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Nombre: Oscar Javier Rodríguez Martínez

Perry Anderson, Los fines de la historia. Barcelona: Anagrama, 1996.

Perry Anderson (Londres, 11 de septiembre de 1938) es historiador y ensayista


político inglés, especialista en historia intelectual. Es profesor de Historia y Sociología en
la Universidad de California y editor de la revista New Left Review. Es hermano del
académico Benedict Anderson. Sus últimas obras son: Work Out Schedule & Weekly
Plan (2019) Ever Closer Union Europe in the West (2021). El presente libro se desarrolla
en seis apartados los cuales reseñaremos muy sucintamente. En la introducción del texto
se empieza mencionando el trabajo realizado por el historiador alemán Luzt Niethamer
referente al tema de la posthistoria , este análisis suscitará mayor interés debido al
ensayo del politólogo estadounidense Francis Fukuyama , el cual, promulgaba el fin de
la historia debido al derrumbamiento del socialismo real en la URRS ,y conforme a esto al
posicionamiento de la democracia liberal basada en la economía de mercado como único
camino ideológico , político y económico posible para la especie. Basándose en premisas
filosóficas como las de Hegel sobre los fines de la humanidad y demás filósofos (Cournot,
Kojeve.etc) tergiversa estas teorías para sentar su posición mesiánica, en donde, el
mercado neoliberal y la democracia emanada de este son las únicas vías seguras para
alcanzar la libertad y felicidad no logradas en sistemas político- económicos precedentes
en la historia.
Como primera medida, Anderson disgregará los referentes filosóficos e ideológicos en los
que se basa Fukuyama para explicar más a fondo esta premisa que causó tanta crítica,
asombro y estupefacción de múltiples sectores políticos a nivel mundial. El autor parte del
análisis del primer filósofo en el que Fukuyama plantea una supuesta referencia teórica a
su premisa del fin; Frederic Hegel, el historiador inglés sostiene que la referencia al fin de
la que el politólogo estadounidense se vale está inserta en los capítulos psicológicos de la
fenomenología del espíritu, en donde, se califica la historia como la evolución consciente y
automedida del espíritu en la sucesión de formas temporales hasta la meta del saber
absoluto de si mismo. Así mismo, el historiador británico manifiesta que Hegel nunca pudo
declarar el fin de la historia, pues su última instancia no era la historia sino el espíritu.
Además, la concepción estatal del alemán basándose en su admiración en el estado de
organización de la antigua Grecia se basaba en articular el estado y sociedad civil a
través de organizaciones corporativas en ella insertas, procurando la circunstancia del
voto censitario, no basada en la propiedad privada , pero si en los oficios, procurando
con esto una meta responsable que se emanaría en la libertad sustentada en el sufragio .
Para el alemán su sistema basado en la libertad moderna requiere de un estado que
exprese el cuidado de la vida de sus ciudadanos y que pretenda asegurar el bienestar
conforme a la razón universal.

Otro autor en el que Fukuyama basa su postulado de cierre de la historia será el


matemático y economista francés Antoine Cournot, fundador de los principios de la
economía neoclásica y del enfoque marginalista, basa sus análisis en los tipos de
probabilidad, de la plausibidad de la experiencia y la experiencia de la estadística.
Basado en la estadística el francés pretendía que los diferentes resultados posibles se
pueden calcular matemáticamente, en donde, lo casual surge como un orden de la
contingencia de la probabilidad. Así mismo, su presupuesto consistía en tratar la
casualidad como la resultante de varias series causales independientes.
Consiguientemente, en lo que había que centrarse al estudiar la historia era en la
jerarquía de causas que la determinaban, tomando como criterio de ordenación los
distintos eventos históricos que han generado consecuencias estables. A su vez el
matemático francés pretendía unificar la filosofía del conocimiento y la filosofía de la
historia en una sola teoría. Una de sus principales innovaciones en lo respectivo al estudio
histórico tenía que ver con su planteamiento del concepto de etiología, el cual, en la
historia consistía en establecer los distintos tipos de causación en el registro real de las
sociedades humanas, Cournot quería mediante este postulado conferirle al azar el lugar
que supuestamente le correspondía en la maraña de eventos históricos. El francés dividió
el desarrollo humano en tres estadios ; recalcando que en el último los presupuestos
económicos y del mercado imperante se convertirían en la fuerza dominante de la vida
cotidiana y colectiva .Para Cournot , la modernidad podía sentar un tipo de fin de la
historia debido a la consolidación del mercado, el comercio y al avance científico que
produjo la revolución industrial , que claro podía ser mejorado pero no en la escala de
perfeccionamiento visto, aunque, sin descartar que su modelo pudiera ser refutado y
perfeccionado a futuro, en donde las turbulencias políticas y económicas hicieran
trastocar a todo lo racionalmente establecido en el campo social.

En la siguiente parte Anderson empieza analizando la persistencia de los planteamientos


de Cournot en Raymond Aron , este manifiesta que el aspecto más débil de la visión
histórica de Cournot es más metodológica que teórica , pues supone un estadio final cuyo
orden definitivo se erige en la única garantía ,que hacía que el conducir del
conocimiento se hiciera a través de una evolución lógica y no por medio de un proceso
aleatorio , Aron siguió creyendo que un final feliz es posible mucho más allá de nuestro
horizonte político en la idea de la razón . Además, en este apartado su base de análisis se
enfoca en problematizar los planteamientos del filósofo Alexandre Kojeve en las tesis de
Fukuyama. tomando como base la fenomenología del espíritu hegeliana este lo divide en
un sistema de doble desarrollo: uno existencial que expone la dinámica de la identidad
humana como una libertad que niega su propia circunstancia en bien de un deseo, cuya
satisfacción solo puede encontrarse tanto en el sujeto como en los otros , y el plano
social el cual lo desarrolla como el esquema de relaciones sociales de clase ,en donde, se
presentan conflictos sucesivos desde la dominación aristócrata, pasando por el ascenso
de la burguesía hasta la igualdad proletaria. Para Kojeve, la meta máxima de la
humanidad se enfoca en establecer una sociedad homogénea donde la distinción de
clases no opere buscando la tan anhelada igualdad social. Kojeve hace referencia que
para lograr dicho igualitarismo este debe enmarcarse dentro de la conciencia que debe
ejercer el estado nación como elemento histórico que direcciona este proceso, un ejemplo
de ello son los hechos que propició Napoleón en Jena como muestra de realización de
este fin, superando las fronteras del estado nación según este autor. A su vez en este
apartado, Anderson señala la ambigüedad de las posiciones políticas de Kojeve que
varían según el transcurso de los hechos en la historia, en el auge del régimen estalinista
es un fervoroso defensor de las políticas de su régimen, pero al caer la URRS se
transforma en un fervoroso adulador de las bondades de la sociedad de mercado y su
promulgada libertad plasmada en el consumismo.

En los apartados cuarto y quinto, el historiador inglés hará una recapitulación sobre las
tres fuentes que nutren el pensamiento de Fukuyama como de las múltiples críticas que
este recibió en su tesis problematizada, afirma que el norteamericano admira de Hegel
sus posiciones constitucionalistas como por la consolidación de un modelo liberal,
sistema idóneo para la humanidad. En el caso de Cournot toma en cuenta de este la
predilección resultante de la orientación del desarrollo humano según el ensanchamiento
de la administración racional posibilitando la interdependencia del mercado, la cual,
conducirá la historia hasta su fin, este fin de la historia es concebido en principio como el
reconocimiento universal en un estado igualitario que se convierte al cabo de una
existencia social constreñida a los ritmos del consumo. En relación a Kojeve, tomará la
idea que ocupa el hedonismo del consumo moderno y la caducidad del significado de
estado nacional que se encuentra en Hegel. En este quinto apartado también se evalúan
las críticas realizadas a fukujama sobre su particular tesis ; la primera referida a lo
desfasado de su idea de conclusión de la historia , donde la agrupación de concatenación
de todos los requerimientos surgidos en las sociedades humanas seria la OCDE, según
Anderson el norteamericano no tuvo en cuenta las etéreas pasiones e insensateces de
los seres humanos los cuales siempre han de asegurar que haya estabilidad en los
asuntos que les conciernen , por ejemplo la guerra en donde se plasman las rivalidades y
jerarquías que perduran inclusive con la vanagloriada democracia liberal , la segunda
referida a que en sus planteamientos ignora la perseverancia de la desigualdad y la
miseria dentro de las sociedades capitalistas mismas (ejemplo los Estados Unidos y sus
altos índices de pobreza , desempleo y persistencia de ataques a derechos humanos y
civiles, racismo , xenofobia, machismo etc..) , y la tercera debatiendo la supuesta
comunidad armónica que consolidaría en torno al mercado ,la cual, se consumaría
mediante la desregulación del estado permitiendo una absoluta libertad, promesa que no
se ha dado ,pues como se ve en la realidad el estado a si sea mínima su participación
incide en el dominio que pretende el comercio sobre las sociedades.

En la última parte el autor analiza el papel que desempeñó el socialismo en la


estructuración de la idea de Fukuyama del fin de la historia y como este a su vez sirve
como base de esperanza para combatir estas ideas de cierre del tiempo histórico de la
humanidad , eso sí, sin cometer los errores que ocasionaron la caída del socialismo real
y que originaron estas tesis hedonistas como falsarias del capitalismo que han calado
sobre todo en los países tercermundistas , en donde, los Estados Unidos en especial
hacen dominio ideológico político y económico. Por ejemplo, Anderson comenta en este
apartado que uno de los errores más notorios en el sistema socialista real tuvo que ver
con que el sistema de administración planificada desde arriba resultó ineficaz para
controlar los problemas que implicaba la coordinación de las economías complejas, otra
problemática mencionada es la que aduce que la propiedad colectiva se convirtió en
garantía de la tiranía y de la eficiencia sobre todo en el régimen establecido por Stalin.

Pese a estas problemáticas el historiador inglés también plantea varias posibilidades


apegadas a casos históricos, la primera hace referencia al caso paraguayo de 1600
donde los jesuitas realizaron un proceso comunitario de repartición de la tierra alejados
del virreinato, en donde, la colectivización de la producción creaba un proceso comunal de
producción, el cual, fue sofocado y perseguido por los españoles llevando al traste esta
experiencia. Otra posibilidad a la que hace alusión Anderson es la revolución contra la
monarquía por el derecho divino en Inglaterra en 1640 donde cayó la dinastía del
episcopado, nació un ejército revolucionario y se fundó un estado republicano; los levellas
o niveladores, buscaban el sufragio universal, la redacción de una constitución, demandas
que ni siquiera se han producido en la Inglaterra actual. El autor concluye planteando que
si los procesos socialistas no se hunden en el determinismo económico y en el aparataje
burocrático y priman las demandas sociales como democráticas en sus procesos
económico políticos, no se repetirá lo mismo a lo acontecido en las experiencias de
socialismo real que se han presentado y se presentan en la humanidad.

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