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Bogotá – Cundinamarca

mauricio.alv03@gmail.com
18 de octubre de 2020

Estimado vecino (a):

Hoy vivimos en un mundo lleno de angustias y preocupaciones que de alguna manera nos
roba la alegría de vivir, en esos momentos agradeceríamos, que alguien muy cercano nos
escuchara y nos diera palabras de aliento, ese bonito gesto se conoce como empatía, casualmente
Jesús era un hombre que sentía profunda empatía por los demás, se identificaba con los que
sufrían y sabía ponerse en su lugar. Aunque no pasó por las mismas circunstancias que ellos,
sentía su dolor en el corazón tal como lo refiere Hebreos 4:15.

El libro de Marcos 5:25-34, menciona que cuando sanó a una mujer que padecía flujo de
sangre desde hacía doce años, describió su enfermedad como “penosa”, reconociendo la profunda
angustia y aflicción que debió de haberle causado. Este es tan solo uno de los ejemplos de
empatía de Jesús, por esta razón se nos anima a manifestar esa misma Empatía con todas las
personas.

La Biblia nos exhorta a “[compartir] sentimientos como compañeros” (1 Pedro 3:8). Quizás
no sea fácil comprender lo que sienten quienes padecen una enfermedad crónica o sufren
depresión, sobre todo si uno no lo ha experimentado en carne propia. Sin embargo, la empatía
no depende de que uno haya pasado por las mismas experiencias que el otro, es sencillamente
escuchar con paciencia cuando alguien nos abre su corazón y nos confía sus sentimientos,

Por lo tanto, apreciado vecino llegará el momento en que ya dejaremos de angustiarnos


gracias a la promesa divina de un mundo mejor donde la empatía será algo tan natural en las
personas.

Cordialmente,
Álvarez Mauricio

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