo de 1861 el presidente Pedro Santana anexó la República


Dominicana a España convirtiendo al país dominicano en un provincia
española. La nación se encontraba en banca rota producto de guerras
independentistas, quienes llevaban los hatos solo obtenían pérdidas, en medio
de la grave crisis económica algunos creyeron que la anexión pondría fin a
tantos problemas y que esto impulsaría una nación más próspera, pero no
resultó ser así.

El 2 de mayo de 1861 un grupo de dominicanos se reveló en contra de las


autoridades españolas en el poblado de Moca tomando el cuartel militar para
luego ser atrapados y fusilados la misma noche por órdenes del mandatario
dominicano.

Un mes y medio después de la anexión, el prócer Francisco del Rosario


Sánchez penetró al país desde Haití con la finalidad de derrocar al Gobierno
español, pero también fue atrapado y fusilado. Tras dos años del dominio
español, las medidas administrativas no mejoraron la situación económica y
hubo una segregación tal que los mejores puestos de trabajos públicos eran
para los españoles, a esto se une el trato despectivo por parte de las
autoridades españolas a los dominicanos.

La devalución de la moneda pese a administración española hacía más pobre


al país, y se une a esto los impuestos que tenían que pagar los criollos por
concepto de importación hacia la mercancía española, hecho que provocaba
pérdidas monetarias para muchos comerciantes locales.
Un líder dominicano de nombre, Santiago Rodríguez, se aprovechó del
descontento que reinaba en la población y planificó una conspiración que
fracasó por falta de preparación dominicana. El 16 de agosto de 1863 un nuevo
grupo de líderes iniciaron una ofensiva plantando una bandera que implicaba el
inicio de la guerra liberadora, lucha a la que se unieron todos los campesinos
de la región.

En la provincia de Santiago se levantó tal ofensiva de donde surgió el


comandante Gregorio Luperón, quien reorganizó la ofensiva y brindando al
pueblo dominicano las energías necesarias para continuar la lucha que venían
librando.

Tras la fuerte lucha emprendida por la parte ciudadanos dominicana el 7 de


septiembre de 1863 se formó el denominado grupo restaurador, quienes tenían
como objetivo reestructurar y reconstruir el Gobierno. El presidente Santana se
enfrentó en la localidad de Arroyo Bermejo al ejército restaurador pero fue
derrotado, de esta manera se vio obligado a regresar a Santo Domingo, este
hecho marcó el estancamiento de la guerra.

El 15 de mayo de 1864 un nuevo gobernador de España rearmó a la


agrupación española y contraatacó pero fueron detenidos por la ofensiva
dominicana. Tras intentos fallidos por parte de los españoles de recuperar el
control, ya en 1865 con las tropas españolas dominando solo Santo Domingo el
gobernador, José de la Gándara, solicitó a la reina española permiso para
negociar la derrota, autorización que le fue concedida causando que las tropas
extranjeras abandonaran el país caribeño.

Ya para el 10 de julio de 1865 las tropas dominicanas ingresaron triunfantes a


la ciudad capital terminando con ello la guerra de la Restauración de República
Dominicana y logrando su emancipación.

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