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HORMIGÓN II
Unidad 7:
Profesor:
CARLOS RICARDO LLOPIZ.
2
Contenido
7.1 INTRODUCCIÓN. TIPOS DE LOSAS
7.9 REFERENCIAS
El tipo de carga más común que deben soportar las losas son las cargas
verticales, provenientes de su peso propio y de elementos que forman parte de los
entrepisos designadas como cargas permanentes y cuya notación es D (Dead load)
y sobrecargas de uso como el peso de muebles, personas, etc. designadas como
cargas de uso o accidentales, con notación L (Live load). Sin embargo, en zonas de
alta sismicidad, como la que corresponde a la zona de Cuyo, las losas de hormigón
armado tienen una importante misión en cuanto se refiere a la transmisión de
acciones inerciales que se generan durante la ocurrencia de movimientos sísmicos.
En estos casos, las fuertes aceleraciones que se inducen en un edificio debido a los
movimientos de su base, generan fuerzas inerciales, tanto horizontales como
verticales, que los entrepisos deben absorber y ser capaces de transmitir a los
elementos con suficiente rigidez y resistencia lateral.
En el caso de losas sin vigas las cargas que ellas soportan son transmitidas a
columnas o tabiques, y se distinguen también dos casos, según que la columna
posea o no capitel. Las Figs. 7.1(b) y (c) ilustran este tipo de losas.
En casos de losas apoyadas sobre vigas, como se muestra en Fig. 7.1(a), las
cargas son transmitidas a vigas perimetrales del panel de losa. Dependiendo de la
relación Ly/Lx, las losas se pueden armar con armadura principal en una o dos
direcciones. Cuando la relación de luces es mayor que 2, en general se puede
considerar a la losa formada por un haz de fajas paralelas a la dirección de la menor
luz y de ancho unitario. Sin embargo, siempre es colocada una armadura de
repartición en dirección perpendicular a la armadura principal. En las fajas
adyacentes a las vigas de borde se debe tener en cuenta que aquella hipótesis
simplificadora ya no es válida y se debería proveer armadura adicional paralela a la
armadura de repartición para compensar los esfuerzos adicionales que allí se
generan. Sin embargo, la cantidad y forma de disposición de las barras de acero en
las losas será una función de la filosofía de diseño y análisis en sus diversos
métodos que más adelante se aplicará en detalle. Es decir entonces que existe otra
posible clasificación que es:
Fig. 7.1
Distintos tipos de losas.
De acuerdo a los materiales y procedimientos con que son construidas las losas,
éstas se clasifican en:
Las losas tipo nervuradas, que son una especie de variante de la losa sólida,
están constituidas por nervios de hormigón armado en forma de sección T y
separados una distancia entre sí que deben satisfacer ciertos requerimientos para su
6
Fig. 7.2
Caso de Losa
nervurada donde
Se usan ladrillos
cerámicos como
separadores de
nervios.
dV
V − q.dx − V − dx = 0
dx
o sea:
9
dV
= −q (7.1)
dx
siendo V el corte sobre las caras del elemento viga. De la Fig. 7.5(b), del equilibrio
de momentos respecto al punto A, resulta:
dV dM
M + q.dx.dx / 2 + V + dx dx − M + dx = 0
dx dx
dM
=V (7.2)
dx
d 2M
= −q (7.3)
dx 2
siendo las ecuaciones (7.1) y (7.3) las que definen las relaciones estáticas de un
elemento bidimensional sometido a flexión.
dVx dVy
+ = −q (7.4)
dx dy
d 2M x d 2 M xy d 2 M y
+ 2 + = −q (7.5)
dx 2 dxdy dy 2
θ1
ω
θ2
dx
elástica
Rotación dθ
φ = curvatura = =
unidad de longitud dx
pero
dw
θ= w = desplazamiento según eje Z
dx
por lo tanto
d 2w
φ= ecuación de compatibilidad
dx 2
M d 2w M d 4w d 2M 1 q
φ= ∴ = o bien = =
EI dx 2 EI dx 4 2
dx EI EI
d 4w q
4
= (7.6)
dx EI
d 4w d 4w d 4w q
+ 2 + = (7.7)
dx 4 dx 2 dy 2 dy 4 D
donde
w = w( x, y ) w es la flecha en un punto cualquiera de la losas de coordenadas (x,y), en
la dirección de la carga q.
a. Momentos de flectores:
d 2w d 2w
M x = − D 2 + ν 2 (7.8.a.)
dx dy
d 2w d 2w
M y = − D 2 + ν 2 (7.8.b.)
dy dx
b. Momentos de torsores:
d 2w
M xy = − D .(1 − ν ) (7.9)
dxdy
c. Esfuerzos de corte:
dM x dM xy
V x = + (7.10.a.)
dx dy
dM y dM xy
V y = + (7.10.b.)
dy dx
d. Reacciones:
d 3w d 3w
R x = D 3 + ( 2 − ν) (7.11.a.)
dx dxdy 2
d 3w d 3w
Ry = D 3 + ( 2 − ν) (7.11.b.)
dy dydx 2
Una solución más general se obtiene por aplicación del método de Levy,
quien propuso un método exacto para el caso de una placa con dos lados opuestos
13
Otras soluciones en el rango elástico para placas han sido los obtenidos a
partir del método de las diferencias finitas y el método de los elementos finitos,
ref.[9]. Ambos son métodos aproximados derivados de la teoría elástica.
Los métodos basados en los teoremas del límite inferior dan como resultado
una carga última que o bien es la correcta o está por debajo de este valor; es decir,
la carga última nunca es sobre estimada: se está del lado de la seguridad. El método
más conocido en este grupo es el de las fajas de Hillerborg.
Los métodos basados en teoremas del límite superior, por el contrario, llevan
a una carga última que es o la correcta o una que supera este valor. A este grupo
corresponde el método basado en la teoría de las líneas de fluencia (a veces
llamadas líneas de rotura) de Johansen. En éste se postulan una serie de
mecanismos de colapso para el sistema de losas en estudio y de su análisis, aquel
que conduzca a la menor carga última se toma como el correcto o el más
aproximado. Si no fuera el valor correcto la solución sobre estimaría en cierto rango
la carga máxima que el sistema puede soportar.
Los trabajos de Prager y Hodge sobre análisis límite indican que la solución
exacta para placas no es siempre posible de obtener. En general la carga última o
de colapso estará comprendida entre estos dos límites, superior e inferior. Una
solución rigurosa de una placa en particular tenderá a que las cargas últimas
obtenidas por los dos procedimientos converjan, y de ocurrir este caso indicaría que
se ha encontrado la solución exacta. Sin embargo, en hormigón armado y en el
rango inelástico, hablar de exactitud no es apropiado. Cualquier solución, en la
práctica, sólo será aproximada.
Fig. 7.7
Significado de los teoremas de Prager.
(i) son satisfechas las condiciones de equilibrio en todos los puntos de la placa.
(ii) la condición de resistencia a nivel de fluencia My no es excedida en ningún
punto de la placa, es decir:
donde Mx y My son los momentos flectores por ancho unitario en las direcciones x e
y, mientras que Mxy es el momento torsor unitario y q la carga uniformemente
distribuida por unidad de área en el elemento (dx.dy).
d 2M x d 2M y
+ = −q (7.12a)
dx 2 dy 2
es la variante más simple del método de Hillerborg y aparece cuando se impone que
Mxy=0, es decir que la carga sea totalmente soportada por flexión según las
direcciones x e y. Así entonces la losa se puede visualizar como compuesta de dos
sistemas de fajas independientes (la torsión ya no las conecta) y que corren en
dirección paralela a los ejes x e y. Esto es posible cuando no es condición
imprescindible movilizar los mecanismos de resistencia a torsión para que la losa
pueda resistir la acción externa, es decir, que si hay torsión la misma es por
compatibilidad (no por equilibrio). Este caso se designa como “Método Simple de las
Fajas”, para diferenciarlo de un trabajo posterior de Hillerborg que introduce el
“Método Avanzado de las Fajas” (1964), en el que se analizan casos más complejos
de losas con re-entrantes, orificios, soportes sobre columnas y otros que necesitan
considerar la torsión.
d 2M x
= -γq (7.13a)
dx 2
d 2M y
= -(1-γ)q (7.13b)
dy 2
Si γ =1.0 implica que toda la carga es soportada por la flexión de las fajas en
la dirección x, y por el contrario, si γ= 0 toda la carga es tomada por flexión de la faja
paralela a y.
Fig. 7.9
Etapas para aplicar el método de las fajas de
Hillerborg.
Fig. 7.10
Losa cuadrada
simplemente
apoyada. Caso
de γ= 0.5
Fig. 7.11.
Losa
cuadrada
simplemente
apoyada
variando γ
según fajas
paralelas.
20
Una cuarta
variación posible,
cuya resolución se
deja como ejercicio
para el lector, se
podría haber
obtenido al proponer
una distribución de
cargas con
coeficientes γ
escalonados como
muestra la Fig. 7.13.
Fig. 7.13
Distinta configuración de valores
de γ para distribución de cargas
en una losa cuadrada
simplemente apoyada.
y que se use la misma altura de losa, la cantidad de acero requerida en cada caso
será proporcional al área del diagrama de momentos máximos (Mx). Esas áreas
resultan:
1
(1/16. qu. l3) (3/64.qu .l3 = qu l 3 ) (1/24.qu.l3)
21.33
La solución tres aparece como la más económica, pero esta conclusión puede
variar si las barras no se continúan en toda la longitud l, sino hasta donde sean
necesarias. Además, según la solución tres, las barras deberían colocarse a
distancias que variarían en forma continua, lo que no es nada práctico. Lo que
realmente se hace es colocar a lo largo y a lo ancho de la placa bandas con cierto
ancho práctico y con idéntica armadura, tal cual se verá en ejemplos más adelante.
Fig. 7.14 Posición de líneas de discontinuidad en las esquinas a 90o. (a) ambos lados
simplemente apoyados, (b) ambos lados empotrados y (c) combinación.
θ = tan −1 ( L x / L y ) para Lx ≥ Ly
22
Fig. 7.17 Momentos Flectores y reacciones de apoyos para una losa uniformemente
cargada con todos los lados simplemente apoyados.
Fig. 7.18 Momentos flectores para una losa uniformemente cargada con dos lados
adyacentes empotrados y los otros dos simplemente apoyados.
Fig. 7.19. Resolución de una faja empotrada y apoyada sometida a carga discontinua qu.
26
Fig. 7.20.
Fig. 7.21
Pasos a seguir:
1. Estimación de altura y peso propio:
Según el CIRSOC 2005, la altura mínima, para apoyos sobre vigas de cierta
rigidez, debe ser:
f
ln 0.8 + y
h≥
1400
≥ 90mm (7.15)
36 + 9 β
h = espesor de la losa.
Ln = luz libre mayor de la losa.
f y = resistencia a fluencia de la armadura [MPa].
β = relación de esbeltez de la losa = luz mayor/luz menor.
28
Aplicando el criterio del ACI-318, (note que en versión 2005 los factores de
amyoracíon de cargas son 1.2 para D y 1.6 para L: se sigue ejemplo de versión
anterior) donde
donde
qu(D)= carga de peso propio (muerta).
qu(L)= sobrecarga de servicio (accidental).
Según Fig. 7.22(b). Para ello hay que definir el coeficiente β , el cual es una
función de R. Si se toma esa relación igual a 2, (note que la solución estática daría
R= 1.78 según Fig. 7.20), resulta β = 0.336. La Fig.7.22(b) ilustra los diagramas de
momentos, y los valores numéricos son dados en la tabla correspondiente a esa
figura.
4. Armadura de losas.
As min
ρ min = 0.0018 =
100cm.25cm
As f y
Mu= φ As fy [d – 0.59 ]
bf `c
Donde:
d = h – r = 25 – 3 =22cm
r = recubrimiento de la armadura
y es claro, entonces, que las únicas fajas que requieren armadura por sobre la
mínima son las que están en la banda central 1-1.
ρ ≤ 0.50 ρ b (7.16)
5. Detalle de armadura.
30
6. Verificación al corte.
vu = Vu / b.d
vu = (1 - β ) qu . Ly = 7722 kgr/m
y entonces resulta:
Un panel interior rectangular de una losa continua posee una luz de 4m x 6m,
según Fig.7.23. Soporta una carga uniforme de servicio de L=700 kgr/m2 y la carga
D es sólo el peso propio de la losa. Usar f´c y fy como Ejemplo No 1. Para este caso
β =0.50.
1. Espesor de la losa.
para α = 1.5 α s = 1.0 l= 600cm
faja 1-1
Mestát. = qu LY2/8 = 7650 kgr
faja 2-2
faja 3-3
q = qu L1 = Ly / 4
Mest. = qu Ly2/32 = 1912 kgrm
faja 4-4
Los momentos son la mitad de los de la faja 3-3.
Una vez obtenidos los momentos estáticos, se le asigna el 60% para el momento
negativo y el 40% para el positivo, según se ve en la tabla de la Fig. 7.23.
4. Armaduras.
Para la cuantía mínima, 0.18%, Asmin = 2.52 cm2/m
y adoptando φ 8mm cada 20 cm As = 2.51 cm2/m
Mu = 1390 kgrm/m
La faja 1-1 requiere más armadura que la mínima. Con φ 8mm cada 7cm,
As=7.64cm2/m, y corresponden las siguientes resistencias:
Para la armadura negativa se adopta φ 10mm cada 7cm, con lo cual As = 12 cm2/m
Mn = 5100 Kgrm/m, resistencia nominal.
5. Detalle de armado.
Se muestra en Fig.7.23.
6. Verificación al corte.
Fig. 7.25
Losas triangulares con carga uniforme
soportadas en dos lados.
34
Fig. 7.26(a ) Losa con carga uniforme y con una columna como soporte (b) Losa con carga
uniforme y un lado libre de apoyo.
Fig. 7.27
Losa con carga uniforme,
apoyos simples y con
aberturas.
Fig. 7.28 (a) Distribución real fisuras para una losa rectangular simplemente apoyada
y sometida a carga uniforme, (b) Líneas de fluencia de una losa cuadrada apoyada y con
carga uniforme.
Los mecanismos de colapso correctos para los casos más comunes son
bastante conocidos (se han realizado numerosos ensayos al respecto) y por lo tanto
el diseñador no se ve confrontado con el problema de dilucidar si existen otros
posibles modos de falla como alternativas a los propuestos.
Debe quedar muy claro que la teoría de las líneas de fluencia supone un
modo de falla por flexión, esto es, que la losa tiene suficiente resistencia al corte
como para prevenir una falla por corte.
Fig. 7.29. Progresión de las líneas de fluencia para una losa rectangular simplemente
apoyada con carga uniforme.
Cargando aún más la losa, se produce en algún instante, la fluencia del acero
en tracción en la sección de máximo momento de la losa. Ahora la placa debe
sobrellevar un gran aumento en la curvatura (ver Fig. 7.8) en las secciones que
fluyen, con el momento permaneciendo prácticamente constante e igual al valor del
momento nominal de resistencia.
Fig. 7.30
Relación M-φ idealizada como RE-PP
Las reglas prácticas básicas que pueden enunciarse como generales para la
formulación de un correcto mecanismo, y que pueden verificarse según la Fig. 7.31,
son las siguientes:
1. Las líneas de fluencia (ab, bc, etc) son rectas y siempre terminan en los
contornos de la losa o en otra línea de rotura.
Fig. 7.32
Ejemplos de configuraciones
de líneas de fluencia para
losas con carga uniforme.
40
A f
M n = As f y d − 0.59 s y (7.19)
bf `c
1. la línea de fluencia real puede ser remplazada por una línea tipo escalón, es
decir discontinua, de pasos paralelos a x e y, tal como se ve en la Fig. 7.34.
2. los momentos torsores que actúan en esos escalones según x e y son nulos
(notar que en Fig. 7.34 no existen torsores en los escalones ac y bc ).
Los ensayos sobre losas han demostrado que este criterio es bastante
exacto.
M unt .ab = M nx .ac.senα − M ny .bc. cos α = M nx .ab. cos α .senα − M ny .ab.senα . cos α
Mn = Mnx = Mny
Mnt = 0 (7.22)
y para este caso la losa dice “isotrópica”, pues Asx = Asy y los momentos resistentes
últimos son iguales para “todas” las direcciones. En este caso, es evidente que no
hace falta calcular el momento que actúa perpendicular a la línea de rotura, ya que
sólo basta calcular uno de los momentos con respecto a la dirección de las
armaduras.
Fig. 7.34(a)
Criterio de fluencia para losas de
hormigón armado. Elemento de losa con
un campo de momentos aplicados y
líneas de fluencia.
42
Cuando M ux ≠ M uy , es
evidente que el momento último de
resistencia depende de la
inclinación de la línea de fluencia, y
que existe, además, momento
torsor. En este caso la losa se
llama “ortotrópica”.
Fig. 7.35
Curvas tensión-deformación del acero.
(a) Modelo LE-PP que exige el código para flexión.
(b) Modelo LE-LP que tiene en cuenta de alguna manera
cierto endurecimiento de post fluencia.
(c) Modelo más real.
43
7.6.8 RAZONES POR LAS QUE LA CARGA ÚLTIMA OBTENIDA POR LAS
LÍNEAS DE ROTURA EN LA PRÁCTICA NO RESULTA SOBRESTIMADA.
Fig. 7.36 Estados de deformación y tensión para (a) fluencia, (b) resistencia nominal.
La Fig. 7.36 muestra las suposiciones usuales para evaluar los momentos
para estado de fluencia y de rotura en flexión. Cuando el hormigón en compresión
alcanza el valor de 0.003 la deformación del acero puede ser muchas veces mayor,
por lo cual la tensión y contribución al momento de rotura puede ser bastante mayor
que la postulada por los códigos con su modelo sin endurecimiento.
We = Wi (7.23)
θ 1 = rotación de la región 1.
θ 2 = rotación de la región 2.
L.cos φ 1 = proyección de la línea de rotura al eje de rotación de la zona 1.
L.cos φ 2 = proyección de la línea de rotura al eje e2e2.
θ1 = 2.δ . / L , si δ = 1.0 θ1 = 2 / L
proyLineaABsobreEjesXoY = L / 2
Wi (T ) = 4.Wi ( AB ) = 8mn
46
Fig. 7.39
Ejemplo de aplicación No 1
de líneas de fluencia.
Para el trabajo externo se toma cada sector de placa rígida por separado con
la carga que actúa sobre cada región (y no el total de la losa).
y por simetría
We = Wi 8mn = qu .L2 / 3
qu = 24.mn / L2
Fig. 7.40
Línea de fluencia
inclinada con respecto
a la dirección de las
armaduras.
1.0
Supóngase la
línea de rotura de la
Fig. 7.40, la cual
sobrelleva una
rotación θn , y
sometida a un
momento Mn por unidad de longitud (y por ancho unitario). El trabajo interno a lo
largo de esa línea de fluencia es:
y finalmente:
Wi ( Lo) = M ux .θ x .Yo + M uy .θ y . X o (7.25)
Note que el primer término representa las proyecciones del momento, de la rotación
y de la línea de fluencia “sobre el eje de Mx”, es decir sobre el eje y. El segundo
término lo es para las proyecciones sobre el eje de My, es decir sobre el eje x.
Se aplicará este concepto para encontrar el trabajo interno en una zona rígida
como la que muestra la Fig. 7.41. Considerando a la línea de fluencia como ABC
que rodea esa región 1, y siendo θ la rotación de la región, entonces, por aplicación
de la ecuación (7.25), se tiene:
Wi = M ux .θ1 .L y + M uy .0.L x = M ux .(δ / L x ).L y
Fig. 7.41
Región o zona rígida.
θ1 Acciones. Deformaciones.
Armaduras y momentos
nominales resistentes.
48
Para calcular el trabajo interno no es recomendable mezclar los dos métodos aquí
implicados: o se utiliza la ecuación (7.24) o la expresión (7.25).
Mny
Mnx
b. trabajo externo.
Se evalúa para cada zona rígida por separado:
L 1 1 L 1
We (2) = We (3) = qu .2.L1. y . . + ( Lx − 2 L1 ). y .
2 2 3 2 2
c. ecuación de trabajo:
We = Wi
y finalmente:
L L
12 M nx y + 2 M ny x
L1 Ly
qu = (7.26)
2 L L
Ly 3 x − 2 1
L Ly
y
dqu
= 0 para obtener el mínimo. (7.27)
dL1
v' = −2 L y
finalmente, reemplazando en la ecuación (7.28) y ordenando los términos se llega a:
2
L1 M nx Ly L1 3 M nx
+ − =0
L M L L 4M
y ny x y ny
de donde:
2
1/ 2
L1 1 Ly M nx M nx Ly M nx
= . +3 −
Ly 2 Lx M ny M ny Lx M ny
a. trabajo interno:
L M `n
Wi = M nθ 1 L 2 + 1 + (7.29)
2.L1 M n
b. trabajo externo:
L L
2qu (L − L1 )θ1 + L1 θ 1
L L 1 L1 L1
+ q L θ3
6
u
2 4 2 2 2 3
por lo que:
θ1 1 L
We = L3 1 − . 1 (7.30)
4 3 L
c. ecuación de trabajo:
L M `n
4 M n 2 + 1 +
2 L1 M n
qu = (7.31)
1L
L2 1 − 1
3 L
dqu
=0
dL1
52
L M `n
4 2 + 1 +
qu L2 2 L1 M n
=
Mn 1 L1
1 − 3 L
haciendo αL = L1 , y adoptando una relación para M´n y Mn, por ejemplo que M´n= Mn,
resulta:
1
4. 2 +
2α
2
=
q u .L
Mn 1−α / 3
Tanto para vigas y losas en una dirección por un lado como para losas cruzadas
por otro, la norma acepta dos formas de satisfacer los requisitos de rigidez:
53
en este caso (note que la versión anterior CIRSOC 201-1982, para este hormigón, le
asignaría 30000 MPa, es decir casi un 40 % mayor), cuya interpretación gráfica se
ve en Fig. 7.44.
M
3
M
3
I e = cr I g + 1 − cr I cr ≤ I g
Ma M a
donde:
Ma= momento actuante máximo para carga de servicio en el momento que se evalúa
la flecha. En la sección 9.5.2.4 la norma establece que en elementos continuos se
puede adoptar Ie promedio para sección a M+ y M- (secciones críticas).
Mcr= momento para el estado límite de fisuración, que se puede evaluar mediante:
fr I g
M cr =
yt
Fig. 7.45.
Nomenclatura en la sección transversal
a Flexión.
Fig. 7.46.
Interpretación de los momentos de inercia para
sección fisurada.
Fig. 7.47.
Sección de Hormigón
Armado Fisurada
Transformada.
como factor por el cual hay que multiplicar la deformación instantánea para obtener
la deformación “adicional”, es decir :
δt = δi + kcp . δi (7.44)
donde :
δt = deformación total
δi = deformación instantánea
kcp = coeficiente de deformación adicional
Note que para A´s= 0, ρ´=0, y ambas expresiones coinciden en que Kcp= 2.
h = hb (0.40 + f y / 700)
Fig. 7.48. Relación de esbelteces para distintas condiciones de apoyo en losas macizas (no
nervuradas) apoyadas en una dirección si no soportan elementos frágiles. Ver tabla 9.5(a)
en Apéndice A, pág. 30.
57
El p-C-201, sección 9.5.3 establece que para el caso de losas que se puedan
definir como rectangulares y en las que la relación de luz mayor a menor, medida a
ejes de apoyos, sea igual o menor que 2.0, se deben distinguir los casos que se
muestran en la Fig. 10. A los efectos de satisfacer los requerimientos de rigidez, tal
cual se expresó, se deben:
Para el caso de losas SIN vigas interiores, distingue entre los casos de las Figs.
7.1(b) y (c), y los espesores mínimos para el caso de acero ADN-420 se resumen en
la Fig. 7.49.
De todas maneras, para losas sin ábacos la altura mínima debe ser 120 mm,
mientras que si tiene ábacos, se puede reducir a 100 mm.
La Fig. 7.50(a) y (b) muestran las condiciones a cumplir por los ábacos y
capiteles en el caso de losas sin vigas. El ábaco, sección 13.3.7.1, se debe
prolongar en cada dirección a partir del eje de apoyo, una distancia mayor de (l/6),
l=luz, medida de centros de apoyos en esa dirección. El espesor del ábaco por
debajo de la losa debe ser cómo mínimo ¼ del espesor total de la losa.
58
fy
l n 0.8 +
1400
h≥
36 + 5 β (α m −0.2 )
c) αm > 2.0
fy
l n 0.8 +
1400
h≥
36 + 9 β
pero nunca menor de 90 mm, y donde:
β = relación de luz libre mayor a luz libre menor.
αm = promedio de los coeficientes α evaluados para cada viga, con la expresión:
E cb .I b
α=
E cs .I s
donde b es por “beam”, viga y s por “slab”, es decir losa. Para evaluar el momento
de Inercia de la viga, Ib, con respecto a su eje baricéntrico, se adopta la sección que
se ilustra en la Fig. 7.51. En la Fig. 7.52 se incluye de nuevo la sección de viga a
tomar, y se indica el ancho de losa a considerar para calcular Is. No se debe
confundir estas secciones con anchos efectivos de tracción o compresión para
evaluar la resistencia de las vigas L y T. Is es el momento de inercia de la franja de
losa limitada lateralmente por los ejes de los paneles de losa adyacente (si los
hubiera) a cada lado de la viga.
60
En la Fig. 7.53 se
muestra un gráfico que
permite calcular
rápidamente los momentos
de inercia de secciones L y
T.
Fig. 7.53
Uno de los métodos más utilizados consiste en aplicar tablas para el diseño, y
en particular las aceptadas por los códigos de Nueva Zelanda y el CP-110 de
Inglaterra.
Estas normas especifican que los momentos en las losas se pueden calcular
sea por métodos elásticos o plásticos, o simplificados con el uso de tablas como el
que se da a continuación.
ρ ≥ 0.0018 x 420 / fy
ρ ≥ 0.0014
La Fig. 7.55(a) muestra plantas de un edificio con tres posiciones diferentes para
un par de tabiques estructurales idénticos. Se supone que la contribución de los dos
tabiques a la fuerza horizontal de resistencia total es la misma para cada uno de los
tres casos. En líneas discontinuas se muestran en forma aproximada las
deformaciones asociadas para cada caso. Se aprecia que las deformaciones del
diagrama en el caso de Fig. 7.55(a) serían mucho menores que en los otros dos
casos. A los efectos de decidir si tales deformaciones son significativas, se deberían
considerar los siguientes aspectos:
Fig. 7.56.
Configuraciones de
deformaciones de
pórticos y tabiques a
acciones horizontales.
64
Una vez que se han estimado las fuerzas generadas en el diafragma para un
determinado nivel, se deberían determinar los esfuerzos internos como cortes y
momentos flectores. Estos van a depender de la rigidez y localización de los
componentes o elementos verticales de que se dispongan. Estas acciones
raramente son críticas cuando solamente son pórticos los que controlan la respuesta
del sistema. Sin embargo, como se dijo anteriormente, en sistemas duales donde los
pórticos y los tabiques que contribuyen a la resistencia tengan marcadas diferencias
en las características de desplazamientos de los pisos, las acciones de diafragma
que resultan de masas idénticas a las que corresponden a sistemas de pórticos
solamente, pueden resultar significativamente mayores.
los niveles inferiores y en particular en el último nivel o techo, las fuerzas de ambos
componentes actúan en sentidos opuestos y son significativamente mayores que las
fuerzas inerciales en esos niveles. Estos resultados típicos muestran además que
las recomendaciones de diseño, por ejemplo utilizadas en EEUU y aún
recomendadas en algunos códigos de otros países, de fijar una proporción del orden
del 25 % del corte total a los pórticos no es muy adecuada. Este criterio subestima
groseramente las fuerzas de corte que corresponderían al pórtico en los niveles
superiores.
Fig. 7.59.
Fuerzas internas
elásticas que se
generan en un
sistema dual debido a
acciones
horizontales.
Fig. 7.62
Alargamiento de una viga asociada con la
formación de rótulas plásticas.
Fig. 7.63
Deformaciones inelásticas
acumuladas con rótulas
plásticas no reversibles.
7.9 REFERENCIAS
[2] Notas del curso “Plates & Shells”. Cursos del Imperial College, Londres.
Instructor: Dr. Milija Pavlovic. 1981.
[5] “Reinforced Concrete Structures”. R. Park and T. Paulay. John Wiley and Sons,
Inc. 1975.
[6] Notas del Curso “Reinforced Concrete”. Imperial College, Londres. Instructor: Dr.
C. J. Burgoyne.
[8] “Reinforced and Prestressed Concrete”. F. K. Kong & R. H. Evans. 2da. Edición.
Thomas Nelson & Sons. 1980.
[9] “The Finite Element Method”. O. C. Zienkiewicks. Mc. Graw Hill. 3ra. Edición.
1979.
[16] New Zealand Standard. Code of Practice for Concrete Structures. NZS-3101-
1982.
[17] Code of Practice for The Structural Use of Concrete. CP 110 :part 1:Noviembre
1972. British Standards Institution.
[20] “Seismic Design of Reinforced Concrete and Masonry Buildings”, Tomas Paulay
& M. J. Nigel Priestley, John Wiley & Sons, Inc. 1992.
[27] “Diseño de Estructuras de Concreto”. Arthur Nilson. 12ª edición. Mc. Graw Hill.
Año 2000.
[28] “Seismic Design of Concrete Structures: The present need of societies”. Tom
Paulay. Paper No. 2001. 11th. World Conference on Earthquake Engineering.
Acapulco. México. 1996.
71
7.10 APÉNDICE A.