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3.1 Equidad de género: machismo, feminismo, sexismo.

El término de equidad del latín aequitas, de aequus, “igual”. Tiene una connotación de justicia e igualdad social con
responsabilidad y valoración de la individualidad, llegando a un equilibrio entre las dos cosas. La equidad es lo justo en
plenitud, es justicia es decir dar a cada quien lo que le pertenece, reconociendo las condiciones o características
específicas de cada persona o grupo humano (sexo, género, clase, religión, edad …); por lo tanto, es reconocer la
diversidad sin que esta signifique razón para la discriminación.

La equidad es la virtud de dar a cada cual lo que le corresponde, en un sentido natural de la justicia. La equidad es algo
más que la igualdad: en la mayor parte de los países del mundo – México incluido – la legislación garantiza iguales
derechos a todas las personas (la igualdad como derecho humano fundamental), pero ello no basta para asegurar las
mismas oportunidades y beneficios o un trato en el que ninguna de las partes se vea beneficiada en perjuicio de la otra.

La equidad de género pretende el acceso de las personas a la igualdad de oportunidades y al desarrollo de sus
capacidades mediante la eliminación de las barreras que obstaculizan las oportunidades económicas y políticas, así
como el acceso a la educación y los servicios básicos, de tal manera que las personas (hombres y mujeres de todas las
edades, condiciones y posiciones), puedan disfrutar de dichas oportunidades y beneficiarse con ellas. La equidad de
género implica el avance de las mujeres en la participación mediante acciones positivas que contribuyan a reducir las
desigualdades entre los géneros.

La equidad de género pretende el trato imparcial de mujeres y hombres según sus necesidades respectivas, ya sea con
un trato equitativo o con uno diferenciado pero que se considera equivalente en lo referente a los derechos, los
beneficios, las obligaciones y las posibilidades. En el ámbito del desarrollo, el objetivo de lograr la equidad de género a
menudo exige la incorporación de medidas específicas para compensar las desventajas históricas y sociales que
arrastran las mujeres.

La equidad de género busca entonces eliminar todas las barreras que implica la igualdad de oportunidades económicas,
políticas y de acceso a la educación, a los recursos y a los servicios básicos. Esta equidad no significa que en todas las
actividades exista el mismo número de mujeres y hombres, o niñas y niños, ni tampoco que se deba tratar a unos y a
otras en forma exactamente igual; se refiere más bien ala igualdad de derechos, responsabilidades y oportunidades, con
reconocimiento de las necesidades, prioritarias, limitaciones y aspiraciones específicas de cada cual.

Machismo, feminismo, sexismo.

El machismo es el conjunto de actitudes y prácticas sexistas, vejatorias u ofendidas llevadas a cabo contra las mujeres.

Cuando hablamos de prácticas sexistas nos estamos refiriendo a lo que se suele llamar sexismo, que es la discriminación
(e incluso odio) a las personas según su sexo. Se puede dar de hombres a mujeres o de mujeres a hombres, si bien
también el término también puede aludir a las diferencias basadas en el sexo de los individuos.

El sexismo puede incluir diferentes creencias o actitudes:

 La creencia de que un sexo es superior a otro.


 La actitud de misoginia (odio a las mujeres) o misandria (odio a los hombres).
 La actitud de imponer una noción limitada de masculinidad (género) a los hombres (sexo) y una noción limitada
de feminidad (género) a las mujeres (sexo).

El machismo, al igual que el feminismo, se practican actitudes sexistas. El machismo, particularmente, engloba en
conjunto de actitudes, conductas, prácticas sociales y creencias a justificar y promover el mantenimiento de actitudes
discriminatorias contra las mujeres y contra los hombres cuyo comportamiento no es adecuadamente “masculino” a los
ojos de la persona machista.

Tradicionalmente el machismo ha estado asociado a la jerarquización y la subordinación de los roles familiares en favor
de la mayor comodidad y bienestar de los hombres.
También es parte del machismo el uso de cualquier tipo de violencia contra las mujeres con el fin de mantener un
control emocional o jerárquico sobre ellas. De hecho, el machismo es considerado como una forma de coacción no
necesariamente física sino psicológica, siendo esta forma de expresión protectora una discriminación, ya que se ven
subestimadas las capacidades de las mujeres, alegando que poseen mayor debilidad. El machismo, asimismo, castiga
cualquier comportamiento femenino en los varones, lo que es la base de la homofobia.

El machismo es considerado una opresión hacia el sexo femenino y una de las más importantes lacras sociales, según el
movimiento feminista. A menudo está dentro de las causas de la violencia doméstica, también llamada violencia
machista.

El machismo ha sido un elemento de control social y explotación sexista en muchas culturas. Algunos factores que han
contribuido a su supervivencia y continuidad son los siguientes:

 Leyes discriminatorias hacia la mujer.


- Diferencia de tratamiento en el caso del adulterio: en algunas culturas, el adulterio, o el embarazo previo a
la concertación del matrimonio son castigados con la pena capital.
- Necesidad del permiso del varón para realizar actividades económicas.
- Negación del derecho a voto de otros derechos civiles.
 Educación machista desde las escuelas y la propia familia. Esto incluye considerar como valores positivos: la
sumisión del marido y la procreación como una forma preferente de autorrealización.
 Discriminación en el ámbito religioso en los países de predominio musulmán, en determinadas ramas del
cristianismo, en los judíos ortodoxos, en el hinduismo, etc.
 División sexista del trabajo, factor por el cual se prefiere a otros hombres en puestos decisorios.
 Los medios de comunicación y la publicidad sexista.

El feminismo es un conjunto de teorías sociales y prácticas políticas en abierta crítica hacia relaciones sociales históricas,
pasadas y presentes, motivadas principalmente por la experiencia femenina. Las feministas realizan una crítica a la
desigualdad social entre mujeres y hombres, y proclaman la promoción de los derechos de las mujeres. Las teorías
feministas cuestionan la relación entre sexo y sexualidad con el poder social, y económico.

El feminismo como movimiento social ha sido visto principalmente como un movimiento de las sociedades occidentales
en el siglo XX. No se encuentra asociado a ningún grupo, práctica o evento histórico en partículas. Se crea a partir de la
conciencia acerca de las desigualdades causadas por los géneros y la búsqueda de justicia social. Existen diversas formas
de feminismo: como teoría, como práctica, como conciencia, como movimiento social internacional, nacional y local.

Este movimiento ha producido muchos cambios en algunas sociedades occidentales, incluyendo el sufragio femenino, el
empleo igualitario, el derecho a pedir el divorcio, el derecho de la mujer de controlar su propio cuerpo y algunas
decisiones médicas (incluyendo el aborto). Estos cambios han logrado en el discurso que algunos de los derechos de las
mujeres se consideren como derechos humanos.

Sin embargo, el movimiento feminista reclama que todavía hay muchos cambios por hacer. En ningún país del mundo se
ha logrado igual salario por igual trabajo entre hombres y mujeres. El aborto inseguro sigue siendo causa prevenible de
muerte de muchas mujeres (tercera causa de mortalidad materna a nivel mundial). Muchas creencias consideradas
radicales en el pasado forman ahora parte del pensamiento político común. A pesar de que casi nadie en las llamadas
sociedades occidentales de hoy cuestionan el derecho de la mujer al voto o a la propiedad privada, las mujeres no
siempre tienen acceso a estos derechos.

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