La ley orgánica de ordenación de territorio tiene por fin integrar el territorio según
sus características y particularidades, eliminar barreras, generar igualdad,
oportunidades, seguridad y desarrollo, proteger y preservar zonas sensibles y representar en si los intereses generales del país.
En sí, la estrategia necesaria para desarrollar fortalezas de cada región es
maximizarlas con la integración y relación con las de otras zonas del país por su intercambio, comercio y conectividad. Mediante las bases, líneas maestras y directrices del desarrollo social, económico y cultural del país resaltara la potencialidad de lo local en lo global.
Es importante destacar, que en la ley se manifiesta la conexión e interrelación tanto
en el interior como hacia el exterior del país, incluyendo carreteras, vías fluviales, aeropuertos, hospitales, universidades, centros de investigación, interconectividad eléctrica, redes de comunicación, acueductos, etc.
Además, en estos procesos no pueden faltar los ministerios, gobiernos regionales,
representantes de comunidades, y demás que la legislación o necesidad indica. Entre ellos están los profesionales especialistas de economía, derecho y sociología, ingeniería y arquitectura, sanidad y educación, seguridad nacional, agricultura, etc.