SONETO

El soneto es una de las formas poéticas más conocidas y que se ha utilizado

durante siglos. Tiene su origen en la época medieval y han recurrido a él grandes
poetas y escritores mundialmente conocidos, como Cervantes, Dante, Shakespeare,
Góngora, Quevedo, Buadelaire y muchos más.

El soneto está formado por dos cuartetos y dos tercetos, es decir, que tiene dos
estrofas de cuatro versos y otras dos de tres. En ese orden. Los versos tienen once
sílabas, aunque hay una versión conocida como soneto alejandrino que cuenta con
versos de catorce sílabas.

Pasos para escribir un soneto

1. Lo primero que tienes que hacer es sentarte a reflexionar, a pensar sobre lo

que quieres escribir. Decide si lo harás sobre un sueño, un sentimiento, una
situación, una idea… deja volar tu imaginación y prepárate para convertirla
en un poema.
2. Intenta elegir palabras que sean poco conocidas y que estén relacionadas
con lo que quieres expresar. Huye de verbos, adverbios, sustantivos y nexos
que sean muy comunes, es mejor hacer una lista de sinónimos para darle
más riqueza al soneto que quieres escribir.
3. Antes de empezar a escribir ten claro el orden que debes seguir para
escribir un soneto: introducción, desarrollo, desenlace y conclusión. Si te
fijas, es el mismo orden que cuando escribes cualquier otra historia.
4. Escribe frases propias que no sean muy extensas, utilizando palabras que
aludan a lo que escribiste en la primera parte del verso. Acorta o alarga en
función de si va a tener 11 ó 14 sílabas.
5. La primera estrofa será un cuarteto, al igual que la segunda. Verifica el
número de sílabas y la rima para seguir con los mismos pasos. El primer
verso rima con el cuarto, mientras que el segundo lo hace con el tercero.
Deben mostrar la introducción, el desarrollo y parte del desenlace.
6. Para los tercetos, sigue con el desenlace y cuenta el final y la conclusión. Los
dos primeros versos riman entre ellos, mientras que el tercero rima con el
tercero de la siguiente estrofa.
7. Cuando hayas terminado, revisa el soneto, recítalo en voz alta para ver si te
convence o quieres cambiar algo. Por supuesto, ponle un título.