España

contemporánea
La España querida que conocemos, solo recientemente europeizada, no
destaca por sus Nobeles, casi todos en literatura, si por sus muy buenos
deportistas, por su riqueza arquitectónica, su sensatez política post 1977
al tomar la vía del parlamentarismo, acompañada de una glamorosa
monarquía revitalizada que sirve de pegamento de sus distintas regiones.
España fue un país pobre, durante todo el siglo XIX de allí proviene su rama
anarquista rural y hasta los años 60’ del siglo XX, donde recién empezó a
volver a acercarse a Europa.
España, si destaca por la notable veracidad y a la vez calidez humana y
savoir vivre de su gente, que saben mantener bajo toda circunstancia.

Los países que han descollado digamos en los 100 últimos años, por
supuesto ninguno tiene cultura latina, lo que es esencial, ya que ninguna
economía y sociedad se da en el vacío social, sino que, en un entorno
cultural que delimita su potencial desde el inicio.

Los hispanos le deben todo a América, no al revés, antes fueron un simple
territorio muy bien situado, pero sometido a dominio extranjero por siglos.
Como la primera potencia occidental del XVI, ¿llego a la España de hoy?
¿como no formo una Commonwealth, como el Imperio Británico?

Imperio colonial hispánico
Hispania fue una región pobre bien ubicada, que estuvo invadida por más
de un milenio inicialmente por romanos, después por godos y finalmente
por musulmanes. Esa confluencia era una interesante mezcla de no ser
porque la península fue un mosaico de leales a su patria chica, su región.

Y nosotros latinoamericanos digámoslo, somos descendientes de la gran
siesta del Imperio colonial español durante el XVII hasta la independencia
americana, de su monarquía absoluta no sujeta a leyes, salvó las de Dios, y
en la cual era más importante la fama, el linaje noble, que la realidad. La
sátira de Cervantes del hidalgo caballero, sino hubiera sido cierta, habría
pasado desapercibida y no sería el clásico que es.

Y bueno la realidad siempre corcovea, entraron en decadencia y ya con

avezados competidores en el Siglo XVII, con su mercantilismo monopólico,
América solo se podía aprovisionar y vender a través de la casa de
contratación y puerto en Sevilla, se centralizó el comercio en tres puertos
que fueron el puerto de Indias en Sevilla, puerto de Veracruz y Callao en
América, lo que facilitaba el control del tráfico y el pago de impuestos, la

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Navegación protegida, se obligó a que la navegación fuera en convoy desde
el puerto de Veracruz a Sevilla con escolta militar y por rutas fijas, el cual
trataba de ser burlado por los piratas y por sus propios altos mandos, sus
regalías monárquicas del 10%, sus excepciones tributarias para nobles
iglesia, la fijación sexual de sus inquisidores, su excesivo centralismo, su
extremo legalismo, su desconfianza, su suspicacia, su corruptela, su visión
que creaba universidades con facultades solo de Derecho y Teología y lo
peor la restauración de la moderna esclavitud, para surtir de brazos a las
américas.

Hispania dio buenos soldados como los que pararon a los turcos en la crucial
batalla de Lepanto, navegantes memorables como Colon-Magallanes-
Vespucio, inquisidores como Torquemada, pintores como Velásquez-
Murillo-Goya, Literatos como Cervantes, buenos urbanistas, dio la
Compañía de Jesús el llamado ejército de Cristo anti-reforma, los místicos
como San Juan de la cruz, pero no tuvo buena gobernanza política y ese
defecto es el que nos trasmitió más duraderamente a Hispanoamérica.

América toda es el único continente donde hay solo presidencialismo, que
no es otra cosa que el peso de la noche portaliano, de un monarquismo
plebeyo, que creo repúblicas bananeras o inestables, caudillos civiles y
militares y nuestro país que se miró al espejo como los ingleses de américa.

Ese incipiente nuevo imperio hispánico sello su suerte estratégica de largo
plazo el mismo año de 1492, en que junto con descubrir para Europa las
nuevas Indias un 12 de octubre, expulso a los judíos por motivos de
intolerancia religiosa en marzo, cuando anteriormente en los 500 años de
invasión musulmana en cada ciudad convivían la iglesia-la mezquita y la
sinagoga, pagando solo un mayor impuesto los no musulmanes, y también
en ese año crucial lograron desterrar en enero de la península a los moros
remanentes de Granada.
Pero a poco andar el imperio español ya estuvo en default en pleno siglo de
Oro, siglo XVI, a pesar de las inmensas riquezas para la época, que salieron
de las entrañas de Bolivia, Perú y México actuales. Es decir, en castellano,
SE LA FARREARON, principalmente en guerras, noblezas, cruzadas anti
reforma protestante y exotismos.

El precio que pagaron por su intolerancia religiosa fue carísimo, los
judíos se fueron a los países bajos a Portugal y otros reinos europeos y de
ahí comandaron la primera globalización moderna en que la moneda de

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plata española acuñada en Potosí llegaba a Sevilla y los países bajos, aun
bajo dominio hispano, con su banca en Amberes desplazaron fácilmente a
los hispanos, se transformó en la guerra de Flandes, y se instituyo Amberes
como centro financiero de toda Europa, con la moneda extraída y acuñada
en Potosí que era una moneda universalmente aceptada desde China al
oeste y el comercio prosperaba desde filipinas y Yakarta holandesa por
medio de su Compañía de las Indias orientales Neerlandesas, comerciando
más fluidamente con China que era ya la mayor economía, mientras que los
cañones del imperio español en Filipinas, no estaban situados para
defender el horizonte del mar, sino que emplazados hacia la ciudad llena
de chinos que eran los intermediarios comerciales, había la típica
DESCONFIANZA EMPRESARIAL COMERCIAL LATINA, que nos legaran
desgraciadamente, buscadora de réditos sin riesgos y sin capital humano.

El mundo occidental post 1500, el Capitalismo comercial-financiero aun no
industrial moderno del Siglo XVI fue producto de América, que los hispanos
supieron a sangre y fuego ponerla en valor, pero su despilfarro en guerras,
flotas y su desconfianza codiciosa los traiciono, a tal punto que la Corona
no retribuyo lo pactado a su héroe Colon, que murió en el descredito.

Tuvo que llegar a América el siglo XIX, con las revoluciones inglesa
norteamericana y francesa ya triunfantes, con ideas y maquinas anglófilas
y ciencia y cultura francesa para empezar a despertar y ya en el XX con la
gran influencia y poderío tecnico economico norteamericano.

A ningún presidente nuestro se le ocurrió traer inmigración española, por
algo será, pero si estuvimos abiertos a otros europeos latinos, italianos,
franceses y también ingleses, alemanes, chinos y otras nacionalidades.

La Independencia querida por las elites criollas a lo largo y ancho de
América y apoyada por el pueblo sencillo, era un anhelo merecido dentro
de los más lúcidos patriotas, y obstaculizada por los entreguistas, y fue
obtenida con el rigor y temple de las armas y de ideas políticas más
modernas.

La independencia del control de ese imperio intolerante y antiliberal era
necesaria, pero resulto solo en la forma no en el fondo, se fabricó un
nuevo monarquismo, el presidencialismo caudillista propio de
Hispanoamérica, a tal punto que el ejecutivo era y en algún país aún es
capaz de elegir a su sucesor, normalmente con antelación a la elección.

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Hispanoamérica no ha gozado de una buena gobernanza política y ese
defecto, nos trasmitió más duraderamente el imperio colonial español.

Iberoamérica no ha pedido formar una mancomunidad de intereses con
España, salvo las palaciegas Cumbres Iberoamericanas y la exportación no
tradicional de A. Allamand a la secretaria general iberoamericana, que
quizás desde allí nos pueda deparar una buena sorpresa.

Cuál es nuestra deuda con Hispania, el idioma castellano ya no el
catolicismo en abierta retirada.

Con internet, haciendo más efímeras las distancias, es obvio que tendrán
más posibilidades los bloques grandes, y no los países cuida fronteras.

ALFONSO VERGARA OLIVA

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