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Entre Redes y Views

Medios digitales, estética, el mensaje y los formatos

Hace un par de semanas subí un video a TikTok, a eso de las 11:00 a.m. Publique
una pareja que se besaba en la playa sin ningún tipo de pudor, la escena resultaba
bastante hilarante y decidí compartirlo con los usuarios de dicha plataforma, ese
mismo día pero en horario de las 4:00 p.m entre por la cantidad de notificaciones que
llegaban, al ver cuantas vistas tenia el video quedé boquiabierta; 2.1K y solo habían
pasado 5 horas. En ese momento me sentí inmensamente confrontada porque no había
compartido nada que edificara y responsable a partir de ese momento de todo lo que
subiría, porque el alcance es tremendo. Ahora cada vez que quiero publicar algo me
pregunto ¿Si miles de personas vieran esto como me sentiría? Y aun más importante
¿Qué pensaría Dios de esto que quiero publicar?

EL PROBLEMA NO ES LA HERRAMIENTA SINO EL USO QUE SE HAGA


DE ELLA

Es triste ver que a través de las redes los hijos de Dios nos ofendemos, levantamos
falsos, criticamos, difamamos, debatimos, ¿y qué crees?; el mundo entero se da
cuenta de la terrible división que existe entre nosotros. Me duele ver como las redes
sociales son usadas por cristianos para destruir, difamar y debatir.

Hablo de los cristianos que se sienten los “defensores de la doctrina” y lo único que
hacen es perder el tiempo juzgando en las redes, hablando mal de un cantante o de un
predicador. Juzgan si son de Dios o no son, destacan si alguno movió la mano e hizo
tal o cual señal, acusándolo con ello de las peores cosas, con lo que muchos caen en
el juego y responden defendiendo al cantante o al predicador. Mi consejo es que no
caigan en el juego de la gente que no tiene nada que hacer.

Debemos estar consientes de que toda herramienta en esta vida, sin excepción
alguna, es un peligro si no sabemos usarla. Es ahí donde entra la urgencia de
actualizarnos como iglesia en algo tan relevante como las redes sociales. Si somos
líderes o padres de familia enseñemos a nuestra gente a usarlas de manera correcta,
que por tus sugerencias y consejos no quede.
Un gran alcance

El alcance de las redes sociales es inimaginable y quitando el gasto del servicio de


Internet son gratis. Es impresionante cómo las noticias del mundo entero corren tan
rápido a través de las redes sociales que las cadenas de noticias ya no pueden esperar
a dar noticias exclusivas en su noticiero nocturno, pues para esa hora ya es noticia
obsoleta, por eso ahora se valen de las redes para informar en tiempo real.

Y qué decir de las noticias que le dan la vuelta al mundo aunque un país no quiera
darla porque no le conviene. Es decir, puede el gobierno comprar los medios
televisivos nacionales para que no de noticias que no les conviene a ellos que salga al
mundo entero, pero aunque lo hagan, la velocidad de las redes sociales se encarga de
hacerle saber al mundo lo que está sucediendo.

Me da risa cuando escucho decir que las personas civiles se enteraron antes que un
reportero. Este es el poder del alcance que tiene las redes sociales.

Los alcances de las redes sociales son tan extensos que las grandes compañías
publicitarias prefieren invertir en redes sociales que en televisión. Los programas
de televisión han comenzado a medir su rating a través de las redes sociales. Y qué
me dices de los millones de visitas que recibe un video de un artista en tan sólo unas
horas.

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IMPORTANTE

Saturar las redes sociales de imágenes, memes, frases, evangelio del día, etc. resulta
que no ayuda mucho a la evangelización. Según explica el documental “El dilema de
las redes sociales”, los algoritmos detrás de las redes sociales tienden a unir a los
que comparten un mismo interés. Si a una persona le gustan las cuestiones de tipo
religioso y sube y comparte este tipo de contenido, el algoritmo comienza a sugerir
amistades, páginas, videos, etc. de la misma temática. De manera que a más
contenido religioso publicado, el algoritmo cada vez circunscribe al usuario a un
círculo de personas similares, cerrándolo, sin darse cuenta, a la realidad que necesita
ser evangelizada. Entonces, ¿cómo crecerá la Iglesia?
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Pienso que necesitamos convertirnos en una generación con una normalidad
evangelizadora. Si Google y Facebook no se creen que somos gente normal con un
estilo de vida atractivo que ofrecer, nos quedaremos sin nadie a quién evangelizar.

Necesitamos personas que evangelicen por su estilo de vida en las redes sociales,
tanto por lo que suben, como por lo que consumen.

Cuando los expertos en imagen personal asesoran a alguien, una de las primeras
cosas que le recomiendan es quitar de las redes sociales todo lo que no comunica
la marca (el estilo personal) y no postear nada que no esté relacionado con ella.
Luego vienen una serie de recomendaciones más, entre las que destacan los
protocolos o políticas de comunicación.

Es decir, de qué hablo, cómo lo digo, y que consumo de Internet. Todos los
cristianos que quieran evangelizar a través de las redes deberían tener claro esto. 

Evangelizo con mi imagen. 2 Corintios 3:2-4 Reina-Valera 1960

2 Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por
todos los hombres; 3 siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por
nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de
piedra, sino en tablas de carne del corazón. 4 Y tal confianza tenemos mediante
Cristo para con Dios;

Una imagen genuina

Esto nos pone ante un gran tema: cómo forjo la imagen de creyente; cómo hago
para no tener que “hacer como si soy cristiano” sino transmitir una imagen
genuina. La respuesta es más sencilla de lo que parece: Una vida de oración que se
deja gobernar por la naturaleza de Cristo. Esto  marca un estilo, un modo de
ser. Me hace una persona generosa, amable con los demás, emprendedoras por el
bien del prójimo, de la sociedad, dispuesto al diálogo y la escucha; y a su vez, esa
coherencia se traslada a la imagen que se transmite en las redes sociales y lo que se
consume en ellas.

Una persona con ideales, pasatiempos nobles, amistades limpias, relaciones sanas,
necesariamente consumirá un tipo de contenidos y producirá otro tanto en esa
dirección. Entonces, los algoritmos de las redes sociales nos pondrán en contacto
con otro tipo de personas, con gente sedienta de Dios. Nos llevarán a los lugares
comunes donde se promueven valores universales (vida, familia, persona, etc.), que la
Iglesia ha promovido desde siempre. No nos sacarán del mundo, sino que nos
colocarán en el mundo digital con una imagen muy concreta: un apóstol que vive y
hace atractivo el mensaje cristiano: una normalidad evangelizadora.

Mateo 10: 16 RVR1960

“He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como
serpientes, y sencillos como palomas.”

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