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18 So . La incorporacién de los pueblos indigenas venezolanos a la nacionalidad implica, entre otros asuntos, revisar el paradigma etogréfico a la hora de planificar politicas piblicas generativas de cara a la ‘multiculturalidad y asimismo valorar, mds alld de lo anecdético, la contribucién de las inmigraciones historicas en la formacién de capital social, con miras a producir el cambio cultural necesario para refundar la Reptiblica o reconstruir el pats, segiin se mire Carlos Delgado-Flores Entrada Pueblos y en el imaginario cultural venezolano a declaratoria del predmbulo de la I ‘onstitucién Nacional de 1999, de ‘efundar la Repiblica para esta- blecer una sociedad democritica, partici pativa y protagénica, multiétnica y pluri- cultural.” asi como la inclusién de un ar- ticulo sobre los derechos lingUisticos (9°) ¥y un capitulo de derechos de los pueblos indfgenas (Capitulo VIM del Titulo 11} tiene, en consideracién al impacto que ello genera en el desarrollo de la sociedad ve~ nezolana presente y futura, miltiples im- plicaciones de orden juridico y no pocasen materia de planificacin de politicas publi- cas; peto a nuestro juicio una, principal- ‘mente, para académicos, investigadores e intelectuales de disciplinas diversas: eva- Iuarel alcance de la concepcién etnografi- ‘ca a la hora de interpretar el imaginario ‘cultural del venezolano, para verificar la cficacia de sus teorias en el desarrollo de hipstesis investigaciones que permitan tanto la gestidn de derechos como la pla- nificacién de politicas pablicas para un de- sarrollo nacional con estas caracteristicas, considerando tanto a los pueblos indi nas como a otras comunidades, particular- mente las que estén excluidas. No se trata de militar 0 no en un para~ ddigma, ode tomar posiciGn frente a qué es preferible, si refundar la Repiiblica o re- construirel pats (que dicho sea de paso no son términos equivalentes), sino més bien de actualizar las preguntas y las concep- cones en un marco de accién que sust ga (también podria decirse trascienda) la ‘comprensiGn de la realidad nacional del momento de confrontacién politica pre- sente. Se trata de terciar el debate -donde concepciones politicas ya no oponen sélo laexpresin de sus propias ideologias, no incluso sus modos de hacer ciencia- apelando para ello ala idea de una politica de la verdad (Rorty, 1991) hecha de con- sensosen torno a hip6tesis adhoc, que per- mitan ensayar nuevas perspectivas, en es te caso, proclves al desarrollo de un mapa derepresentaciones culturales del venez0- Jano, wi para dar precisién a las politicas piiblicas que, dada lainclusiéndelconcep- ‘oculturaenlainterpretaciéndel diseno de sociedad esbozado en la Carta Magna, pueden y deben entenderse como politcas, generativas,dirigidas a resolver los pro- blemas de exclusién, gobernabilidad, for- ‘macién de capital social y desarvollo, va- lorando positivamente Ja multiculturali- dad, enestecaso representada tanto porlos pueblos indigenas como por las colonias de inmigrantes asentados durante ms de tun siglo en el teritorio nacional Seaque serefunde laRepiiblicaosere- construyael pais elhechoineludible esque el tejido social en Venezuela se ha venido soltando desde hace ya varias décadas, en una dinimica donde la conducta anémica ha sido recurrente. Revertr esta situacién implica un esfuerzo de los miltiplesfacto- res de la sociedad, pero para el Estado su- pone el desarrollo de politicas generativas, las cuales se definen, en la concepcién de Anthony Giddens (1998) comolias que pre- tenden permit alos individuos y los gra os que provoguen las cosas, en lugar de que las cosas les ocurran, ene contexto de Jas preocupaciones y los objetivos sociales, slobales."Laspolticas generativassonuna defensa de la politica del terreno piblico, pero nose sitian en Ia vieja oposicién en- tte Estado y mercado, Actian suministran-

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