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Diferencias políticas entre liberales y conservadores

Terminada la Guerra de Independencia, las elites chilenas se vieron en la


necesidad de crear una nueva institucionalidad para gobernar el país. La mayoría
de quienes participaron del proceso emancipatorio se inclinaron por una forma de
gobierno republicano, diferente a la experiencia autoritaria de Bernardo O'Higgins
y de sus dos constituciones (1818 y 1822). En ese contexto hubo consenso con
respecto a la eliminación de los caudillismos, a pesar de su presencia, por lo que
la diferencia ideológica se centró en el sistema democrático y las formas de
representatividad.
En 1823 se puso en vigencia la "Constitución moralista" de Juan Egaña que dividió
rápidamente a las facciones. Por una lado estaban los "pipiolos", quienes
estuvieron compuestos por liberales centralistas que creían en un gobierno
democrático y en un Estado basado en la figura presidencial. En este grupo se
incluyeron también los liberales federalistas que creían en una conjunción entre
gobiernos locales donde predominaran los intereses de las provincias, dejando el
gobierno central encargado de asuntos de carácter nacional.
Por otro lado, estaban los "pelucones", un grupo mucho más diverso donde se
reunieron españoles, criollos monarquistas, conservadores católicos, o'higginistas
que pretendían el retorno del ex Director Supremo y los "estanqueros" compuestos
por comerciantes liderados por Diego Portales. Ambas facciones estuvieron
centradas en generar un proyecto que les permitiera dar forma al Estado.
Uno de los primeros problemas que enfrentó a ambos grupos fue la situación
económica del país después de la guerra y la definición de una política económica
idónea para salir de la crisis. En ese sentido, los pipiolos se inclinaron por un
sistema económico abierto, es decir, aplicando bajos aranceles e impuestos al
intercambio comercial para fomentarlo. Entre los pelucones, en cambio, predominó
la idea de un cierto grado de proteccionismo a través del gravamen de impuestos
a las importaciones para propiciar el comercio libre sin que se dañara la
agricultura, la minería y la incipiente industria local.
Otro elemento de discusión fue la libertad de culto. Los conservadores
pretendieron proteger a la Iglesia católica, mientras que los liberales tendieron a
permitir el culto de otras religiones. Este panorama se mantuvo entre 1823 y 1827,
período de vigencia de la Constitución Egañista, donde la inestabilidad política y la
sucesión constante de nuevos gobiernos fue la norma.
En 1828 los liberales centralistas comenzaron a ganar mayor fuerza y lucharon por
la apertura de un nuevo proceso constituyente, que dio como resultado la
Constitución Liberal de 1828.
BIBLIOTECA NACIONAL DE CHILE. "Diferencias políticas entre liberales y conservadores", en: La
Constitución de 1833. Memoria Chilena . 26-11-2021.

Ocupación de la Araucanía (1860-1883)

Luego de la Independencia de Chile (1818), la zona sur se encontraba en una


situación muy distinta a la del territorio de la zona central. Los bandoleros y
montoneros, grupos de soldados prófugos, asolaban las haciendas mostrando la
debilidad de las autoridades de la zona. Sumado a esto, los dirigentes de la ciudad
de Concepción se rebelaron en contra de las autoridades centrales en 1851 y
1859. Los distintos grupos mapuche; costinos, pehuenches, abajinos y arribanos,
se vieron forzados a tomar posición frente a estos cambios para mantener sus
intereses, tal como lo hicieron durante la Colonia. Por ello, no es de extrañar que
apoyaran las revoluciones de 1851 y 1859 en beneficio propio. Otro fenómeno
presente fue la colonización de tierras agrícolas en la Araucanía, debido al auge
cerealero iniciado por la fiebre de oro en California en 1848. Este proceso se
caracterizó por el gran número de estafas a tribus mapuche y por diversos
conflictos de convivencia entre éstos y los colonos.
El Gobierno central consideró como prioridad la ocupación y asentamiento de la
zona de la Araucanía, pasando a ser un tema de debate en el país. En 1861,
Cornelio Saavedra propuso un plan de ocupación progresiva del territorio
mapuche que consistió en construir una línea de fortificación por el río Malleco
modificando la frontera que tradicionalmente llegaba hasta el Bio-Bio. Dicho
proyecto no estuvo exento de conflictos, incluso al interior de las mismas
autoridades chilenas; sin embargo, para la mayoría, el progreso del país -
entendido como colonización y desarrollo industrial-, necesariamente pasaba por
el sometimiento de las distintas tribus mapuche. La aparición del francés Orellie
Antoine en 1861, quien se proclamó "Rey de la Araucanía", dio nuevos
argumentos para la ocupación; hizo temer una eventual alianza de Francia con las
tribus mapuche.
Cornelio Saavedra inició la campaña de 1862 fortificando Mulchén, Negrete, Angol
y Lebu. Los grupos indígenas rápidamente se dieron cuenta de las consecuencias
de la penetración chilena. Mientras las tribus arribanas y abajinas se decidieron
por la resistencia, los pehuenches y costinos formaron alianzas con las
autoridades chilenas.
Se inició entonces, entre 1867 y 1869, la segunda campaña de Saavedra donde
las tropas chilenas se enfrentaron en una violenta guerra con las tribus arribanas
bajo el mando del cacique Quilapán. Las prácticas de destrucción de siembras y
de aldeas fueron una política declarada del comandante José Manuel Pinto. Tras
los primeros acuerdos de paz, en 1870, Saavedra quiso continuar con la siguiente
etapa de expansión buscando unir Toltén con Villarrica y así rodear los territorios
mapuche. El fracaso en esta etapa del plan, obligó a las autoridades a
reconsiderar la estrategia, por lo tanto se optó por consolidar la ocupación de los
territorios hasta el río Malleco. Esta decisión fue clave para las campañas
posteriores del Ejército de la Frontera, pues permitió una mejor preparación
logística gracias al uso del telégrafo y del ferrocarril. De esta manera, tras diez
años de tregua, se iniciaron las últimas campañas de ocupación bajo el mando de
Gregorio Urrutia y el Ministro Manuel Recabarren, buscando consolidar la línea del
río Cautín. A pesar del alzamiento general de los mapuche en 1881, el ejército
chileno finalizó su campaña simbolizada en la ocupación y reconstrucción de
Villarrica en 1883.

BIBLIOTECA NACIONAL DE CHILE. Ocupación de la Araucanía (1860-1883). Memoria Chilena.


Disponible en http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-3630.html . Accedido en 26-11-
2021.

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