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La revolución

invisible de la
competitividad
ÍNDICE

1. Qué es el IoT..................................................................................................................................... 4

2. Cómo funciona el IoT...................................................................................................................... 7

3. Desafíos que plantea el IoT........................................................................................................... 8

4. Oportunidades que llegan de la mano del IoT.......................................................................... 10

5. Las consecuencias del IoT y su impacto en los diferentes sectores.................................... 12

6. Presente y futuro de la adopción IoT en Europa...................................................................... 16

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La relevancia de IoT en la actualidad podría resumirse en un solo dato: ya hay más dispositivos
conectados que personas en el mundo. Según investigaciones de Gartner, la cifra alcanzará los 20,4
mil millones en 2020, con un gasto que superará el billón de dólares americanos para esa misma fecha
(Silicon).

Dos tercios de todos estos dispositivos se encuentran repartidos entre China, Norteamérica y Europa
occidental, y, de ellos, más de la mitad son productos de consumo inteligentes.

Número de dispositivos del IoT conectados en todo el mundo (en miles de millones de dólares) Statista

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1. Qué es el IoT

El Internet of Things, o IoT, es una red formada por miles de millones de dispositivos físicos en todo
el mundo conectados a Internet, recopilando y compartiendo datos de forma continua. Gracias a
procesadores y redes inalámbricas, es posible convertir cualquier cosa, desde una pastilla a un avión, en
parte de IoT. Esto agrega un nivel de inteligencia digital a los dispositivos que les permite comunicarse
sin implicar al ser humano, fusionando los mundos físico y digital.

Ejemplos de dispositivos de IoT


Existen muchos ejemplos de dispositivos de IoT, que van desde los televisores inteligentes a las cámaras
de seguridad, de algunos modelos de frigorífico a los wearables. Casi cualquier objeto físico se puede
transformar en un dispositivo IoT.

Las Smart houses están llenas de ejemplos. Desde la luz de la entrada que se enciende remotamente
usando una aplicación de teléfono inteligente, a un sensor de movimiento o un termostato inteligente.

También en la ciudad pueden encontrarse distintas muestras de esta clase de dispositivos. Las Smart
cities cuentan con una red de farolas conectadas y semáforos inteligentes.

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Características de los dispositivos de IoT
Lo que está claro es que los dispositivos conectados, a pesar de ser diferentes entre sí, reúnen
características comunes, como las siguientes:

• Pueden ser muy versátiles, tanto en la función, como en la forma.

• No tienen por qué ser necesariamente objetos tecnológicos. Por ejemplo, un peluche puede entrar a
formar parte de esta red.

• Los dispositivos conectados pueden transmitir uno o varios tipos de datos. Habrá algunos que sólo
aporten un tipo de información y otros más complejos, equipados con decenas o incluso cientos de
sensores que recopilan y transmiten datos.

• Todos ellos nos ayudan a comprender mejor la realidad y ganar en capacidad de control.

El término “IoT” se utiliza para dispositivos que normalmente no se espera que tengan una conexión a
Internet, ni que puedan comunicarse con la red independientemente de la acción humana. Por esta razón,
una Tablet, un smartphone o un portátil no se consideran dispositivos de IoT, aunque puedan estar
repletos de sensores.

Historia de los dispositivos de IoT


Las raíces de esta tecnología están en las décadas de los 80 y los 90, cuando se planteó por primera
vez la idea de agregar sensores e inteligencia a objetos básicos. Sin embargo, la falta de la tecnología
adecuada para materializar esos proyectos iniciales, impidieron un progreso más rápido.

La agilidad que se buscaba llegó coincidiendo con el descenso de costes de la tecnología. Así, una
vez fue posible invertir en procesadores económicos, pero lo suficientemente potentes, se empezaron
a conectar dispositivos. La rentabilidad de la incorporación de etiquetas RFID, junto con la creciente
disponibilidad de Internet de banda ancha y redes inalámbricas y celulares fueron factores cruciales en
su popularización.

La adopción de IPv6, que, entre otras cosas, debería


proporcionar suficientes direcciones IP para cada
dispositivo que el mundo pueda necesitar, también
fue un paso necesario para que IoT escalara.

Sin embargo, el término internet de las cosas,


como tal, no fue acuñado hasta casi el año 2000.
Su autor, Kevin Ashton, se refirió a esta tecnología
por primera vez en el año 99 convirtiéndose en
visionario ya que, hasta que se hizo realidad el
fenómeno que conocemos actualmente, tuvo que
transcurrir una década.

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El IoT integra la interconexión de la cultura humana, nuestras “cosas” con la interconexión de
nuestro sistema de información digital, “Internet”. Kevin Ashton

Si bien agregar las económicas etiquetas RFID a equipos sofisticados para ayudar a rastrear su ubicación
fue una de las primeras aplicaciones de IoT, desde ese momento, el coste de agregar sensores y una
conexión a Internet a los objetos ha seguido disminuyendo.

Las aplicaciones del IoT no entienden de límites y están presentes en nuestra sociedad por todas partes.
Aunque inicialmente su destino eran objetos del mundo de los negocios y la fabricación, hoy día,
hogares y oficinas, (así como personas, con los wearables) se llenan de dispositivos inteligentes,
transformando nuestra realidad cotidiana en un mundo digitalizado.

Con un coste esperado de 10 céntimos de dólar por conexión, los pronósticos indican que no falta mucho
para que sea posible conectar casi todo a Internet.

Previsión de ingresos por venta de wearables en el mundo (en millones de dólares). Statista

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2. Cómo funciona el IoT

Ahora que ya sabemos qué es el IoT y cuál es su origen, es preciso entender cómo se conectan los
dispositivos del Internet de las cosas. Este proceso podría resumirse en tres pasos:

1. Conexión de los objetos a una plataforma IoT.

2. Integración y análisis de los datos recibidos en la misma plataforma, para compartir la información
más valiosa y satisfacer necesidades específicas e ignorar la información menos útil.

3. Identificación de patrones, lanzamiento de recomendaciones y detección de posibles problemas


antes de que ocurran en base al conocimiento generado.

Los dispositivos IoT utilizan una variedad de métodos para conectarse y compartir datos, aunque los más
habituales son los siguientes:

• Wi-Fi estándar o Bluetooth Low Energy, es la forma más común en negocios y en el caso de
particulares y la opción más habitual, tanto en hogares, como en oficinas.

• Ethernet, es el modo elegido en los casos en que los objetos que se quiere conectar no son especialmente
móviles.

• Conexiones satélite, LTE y 5G, son otras alternativas que podrían contribuir a la creación de un
ecosistema robusto para esta tecnología.

Una posible tendencia es que, a medida que se desarrolle el IoT, puede ser que se envíen menos datos para
su procesamiento en la nube, con el objetivo de mantener el bajo coste. Para ello, el propio dispositivo
debería permitir realizar más procesamiento y reducir al máximo los datos enviados al cloud.

Aquí tienes un vídeo donde se explica cómo funciona el IoT.

La información recogida por los dispositivos conectados facilita la toma de decisiones inteligentes, en
función de la información en tiempo real. Además de ganar en precisión y minimizar el riesgo, se gana
en eficiencia y se ve impulsada la rentabilidad de los procesos.

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3. Desafíos que plantea el IoT

La seguridad es uno de los mayores problemas que plantea el IoT. No hay que olvidar que estos
sensores están recolectando, en muchos casos, datos extremadamente confidenciales, por ejemplo,
acerca de lo que sucede y se comenta en la oficina, o lo que una persona dice y hace en su propia casa.

Garantizar la seguridad del IoT es un gran desafío, pero resulta esencial para obtener la confianza del
usuario. Sin embargo, hasta la fecha, IoT no destaca en este área y demasiados dispositivos de IoT no dan
a los principios básicos de seguridad la importancia que merecen, dejando datos sin encriptar, tanto en
reposo, como los dinámicos; y, por tanto, aumentando su vulnerabilidad ante terceros no autorizados.

Este problema se acrecienta debido a los siguientes factores:

• Los fallos en el software se descubren de forma regular, pero, como muchos dispositivos IoT carecen
de la capacidad de ser parcheados, continúan suponiendo un riesgo.

• Los hackers están centrando su atención en los dispositivos IoT, muy especialmente en cámaras
web y enrutadores, dado que su inherente falta de seguridad los hace más fáciles de comprometer y
acumular en botnets gigantes.

• A medida que el coste de convertir un objeto en dispositivo inteligente conectado se vuelva


menor, estos problemas aumentarán de entidad y su solución será cada vez más complicada.

Una encuesta reciente descubrió que el 82% de las empresas no podrían identificar todos los
dispositivos de IoT en su red (eSecurityPlanet).

¿Sabías que algunos smartwatches conectados a Internet para niños contienen vulnerabilidades
de seguridad que permiten a los piratas informáticos rastrear la ubicación del usuario, escuchar
sus conversaciones e incluso comunicarse con él? CSOonline

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Y, a pesar de todo, la seguridad, o, mejor dicho, la falta de ella, no es el único reto que plantea el IoT. Y
es que, a las cuestiones relacionadas con la protección de la información y de la privacidad, se unen algunos
de los desafíos que afectan a las empresas que se plantean lanzar proyectos de IoT, como los siguientes:

Retos a nivel de dispositivos


1. Asegurar que, tanto el producto como el servicio funcionen sin problemas, de manera casi invisible
para un usuario final.
2. Garantizar la integración efectiva con procesos industriales o realidades de la vida cotidiana.
3. Conseguir que dispositivos, aplicaciones o sitios web funcionen 24/7 y evitar que puedan interrumpir
su trabajo por un error de software.
4. Prevenir ataques especialmente diseñados para tomar el control de algunos dispositivos, que
permiten que terceros no autorizados se hagan cargo de una máquina en un proceso industrial o de
un automóvil sin conductor para lograr sus propios fines.
5. Encontrar formas de trabajar con cantidades masivas de datos, que pueden requerir la adopción de
nuevas técnicas, como la computación de bordes / niebla, para reducir la cantidad de datos enviados
a los sistemas back-end.

Desafíos en relación con los procesos del IoT


1. Incorporar nuevas habilidades en la organización, las necesarias para construir el nivel de software
requerido por un modelo de negocio IoT -con altas capacidades de disponibilidad, seguridad y
rendimiento.
2. Asegurar el valor del producto IoT para el usuario final, eliminando la fricción y ofreciendo un servicio
práctico y útil.
3. Extremar las precauciones la hacer la elección tecnológica puesto que todavía es temprano para
muchos estándares de IoT, por lo que la evolución podría obligar a introducir cambios a nivel
arquitectónico.

Retos de cara al usuario final del IoT


1. Garantizar la usabilidad, reducir la curva de aprendizaje y simplificar, sin restar un ápice de valor de la
propuesta.
2. Adaptarse a las expectativas de la sociedad para evitar la incomodidad o sensación de riesgo de los
usuarios.
3. Trabajar por elevar el nivel de protección, para reducir las preocupaciones de privacidad.
4. Construir un ecosistema que permita al usuario sacar todo el partido a sus objetos conectados,
tanto personalizado las opciones, como beneficiándose de la compartición de información entre
dispositivos.

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4. Oportunidades que llegan de la mano del IoT

Una vez se consiguen vencer los desafíos, existen tres grandes oportunidades para que las empresas
implementen modelos de negocio de IoT:

• Digitalizar procesos o servicios actuales: las tareas que se realizan actualmente de forma manual
se pueden automatizar y optimizar, gracias a la hiperconectividad.

• Apostar por nuevos modelos de negocio: en los que sea posible, por ejemplo, cobrar por el uso,
algo fácil de conocer y cuantificar gracias a los sensores.

• Centrarse en mejorar la experiencia del cliente: por una parte, gracias a la posibilidad que se
da a los consumidores de acceder ellos mismos a los datos acerca de un servicio, de un envío o de
cualquier otra información que los sensores puedan ofrecer. Y, al mismo tiempo, las empresas también
pueden aprovechar los datos recopilados de los sensores para comprender cómo los clientes usan sus
dispositivos e identificar oportunidades para desarrollar nuevas características y servicios que elevarían
sus niveles de satisfacción futuros.

Además de estas oportunidades, el conocido como el Internet industrial de las cosas (IIoT), aporta
importantes beneficios a las empresas, que logran un mayor acceso a más datos sobre sus propios
productos y sus propios sistemas internos, y, como resultado, ven aumentada su capacidad de introducir
cambios. Con la introducción de recopilación y análisis de datos integrales en tiempo real, los
sistemas de producción pueden volverse mucho más receptivos.

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Por eso, cada vez son más los fabricantes que están agregando sensores a los componentes de sus
productos, habilitándolos así para transmitir datos sobre cómo están funcionando. Esto puede
ayudar a las empresas a:

• Detectar cuándo es probable que un componente falle y a cambiarlo antes de que cause daños.

• Conseguir que sus sistemas y sus cadenas de suministro sean más eficientes, en base a datos mucho
más precisos que informan sobre lo que realmente está sucediendo.

El uso empresarial del IoT se puede dividir en dos segmentos. Uno de ellos es el que concentraría
todas las ofertas específicas de un sector, como sensores en una planta de generación, por ejemplo; y
el otro haría referencia a los dispositivos IoT que se pueden usar en todas las industrias, como el aire
acondicionado inteligente o los sistemas de seguridad.

Según datos de IDC, entre las industrias que más invertirán en IoT hasta finales de 2018 se encuentran
las siguientes:

1. Manufactura (189.000 millones de dólares americanos), que se centrarán en mejorar la eficiencia de


los procesos y el seguimiento de los activos.

2. Transporte (85.000 millones de dólares americanos). En este sector, dos tercios del gasto en IoT se
destinarán a la supervisión de la carga y el otro restante a la gestión de la flota.

3. Servicios (73.000 millones de dólares americanos). En este caso, el gasto se destinará a redes
inteligentes para electricidad, gas y agua.

Además de las ventajas y oportunidades de IoT para las empresas, también existen importantes beneficios
del Internet de las cosas para los consumidores. Esta tecnología promete hacer que nuestro entorno,
nuestros hogares, oficinas y vehículos, sean más inteligentes.

Obtener información sobre las condiciones de temperatura y humedad de la vivienda, encender el


equipo de música o configurar temporizadores es más sencillo que nunca. Además, los nuevos sistemas
de seguridad impulsados por el IoT para el hogar facilitan el control de lo que sucede dentro y fuera,
permitiendo ver y hablar con los visitantes.

Al salir de casa, si tenemos la fortuna de adentrarnos en una Smart city, los sensores podrán ayudarnos
a comprender si los niveles de ruido y contaminación a nuestro alrededor son o no saludables. Y, en
ese ecosistema, encontraremos vehículos inteligentes, semáforos regulados por sensores, gestión de
residuos guiada por el IoT, aparcamientos inteligentes y sistemas de reparto de energía bajo demanda,
entre otros muchos avances.

Sin embargo, muchas de estas innovaciones podrían tener implicaciones importantes para
nuestra privacidad personal, algo que deberá ser tenido en cuenta en su desarrollo y posterior
implementación.

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5. L
 as consecuencias del IoT y su impacto en los diferentes
sectores

La transformación digital afecta a toda la economía y tiene lugar a nuestro alrededor, todos los días,
impactando a las pequeñas y grandes empresas por igual. No sólo se digitalizan los productos, sino
también los procesos y las organizaciones al completo. Y, a día de hoy, los datos en tiempo real que
provienen del IoT y sus objetos conectados están en el centro de transformación.

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Afortunadamente, en Europa ya existe una regulación general de protección de datos, por lo que la
seguridad, que era una de las preocupaciones consecuencia de IoT se está resolviendo. Al mismo tiempo,
es necesario que haya flujos de datos sin fronteras y, si bien la mesura en la recogida de información suele
incluirse entre las mejores prácticas de seguridad de datos, hay que pensar que el dato nos hace más
competitivos. Y eso es un hecho.

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Sin embargo, la competitividad, uno de los efectos positivos del IoT en la industria, no se distribuye
de forma homogénea tras la adopción de esta tecnología. Existen sectores en los que el impacto de
una estrategia de IoT es mucho mayor, como:

• Sector salud.

• Comunicaciones.

• Servicios financieros.

• Seguros.

• Automoción.

Y, también hay otros, donde tiene menores repercusiones para la competitividad, como es el caso de la
industria textil, la minería y explotaciones de petróleo y gas o el sector de transporte público.

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En cualquier caso, para Europa y sus 28 países miembros, IoT significa la oportunidad de desbloquear
7 puntos porcentuales de crecimiento del PIB para 2025 a través de la mejora de la productividad
y el valor redistribuido a los clientes finales (ATKearney).

En los próximos 10 años, el mercado de soluciones de IoT alcanzará los 80 mil millones de euros, y
su valor potencial para la Europa de los veintiocho podría alcanzar casi 1 billón de euros. ATKearney

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6. Presente y futuro de la adopción IoT en Europa

A la vista de los resultados de una reciente encuesta de Bain se pone de manifiesto que el porcentaje de
ejecutivos europeos que planea desplegar soluciones de IoT en los próximos años es más elevado
que el porcentaje alcanzado en otras regiones del mundo.

En concreto, en esta investigación participaban 500 ejecutivos de diversas industrias en Europa y EE.
UU., que, con sus respuestas, aportaron la siguiente información:

• El 27% de los ejecutivos europeos dijeron que están implementando o ya implementaron casos
de uso de IoT y análisis, en comparación con el 18% de los ejecutivos de EE. UU..

• Una cuarta parte de los europeos planea implementar soluciones de IoT en múltiples casos e
integrarlos con sus sistemas de TI para 2020, en comparación con el 16% de los ejecutivos de EE.
UU..

Estas cifras sugieren que las empresas europeas están más avanzadas en su viaje desde la experimentación
hasta un compromiso real de integración y escala, pasando de los pilotos y las pruebas al despliegue
de sus proyectos de IoT.

Otro dato sorprendente que se extrae de la misma encuesta tiene que ver con el propósito de la puesta
en marcha de una iniciativa de este tipo. En concreto:

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• Entre los ejecutivos que enfatizaron las reducciones de costes de IoT, alrededor de dos tercios de
los ejecutivos europeos están entusiasmados con el potencial de mejorar la calidad de los
productos existentes basados ​​en tecnologías de IoT y análisis avanzados, mientras que sólo un
tercio de los ejecutivos estadounidenses califican tales mejoras de calidad como una prioridad.

• Por otro lado, tres de cada cuatro ejecutivos en los EE. UU. dijeron que esperan que el IoT y los análisis
relacionados los ayuden a reducir el desperdicio y los costes de los insumos, mientras que solo el 35%
de los europeos resaltaron esta ventaja.

Estas diferencias sugieren que, dado que los ejecutivos europeos se adelantan en la implementación
de las tecnologías de IoT, pueden tener una visión más clara de lo que quieren lograr. Las empresas
europeas valoran su reputación internacional de consecución de niveles de calidad superior y de
innovación distintiva, por lo que son conscientes de que una estrategia de IoT puede ayudarles a
extender su liderazgo.

Bain

Otro aspecto importante a resaltar de las conclusiones de este estudio es el que hace referencia a la
seguridad. Para los ejecutivos europeos, ésta es una prioridad y se muestran más preocupados
por asegurar la protección a los usuarios y preservar la integridad de los datos que los encuestados
estadounidenses. Así lo indicaban sus respuestas:

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• El 39% de los clientes de IoT en Europa calificaron las preocupaciones de seguridad como
un obstáculo importante para la adopción de IoT, en comparación con el 27% de los clientes de
EE. UU.

• El 22% de los europeos calificaban las barreras regulatorias relativas al cumplimiento como un aspecto
esencial a tener en cuenta, mientras que solo el 8% de los ejecutivos estadounidenses lo veían de esta
forma.

Esta toma de conciencia podría convertirse en una ventaja competitiva para las empresas europeas, a
medida que desarrollen soluciones rentables capaces de alinearse con los requisitos de una amplia
gama de regímenes regulatorios y de satisfacer las exigencias de una base de usuarios que adopta
una posición sofisticada en cuestiones de seguridad y privacidad.

Finalmente, la encuesta encontró que algunas industrias dedicaban más de sus presupuestos de TI a IoT
en Europa que sus contrapartes en los EE. UU. Por ejemplo:

• Los ejecutivos de la industria automotriz en Europa están asignando el 24% de sus presupuestos de TI
a IoT, en comparación con sólo el 19% de los presupuestos de TI dentro de la industria automotriz de
los EE. UU.

• En el comercio minorista, industrial y edificios, los porcentajes también son más altos en Europa.

A medida que los proveedores de IoT trabajan para introducir los cambios que les permitirán satisfacer
a la demanda, es probable que las soluciones verticales se desarrollen más rápidamente en Europa
que en otras regiones. Pero ello también implica que los ejecutivos europeos deberán tomar decisiones
y actuar con agilidad para capitalizar estas ventajas competitivas.

Pronto veremos que son más las empresas que necesitan adaptar sus negocios o modelos operativos
para evitar verse afectados por competidores que ofrezcan un mejor servicio, más innovador, de mayor
calidad y perfectamente alineado con la demanda.

Aumentar el servicio y elevar la calidad de los productos son los primeros pasos a tomar con el respaldo
de IoT en un momento clave para la evolución de la industria en el que, esta tecnología, junto con otras
tendencias digitales relevantes, como la robótica, el análisis de datos avanzado y la impresión en
3D pueden transformar la realidad que conocemos.

A medida que el precio de los sensores y las comunicaciones continúen cayendo, resultará cada vez
más rentable agregar más dispositivos al IoT y, al mismo ritmo al que aumente la cantidad de dispositivos
conectados, nuestros entornos de vida y de trabajo se llenarán de productos inteligentes, marcando el
inicio de una nueva era.

¿Dispuesto a aceptar los nuevos compromisos relativos a la seguridad y privacidad? ¿Preparado


para extraer todo el valor de IoT y su potencial disruptivo?

Es momento de olvidarse de los días en que un objeto no era más que una cosa.

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