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Restauración Del Odre Bíblico
Restauración Del Odre Bíblico
“Entonces ellos le dijeron: ¿Por qué los discípulos de Juan ayunan muchas veces
y hacen oraciones, y asimismo los de los fariseos, pero los tuyos comen y
beben? Él les dijo: ¿Podéis acaso hacer que los que están de bodas ayunen,
entre tanto que el esposo está con ellos? Más vendrán días cuando el esposo les
será quitado; entonces, en aquellos días ayunarán. Les dijo también una
parábola: Nadie corta un pedazo de un vestido nuevo y lo pone en un vestido
viejo; pues si lo hace, no solamente rompe el nuevo, sino que el remiendo sacado
de él no armoniza con el viejo. Y nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra
manera, el vino nuevo romperá los odres y se derramará, y los odres se
perderán. Mas el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar; y lo uno y lo otro se
conservan. Y ninguno que beba del añejo, quiere luego el nuevo; porque dice: El
añejo es mejor” (Lc 5:33-39).
1. Odres: Los odres eran recipientes hechos con cueros de oveja, cabra o
camello, para contener líquidos. Se curtía y cosía el cuero. Una vez hecho, el odre
es flexible, elástico y blando. Pero después de cierto tiempo es inflexible y duro.
2. El vino nuevo, sin fermentar, se ponía en un odre nuevo; para que, al
fermentar y desprender gases, el odre se estirara, y se adaptara al vino. Si en
cambio el odre era viejo y duro, al no poder estirarse, cuando el vino fermentaba
se rompía.
3. Parábola. ¿Qué significa esta comparación? Desde el punto de vista
espiritual, un odre es una estructura mental que tenemos sobre Dios, y su obra en
este mundo; y sobre nuestra relación con él.
4. Vino viejo o añejo. Los que estaban acostumbrados a este vino decían que el
vino viejo o añejo, es mejor. Esto es así por diferentes motivos. Por ejemplo: con
el tiempo, el tanino del vino (de sabor amargo) se va disolviendo en el líquido,
quedando como resultado un vino más dulce.
Cando llega una nueva visitación del Espíritu Santo, los que están acostumbrados
a lo viejo dicen que el vino añejo es mejor, al no captar la dimensión espiritual.
d. Es lo nuevo de Dios; es decir, es todo lo que Dios nos da por medio de la
visitación, la renovación, el mover y el derramamiento del Espíritu Santo, tal como
ha ocurrido en muchos avivamientos.
En la época de Jesús, el odre viejo estaba representado por los fariseos; los que,
con sus ideas religiosas, sus tradiciones y sus costumbres, no aceptaban el vino
nuevo de las enseñanzas de Jesús.
7. Odre nuevo. Es flexible, es decir, acepta todo lo nuevo que Dios trae con el
avivamiento. Se adapta fácilmente a los cambios, sin romperse. Tiene la
disposición de aceptar todo lo que el Espíritu Santo quiere hacer. Tiene
nuevas normas y nuevas formas de vida; en la vida íntima y en la relación con los
demás.
El vino nuevo del Espíritu Santo, se debe echar en odres nuevos; o sea, en
personas con un paradigma mental y espiritual abierto a todo lo que Dios está
restaurando en esta época, conforme a la profecía que dice que: Jesucristo estará
en los cielos hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas (Hch 3:21).
Pero, por supuesto, estas enseñanzas tienen que estar de acuerdo con lo que dice
la Biblia. Cuando Dios restaura una verdad bíblica, si bien, estrictamente
hablando, esa verdad no es “nueva”; ya que siempre estuvo en la Biblia; pero es
“nueva” para nosotros, porque no la conocíamos y no la estábamos viviendo.
Una persona con un “odre nuevo”, es una persona que está dispuesta a ir a la
Biblia para revisar si los conocimientos teológicos que tiene son de Dios o no; y
para lograr esto, clama a Dios que le enseñe; y confía en que el Espíritu Santo le
iluminará los textos bíblicos.
Por eso es que, si nuestro esquema mental es rígido, duro, aferrado a lo que
hemos aprendido, rechazaremos el obrar del Espíritu Santo; pero si estamos
abiertos a todo lo que Dios quiere darnos, de acuerdo con el mensaje bíblico, lo
aceptaremos. Por eso, el vino nuevo se echa en odres nuevos; es decir, en vidas
abiertas a todo lo que Dios quiera revelar.
Por ejemplo: cuando Dios restauró la verdad del bautismo en el Espíritu Santo, si
bien esta verdad está en la Biblia, muchos la rechazaron porque no coincidía con
la enseñanza que habían recibido, y se perdieron esta bendición. En esas
congregaciones el vino nuevo se perdió, por tener un odre viejo.
La Biblia dice que, Dios hace nuevas todas las cosas (2 Co 5:17; Ap 21:5). “He
aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez
abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad” (Is 43:19).
Y el vino nuevo que trajo Jesús sigue siendo nuevo a través de los siglos porque
la palabra de Dios no se envejece jamás. Por eso, Dios necesita odres nuevos en
donde poner este vino.
Pero, ¿qué es el vino nuevo que Jesús vino a traer? Jesús trajo el vino nuevo del
mensaje del reino de Dios, del evangelio, del Espíritu Santo, de una nueva forma
de vida. Si tú vives de acuerdo con este mensaje, entonces, tú eres un odre
nuevo.
Neos. En griego es: “νεον”. Palabra original: “νέος, α, ον” (neos). Strong’s G3501.
Significado: Totalmente nuevo (en relación con el tiempo).
Kainos. En griego es: “καινους”. Palabra original: “καινός, ή, όν” (kainos). Strong´s
G2537. Significado: Renovado, restaurado.
Usó la palabra “neos”, para referirse al vino; ya que, el vino de Dios es algo
totalmente nuevo; pero
usó la palabra “kainos”, para referirse al odre; porque, lo que Dios quiere hacer, es
tomar una vida arruinada por el pecado y restaurarla, renovarla, al punto tal que
pueda llegar a ser una ”nueva criatura”. ¡Aleluya! [4]
Por eso, la Biblia dice que Dios nos hace nuevas criaturas; y en el griego se usó la
palabra “kainos”.
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva [kainos] criatura es; las cosas
viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas [kainos]” (2 Co 5:17).
3. Vida. Debemos:
CONTENER Y TRANSFORMAR
Teniendo en cuenta que, se viene el gran derramamiento del Espíritu Santo,
debemos preparar a los creyentes para que reciban el vino nuevo, y para que
ellos sean odres nuevos.
Para llevar a cabo esto, debemos enseñar todo lo que está relacionado con el vino
nuevo del Espíritu; como por ejemplo: todo lo que Dios ha restaurado en estos
últimos tiempos; el reino de Dios, el señorío de Cristo, etc. Es decir, enseñar
el mensaje que ellos a su vez tendrán que dar.
Hace un tiempo recibí una jarra de plata, usada para contener el vino de la Santa
Cena, de una iglesia muy alejada de la capital de nuestro país. Estaba abollada,
rota y sin brillo, por el paso de los años. Traté de que la arreglaran pero no lo
logré. Entonces, Dios me mostró que yo podía arreglarla (aunque no conozco
nada sobre este tema). Al final quedó arreglada, lista para volver a contener el
vino. Mientras la arreglaba Dios me mostró que:
Así como yo arreglaba y limpiaba esa jarra de vino; del mismo modo,
la iglesia tiene que arreglar y limpiar las jarras, los odres, las vidas, que han de
contener el vino del Espíritu Santo que Dios está por derramar sobre su iglesia.
Es decir, debemos restaurar a los creyentes para que sus vidas sean
transformadas en odres nuevos.
Este es el tiempo de Dios. Lo que Dios ha dicho se cumplirá. Dios prometió que,
antes de la segunda venida de Cristo él derramará su Espíritu Santo sobre toda
carne.
Dos revelaciones:
Diques. La revelación de los diques fue dada por Dios para que entendamos que,
los creyentes deben funcionar como pequeños diques; es decir, que ellos puedan
contener las enseñanzas que el Señor nos ha dado para que, a su vez, ellos
puedan dar estas enseñanzas a otras personas. Es decir, los diques se
relacionan con el mensaje a dar.
Odres. Dios está revelando ahora que debemos enseñar a nuestros hermanos
todo lo necesario para que sus vidas sean transformadas; y lleguen a ser como
odres nuevos, para poder contener el vino nuevo del Espíritu. Es decir, la
enseñanza de los odres está relacionada con los mensajeros. O sea, restaurar a
los mensajeros.
LO NUEVO DE DIOS
Una de las características que tiene un odre nuevo es: creer que Dios obrará
algo nuevo en la iglesia
Muchos oran por un avivamiento, pero cuando este viene en una forma diferente a
lo que ellos creen no lo aceptan. Por ejemplo: Los fariseos y los escribas (Lc 5:30)
criticaron a los discípulos de Jesús diciendo: “¿Por qué los discípulos de Juan
ayunan muchas veces y hacen oraciones, y asimismo los de los fariseos, pero los
tuyos comen y beben?” (Mt 5:33). Es decir, ellos le preguntaron a Jesús: ¿Por qué
tus discípulos no hacen como siempre se ha hecho? ¿Por qué no actúan como lo
hacen los discípulos de Juan el Bautista?
Por eso, no esperemos que el próximo mover del Espíritu sea exactamente como
él lo hizo antes. Pero, eso sí, todo mover de Dios tiene que estar de acuerdo con
la Biblia. Por supuesto que, si bien las formas serán nuevas,
los principios bíblicos serán los mismos.
2. Conservación. “Y ninguno que beba del añejo, quiere luego el nuevo; porque
dice: El añejo es mejor” (Lc 5:35-39). Pero, ¿cómo podemos entender las palabras
de Jesús, cuando declaró que: “lo añejo es mejor”. Aparentemente, esto es un
contrasentido, teniendo en cuenta que Jesús habló de la importancia del vino
nuevo. En realidad, aquí no hay un contrasentido. Para entender esto tenemos
que leer las palabras de Jesús cuando declaró: “Mas el vino nuevo en odres
nuevos se ha de echar; y lo uno y lo otro se conservan” Aquí está la clave
porque, al estar el vino nuevo en odres nuevos, ambos se conservan mutuamente.
El odre se conserva porque, si no estuviera el vino quedaría primero aplastado,
achatado; luego se endurecería con esta forma, y por último, no serviría más; y
el odre conserva al vino, porque, al estar el vino en el odre, el tanino del vino se va
disolviendo, y el vino es más dulce. Por eso es que “el añejo es mejor”.
En el orden espiritual, el vino nuevo del evangelio, puesto en un odre nuevo (en un
creyente que acepta lo nuevo de Dios); al estar juntos, ambos se conservan,
porque,
3. Dejar las estructuras. Todo esto nos muestra que, cuando comienza un
avivamiento, frente a la renovación que trae el Espíritu Santo, no podemos
mantener nuestras viejas estructuras. Si lo hacemos, si nos quedamos con el odre
viejo, tratando de poner en él el vino nuevo, el resultado será que el odre estallará.
Y esto es lo que sucede a veces cuando el vino nuevo del Espíritu entra en una
congregación tradicionalista, que no acepta el avivamiento. Por eso, debemos
estar dispuestos a cambiar.
ODRES NUEVOS
¿En qué odres va a ser derramado el vino nuevo del Espíritu Santo?
A. CREYENTES. El vino nuevo del Espíritu va a ser derramado en odres nuevos;
es decir, en creyentes con vidas transformadas, que vivan los principios bíblicos,
las sendas antiguas; la restauración de todas las cosas (Hch 3:21).
¿Cuáles son los principios bíblicos para transformar un odre viejo en un odre
nuevo? Por ejemplo, todo creyente debe conocer y experimentar:
“Os saludan Aquila y Priscila, con la iglesia que está en su casa”(1Co 16.19).
“Saludad a los hermanos que están en Laodicea, y a Ninfas y a la iglesia que
está en su casa” ( Col 4.15).
La iglesia primitiva se reunía en el templo y por las casas (Hch 2:46; 5:42).
Edificación. Todos los hermanos pueden edificarse mutuamente. “Los unos a los
otros” (Ro 12:10; 15:14; Gá 5:13; Ef 4:2; Col 3:16; 1Ts 5:11).
Líderes. En las reuniones de las iglesias institucionales, muy pocos líderes
pueden desarrollar sus ministerios. Pero en las reuniones en las casas, todos
tienen la oportunidad de trabajar.
Ofrendas. Al reunirse por las casas, el dinero de las ofrendas no se gasta en la
construcción del templo; sino que se da a los necesitados; y para pagar a los
pastores (1 Co 9:13-14).
Función. Las reuniones en las casas permiten que el Cuerpo de Cristo pueda
manifestar sus funciones, por medio de todos los creyentes (1 Co 12, 14).
Evangelización. Muchos inconversos no están dispuestos a ir a un templo, pero
sí a una reunión casera.
Conocimiento. La reunión en un hogar posibilita que, los hermanos lleguen a
conocerse mucho más que en una reunión realizada en un templo.
Oportunidad. Las reuniones en las casas suple a las personas de la necesidad de
ser escuchada y aceptada.
Familia. la reunión eclesial ayuda a los hermanos a ver que, el pueblo de Dios es
una familia.
Interacción. La reunión casera facilita la interacción de todos los miembros de la
iglesia.
Dirección. Debemos volver al odre neo-testamentario, en donde la dirección de la
reunión no está a cargo de un moderador humano; sino que, el que dirige es
Jesucristo, por medio del Espíritu Santo, y todos participan.
Liderazgo. En estas reuniones, todos los hermanos pueden conocer, en la
práctica, la realidad del Liderazgo de Jesucristo (como Cabeza de la iglesia; Ef
1:22; Col 1:18); es decir, el Señorío de Cristo en la vida corporativa de la
iglesia. [25]
El odre nuevo de las reuniones de la iglesia en las casas, tiene su principio en las
asambleas de la iglesia del Nuevo Testamento.
5. Modelos
7. Los unos a los otros. En las reuniones de la iglesia en las casas, el principio
espiritual que las rige es que, todos se exhortan y edifican mutuamente.
Es importante tener en cuenta que, las reuniones de la iglesia en las casas son
precisamente eso: reuniones de iglesia, no son grupos de discipulado, ni de
estudio bíblico (lo cual, en otro momento, también pueden hacerse en las casas).
RELIGIÓN MUNDIAL
Este proceso ya comenzó, y fue profetizado en la Biblia al hablar de “La Gran
Babilonia” (Ap 17-18). Para lograr esta unión ya se están haciendo grandes
cambios en las religiones. Por ejemplo: en el próximo “Sínodo para la Amazonia”,
de la Iglesia Católica Apostólica Romana, que se realizará en el Vaticano, del 6 al
27 de octubre de 2019, varios obispos van a intentar de cambiar la teología
católica al punto tal que,
en vez de que la iglesia convierta a los incrédulos, para que abandonen el pecado
y adoren a Dios; van a tratar de lograr que
la iglesia se convierta, dejando de adorar a Dios, para adorar a la Naturaleza.
Por supuesto que esto es herejía total, y así lo manifiestan muchos católicos. Este
es un paso más hacia la unidad de todas las religiones. Es creer que todas las
religiones aman al mismo Dios, aunque le llaman con distinto nombre. Es negar lo
que dijo Jesús cuando declaró: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie
viene al Padre, sino por mí” (Jn 14:6). [30]
Hace unos años Dios reveló que los creyentes tendrán que salir de los templos,
usando a varios de sus siervos. Por ejemplo:
1. La Visión. En su libro La Visión, David Wilkerson declara que, Dios le reveló
qué es lo que va a suceder en los próximos años diciendo que, se levantará una
gigantesca “iglesia” mundial, visible y apóstata, con poder político. Pero que, al
mismo tiempo los verdaderos creyentes, la iglesia invisible, se unirán por medio
del Espíritu Santo; teniendo como fundamento a Jesucristo y a su Palabra. Estos
creyentes se llamarán, simplemente, “cristianos”. Contra ellos se levantará una
terrible persecución; y por esta causa, recibirán gran poder espiritual, y tendrán
que salir de las iglesias protestantes y católicas. Enfatizarán la verdad del retorno
de Jesucristo. [31]
2. Boda. En el libro “La gran Reforma que viene”, Andrew Strom cuenta la visión
que tuvo un amigo suyo en 1993. Él vio que una pareja de recién casados salía de
una catedral. La novia (la iglesia), muy hermosa, estaba acompañada por su novio
(Jesucristo). En la visión escuchó que la novia salía de la cristiandad (el sistema
eclesiástico tradicional) para siempre. Dentro de la catedral quedaban los
familiares de la novia (las diferentes denominaciones cristianas). Luego de esto,
comenzaron una luna de miel por mil años.
“NO ARMONIZA”
“Les dijo también una parábola: Nadie corta un pedazo de un vestido nuevo y lo
pone en un vestido viejo; pues si lo hace, no solamente rompe el nuevo, sino que
el remiendo sacado de él no armoniza con el viejo” (Lc 5:36).
1. Principios bíblicos. Lo nuevo que Jesús vino a traer no armonizaba con las
tradiciones, las viejas creencias que los fariseos habían impuesto sobre la ley de
Dios; ya que ellos habían puesto más de seiscientos mandamientos, que
afectaban las tradiciones y las costumbres. Ellos enseñaban como doctrinas
divinas mandamientos de hombres. “Enseñando como doctrinas mandamientos
de hombres” (Mr 7:6).
Del mismo modo, en algunos casos, lo nuevo que Dios trae ahora no armoniza
con las estructuras ya establecidas en algunas congregaciones. Por eso, debemos
restaurar la estructura congregacional. Pero, en el proceso de la restauración de la
estructura de la iglesia nunca debemos contradecir los principios bíblicos; es
decir, lo que Dios ya ha revelado. Al contrario, debemos tener presente que, lo
nuevo de Dios siempre armoniza con lo que Dios ya ha dejado escrito en la Biblia
(Lc 5:36). Por eso, en todo proceso de restauración tenemos que pedir la
iluminación del Espíritu Santo sobre las Sagradas Escrituras.
Así como antes del comienzo de la época del nuevo pacto, Jesús preparó doce
odres nuevos, del mismo modo, en estos días en los que estamos viviendo, antes
del gran derramamiento del Espíritu Santo, debemos preparar los odres que han
de contener el vino de Dios;
EL BUEN VINO
Luego de que Jesús y sus discípulos fueron invitados a unas bodas en Caná de
Galilea, de pronto, los que servían vieron que se les había acabado el vino.
Entonces, Jesús pidió a los que servían que llenaran con agua varias tinajas.
Seguidamente, hizo un milagro, transformando el agua de las tinajas en vino.
Luego de esto, el encargado de la fiesta, que no sabía nada sobre el milagro,
llamó al esposo y le dijo:
“Todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando ya han bebido mucho,
entonces el inferior; mas tú has reservado el buen vino hasta ahora. Este principio
de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discípulos
creyeron en él” (Jn 2:10-11).