Primera Tradición

“Nuestro bienestar común debe tener la preferencia; la recuperación personal depende de la

unidad de A.A.”

LA unidad de Alcohólicos Anónimos es la cualidad más preciada que tiene nuestra Sociedad,no
aparece ni una sola prohibición.

El miembro de A.A. tiene que amoldarse a los principios de recuperación. En realidad su vida
depende de la obediencia a principios espirituales. Si se desvía demasiado, el castigo es rápido
y seguro; se enferma y muere. Tiene que silenciar el clamor de sus deseos y ambiciones
personales, cuando éstos pudieran perjudicar al grupo.

Segunda Tradición
“Para el propósito de nuestro grupo solo existe una autoridad fundamental: un Dios amoroso
tal como se exprese en la conciencia de nuestros grupos. Nuestros líderes no son más que
servidores de confianza; no gobiernan.”
Los miembros componentes no pueden bajo ningún concepto gobernar o dirigir el grupo. Son
servidores.
“ancianos estadistas” y “viejos resentidos.”
Historia de Bill que quizo ser un terapeuta no profesional recuperando a enfermos alcoholicos
en un hospital

Tercera Tradición
“El único requisito para ser miembro de A.A. es querer dejar de beber.”
“Tú eres miembro de A.A., si tú lo dices. Nadie puede prohibirte la entrada. No importa quién
seas;
‘alcohólicos puros.’ Así que no queríamos saber nada de los pordioseros,
los vagabundos, los confi nados en manicomios, los presos, los
homosexuales, los chiflados y las mujeres perdidas.
Cuarta Tradición
“Cada grupo debe ser autónomo, excepto en asuntos que afecten a
otros grupos o a Alcohólicos Anónimos considerado como un todo.”
Para asegurar un funcionamiento continuo e infalible, se adoptaron 61
reglas y reglamentos.
No obstante, esta brillante perspectiva no tardó en ensombrecerse.
La confusión reemplazó a la serenidad. Se descubrió que algunos
borrachos ansiaban educarse, pero dudaban de que fueran alcohólicos.
Quinta Tradición
“Cada grupo tiene un solo objetivo primordial—¡ llevar el mensaje al
alcohólico que aún está sufriendo.”